En la vuelta al mundo aprendimos que los encantos de cada lugar son muy diferentes. Hay sitios en los que el espectáculo está en la calle, hay otros con increíbles maravillas naturales, otros con las mejores colecciones de museos y otros en los que la gastronomía es un espectáculo en sí mismo. Es interesante tratar de detectar cuales son los puntos fuertes del país que se va a visitar y tenerlo en cuenta a la hora de plantearse el viaje. Empeñarte en esperar encontrar los mismos encantos en todas partes puede ser un poco frustrante.

Por este motivo, después de viajar durante un año tratando de ceñirnos escrupulosamente a un presupuesto fijo, somos conscientes de que esa fórmula abre unas puertas para conocer ciertas partes de la cultura de los países, pero también, y dependiendo de cuales sean los encantos del lugar, te cierra otras.

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Para los amantes de la comida y más en concreto para los no muy amigos del picante, uno de los mayores encantos de Japón es su gastronomía. Uno se debate entre el continuo placer y la tortura. Vayas donde vayas y aunque no tengas hambre, huele constantemente bien. A esto se suma que se le da mucha importancia a la presentación de los platos, así que además de entrar por el olfato, la comida entra también por la vista. Para terminar de convencerte, desde la calle puedes ver ficticios de los platos que se ajustan en cantidad y tamaño a lo que vas a pedir dentro y que evitan que aunque no sepas ni una palabra de japonés te encuentres con desagradables sorpresas.

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En Japón se puede comer bien con poco presupuesto e increíblemente bien, si se quiere invertir un poco más y explorar en mayor profundidad uno de los mayores encantos del país. En general, la relación calidad precio de los alimentos (a excepción de la fruta que es muy cara), es bastante buena y puedes encontrar opciones para todos los bolsillos.

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Tradicionalmente lo más conocido de la cocina japonesa es el sushi y el sashimi pero una vez allí, descubres que esta es solo una pequeña parte de todo el abanico de posibilidades gastronómicas que existen. En dos meses da tiempo a probar algunas de ellas pero sobre todo a darse cuenta de que te dejas muchas más. Cada ciudad tiene sus especialidades y diferentes versiones del mismo plato así que uno se puede pasar el día probando novedades. Aquí van algunas de ellas:

Snacks y opciones low cost.

Soluciones para presupuestos ajustados y para salir del paso con los omnipresentes “convenient stores”, a saber: 7 eleven, Familiy Mart, Lawson y una con un logo de una K con botas sin nombre. Algunos tienen zona de mesas y en otros hay que preguntar donde está el parque más cercano (lo de comer por la calle no es muy habitual).

  • Oniguiris y cilindros de sushi sin cortar. Arroz, recubierto por un alga deshidratada y relleno de diferentes ingredientes. Los hay de salmón, de atún, de salchicha, de huevas, de pepino, de tofu… A veces tienen un poco de mayonesa y otras no. Los oniguiris de salmón son el favorito de los niños para la hora del recreo, así que por la mañana hay que andar espabilado porque vuelan.

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  • Croquetas de patata, pollo y otras fritangas. A veces hay algunas ofertas y si compras un mínimo de fritangas te regalan una ensalada (para rebajar).
  • Sopas, ramen o noodles deshidratados. Suelen ocupar un pasillo entero. Los hay de todos los sabores, colores y marcas. En el propio lugar de compra hay termos con agua caliente para llevarte el plato “recién hecho”.
  • Tienen también sandwich, ensaladas y algún que otro plato preparado que te pueden calentar en el microondas del establecimiento.

Platos principales.

  • Bento. Son unas bandejas de comida preparada que puedes encontrar en supermercados, en tiendas de zonas de paso como las estaciones o en las mismas “convenient stores”. Suelen llevar un poquito de cada cosa sobre una base de arroz. Las preparan cada día y según se va acercando la hora del cierre o de la reposición de bandejas van bajando paulatinamente de precio. Una opción un pelín más cara que las anteriores pero más variada.
  • Ramen. Sopas de noodles con variedad de ingredientes (solo vegetales, algas, algo de carne, marisco, huevo, tofu…) de diferentes tipos y tamaños. Las hay con los fideos más delgados (soba), más gruesos (udon) y la versión más tradicional y sana con un color grisáceo. En muchos sitios si te acabas los fideos y todavía te queda caldo puedes pedir que te repongan otra ronda de pasta para seguir sorbiendo ramen a dos carrillos.

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  • Yoyoba: noodles que se sirven fríos y que hay que mojar en una salsa antes de comerlos.
  • Gyosas: rellenas de todo lo que a uno se le pueda ocurrir. Una especie de raviolis gigantes que pueden prepararse al vapor o fritos. Antes de comerlos se mojan en soja, en vinagre, en mostaza o en otras salsas indeterminadas.

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  • Sopa miso. Viviendo con japoneses descubrimos que es un plato que utilizan para comer y cenar pero también para desayunar. Es una sopa hecha de miso (semillas de soja fermentada y/o cereales) y que además contiene dados de tofu y algas.
  • Okonomiyaki. Una masa con verduras, a veces cerdo, a veces pollo, a veces camarones… cocinada a la plancha y rociada con una salsa especial. De hecho okonomiyaki significa “cocina a su gusto”. Así que hay cientos de tipos de okonmiyakis.

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  • Arroz con curry: una de las influencias de la cocina asiática de otros países que también se puede encontrar en varias ciudades de Japón.
  • Tacoyaki. Bolas de masas rellenas normalmente de pulpo pero también de otros alimentos.

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  • Tempuras. Verduras, patata dulce, gambas, calamares… o lo que sea rebozado y frito.
  • Pollo frito con cartílagos. Una forma muy particular de freír el pollo.

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  • Setas. Existe una gran variedad de setas de todos los tipos. Es uno de los vegetales más baratos en los super mercados aunque también las hay extremadamente caras. Están presentes en prácticamente todos los platos. Puedes encontrar parrillas o brochetas de setas en algunos puestos callejeros.
  • Brochetas de todo lo que se te pueda ocurrir. Incluido un pulpo que le han rellenado la cabeza con un huevo.

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  • Rana, entrañas, intestinos e hígados. En sopas, en parrillas… cuando un japonés te pregunta si eres atrevido con la comida, ojo con la respuesta que das.
  • Parrillas de carne. De caballo, de cerdo, de ternera o de pollo. Las razas de las vacas japonesas y los cortes son muy diferentes a los europeos. En general se tiende a cortar la carne en lonchas muy finas o en tacos y es muy común que te traigan la parrilla para que puedas hacerte la carne tú mismo. Es famosa por su sabor y por su precio la carne de vaca de kobe. Un filete cuesta alrededor de 9.000 yenes (unos 68 euros).

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  • El pescado. Sobre todo el azul (salmón y atún) en sushis y sashimis pero también se come el blanco entero a la plancha o al horno (ideal para poner a prueba tu pericia con los palillos). Hay muchos restaurantes de sushi giratorios en los que los precios están marcados en función de los colores de los platos y además tienes delante al sushiman para pedirle que te prepare al momento peticiones especiales.
  • Ostras, mariscos y otras conchas. Nunca habíamos visto unas ostras tan grandes como las japonesas. El efecto soplete hace que el olor se extienda por toda la calle.

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  • Hay muchos restaurantes con menús ejecutivos de bandejas completas en las que sueles encontrar una sopa, un plato principal y varios pequeños cuenquitos de diferentes verduras y que suelen rondar los 1.000 yenes (7,5 euros). La forma en la que se come dentro de los hogares japoneses se parece más a esta. Se trata más que de comer un solo plato de probar muchos poquitos. Las mesas se llenan de pequeños platitos con verduras, tofus y otros alimentos que se comen siempre acompañados de un cuenco de arroz personal e intransferible.

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Los postres

Los amantes de los dulces también están de suerte en Japón. Se utiliza mucho la pasta de judía roja en rellenos y el arroz amasado creando texturas gomosas, como en el caso de los mochis.

Hay galletas, dulces de frutos secos muy parecidos a los turrones, bizcochos por capas, dulces de té verde, obleas y una especie de bizcochos rellenos de cremas que en cada ciudad tienen diferentes formas. Una vez más, las cajas de presentación son a veces más bonitas que el propio postre.

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También están los helados que se estiran. En las ferias hay puestos turcos que hacen una especie de espectáculo cada vez que van a vender uno de estos helados. Su textura permite levantarlos una y otra vez con la pala de servir mareando al cliente en cuestión.

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La bebida

  • El té. A los japoneses les encanta el té verde. En la mayoría de los restaurantes es gratis (igual que el agua). No contentos con bebérselo, es un sabor que vas a encontrar mezclado con muchos dulces: chocolates de té verde, helados de té verde…
  • Cervezas. Hay muchas marcas y lo cierto es que todas están buenas. Asahi, Sapporo y Kirin son las que más se ven.
  • El sake. El gran descubrimiento. Seco, dulce, viejo…Hay todo un universo detrás del sake. Es una bebida alcohólica hecha a base de arroz o en algunos casos de patata. Algunos japoneses se decantan entre el sake y el whisky.

Lo único con lo que no puedes, es con el natto. Algo que los japoneses pueden comerse en ayunas, recién levantados, mientras tú disimulas para no echarlo fuera delante de su cara. El natto es una fermentación de la soja que dicen que es muy nutritiva y de fácil digestión pero que tiene un sabor… digámoslo así: completamente diferente a nada que antes hayas probado. Nattos aparte, a Japón te lo has querido comer de arriba a abajo porque ¡hay que ver qué rico está todo, oiga!

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9 Comentarios

  1. MARÍA CADAVIECO Responder

    Qué hambre por favoooor!!!! “Los oniguiris de salmón son el favorito de los niños para la hora del recreo, así que por la mañana hay que andar espabilado porque vuelan” jajaja Qué gracia esa imagen <3 Lo que no sé si me atreveré es a comer pincho de pulpito que parece que tiene el cerebro ahí raro….

  2. Muy bueno, yo soy la amante numero 1 de la comida
    Japonesa y su cultura, y lamentablemente probé el Natto y me queria morir!!! casi vomite ahi mismo en el resto jajajaja
    Ya llegaré a Japon para probar todas esas maravillas!
    un beso enorme chicos y sigan transportandonos por el mundo 🙂

  3. ¡Que buena pinta tiene casi todo y huele bien , se te abre el apetito. El natto se lo dejamos para ellos jejejeje.
    Y que bueno, poco picante.
    Besos grandes para los dos.

    • Rico, rico… El natto supongo que será cuestión de acostumbrar el gusto pero en dos meses no se nos acostumbró. Más besos de vuelta!

  4. Gran post! Me has dejado con un hambre… 🙂 Mis comidas favoritas de Japón son el udón (los fideos gordos), el tonkatsu (pollo o lomo rebozado con col cortada muy fina) y el hitsumabushi (anguila al grill con arroz). Como contáis, la verdad es que comer fuera en Japón es un placer y además nada caro, hay miles de sitios donde comer por 4-5 euros. Mis preferidos son los restaurantes de Udón (pillas el udón, frío o caliente, y luego le vas añadiendo cosas.. por 5 ó 6 euros comes) y la cadena Ootoya (en Tokio, sobre todo, hay una en cada esquina :), tienen menús con fotos, muy variados, y comes por menos de 10 euros perfectamente. Vaya, no tendría que hablar tanto de comida, me están entrando ganas de irme a un asiático a comer… y son las 9AM !! ^_^

    • Qué rica la anguila. Se me pasó hablar de ella. Menos mal que siempre estás ahí. En Taiwán no se come mal pero después de Japón la caída ha sido dura, ya sabes. Hoy regálate un ramen. ¿Qué te parecen los del Oishi que hay en España? Lo frecuentábamos antes de venir a Japón. No sé si ahora lo miraremos con otros ojos…

      • Ay, no hay Oishi en Valencia 🙁
        (bueno, si hay, pero es una cadena de masajes eróticos 🙂

        Menos mal que tengo un par de asiáticos cerca de casa (uno de ellos con udón! 🙂 y de vez en cuando me quito el mono…

        Por cierto, enhorabuena por el premio a “around them”!!

  5. ¡Buenísimo chicos!
    Creo que yo me quedo con el Okonomiyaki y el Ramen.

    Una grata sorpresa es que el Wasabi de Japón no tiene nada que ver con el insulto que probé alguna vez en México 🙂

    El natto, lo peor de lo peor. Lo malo es que muchas veces es la única opción de sushi vegetariano.

    Ah! Y el supermercado de las botas se llama “SunKus”.

    ¡Abrazo grande hasta Taiwán!

    • El Sunkus.¡Eso era! Ahora mismo lo cambio en el post. El wasabi, el sake y el vino español. Cada día desconfiamos más de las exportaciones de productos muy típicos de un sitio. Imagínate que hablando con un argelino me dijo que el cus-cus nunca lo vio en paquetes. Que solo puede hacerse de forma casera. He flipado. ¡Otro abrazo gigante para ti! Sigue caminando.

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