Del 8 al 11 de noviembre de 2013 / Temperatura: 30º / Lluvia a deshoras. Sol a destiempo.
Y mira que te avisaron: “En Yakarta no hay nada que ver”. Pero no… tú, fiel a eso de que “cada viaje es diferente” y a que “las experiencias vividas hacen que los lugares sean especiales”… vas a Yakarta por tus censurado. ¿Y qué pasa cuando llegas? Pues que todo lo que te habían dicho, era verdad.
En primer lugar te encuentras con un atasco descomunal y tardas más de dos horas en llegar del aeropuerto al centro y eso, que no era hora punta-punta. Te recibe una lluvia torrencial que ya la quisieran en Almería. ¿Gente? La que quieras. ¿Polución? Para regalar. ¿Porquería por las calles? Sí, de eso también tenemos.
El caso es que no te cortas las venas por la depresión porque… sí, cada sitio tiene su “qué” y te has propuesto buscar el de aquí. Además, está bien eso de ver “el otro lado”.
No todo van a ser playas paradisiacas, volcanes en activo, orangutanes, etc. Para tener un poco de perspectiva de un país (aunque sea sólo en un mes), hay que pasar por todos los sitios posibles. Así pues… esbozas una sonrisa y echas a andar dispuesto a demostrar que todos estaban equivocados.
Te vas a ver el monumento nacional (Monas), el Museo Nacional, el barrio de Cota, el financiero y algún que otro suburbio para confirmar que sí… que es verdad… todos tenían razón: Yakarta no es lo más bonito de Indonesia.
Contrariado… te vuelves a casa de Dio y Bella (donde estás haciendo couchsurfing) y te quedas allí. Con ellos. Viviendo su vida por unos días. Conociéndoles y pensando que… sólo por esto, merecía la pena haber venido a Yakarta. Una vez más, la experiencia vivida hace que el lugar sea especial. Es decir… tú tenías razón 😉
2 Comentarios
Jajajaja no selo digas a Gildo!!!
Seguro que con él descubriríais otra Jakarta!
Un abrazo!!
Seguro que sí. Al fin y al cabo se va a quedar a vivir allí. Pero bueno… es como todo, si le dedicas tiempo y te enseñan bien un sitio… Seguro que Palencia mola 😉