Camboya es otro mundo. Más de 6 millones de minas antipersona continúan activas en el país. Ponerlas cuesta 1$ y quitarlas 1.000$. Eso no lo tuvieron en cuenta cuando las activaron por todas partes. Así que al terminar la guerra se marcharon y las dejaron allí. Y lo peor de todo es que existen países que todavía las siguen fabricando, entre otros EE.UU, Cuba y Rusia. Cuando te dicen que no salgas de los caminos señalizados, por este motivo, piensas que tu paso por Camboya no va a merecer la pena. Estás equivocado. Puede que el motivo sean los camboyanos: divertidos, vacilones, con ganas de interactuar y de mirarte a los ojos. Puede que sea porque ya llevas “on the road” unas semanas y estés más adaptado o quizá porque en Camboya podrás disfrutar del amanecer en Angkor Wat. Realmente no sabes si el país te engancha tanto por alguno de estos motivos, por todos ellos o por ninguno pero seguro que te vas de él pensando que te hubiera gustado pasar más de una semana.