Del 16 al 18 de noviembre // Temperatura 5 y 25 // Fresquete montañero en los amaneceres, calor volcánico al salir el sol.

Viaje al centro de la Tierra.

Sentimientos encontrados en Yogyakarta. Te gusta lo que ves y lo disfrutas pero percibes que tu capacidad de sorpresa empieza a disminuir con el paso de los días. La sombra de ese “mal del mochilero de largo recorrido” acecha a tu alrededor.  Una tempestad de dudas místicas se agolpan en tu cabeza ¿y si nada vuelve a sorprenderme como al principio? ¿Estoy perdiendo la ilusión por el viaje? ¿Será que sea lo que sea que vine a buscar ya lo encontré? ¿Estoy alargando esto demasiado? ¿Debería terminar con esta “agonía” y coger el próximo vuelo de vuelta?

Varios días llevabas dándole vueltas a estas reflexiones cuando… ti-ti-ti-tí… ti-ti-ti-tí… ti-ti-ti-ti… ¿Qué? ¿Qué pasa? Son las 3h de la mañana y te tienes que levantar, pero ya, para ir a ver un amanecer entre dos volcanes “a punto de ebullición” (Bromo y Semeru) y un monte “espectador” (Batok). El Sol, enterado de tu menopausia viajera, se asoma poco a poco por el horizonte dispuesto a brillar hoy más que nunca para que te tragues tus palabras una a una. Su luz empieza a mostrarte lo que más bien parece otro planeta. Un  paisaje volcánico… de colores. Rojo y mucho negro entre los pliegues de lo que en algún momento debió de ser lava pero sobre todo, mucho amarillo en diferentes tonalidades “gracias” al azufre. Amarillo chillón, casi mostaza, rozando el naranja… Los colores de la tierra se mezclan con las nuevas tonalidades que el Sol va generando. Cada 2 minutos, la luz cambia el aspecto del paisaje que tienes delante así que, te da miedo parpadear para no perderte ningún detalle de semejante espectáculo. Ahora entiendes que Bromo signifique “creador”. Lo ha transformado todo a su alrededor.

bromo_indonesia_algo_que_recordar_01Han pasado 3 horas. Se ha marchado todo el mundo y tú ni siquiera te has enterado. Llegaste congelado con gorro, chaqueta y forro polar y te vas con manga larga asfixiado de calor. ¡Hay que ver lo que calientas, Sol! Te queda todo el día por delante para experimentar lo que da de sí un domingo cuando te pegas un madrugón como este. Tienes tiempo suficiente para meter las narices dentro del cráter del volcán Bromo y pasear por la amarilla llanura.

bromo_indonesia_algo_que_recordar_02El humo que sale del interior no deja ver hasta donde llega la profundidad del agujero pero a ver quien es el guapo que se asoma a comprobarlo. Te tapas la nariz y la boca con tu pañuelo por lo desagradable del olor a huevos podridos del azufre, coges aire y bajas por la ladera a toda velocidad haciendo surf por la gravilla. No dejas de pensar en lo grande y poderoso que es todo a tu alrededor… y lo pequeño que eres tú. Bastaría un mínimo temblor del suelo para demostrarlo.

bromo_indonesia_algo_que_recordar_03El madrugón inhumano del día anterior se queda en nada cuando te enteras de que la hora recomendaba para iniciar la ascensión a Ijen es a la 01.30h. Esto requiere ponerse en marcha a las 00.30h. Te levantas sin saber muy bien si tienes sueño, hambre, ganas de ir al baño, todo junto o nada de esto porque tu cuerpo no sabe ni qué le toca. Quieres llorar, pero en lugar de eso empiezas la ascensión al mismo tiempo que los trabajadores que suben y bajan al interior del cráter con dos cubos vacíos colgados a cada lado la espalda. La subida se las trae y te deja sin respiración pero vas a toda velocidad para llegar el primero. Ya en la cresta del volcán puedes ver las llamas azules del líquido que fluye desde el corazón de la Tierra y empieza el descenso “al infierno”. Ahí están las minas.

ijen_indonesia_algo_que_recordar_02Ahora entiendes por qué hay que ir por la noche; la temperatura sube rápidamente. Estás en uno de los lugares más tóxicos del planeta. La esperanza de vida de estos trabajadores no supera los 45 años de edad. Te colocas a su lado para ver cómo buscan las placas más grandes entre el humo que sale de la tierra. Es noche cerrada y apenas se ve nada ahí abajo salvo por las pequeñas linternas que llevan en la cabeza. Cada uno sube entre 90 y 100kg de azufre a la espalda.

ijen_indonesia_algo_que_recordar_03Caminan con sandalias o botas de lluvia por donde tú vas “superpreparado” con las tuyas de trecking (a pesar de estar cubiertas de Goretex y su suela Vibrant… reconoce que te las has visto “canutas”). Suben fumando, cantando y bromeando entre ellos e incluso tienen tiempo para soltarte una sonrisa en plena cámara y sin avisar. Ascienden despacio, sin prisa y hacen pequeñas pausas para no fatigarse. Un momento perfecto para echarse otro cigarrito al cuerpo. Están en el primer viaje del día y todavía les queda otro.

ijen_indonesia_algo_que_recordar_04El olor a azufre se hace insoportable ahí abajo y el sol va a empezar a salir. Subes otra vez a la cresta del volcán para presenciar desde allí el lago turquesa y el amanecer. Su color es debido a la acidez del PH de las aguas en contacto con el volcán. Este líquido es capaz de disolver la carne humana. Esta vez no te sientes pequeño, sabes que lo eres. Los mineros continúan subiendo y bajando. No puedes apartar la vista de ellos y de sus espaldas deformadas por el peso. A pesar de todo, lo último que quieren es que el trabajo de esa mina se mecanice.

ijen_indonesia_algo_que_recordar_05La conspiración de la Naturaleza contra tu tontería

Volcanes activos, llamas de fuego, hombres al límite… ¿Es esto lo que querías? Pues ya lo tienes… Ponte de rodillas, suplica perdón y retráctate de tus palabras… El mal del mochilero de largo recorrido se esfuma de un plumazo. Tu tontería desaparece sin dejar rastro. ¿Cómo pudiste pensar que nada más te sorprendería? Te queda mucho por ver. Demasiado. Ni toda una vida dedicada a viajar es suficiente para conocer este increíble planeta y lo que sucede en él. Prepárate para seguir contemplando su grandiosidad “pequeño saltamontes” y déjate de absurdeces y misticismos porque aún no has visto nada…

Autor

8 Comentarios

  1. Han visto que ando de lectora fiel!?
    Consulta, para ambos, hicieron todo por su cuenta, o en alguna contrataron esos jeeps que los suben, o algo?
    Por otro lado,hospedaje en estos sitios, los buscaron ahí mismo las noches anteriores?
    Gracias chiquillos.

    • Jajaja! Se nota mucho por que zona andas en estos momentos… 🙂 La verdad es que nos cruzamos con viajeros que lo hicieron por su cuenta, algunos con buen resultado y otros un poco quemados por la lucha que supone en muchos casos la negociación. Nosotros como has visto en el post de “Yogja” estábamos un poco cansados psicológicamente de la lucha y decidimos contratar un jeep para subir a Bromo y luego la excursión por la explanada la hicimos nosotros solos. En cuanto a hospedaje lo fuimos buscando al llegar que es lo que hacemos siempre aunque esta vez acabamos en un sitio bastante poco recomendable. Llegamos a la ciudad muy tarde y nos metimos donde pillamos con una mala decisión. Menos mal que el amanecer en Bromo por mucho que las cosas vayan mal es precioso y gratis para todos!

  2. Me ha sorprendido una cosa: bajasteis al Ijen por la noche y sin embargo no hay ninguna foto del fuego azul que es lo más característico y por lo que todo el mundo va por la noche (también por el calor, pero la espectacularidad del fuego azul es otra poderosa razón). ¿No había fuego azul esa noche o es que no lo pudisteis captar en la cámara? Por lo demás, el lugar es una pasada que golpea a la conciencia del viajero.

    • Vimos el fuego azul y como dices fue espectacular… pero la verdad es que las fotos que tenemos no le hacen justicia a la imagen que nos quedó grabada en la retina para siempre. Rubén es de poco flash, revienta los colores y molesta a los trabajadores y el resultado no le hacía justicia a la realidad. Vamos que nos has calado totalmente! La verdad es que lo que vimos esa noche y todas las sensaciones al ver a esos hombres subiendo las cestas cargadas son una de las cosas más impactantes de todo el viaje. No puedo estar más de acuerdo con la frase: “Golpea la conciencia del viajero”

  3. cada vez el listón es más alto, el paisaje me ha dejado impresionada…¡que bonito el lago turquesa! pero me da mucha pena de los mineros,que jodido, ¿45 años?

    • Muy impactante todo el conjunto: paisaje y situación humana. Sacrificio puro para darles a sus familias una vida mejor que la suya. Por lo menos yo, no estoy nada acostumbrada a ver tan cerca realidades tan duras.

    • uyyyyy uyyy uyyyy no me cantes el Santa Bárbara se me saltan mucho las lágrimas… ya me conoces…

Dejar un comentario