El momento. La clave. El instante en el que por fin dices “¡a la mierda todo… nos vamos!”. Ese punto de inflexión que decides vivir algo que recordar es: la decisión. La verdad es que nunca parece un buen momento para dejar tu estado de confort (o mejor dicho, “estado de desconfort”) a un lado e irte a dar la vuelta al mundo. Pero, ¿cuándo es un buen momento para romper con todo lo que tienes/conoces/te da cierta seguridad y lanzarte a lo desconocido de bomba agarrándote sin taparte la nariz ni cerrar los ojos? Nunca y siempre. La sensación de dar un giro a tu vida de 180º es de cierto vértigo y a la vez… de chute de adrenalina. Te dispones a dejar atrás la continua, programada, esperada y reincidente repetición del mismo día: despertador, ducha, desayuno express, metro, oficina, comida de tupper, oficina de tarde, metro, “atontelemiento”, cena y a dormir. Se trata de una fórmula en la que puedes meter algún que otro matiz para desengrasar como por ejemplo: ir al cine, a cenar, a un concierto… ir al cine, a cenar… a un concierto. En definitiva, combinaciones y permutaciones de 14 elementos tomados de 8 en 8. Cambias “tu día a medida lleno de conservantes” por un “a ver qué pasa hoy que huele a recién hecho”. En nuestro caso, lo llevábamos hablando hacía varios meses (a decir verdad, desde “que empezamos” juntos). El 12 de febrero fuimos a la primera reunión de las tertulias viajeras y los allí presentes (viajeros de pro) hablaron de lo importante que es ese primer paso. El momento más delicado, pero del que nadie-nunca-jamás… se había arrepentido. Una semana después (el 23 de febrero) “frente a frente” una botella de vino, ocurrió esto:
– Tanto hablar de si nos vamos, de lo bien que estaría irse… tanta charla viajera… tanto blog mochilero… mucho hablar y nada…
– ¿Cómo? ¿Eso me dices?… Compra los billetes ahora mismo.

la_decision_algo_que_recordar
Y así, gracias a un golpe de orgullo incontrolado, de una forma tan deliciosamente insensata, tan impulsiva, tan auténtica… todo lo que “nos ataba” impidiéndonos vivir algo que realmente merezca la pena ser recordado para poderlo contar dentro de 30 años, pasaba a un segundo plano y tomamos “la decisión”. Billetes de ida comprados a Beijin para el 1 de julio de 2013 a las 12:15, día y hora en el que empieza un sueño que teníamos atascado en la bandeja de salida desde hacía mucho. Una vez caímos en lo que habíamos hecho… tocaba contarlo. Daban ganas de gritarlo a los cuatro vientos, pero había que hacerlo poco a poco y midiendo los tiempos. No todo el mundo se lo iba a tomar igual. Teníamos que pensar cómo hacerlo… y sobre todo, cuándo.

NOTA: Si eres de los que ya ha tomado la decisión puede que te interese este post de Claudia en el que explica paso a paso todos los puntos a tener en cuenta a partir de ahora.

16 Comentarios

  1. Chicos, ¡sois sencillamente geniales!
    Vuestro blog y la mini-depresión de cumplir 35 hace tres días me han terminado de decidir a cumplir el que lleva siendo mi sueño durante ya demasiados años. Quedan algunas cosas por arreglar, pero espero lanzarme al mundo en unos meses con la mochila al hombro!
    ¡Gracias de corazón por las maravillas que nos contáis poco a poco y por darme el empujoncito que me faltaba!

    • Seguro que lo has oído pero yo de verdad lo creo a pies juntitas y cada día más. Las mujeres ganamos mucho con los años. Puede que tengamos más arrugas pero desde luego muchas menos gilipolleces que con 18. Así que nada de depresión de los 35. Estás en la cresta de la ola y siendo capaz de tomar una decisión de hacer realidad un sueño. Estás on fire!!!! Eso sí que es digno de celebración. Benditos 35 que han venido acompañados de tanta ilusión!! Esperamos que lo disfrutes a tope y que de vez en cuando nos cuentes sobre tus aventuras. Un abrazo grande y toda la suerte en el camino!

  2. Este tipo de entradas son fuente de inspiración para que gente como yo, que aún no se ha atrevido a dar ese gran paso, lo haga.

    Demasiado tiempo ya con la idea en la cabeza.

    Gracias por compartir vuestras experiencias.

  3. Hola Rubén y Lucía 🙂 acabo de leer casi mitad de este blog (y no suelo leer blogs en realidad!)…
    Vuestras aventuras y vuestros ideales de vida me han hecho viajar y soñar con vosotros:)
    Estuve viviendo en España hace unos años… (erasmus para un año)… Después he viajado un poco por europa y acabo de volver (en septiembre) de 8 meses en Estonia (viajando por los bálticos y scandinavia)… experiencias que te cambian como todos los mejores viajes!
    Ahora estoy parado, con esa puta síndrome:), con miedo de dejar todo y dudas, enstranjero en mi país … Espero buscaré mi botella de vino!:)
    Y felicitaciones para el video… me ha puesto la piel de gallina y me ha hecho pensar mucho a mis viajes… me identifico al 99%… es que me gusta volar (1%) 🙂
    Os seguiré con vuestras aventuras! Seguid viviendo vuestro sueño con este espíritu!
    Un abrazo fuerte desde Sicilia!

    • Gracias Stefano. Un enefermo más a la lista y muy inquieto! La que lo pasa fatal con los aviones es Lucía pero cada vez lo lleva mejor, la verdad. Sicilia… es una deuda pendiente que tenemos. A ver si algún día vamos por allí.

      • Pues… si algun dias pasais por Sicilia… “mi casa es tu casa”, os ofrecerè una botella de “limoncello” 🙂

  4. Me encantó el video!!! Felicitaciones y disfruta! Tengo ganas de hacerlo tambien, pero falta el corage! =)
    O mejor …los “cojones”!

    • Me doy por aludida aunque no tenga cojones. Gracias! Y aprovecho para añadir que lo único difícil (y es únicamente una barrera mental) es tomar la decisión. Nunca está de más esa botella de vino ;). Una vez superada esa situación… Ya eres imparable! Te lo estas planteando?

      • Acabo de leer este comentario. Creo que no te falta razón. Lo más difícil es superar la barrera mental que nosotros mismos nos ponemos (aunque creo que la sociedad en la que vivimos también tiene parte de culpa)

        • Nosotros somos el primer “freno” y una vez rota esa barrera, todo es más que facil y se respira de bien… Cierto, esta sociedad y cómo está montada para que “no te salgas”, es la otra “culpable”. Lástima, porque viajar y todo lo que implica es tan enriquecedor a todos los niveles…

Dejar un comentario