Este post se podría haber titulado “mil y un postres japoneses”, “ruta de las pastelerías y confiterías de Tokio” o “guía rápida para que se te piquen antes los dientes” pero nos parecía más poético lo de “Tokio en dulce”. Dicen que los japoneses no son muy golosos y es cierto que no hay mucha costumbre de tomar postre después de cada comida pero, la afluencia de gente que hay en las pastelerías nos hace pensar que un poquito sí que les gusta el confite.

Antes de empezar con el festival del azúcar, hay que tener en cuenta que tres semanas pateando por la capital de Japón dan para mucho, pero no para tanto como para conocerse todas las pastelerías de la ciudad y mucho menos, para probar la cantidad de opciones dulces que hay por todas partes sin terminar con diabetes. Igual que sucedió cuando escribimos sobre la infinita comida de Japón, esta pretende ser una pequeña selección dentro de lo que nos hemos encontrado en nuestros paseos diarios. De la mayoría de los lugares que aparecen en esta lista, existen versiones artesanas pero también las hay más industriales y obviamente, poco tiene que ver probar la versión respostería Martínez japonesa, con lo que te encuentras en una pastelería tradicional.

Cajas de decoración con buen gusto (por fuera también).

En Japón, como en casi todo el mundo, hay dulces que no tienen fecha en el calendario, otros que se cocinan solo durante festividades concretas, otros que son típicos de cada provincia y otros que solo saben hacer bien las madres y abuelas. En una ciudad como Tokio, es fácil además encontrar opciones dulces internacionales como confiterías de macarrons franceses o puestos de crepes con todo lo que le quieras/puedas añadirle encima.

Mochis rellenos de fresa y pasta de judía (versión maqueta demo).

No podemos empezar sin hacer primero la presentación oficial de tres de los ingredientes estrella de los postres japoneses:

  • El té matcha en helados, pasteles, mochis, chocolates… El té matcha es un té verde molido (como si fuera una especie de harina) que los japoneses consumen bebido pero que también utilizan para darle sabor a cualquier cosa. Tiene un gusto suave, así que no hay que tenerle el mismo miedo que al wasabi pero sí andar con ojo para no confundirlos.
  • La pasta de judías roja o anko. Si tiene color marrón, está rellenando un dulce y estás en Japón, lo sentimos pero no, eso no es chocolate. Hay un porcentaje de 9 a 1 de que lo que tienes delante sea pasta de judía roja. La primera vez que uno descubre que le han dado judía por chocolate se puede sentir ultrajado pero por muy raro que suene eso de rellenar dulces con judías, el resultado no está nada mal.
  • El arroz. Así como en Europa y en América usamos la harina de trigo o de maíz en la repostería, los japoneses utilizan mucho el arroz como el ingrediente principal para dar cuerpo a sus dulces.

Hechas las presentaciones básicas vamos con los platos fuertes… 3,2,1… ¡Insulinaaaaaa!

Los clásicos.

  • Mochis. Es probablemente el dulce más fácil de encontrar en cualquier parte de Japón y que a nosotros nos resulataba más familiar porque la protagonista de la película “Mapa de los sonidos de Tokio” se zampaba un mochi de fresa cada vez que llegaba a casa. Los mochis son unas bolas blanditas hechas a base de arroz glutinoso y rellenas de diferentes sabores. Los hay muy sencillos pero también con decoraciones elaboradas en alta pastelería. Están presentes todo el año, aunque también se hacen ediciones limitadas para cada festival. Por ejemplo, en primavera, hay mochis sakura inspirados en los colores de los cerezos en flor.
Imagawasakis en proceso de artesana producción.
  • Imagawasaki. Es otro dulce muy popular y que también tiene versiones adaptadas a los diferentes festivales de Japón. En la mayoría de los sitios donde lo venden se puede ver desde la calle el proceso de producción que, por cierto, es bastante curioso. Se agrega una masa en una especie de sandwichera gigante con huecos con forma de galleta o la forma final que vaya a tener el pastelito (por ejemplo el taiyaki tiene forma de pez, pero también los hemos visto con forma de hoja de arce japonés en otoño). La sandwichera gigante permite añadir el relleno y darle la vuelta a la masa, para que se haga por el otro lado y se selle. Tradicionalmente se rellenan (adivina…) de pasta de judía, aunque los hay de muchos sabores.
  • Dorayakis. Uno de los más conocidos por ser el pastelito preferido del dibujo animado Doraimon. Son dos bizcochos unidos rellenos de pasta (a ver, a ver… déjame pensar) de judía roja.
  • Dango. Es una brocheta de mochis en los que la harina de arroz glutinosa está mezclada directamente con un sabor. Normalmente cada brocheta incluye tres bolas (una de cada sabor, las hay de té verde, de fresa, de calabaza…) y se rocían con salsa de soja.
Dangos, un clásico callejero.
  • Pan de melón o meronpan. Una especie de bollo suizo o pan dulce cubierto con una capa verde más crujiente, como de galleta. El tradicional no lleva nada por dentro ni por fuera, pero los hay de muchos sabores.
  • Kasutera. Es un bizcocho en bloque. También existe una versión similar de estos bizcochos en formato rueda (chiffon). Están en todos los covinience store aunque también los hemos visto en las pastelerías más puestas.

Helados japoneses

  • Kakigori. Una montaña de hielo muy fino con sirope que ha empezado a exportarse a Europa con el nombre de “helado japonés” (aunque la hemos visto en muchos países asiáticos en diferentes versiones). Para endulzar un poco más el tema se le añade un buen chorro de leche condensada por encima. No son muy de dulce, no…
Versión que reemplaza el sirope por fruta natural.
  • Helados de mochi.  Helado de cualquier sabor recubierto de una capa externa de mochi.
  • Tempura de helado. Los japoneses son expertos en hacer frituras hasta en helado.
  • Helados Hirota. Esta es la marca que se dedica a producir una especie de pastelillos rellenos de helado desde 1924. Los hay con sabores más extraños para nosotros como el de arroz, pero también de capuccino, vainilla o chocolate. El resultado es que la bola de helado queda recubierta de una masa crujiente, como si fuera una especie de profiterol helado.
Adictivos helados Hirota.

Los frikies

  • Kit-kat de sabores. El favorito de todos los extranjeros. ¿Cuántas bolsas de kit-kat de sabores saldrán cada día del país dentro de maletas de personas que no entendemos por qué solo los venden en Japón? Los hay de té, de wasabi, de tarta de queso… ¡Locurón!
  • Pan de molde relleno de helado. Podríamos haber incluido este dentro de la categoría de helados, pero nos pareció tan extraño eso de que medio bloque de pan de molde pueda rellenarse con helado, que hemos decidio dejarlo aquí. Suponemos que alguien pensó que si la tempura de helado funciona, esto no podía fallar. No apto para momentos de régimen.
  • Tartas de queso de Pablo Mini. Es cierto, no suena muy japonés con este nombre, pero las pequeñas tartitas de queso que se venden en tiendas repartidas por toda la ciudad bien merecen una mención especial (así como las colas que hay para comprar). Muy recomendable la de frambuesa cubierta de pistacho y nubes quemadas.
Al comprar una mini tarta te informan de que te la tienes que comer HOY.

Además de todo esto, hay salpicadas por toda la ciudad unas pastelerías que casi parecen pequeñas galerías de arte en las que se producen a modo de especialidad de la casa dulces de todo tipo que pueden comprarse por unidades o en unas cajas preciosas listas para regalar y que están tan elaboradas como el propio pastel. Dicho esto, solo queda añadir que menos mal que a los japoneses no les gusta el dulce…

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Si quieres conocer la ubicación de las pastelerías en las que puedes probar estos y otros dulces, aquí te dejamos un mapa donde las hemos geolocalizado.


Este post forma parte de nuestro primer viaje en familia de 9 meses llamado chincheta trip. Si quieres leer otros artículos de la serie haz clic aquí.


 

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14 Comentarios

  1. ¡Qué buena pinta que tiene todo! De los viajes a Japón que hemos hecho (por trabajo) hemos tenido la oportunidad de probar alguno de ellos. También nos encantan otro tipo de dulces como caramelos o kit-kats de diferentes sabores a los de aquí. Los kit-kat de té verde o flor de cerezo están de muerte!! En Navidad compramos unos de mazapán muy curiosos también.

    Un abrazo!

    • Entonces vosotros sois de los que practican el contrabando de kit-kats ¿eh? Escribamos una carta a la marca para que vendan esos sabores también fuera de Japón, a ver si nos hacen caso 😉

  2. Amo los mochis con helado de crema o vainilla! Y esa foto con los Totoros hechos como galletitas apetecen demasiado!
    Gracias por la informacion, voy a anotar todo para un futuro viaje

  3. ¡Mmmm! Qué buena pinta tiene todo… Un post genial, y ¡delicioso! ¡Gracias! Me lo guardo en los marcadores para cuando vaya de visita. Los únicos que he probado son los mochis, a los que me reconozco adicta. Menos mal que en Europa es más difícil encontrarlos, que si no… 🙂
    Y ahora, gracias a tí, tengo una razón más para viajar a Japón (como si faltaran…): ¡descubrir el resto de dulces japoneses! Un saludo.

    • ¡Hola Celi! La verdad es que sobran las razones para ir a visitar Japón. Por si te sirven de ayuda para organizar tu viaje te dejo un par de post con datos más prácticos y utilidades que recopilamos durante nuestro anterior viaje en el que estuvimos 2 meses recorriendo el país.
      Cifras y sensaciones: resumen de gastos y comentarios sobre transportes, alojamiento y comida. https://algoquerecordar.com/cifras-y-sensaciones/
      Tips & Tops: consejos sobre Japón y algunos lugares donde comer y dormir.
      https://algoquerecordar.com/japon-tips-tops-japon/
      Y ya si quieres saber qué es lo más sorprendetente de todo lo que hemos visto en Japón te dejamos este vídeo:
      https://algoquerecordar.com/japon-en-imagenes/

      ¡Esperamos que disfrutes mucho de tu viaje que ya ha empezado!

      Un abrazo y buenos vientos en el camino.

  4. Bufffff leer esto a media mañana y faltando un par de horas para almorzar no debe ser sano … hoy a husmear por el privee de la Ofi a ver si pillo algo que llevarme a la boca … que delicia de post.

    • Como nos mata de hambre a todos ese horario de comidas raro que tenemos… ¡A ver si encuentras algo para sobrevivir!

  5. Mira, entre vosotros, medio mundo blogger que anda por Japón y la serie de Netflix “Samurai Gourmet” (que os la recomiendo mucho), no se como todavía no me he comprado un billete a Tokio.
    Estuve hace 12 años y yo que no soy muy de dulce, solo ocasionalmente y las hormonas tienen mucho que ver, todo lo que probé allí me pareció super empalagoso. Me encanta el té verde pero no puedo con los postres de té. Hasta el kakigori de limón que probé, era dulcísimo!
    Si tengo que elegir de lo probado, me quedo con un trocito de dorayaki, porque entero es morir de gula xD, y mochis de sesamo o judía.
    Tampoco es un drama, lo que no como de dulce lo compenso con bolitas de pulpo y ramen jaja

    • ¡Uy qué buena recomendación! Ahora mismo a la lista de series que ver. ¡Muchas gracias!
      Veo que eres de mi equipo. Me declaro incapaz de comerme un mochi entero. Con esta mentalidad siempre andaba escribiendo sobre el resto de la comida y de vez en cuando, con razón algún lector nos preguntaba “¿y dulce? ¿qué hay en ese país que sea dulce?” Por eso esta vez hemos decidido “endulzar” un poco el blog. Pero vamos que donde esté un ramen que se quiten 5 dangos. 🙂

  6. Ains, qué bueno está todo! Me acuerdo de los dango y los taiyaki, los dulces preferidos de mi hija cuando íbamos de excursión. Bueno, en breve estoy por ahí y alguno volverá a caer 😀

    • Confieso que me cuesta mucho lo de innovar probando dulces. Así como con lo salado me atrevo con todo en esto el catador oficial del equipo es Rubén. Primero lo prueba él y yo le digo “¿está muy dulce?” Y él me dice “un poco” y pruebo una esquinita por aquello de que no me diga “es que no puedes decir que no te gusta si no lo has probado”. Dicho esto, es verdad que creo que Japón ha sido el lugar en el que más me he atrevido a probar. Pueden conmigo hasta en eso los japos. ¡Buen viaje!

  7. Ayyyyyyy yo caí en los Pablo Mini de Akihabara! Es verdad que había cola, pero ¡qué ricos estaban!
    Hay una calle cerca de Omotesando donde se reune toda la juventud y está llena de creperias, por lo que huele a diabetes en el aire!

    • Pues el tal Pablo se debe estar montando en el dólar. Por lo que hemos investigado por la red parece que el negocio empezó en Osaka pero ya está poniendo tiendas en Kuala Lumpur, Bangkok, Manila… Larga vida a sus tartas que están de vicio.

      La zona de Thakesita tampoco se queda corta en cuanto a tiendas de chuches “cool”. Nos iban dando obsequios para Koke y solidariamente me los comía yo :p

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