Del 19 al 26 de noviembre // Temperatura 28º // Rainy season con mucho sol

Pensabas que aquí sólo ibas a encontrar surferos de melena requemada (y no lo digo por envidia… bueno, un poco), tiendas Quicksilver y teenagers borrachos. Y sí… haberlos… haylos. Es más, venías con la idea de hacer surf para marcar la casilla y poder decir “yo he hecho surf en Bali”.

Nota: no sé si a eso de levantarse a duras penas de la tabla y ponerse en pie durante 5 segundos escasos se le puede llamar “hacer surf”. Si la respuesta es sí… es oficial: hemos hecho surf en Bali.

En Bali vuelves a comer una hamburguesa con sus patatas fritas on the side y vuelves a beber una cerveza (o dos). A los tres días “estás curado”… te sientes occidental de nuevo. Como venías de varios madrugones seguidos para ver los templos de Borobudur y Prambanan, la llanura de Dieng, la ciudad de Solo y los volcanes de Bromo e Ijen… Kuta y sus “comodidades” en formato happy hour y american breakfast se han apoderado de ti. Como no sabes si eso es bueno o malo, te alejas del lado oscuro (que para eso estás haciendo todo esto de la vuelta al mundo) y te pones serio: “¿habrá algo más que surf por aquí?”

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Y sí. Haberlo… haylo.

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Como te habían hablado muy bien de Ubud, decides mudarte allí. Sabia decisión porque tienes la suerte de encontrarte (de casualidad) con un homestay que se convierte en una especie de hotel 8 estrellas para ti y que sube directamente al número 1 de tu Top 20 personal. Preciosa habitación de unos veinte metros cuadrados con mosquitera y ducha abierta desde donde ves Ubud, toallas, wifi, café gratis y terraza privada con jaima donde te sirven un generoso desayuno. ¿Qué más puedes pedir? Y todo por 9€ la noche. Te da por multiplicar y… sí, podrías vivir aquí por 270€ al mes (rebajando… 180€).

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Aunque en Ubud han montado un sinfín de tiendas para los turistas, hay que reconocer que las han decorado con gusto. Pasas por delante de varios restaurantes con muy buena pinta pero fuera de presupuesto y apuestas por la comida local (lo cual, sirve de justificación y reafirmación… o atenuante, según se mire). Prefieres ver un baile tradicional (barong and rangda y legong) y pasear por la ciudad fotografiando sus calles y templos.

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En la isla de Bali hay unos mil templos. Sin exagerar. Al parecer, alguien los ha contado (hay que ver lo que da de si el tiempo libre). Mil templos mil. Templos grandes, pequeños, ocultos, sobre el agua, en una cueva, rodeados de casas, en lo alto de una montaña… detrás de ti. Te rodean. Están por todas partes.

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Imposible verlos todos y claro… tienes que elegir. Así que te alquilas una moto y durante tres días te dedicas a recorrer la isla. Ya sólo el trayecto vale la pena. Vas a Tanah Lot, Taman Ayun, Besakih, Tampak Siring y Gunung Kawi. No hay palabras ni fotos para expresar lo mucho que se te llenan las retinas de tanta estética visual.

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Sigues quemando goma y recorriendo terrazas de arroz y kilómetros con tu scooter. Vuelves a pisar alguna que otra playa: Padang Padang y Balangang. Vas al lago Batur y de camino paras a probar el café más caro del mundo: kopi luwak. Sí, ese que sale de un grano tan especial y afrutado que se come una especie de comadreja y que… después de… es decir… bueno… cuando la comadreja “va al baño”, alguien va detrás y recoge “lo que queda”. Entonces, lo limpia (menos mal), lo tuesta, lo muele y tú… te lo bebes pagando un dineral por el proceso. Que a ver… la pregunta clave no es sólo si está bueno o porqué te lo bebes tú, sino a quién le dio por ir detrás de la comadreja recogiendo sus necesidades para tostarlas y bebérselas por primera vez. ¿En qué estaba pensando? ¿Qué le empujó a hacerlo? ¿Conocía a la comadreja? ¿Qué intentaba demostrar?

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En este momento el lector se preguntará “¿pero vosotros no vais de mochileros low cost?… ¿qué hacéis bebiendo el café más caro del mundo entonces?”. Haces bien en preguntártelo pero… ¿y si te decimos que la taza de café vale 5€ y que sólo pedimos una? Además, regalaban una degustación de tres tipos de café (vainilla, tribulus y Bali) y un té (lemon grass). Es decir… 5 tazas por 5€. Con clase de formación incluida sobre los beneficios de cada una de las especias con las que va mezclado el café o el té: vainilla, para relajarte en caso de ataque de nervios; tribulus, una especia autóctona de la isla con reconocido valor entre los hombres por sus “poderes” para levantar la lívido, el café balinés puro en caso de dolor de cabeza; el lemon grass bueno para el estómago y como antioxidante natural que además está muy presente en la cocina asiática y el kopi luwak, rey de reyes de los cafés que prácticamente hace de todo, tiene poca cafeína, es anticancerigeno, bueno para la piel, para los dientes, para el hígado…  Eso sí, después de la degustación, nos invitaron amablemente a pasar por la tienda de la que… muy educadamente nos fuimos a paso ligero.

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No apostabas mucho por Bali… pero te ha gustado más de lo que pensabas. Al fin y al cabo, estás en Indonesia y todo lo que estás viendo aquí te parece increíble. “Vale que Bali” (lo siento, pero tenía que hacerlo) no tiene iconos naturales que puedan formar parte de las 7 maravillas del mundo pero… tiene un poco de todo. Lo necesario. Puedes asombrarte cuando quieras, estar a gusto y no aburrirte. Apunta, apunta… Es un sitio en el que se puede vivir… y muy bien. Palabra de mochilero aficionado low cost.

14 Comentarios

  1. No os cuento aquí como era Indonesia, Bali, Java, Sumatra, Célebes hace 40 años, mi primer viaje por allí. Pero lo podéis lees en mi libeo: “Asia paso a paso”. Mil y un amaneceres.
    Aunque veo, por vuestra estancia en Sampit, que hay todavía lugares no invadidos por el turismo.

    • Justo anoche estuvimos acordándonos de Indonesia. En el podcast de la semana pasada viajamos por allí. Qué ganas tenemos de Asia y qué impresionante debió de ser hace 40 años si para nosotros, que no hace ni 10 todavía lo fue. Gracias por traer este artículo otra vez a nuestra memoria. ¡Un abrazo grande!

  2. Bali me encantó, aunque admito que al principio fue una sensación negativa, conforme pasaban los días me atrapó y a día de hoy es uno de esos destinos donde seguro que volveré tarde o temprano. Enhorabuena por el blog! muy chulo. Me gusta.

    • Te diré que a nosotros nos pasó un poco lo mismo. Cuando nos fuimos alejando un poco de las zonas más llenas de gente nos encontramos con un lugar en el que nos sentimos muy cómodos También con ganas de volver por aquí 🙂

  3. Preparando el viaje que haremos a Bali en Agosto he llegado hasta aquí, si bien es cierto que ya os seguía desde hace tiempo, twiter y eso…
    El caso es que iremos con una niña de dos años y me estáis dando una envidia del copón… así que hoy llevo ya enganchado un buen rato en el blog sin poder encontrar la salida, he entrado en bucle, post tras post, un placer.
    Un saludo

    • Hola Joseba! Pues hemos escrito un par de guías viajeras con niños últimamente. A Bali con niños no hemos ido… pero no le vemos mayor problema. Es una isla muy tranquila y los indonesios son un amor. Seguro que os va a encantar. Tanto… como a nosotros que “te hayas perdido” de post en post. Un abrazo!!!

  4. Hola! La próxima semana me voy 5 semanas a Indonesia de las que 2 de ellas estaré en Bali. Las ganas de ir son inmensas!! 🙂

    Os acordaríais del homestay en el que os alojasteis en Ubud? Tiene buena pinta… Ademas de cualquier recomendación os más que bienvenida!

    Gracias! Enhorabuena por el blog!

    • Hola Ana! Qué bien, 5 semanas en Indonesia Seguro que te va a gustar. En cuanto al alojamiento en Ubud, era el Agung Home Stay en Jalan Kajeng, 2. Pide la habitación de arriba!!!

  5. Chiquillos queridos! Depsués de 7 meses, llegué a Indonesia, y yo siempre leyéndolos 🙂
    Me pasan el dato del guesthouse en Kuta?
    Abrazos grandes, disfrutaré de estas maravillas por ustedes.

    • Pues hemos estado investigando pero ninguno de los dos nos acordamos del nombre… Me imagino que saliendo de la zona de hoteles caros debe haber varios así bonitos y más tranquis. Sorry por no poder ayudarte! Para el siguiente viaje prometemos hacer los deberes de este tipo de cosas un poquito mejor. Disfruta de esa preciosa isla por nosotros!

  6. Nunca he sido cafetera,es más en mi casa nuca hemos tenido cafetera,pero aunque me gustara el café, creo que no sería capaz de probarlo,me perdería el mejor café del mundo,por si acaso.
    Besos mil y seguimos tomando nota.

    • La verdad es que una vez te lo estás tomando… tampoco te pones a pensar “de dónde sale” el café. No estaba mal. Lo sumamos a las cosas rarunas que hemos probado por ahí 😉

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