No estaba en tu ruta. No pensabas venir. Ni siquiera habías reparado en su nombre cuando ojeabas el mapa. Pero cuando Joe (el amable y atento dueño de tu hostel en Inle Lake) te aconseja que deberías ir… No te lo piensas y cambias tus planes. Aquí Hsipaw… aquí un amigo. Aquí un amigo… aquí Hsipaw. Aunque es un pueblo al que todo el mundo va para hacer trecking por sus alrededores, a ti, que te gusta llevar la contraria, te parece mejor no hacerlo. Ya llevas unos cuantos encima y en esta ocasión, decides “darte a la bicicleta” y perderte por ahí con ella. 1000 kyats (0,7€) de alquiler al día y venga… a dar pedales. Pedales que te llevan por calles sin asfaltar en las que ves noodles tendidos endureciéndose al sol.

hsipaw_algo_que_ercordar_01Recorres senderos mínimos que escoges aleatoriamente y que se dirigen hacia una curiosa y minúscula estación de tren que desconocías.

hsipaw_algo_que_ercordar_02Allí (alucinado con el colorido y el movimiento), decides que cuando te vayas del pueblo, lo harás en tren en lugar del autobus de las mil cajas y curvas en el que viniste. Así, pasarás por el desfiladero de Gokteik (el segundo más alto del mundo que se pasa en tren).

hsipaw_algo_que_ercordar_03Después, tú y tu compañera de fatigas de dos ruedas, os peleáis con la mejor selección de barrizales y cuestas hasta llegar a una cascada en la que no hay nadie y como el calor que hace no tiene perdón… te bañas “con todo” (como las hamburguesas). Justo cuando sales totalmente empapado de la cascada, cambia el tiempo y empieza a llover. Como no. Eso hace que pares “de urgencia” a comer en un sitio en el que no te esperaban. Ni a ti, ni a nadie. Y todo eso junto, hace que tengas la comida con la sobremesa más larga desde que estás por estas latitudes. Intentas hablar con los dueños de lo bueno que está su arroz con curry (plato típico de Myanmar) y, por tu deferencia, ellos tienen otra contigo: te ponen The Coors a todo volumen ¿?

hsipaw_algo_que_ercordar_04El mal rato (para todos) sólo dura dos canciones y cuando se hace el silencio, resurge el sonido de la lluvia a “todo mojar”. Con rabia. Con fuerza. Con esplendor. Mientras tanto, te dedicas a observar los mil y un detalles de la casa restaurante: mini altares con plátanos como ofrenda, calendarios retro, posters de equipos de fútbol europeos… Te tomas un café y te sientes como un cliente de toda la vida.

hsipaw_algo_que_ercordar_05A la vuelta, preguntando por aquí y por allá, “caes” en el Palacio Shan donde Sao Sarm Hpong (mujer de Sao Oo Kya, político y sobrino del príncipe de Hsipaw), habla (a quien le quiera escuchar) de cómo han sufrido la persecución del gobierno y porqué Myanmar es como es a día de hoy. Ya cansados… tu bici y tú hacéis una pequeña ruta de teterías y te dedicas a observar a la gente… pensando en que, la casualidad, el destino o un poco de buena suerte… sustituyen a veces a la mejor guía de viajes. Guía que muchas veces es tu mejor aliada y otras… la repetición escrita de la misma única y exclusiva aventura jamás vivida por todos los que se la compran.

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4 Comentarios

  1. Estuvimos hace 10 años y nos encantó. Un pueblito perdido, sin mucho turismo… el paraíso!

    Gran viaje el vuestro!

    Saludos!

    • Cuánta paz… verdad? Perderse en bici por los alrededores… llegar a la cascada… Maravilloso Hsipaw Lluis, maravilloso. Por cierto… hace 10 años? Tenía que ser la bomba!!!

  2. ¿es muy dificil llegar a la cascada de la que hablais? No sé yo si mi padre estará para muchos trotes en bicicleta!

    • Se puede ir también andando… no está muy lejos. En bici hay algún tramo “malito” pero es poco.

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