El botiquín

Existen dos grandes grupos de personas en la humanidad: los que llevan un duende sanitario con bata blanca en el interior de su cerebro y los que no. Seguro que conoces gente que aunque su profesión no tenga nada que ver con la salud, sienten placer por estudiarse los prospectos de las medicinas, investigar por internet sobre síntomas y leer todo lo relacionado con eficaces tratamientos. En definitiva… fanáticos de House, Anatomía de Grey y hasta Médico de Familia en sus mejores épocas. También en este grupo, incluimos a todas aquellas madres y padres que cuando les dan un bebé se obligan a pasar un curso de primeros auxilios y desarrollan unas habilidades cuidadoras desconocidas para el resto de los mortales.

Estando “en casa” siempre hay alguno de estos expertos en medicina de guerrilla a mano o tienes tu rápido e instantaneo acceso a internet. Como con todo en esta vida, no te habías dado cuenta de lo importante que es “esa primera recomendación de urgencia” hasta que dejas de tenerla cerca.

Así que por lo que pueda suceder, te preparas para “la guerra” y le preguntas a tu madre-enfermera, a tu amiga fisio, a tu colega que recorrió medio mundo antes que tú, a la farmacéutica, a la unidad de medicina del viajero, consultas en 150 webs y te dispones a preparar el “más mejor” botiquín de la historia mundial de los viajes. Esta vez y aunque eres de los que no diferencias un Ibuprofeno de un Paracetamol… ¡no te van a pillar desprevenido! Gasas, sueros, jeringuillas, el antídoto para la Malaria, Almax, Omeprazol, antibióticos (ver lista completa al final del post).

Lo llevas todo… y piensas que aún sin acceso a internet, en cualquier parte del mundo aparecerá alguien que sepa qué es lo que tienes que hacer. Y tarde o temprano llega el día…

Ese momento de tirolina en el que alguien se quema la mano al ponerla donde no debía, ese perro callejero que se lanza a tu tobillo con hambre, esa diarrea que te limpia por dentro y te ensucia por fuera… Abres el botiquín y dices: “aquí debe de haber algo para eso”. Te lo tomas todo… o vas probando porque como no había espacio suficiente y parecía fácil, decidiste sacar las cajas y los prospectos, ¡claro! Justo lo que explica para que sirve cada una de estas pastillas y vendas. Es entonces cuando en diferentes idiomas, cada una de las personas que te rodean empieza a lanzar al aire sus consejos o lo que cree saber. “A mí me dijeron una vez que lo que mejor va es ponerte barro encima de la herida y bailar una danza a la luz de la luna para que se cure”. “No… mejor deja que le dé el aire y el sol”. “No, no… ¡¡¡el sol no!!!” “Mejor ten la mano todo el día metida en agua y cuando puedas le echas sal encima”. Y tú que pensabas que con saber ponerte una tirita ya iba a ser suficiente, recuerdas ese día en el que se te infectó una uña del pie y tuviste que usar hasta tres cremas diferentes del botiquín para descubrir cual era la que realmente funcionaba.

Tienes claro a quien llamarías en un momento como este y lo rápido que se solucionaría todo pero… bastante tiene ya tu madre con no saber donde andas metido como para preocuparla más. Además, hay 9 horas de diferencia, no tienes cobertura… No sólo necesitas el botiquín, necesitas a tu mini madre-enfermera que se venga contigo en el viaje. Así que, mientras se anima… aquí llega el sustituto… para imprimir y meter dentro del botiquín. El ABC del guerrillero que no tiene porqué tener acceso a internet hoy, ni en una semana y que puede que no tenga con quien entenderse en inglés en kilómetros a la redonda.

Aquí están los consejos de una madre diplomada en enfermería para saber qué hacer en caso de heridas, mordeduras, quemaduras, ataques de sanguijuelas, picaduras de insectos, contusiones, hemorragias, diarreas, fiebres… y otros males comunes en los viajes.

Descarga aquí lo qué dice una madre-enfermera sobre “esos primeros momentos”: Protocolos

Porque seamos sinceros… si estalla la tercera guerra mundial los publicistas y algunos más vamos fuera del búnker de gente necesaria para que perdure la humanidad. Eso es seguro. Eso sí, nosotros desde fuera pensamos aguantar, porque nos quedaremos con las hojas de los protocolos de una madre-enfermera bajo el brazo.

NOTA: Si tienes alguna duda concreta déjala en los comentarios, tenemos hilo directo con la enfermera-madre y te contestará en la mayor brevedad. No te cortes y… “pregúntale a Espe”. En cualquier caso, según donde vayas y la duración de tu viaje, no está de más llevar un seguro médico (próximamente hablaremos de ello).

BOTIQUÍN VIAJERO

– Suero fisiológico. Ampollas monodosis para lavados oculares y de heridas

-Gasas estériles.

-Pinzas y tijeras.

-Povidona iodada.

-Esparadrapo.

-Venda pequeña.

-Venda grande.

-Paracetamol 1gr.

-Ibuprofeno 600mg.

-Antibiótico. Amoxicilina 500mg. Tomar pautado por un médico.

-Antidiarreico. Leer protocolos para saber cuando usarlo.

-Crema con corticoide de baja o media potencia (picaduras de insectos).

-Furacin (heridas infectadas, forúnculos y quemaduras).

– Almax (acidez, digestiones pesadas). Bicarbonato no, se ha descubierto, que a a la larga produce efecto rebote y da más acidez .

-Suero oral.

-Repelente de insectos: comprarlo en el país en el que se vaya a usar.

-Protector solar alto: sobre todo para la cara.

-Protector labial

-Vaselina: antes de una caminata aplicarla en los pies para prevenir ampollas.

-Jeringas y agujas desechables si se va a países de dudoso Sistema Sanitario.

-Tiritas.

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WEBS UTILES

Viajarseguro.org. Aparte de las consultas concretas y la opción de pedirles un asesoramiento personalizado cuentan con una sección de alertas con información interesante para el viajero sobre lo que está pasando en el mundo.

Cómo viajar sano. Guías para la salud específicas de cada uno de los continentes.

Vacunas.org. Ofrecen un listado de webs sobre la salud en el viaje y se les pueden enviar consultas concretas.

Ungraviaje.org  Este libro que a nosotros nos ayudó mucho en su día y sigue haciéndolo a día de hoy, escrito por y para viajeros dedica un capítulo completo (el 8) a la salud en el viaje.

Antes de viajar. Con un pequeño juego para ayudarte a armar el botiquín en función del lugar, el tipo de viaje, tu edad…