A ver qué pasa…

Llega el W y te montas sin saber muy bien dónde te vas a bajar. Como la línea recorre todo Manhattan, se te ocurre una idea: ir hasta lo más al sur e ir subiendo por zonas día a día. Se suben tres señores mayores a tu vagón y empiezan a cantar una especie de blues a capela que contagia buen rollo a todo el mundo. Buena señal. Sin darte cuenta, llegas a Court Station en Brooklyn. Una vez allí, te acercas al Dumbo desde donde ves el Puente de Brooklyn y el sur de Manhattan.

Después de un rato, lo cruzas con la compañía de todos los que van en bici a trabajar. No hay mucha gente y tienes la luz perfecta para ir haciendo fotos ya que, aunque sabías que iba a ser así, tienes el sol detrás de ti a estas horas.

Recorriendo el Puente de Brooklyn

Apareces frente al Ayuntamiento y recurres al mapa offline de tu aplicación de móvil para ver a dónde vas. Como tienes muy cerca la Zona Cero, vas hacia allá. Pasas por delante de la Capilla de St. Paul y su impactante pequeño cementerio clásico hasta llegar al One World Trade Center y el Oculus. Una vez allí, te impacta la vista de las dos fuentes que descansan sobre las huellas de las Torres Gemelas. Con la conmovedora visión de algunas rosas blancas clavadas en los nombres inscritos de las barandillas de bronce tienes más que suficiente.

Aunque ves que está por allí el museo 9/11 Memorial, decides no entrar y seguir dando un paseo hacia Wall Street. Recordando mentalmente las imágenes de aquel día, te cruzas con el Toro de Wall Street y la chica sin miedo y apareces en la Whitehall Terminal desde donde sale un ferry naranja que, gratis, te lleva hasta Staten Island. ¿Has oído gratis? Te subes y resulta que tienes una vista tan perfecta de La Estatua de la Libertad que, sobre la marcha, decides que ya no tienes que ir a verla de cerca. Una vez en Staten Island, coges el ferry de vuelta hacia Manhattan y disfrutas de la vista de su skyline.

Has andado tanto, que te metes en el metro para irte de nuevo al hotel. La jornada ha ido bastante bien y has visto un montón de cosas. Mañana será otro día. Eso sí, antes de dormir, toca cuarto y mitad de vistas de Manhattan desde tu habitación. Mientras ves cómo no paran de llegar aviones, intentas decidir qué hacer al día siguiente lanzando una moneda.

Si sale cara, cogerás el metro hasta Herald Station en la calle 34 St. para ver el Empire State y después irás bajando por la parte este a ver qué encuentras. Si sale cruz, lo mismo, pero bajarás por el lado oeste.

 

1- Lanzas la moneda…

 

2- Lanzas la moneda…