23 de octubre de 2022

La cuarta nube tiene nombre de volcán-montaña sagrada. Es majorera, escorpio y una carita dulce que te derrite por dentro y por fuera. Ha traído equilibrio (por ahora). Con sus caras de chanchito, miradas penetrantes y ganas de cariño… se apunta a todo con un poco de locura y sin medir mucho las consecuencias. Tiene muy claro lo que quiere y no le gustan nada las barreras físicas: ni el carro, ni la silla del coche, ni la trona, ni en exceso la mochila de porteo…

Queremos pensar y pensamos que nos eligió como familia. Que le venía bien nuestro caos y mundo lleno de incertidumbre. Con solo un año de vida, parece que también tiene un gran espíritu viajero. La iremos poniendo a prueba a ver si es verdad.

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