¿Qué se te ha perdido en Ibiza en invierno? Esta y otras preguntas difíciles, respondidas a continuación con toda la sinceridad que cabe en un corazón de adulto medio/medio.

Si hay algo que nos ha sorprendido viajando por ciertas partes del mundo, son las cosas que la gente conoce sobre España. A decir verdad, menos de las que pensábamos. Ni la paella, ni la Alhambra, ni “la siesta” (por ser terroríficamente tópicos). Es decir, a pesar de ser el segundo destino turístico con más visitas del mundo, “no somos tan conocidos” . Lo cual, es un poco un sinsentido… pero bueno.

Además del fútbol, las siguientes tres cosas de la lista que “todo el mundo conoce” (al menos en cuanto a nuestra experiencia se refiere) son: los Sanfermines, la Tomatina e Ibiza. Para nuestra vergüenza, cuando nos preguntaban por ello, teníamos que mirar hacia otro lado porque aún no habíamos vivido en directo ninguno de estos eventos/lugares.

Seguro que ahora estás pensando eso de que “antes de salir a conocer el resto del mundo, hay que conocer tu casa”. Vaaaaaaaale. Sí. No te falta razoooooooón. Pero es que mira, aunque esa afirmación nos parece que tiene una gran dosis de fundamento y a pesar de que más o menos sí que hemos estado en todas las provincias de nuestro país… no somos muy de multitudes. Y justo justo, resulta que este Top 3, nos parece que tiene todos los ingredientes (incluso muchos más) de los que podemos llegar a asimilar. Gente, gente, gente y más gente por todos lados.

Dicho esto, hemos empezado a intentar quitarnos este estigma social que pende sobre nuestras cabezas. El objetivo era limpiar parte de esa mácula que no nos permitía salir al mundo para, mochila en mano, decir con la cabeza bien alta y a todo gritar “sí, yo me puse perdido de tomates en Buñol”. ¿Cómo? Pues si te has leído el título ya has disfrutado del pertinente spoiler: ¡yendo a Ibiza en invierno! Ea, para valientes y aventureros, nosotros. Como lo lees: Ibiza sin fiesta, sin música, sin calor… (guiño guiño codazo codazo). Así que, mientras pensamos en cómo encontrar la solución para poder ir a los Sanfermines “sin toros” o a la Tomatina “sin tomates”, hablemos de Ibiza (en invierno pues):

Nada más bajar del avión, notas esa humedad que caracteriza a cualquier isla (si estás en el centro de Australia no) y que te hidrata la cara al instante… “ay no, que es que está lloviendo”. Bueno, no importa. ¿A quién le importa eso?… ¡Estás en Ibiza! Estás tan exultante y positivo y tantas veces has oído hablar de sus calas, de sus mercadillos, de su Pacha, de su David Gueta, etc., que te da por pensar que la isla llora de emoción por haber tenido el detalle de ir a verla (al fin).

Como en Ibiza sin coche no eres nadie, vas a por el tuyo de alquiler (aquí tu marca si hubiéramos hecho algún tipo de colaboración y todo hubiera ido tan bien como para recomendarte, claro) y te vas por ahí poniendo la radio con musicote a todo musicar. Ya estás en Ibiza a tope. Puedes sentirlo. Lo imaginabas así. El chunda, chunda, chunda recorre tus venas y…

– “Oye, baja la música que Koke se ha dormido”

– “Vale”.

Y tal que así, con la lluvia, los limpiaparabrisas repartiendo agua y todo el power del silencio… pones rumbo hasta la casa perdida y tranquila que contiene esa habitación en la que pasar los próximos 5 días.

No sabes cómo será en verano, pero ahora, la carretera es solo para ti. Ni un coche. Cero atascos. Circulas curva a un lado y recta al otro. A tu ritmo. Sin prisa. Adelantando árboles y casas a cámara lenta. Cruzando la isla de un lado a otro casi sin darte cuenta, mientras disfrutas del recorrido y el paisaje.

Llegas a la casa y aunque no sabes cómo será en verano (ahora hay una parte en obras), es casi toda para ti. En medio de la nada. Con una familia majísima y atentísima que te recibe y te cuenta lo que necesites de la isla. A partir de aquí, se suceden los días en los que vas de un lado a otro según te pide el cuerpo. No sabes cómo será en verano, pero llegas al borde de cada cala y aparcas en primera fila sin problemas.

Eso sí, vas pasando por “Sa Clausurat”, “Can Reparació”, “Cala Camí del Estiu”, “Restaurant Tancat” y “Es Hibernat”. TODO CERRADO. Sientes que la isla está preparándose para algo grande. Pintándose, vistiéndose, engalanándose… Es como si hubieras llegado antes de tiempo a una fiesta a la que no te han invitado.

Estás a solas con la isla. Con sus puestas de sol y sus pueblos solo para ti.

Aun así (preguntando y buscando), acabas encontrando tarde o temprano alguno de esos lugares para comer que nunca cierran y que aunque no sabes cómo serán en verano, ahora mismo tienen mucha magia… y toda la atención (para clientes “exclusivos” como tú) del mundo.

No sabes cómo será bajo 35 grados, pero estás seguro de que en el casco histórico de Dalt Vila (declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) te encontrarías las mismas calles y las mismas cuestas que hoy (pero con alguna que otra persona más).

Vas al mercado de Las Dalias y al de Sant Joan de Labritja. Aparcando “en la puerta” y paseando con más de 4 metros de espacio a tu alrededor para poder mirar todo tranquilamente y sin tropezones. Oyendo cómo los vendedores hablan unos con otros con la ilusión puesta en las aglomeraciones venideras y soltando pensamientos que cazas al vuelo…

– “Si tuviéramos el clima de Canarias, esta isla sería perfecta”.  – “Sí, pero no cabríamos”.

Aunque la lluvia obliga, en esta nueva etapa hay que pensar en planes para el pequeño y váis al Circolar de Cala Llonga para sentaros en primera fila y certificar que un circo hecho con cabeza, ante todo, tiene mucho corazón.

Como si del juego de la oca se tratara, toca ir de un lado a otro sin orden ni concierto. Entre nubes y claros pasáis por Es Canar, San Carles, Santa Gertrudis, San Jordi de Ses Salines, Sa Caleta… no sabes cómo serán todos estos lugares en verano, pero como están ahora, ya va bien.

Entre unas cosas y otras concluyes en Benirrás para ver despedir al sol a ritmo de batucada a 100 manos. Vas paseando por la arena e imaginando cómo será ese mismo lugar en verano a ritmo de tucután-cutun-tuntu-tán…

Y mañana más. Aún quedan un par de días por la isla haciendo más de lo mismo, que ya es mucho. Quedan más cosas por ver para arrancar de cuajo aquella espina que tenías made in Ibiza… aunque haya sido en invierno. Eso sí, después de esta visita… vas a tener que volver en verano.

“Vaya, de nuevo en la casilla de salida”

Si te ha interesado conocer Ibiza en invierno, puede que quieras saber cómo es Palma de Mallorca… ¡en invierno!

7 Comentarios

  1. Ibiza…ese mágico lugar cada vez más parecido a cualquier otro …desaparece rápidamente bajo esa pátina de turistas ávidos de música electrónica y fiestas interminables, aunque es cierto que el problema se inició hace ya muchos años, y la culpa la tuvimos los ibicencos: cualquier cosa valía con tal de superar décadas de miseria. Y así ha sido….
    Estoy encantado de que os haya gustado..¡cuánto habríais disfrutado con la Ibiza que ya no volverá!

  2. Libertad Muñoz Responder

    A! Por cierto….las mejores fechas para disfrutar de Ibiza, desde mi opinión…..son entre Mayo….Junio….que hace buen tiempo..hay más locales abiertos….pero la mayoría de las discotecas está cerraradas y por lo tanto no hay demasiada gente en la isla…
    O ya después de la temporada, segunda semana de Octubre, después de los cierres de las discotecas…que se vuelve a respirar paz y tranquilidad con un tiempo suficientemente bueno todavía para ir a la playa…

    • Sí, algo de eso habíamos oído. O antes… o después. Así que nada, nos apuntamos la época de pre-inauguración y post-cierre.

      🙂

  3. Libertad Muñoz Responder

    Ayyyyy….Ibiiiiza…no és preciosa?
    Yo la conocí en el verano del 2003…repetí el 2004…y después de pasar una temporada entera en 2005, volví a casa diciéndole a todo el mundo que me volvía a Ibiza, a vivir, si, en invierno….y ya llevo 13 años…en los cuales los últimos 5 me he saltado los inviernos y los he dedicado a viajar entre Asia y Australia…en parte, en gran parte, gracias a vosotros…y a ese maravilloso “El síndrome del eterno viajero”.
    Ibiza está cambiando….cada vez más y más rápido….y con menos sentido…és como si estuviera perdiendo magia….o se la estuvieran quitando….
    Pero bueno…los enamorados de Ibiza y de la magia resistiremos!!
    Un abrazo!!

    • Uauhhh!!! Tú eres muy pro entonces. Y bueno, todo está cambiando muy rápido en el mundo. Hay que aprovechar antes de que todo se estropee y, en la medida de lo posible, hacer algo para que al menos, se quede como está. A Ibiza… volveremos. Abrazos!

    • Pues a disfrutarlo!!! Si eso, ya organizamos algo para algún verano de estos. Cala Blogger, Ses Travelers, Can Nomada…

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