“Twenty four hour, party people” así es como estamos habitualmente desde hace algo más de 9 años.

Antes de meternos de lleno en esto de vivir viajando, Rubén y yo trabajábamos juntos. Luego Koke se sumó al equipo. Y hasta ahora, seguimos con la misma fórmula.

Llamémoslo casualidad, universo, destino o providencia según gustos, pero el caso es que durante el confinamiento nos tocó estar separados. Koke y yo llegamos a Madrid el 9 de marzo para unos análisis rutinarios (una semana antes de que estallara todo). Nos pusimos en cuarentena voluntaria antes de lo exigido pensando que la cosa duraría 10 días o así. Y bueno… allí nos quedamos atrapados durante dos meses y medio siguiendo las normativas que todos conocéis.

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Cabo Rojo – Puerto Rico

Al contrario que a la gran mayoría de las familias a las que les tocó adaptarse a estar juntas las 24 horas en una situación totalmente atípica, nosotros teníamos que aprender a estar separados. A relacionarnos a través del teléfono, a grabar vídeos y fotos para contarnos lo que hacíamos cada día, a la frialdad de las video llamadas y a no tocarnos, ni besarnos, ni abrázanos durante muchos días. 

Escuchábamos a nuestro alrededor los problemas de convivencia que iban surgiendo o los malabares que les tocaba hacer a las familias para poder teletrabajar a la vez que intentaban continuar con el curso escolar. Todo ello aderezado con el miedo a la incertidumbre y muchos otros factores más que complicaban todavía más la vida. Visto lo visto no faltó quien nos preguntó en varias ocasiones… “peroooo ¿cómo lo hacéis vosotros para no mataros habitualmente pasando tanto tiempo juntos? ¿Cómo organizáis el día a día?” Porque además, en los viajes, salvando las distancias de lo que provoca una pandemia mundial, surgen muchas situaciones que nunca antes hemos resuelto y pasan cosas que se escapan a nuestro control constantemente.

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Nueva York – EE.UU.

Por eso, poco a poco y con el paso del tiempo hemos ido desarrollando una serie de herramientas que nos permiten mantener la salud y la paz mental de todos los miembros de la familia teniendo en cuenta que salvo contadas excepciones, pasamos mucho tiempo al día juntos. Algunas las hemos incorporado de manera natural poco a poco, otras como búsqueda de soluciones a situaciones que lo requerían y estamos seguros de que de aquí en adelante, irán surgiendo más. 

Nos gustaría compartirlas con vosotros por si os sirven de ayuda para gestionar situaciones en las que pasar todo el día juntos como las vacaciones o (esperemos que no) un encierro en casa por motivos ajenos a la organización.

NOTA: que contemos con estos “truquis del almendruqui” no significa que seamos la reencarnación de BUDA o que no perdamos los papeles en ocasiones.

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Rapa Nui – Chile

1. Los bioritmos naturales

Existen personas que disfrutan leyendo durante el silencio de la noche, otras que se levantan al salir el sol para correr, los que no pueden seguir con el día sin una buena siesta, los que salen de casa sin desayunar… Los bioritmos de cada uno de nosotros son diferentes y además, cuando hay peques en la familia estos cambian constantemente. Hemos comprobado que cuando (por los motivos que sean) no hemos podido respetar los bioritmos de alguno de los miembros de la familia, se produce “una incomodidad” que termina pasando factura. Por eso tratamos de ser muy respetuosos con las necesidades vitales de cada uno en este sentido. Sueño y hambre están por encima de cualquier cosa. Este fue uno de los motivos de que nos metafurgoseáramos. Queríamos estar seguros de tener cama y cocina disponibles bajo cualquier circunstancia y en cualquier momento.

Dicho esto, hay familias a las que funciona muy bien organizar el calendario semanal para que cada uno sepa cuales son los tiempos asignados a cada actividad. Hasta la fecha (no sabemos si algún día cambiará), no es nuestro caso. Lo hemos intentado en varias ocasiones y antes de llegar a mediados de semana ya hemos cambiado los planes 5 veces. Evidentemente, a veces tenemos reuniones o apuntamos a Koke a actividades que tienen horarios fijos. En esos casos cumplimos a rajatabla todo lo que tenga que ver con el tiempo de otras personas y volvemos a nuestra “organización” el resto del día.

Glaciar Sólheimajökull Islandia
Islandia

2. La rueda de las necesidades

Esta es una propuesta de Yvonne Laborda que me encanta y que ayuda mucho a organizar el día (por ejemplo en diferentes post-its). Se trata de hacer una rueda de las necesidades para cada uno de los miembros de la familia separándolo por sectores en función del ámbito. En esta rueda escribiríamos todas las actividades que consideramos que necesitamos hacer para sentirnos plenos y felices.

En mi caso, hice un sector en el que marcaría un área relacionada con actividades FAMILIARES, otra para todo lo SOCIAL, otra para la parte PROFESIONAL, otra con las actividades de OCIO, otra con actividades FÍSICAS… Haciendo mi rueda descubrí que entre mis necesidades estaba compartir algo más de tiempo con Rubén como pareja. Además de que si no hago un mínimo de actividad física al día, eso revierte sobre mi rendimiento en todas las demás áreas. 

La de Koke la hicimos entre los dos y la de Rubén me la imaginé mentalmente. Sabía que entre sus necesidades estaba NO hacer la rueda de las necesidades 🙂 Cuando tenemos un poco de caos organizativo vuelvo a las ruedas. Si hace falta cojo papel y lápiz y le dedico un rato a darle una pensada porque las necesidades no tienen por qué ser estáticas. 

No siempre se pueden satisfacer las necesidades de todos los miembros de la familia. Pero si pasamos mucho tiempo ignorando alguna de ellas o alguno de nosotros deja de escucharse, tarde o temprano, esa persona explota. Algo así como si por dentro fuésemos una olla express.

Templo de Karnak
Templo de Karnak (Lúxor) – Egipto

3. Una retirada a tiempo puede ser una victoria

Hay momentos en los que se acumulan una serie de factores que terminan llevándonos a perder los nervios entre nosotros. Con el tiempo, hemos descubierto que es relativamente fácil reconocer las señales de cada uno cuando ese momento está cerca. 

Cuando esto nos pasa a Rubén o a mí, intentamos separarnos fisicamente un rato. También hemos invitado a Koke a separarse de alguna situación que le esté generando crispación hasta recuperar la calma y poder volver a compartir el mismo espacio los tres juntos y hablar de lo que sea necesario sin entrar en “guerra”.

Castillo Johnstown
Irlanda

4. La asamblea familiar 

Esta herramienta la descubrí leyendo a Bei de Montessorizate y nos han sorprendido los buenos resultados que tiene, incluso con niños muy pequeños. De hecho, es una dinámica muy útil para hacer también entre adultos con el objetivo de limar asperezas derivadas de la convivencia.

Se trata de empezar con una ronda de agradecimientos, en la que cada uno de los miembros le da las gracias a los demás por algo que hayan hecho en el día. No sabéis las situaciones tan bonitas que se generan en esta fase porque muchas veces no nos damos cuenta de que algo que hemos hecho ha sido realmente importante para otro de los miembros de la familia. Koke empezó dándonos las gracias por cosas del tipo: “gracias a papá por haberme cortado un trozo de queso esta tarde” y con el paso de los días fue expresando pensamientos y agradecimientos cada vez más profundos.

Después de la ronda de agradecimientos con la que nos quedamos todos muy receptivos llega el momento de poner encima de la mesa si ha habido algún problema a lo largo del día y las propuestas que se nos ocurren para solucionarlo. Hay algunas cosas a tener en cuenta para el buen funcionamiento de la asamblea como: permitir a todos expresarse, tratar de ser asertivos, no buscar culpables… Sería algo así como si fuéramos nuestros propios psicólogos.

tokio japon
Tokio – Japón

5. ¿Quién es el jefe?

Con el pasar de los años, sabemos qué es lo que mejor se nos da a cada uno y tratamos de permitir que el “experto” en cuestión lidere ese área. Hay temas que los decidimos entre todos, otros que son una cuestión solo de Rubén y mía y también, tenemos pequeñas parcelas propias. Existen momentos y situaciones puntuales en los que nos cambiamos los roles, pero cuando se trata de ser eficientes, cada uno se dedica a lo suyo y no se mete en la parcela de los otros. Esto es algo que Rubén y yo teníamos bastante avanzando por haber trabajado juntos durante algunos años antes de la vida viajera y venir del mismo sector. Sin embargo, desde que nació Koke, tuvimos que volver a rehacer de alguna manera las funciones de cada uno para darle respuesta también a sus necesidades.

Diamond Beach (Islandia)

6. Somos un equipo

Hay una marca de ropa muy chula en Fuerteventura que se llama NO WORK TEAM. La buena salud de nuestras relaciones familiares va de todo lo contrario y cuando pasamos todo el día juntos todavía más. No hay horas de oficina en las que ventilarnos, ni muchas veces otras personas con las que desahogarnos. La única opción que existe frente a los problemas (para bien y para mal), es tratar de solucionarlos. Si alguno de los miembros del equipo no se encuentra bien, su estado revierte directamente sobre el de los demás. Así que no queda otra que tratar de cuidarnos los unos a los otros de la mejor manera posible. 

Lo cierto es que, mientras a los miembros de una familia les funcione y les haga felices la manera en la que han organizado su vida, no hay opciones mejores ni peores que otras. Hemos conocido relaciones de pareja a distancia, relaciones abiertas, familias pequeñas, medianas y grandes… y en todos los casos encontramos ejemplos de personas felices o infelices con su vida. 

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Salinas Grandes – Argentina

7. No somos perfectos

Errar es humano. No nacimos sabiendo ser padres, madres ni hijos perfectos. Desde que vamos integrando esta realidad, nos hemos quitado mucha presión a la hora de resolver los conflictos. No tenemos la respuesta adecuada a cualquier pregunta y pretender que lo parezca, es una fuente de tensión innecesaria.

Viaje camper Canarias
Cofete (Fuerteventura) – España

Dicho esto… lo que más me gustaría que compartierais con nosotros (por si la vida nos vuelve a llevar por caminos diferentes durante algún tiempo), son vuestros trucos para mantener la salud de las relaciones familiares cuando no hay posibilidad de pasar todo el día juntos. Contádnoslos todos que porque la siguiente vez que nos pase, queremos estar bien preparados. 

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7 Comentarios

  1. Excelente artículo. A veces la convivencia en un viaje puede ser más difícil que el viaje en sí, por lo que nunca está de más tener estos consejitos a mano :D. Saludos!

  2. Me ha encantado este post, me parecen unas herramientas fundamentales para una buena convivencia, sobretodo para viajar en furgo/autocaravana que el espacio es reducido y puede haber momentos kaoticos muchas Gracias por la aportación familia

    • Lo del espacio reducido es muy cierto. Aunque también le damos las gracias porque nos ha puesto mucho a prueba y nos ha hecho buscar este tipo de dinámicas para mejorar. Luego cuando estás en espacios grandes es pan comido 🙂 ¡Gracias por el comentario!

  3. Los acuerdos siempre son la base de una relación, por lo que tanto para una familia como para amigos es imprescindible comunicarse y respetar al prójimo y a sus decisiones, gracias por sus consejos.

    • Totalmente de acuerdo con lo que comentas. Los acuerdos escuchando a todas las partes y asumiendo que todos tendremos que ceder en alguno de nuestros deseos (aunque seamos adultos). Sobre todo si queremos enseñarles con el ejemplo a los más peques conceptos como la flexibilidad, la empatía, la adaptación… ¡Muchas gracias por tu mensaje!

  4. Pamela Galindo Aparcana Responder

    Hola, meha encantado todas tus propuestas, que de todas maneras voy a poner en practica.
    Trabajando como equipo y siendo empaticos , con los demas miembros de la familia.Muchas gracias Lucy y Ruben, un abrazo a Koke.

    • Nos alegramos de que te sirvan Pamela. Al final pasar mucho tiempo juntos tiene su miga y hay que cuidar el equilibrio de todos los miembros de la familia. Como dices, es una cuestión de empatía. ¡Un abrazo!

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