Del 3 al 7 de diciembre//Temperatura: 31º // Nubes y claros con algún que otro chubasco
Kuching y Kota Kinabalu no tienen la culpa de que vengas de pasar un mes y medio en Indonesia (probablemente, el país que más te ha llenado el corazón y las retinas hasta la fecha). No son responsables de que vengas de sentir la hospitalidad extrema. Sin arnés. Sin porqués. No tienen la culpa de que hayas visto volcanes en activo, templos imposibles, playas increíbles… Los “kuchingenses y kotakinabalenses” no te empujaron a madrugar sin parar… a coger autobuses de 14 horas que intentan sobrevivir a carreteras de otra época.
No te obligaron a extender el visado… a vivir entre orangutanes… a irte de allí queriendo volver. Y a pesar de no tener la culpa… pagan los platos rotos de la indiferencia. De la injusta comparación. Del oír hablar constantemente de un ex al que quisiste más y con el que, en el fondo, no querías romper.
Kuching… la ciudad de los gatos, lo tenía realmente difícil contigo. Kota Kinabalu, la ciudad del pescado fresco tenía alguna opción más, aún así… no te dejas llevar por sus encantos y te niegas en rotundo a darle una oportunidad. ¿Es injusto? Sin duda, pero hay tantas cosas que lo son en esta vida…
Te animas a dar una vuelta por sus calles. Vas a ver los museos de Kuching (incluído el de los gatos), su barrio malayo… las islas de Kota Kinabalu… su mercado dominguero… y poco más. Estás realmente desganado. Intentas buscar una buena foto, pero no es igual… No sientes lo mismo cuando te pones detrás del visor.
No se te remueve nada por dentro. Tienes que reconocer que estás de paso y que… sencillamente, no tienes ganas de nada aquí. De vez en cuando sonríes porque te vuelves a enfrentar a un roti bom cara a cara y recuerdas los buenos momentos vividos en Ipoh… en Kuala Lumpur… en Penang… Pero todo es un espejismo. Esto-no-es-Indonesia.
A veces pasa. Los sitios, como las personas, no te pillan en el momento justo… y pasan sin pena ni gloria por tu vida. Seguramente te pierdes cosas, pero no lo puedes evitar. Sencillamente no estabas preparado. No era para ti.
No se trata de no tener capacidad de sorpresa… se trata de que estás ante “un rollito” que aparece justo después de una relación larga y que, desgraciadamente, no te aportará nada por mucho que lo intente.
– ¿Volveré a verte? ¿Me llamarás mañana?
– Sísísísí… claaaaaaaro que sí.
Utilidades: es de bien nacido recomendar el hostel de Kuching que no estuvo nada mal… 13,3€ en habitación doble con baño compartido, wifi, cocina y desayuno.
Tracks Bed & Breadfast
1st Floor,No. 5, Jalan Green Hill
Kuching 93100
Malaysia
2 Comentarios
en diciembre me marcho a Malasia, y buscando informacion por la web di cn tu pagina. Solo he leido esta entrada, pero me ha encantado como lo has descrito. Espero que yo, que no iré a Indonesia, pueda sentir ese flechazo. Gracias y seguiré leyendote
Gracias Silvia por tu mensaje. Malasia es un paraíso gastronómico para los amantes de la comida asiática y de la comida en general. Esperamos que lo disfrutes mucho y tenerte por aquí más a menudo. Un abrazo!