Sri Lanka, 8 de agosto de 2016.
Lucy, esta carta no te va a resultar muy exótica por mucho que venga desde la isla de los mil nombres. Total, estuviste aquí hace seis meses y para ser sinceros, te diré que todo sigue más o menos igual. Los pescadores y el secadero de Negombo mantienen ese ritmo frenético a primera hora de la mañana tan inusual en este país. Continúa ese caos de coches, autobuses y gentes de Kandy. Sigue ese crecer imparable de alojamientos en Ella. Se mantiene la intensa paz de Polonnaruwa entre ruinas, elefantes y atardeceres frente al lago. No cesa el obligado peregrinaje a lo alto de la roca del león de Sigiriya. Congeladas están las calurosas playas desérticas de Trincomalee. Constante es el fervor budista de Annuradhapura... Los paisajes infinitos. El verde constante. El picante permanente. Y los cuervos. Siempre los cuervos. Graznido aquí. Cagada allá.
Aunque he de reconocer que me gusta volver a redescubrir el país a través de los ojos de los viajeros que van conmigo… suele ocurrir. La discapacidad de sorpresa te rodea cuando las cosas te suenan. Cuando sabes qué es lo que ya no se esconde detrás de la siguiente colina. Cuando hay cada vez menos secretos esperándote.
A pesar de lo muy especial que es, nada te sorprendería de Sri Lanka. Ni siquiera recorrerla en tuk-tuk (por tercera vez). Si embargo, a mí si hay algo que me está llamando la atención en este viaje. Algo distinto. Algo diferente. Algo que “no me esperaba”.
El bonito recuerdo que dejaste.
No te puedes imaginar lo mucho que se acuerda la gente de ti. Lo primero que hace todo aquel con el que nos hemos cruzado alguna de las otras veces que hemos estado por aquí al verme, es mirar alrededor de mí a ver si estás tú. Lo siguiente es preguntarme por ti. Muchos incluso se acuerdan de tu nombre (que no del mío). Al decirles que estás embarazada y enseñarles una foto con esa preciosa barriga que crece día a día a fuego lento, se ponen muy muy contentos y nos desean lo mejor. Algunos dicen que rezarán, otros hasta me han pedido la dirección para mandarte algo.
Pasar llevándote bonitas fotos vs. estar y al irse dejar un bonito recuerdo.
Orgullo no, lo siguiente. Orgullo de poder viajar por el mundo con la persona que hace que pasen cosas. La que habla con los mayores. La que juega con los pequeños. La que se preocupa por los demás. La que se relaciona, pregunta, escucha…
Sri Lanka sigue igual Lucy. No te pierdes nada que no hayas visto antes. Lo único diferente que me he encontrado, es el bonito recuerdo que dejaste tú.
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La respuesta, desde Madrid, a esta carta la puedes leer aquí.
24 Comentarios
No lo había leído aún y me ha encantado. Preciosa manera de comunicarse, preciosa manera de echarse de menos. ❤️
Si es que nos ponemos de un ñoño a veces… ☺️
Me encanta este post y qué bonita la carta!
Siempre he querido ir alla para descubrir este increíble país
Al fin me pongo al día con vuestras cartas y… ahora con los ojos vidriosos, ay, qué bonita es esta carta. Y qué lujo que alguien te cuente el recuerdo que has dejado a miles de kilómetros de casa, sin desmerecer lo importante, la persona que dejó ese recuerdo en la gente 🙂
Vais a ser unos padrazos
Un abrazo!!
Ali
Qué hermoso poder espiar un poquito de cómo se relacionan ustedes sin que escriban par nosotros.
Cuánto amor, cuánta emoción!!
Gracias por dejarnos traspasar un poquito esa barrera y también por hacernos parte.
Besos para tres.
Siempre hay que ir un poco más allá ☺️
Me alegro mucho maravillosa pareja y dejar que otros podamos soñar,ver y sentir lo que viven ustedes.
PD: Ya saben fotos de comida,jijijii .
En eso estamos Cassssmen! ☺️ Es cierto, te debemos más fotos de comida.
Que carta más bonita Rubén, no estará físicamente pero te acompaña siempre.. Así no la echarás tanto de menos. Que buenos recuerdos deja esta niña!!!!!
Muchos besos
Repartiendo buenos recuerdos por el mundo va… ☺️
¡Qué bonito es que se acuerden de uno! A nosotros nuestro CS de bhaktapur en Nepal todavía me pregunt cómo está “Baba” 🙂 ¡Es precioso el post Rubén! Disfruta de Sri Lanka, aunque Lucy este lejos!
Se disfruta menos, la verdad. Pero bueno… Es cierto que hace ilusión que le reciban a uno de nuevo con una sonrisa. Eso es que algo hiciste bien la vez anterior.
Me encanta poder sentirme cómplice de todos aquellos que descubrimos esta carta íntima, y disfrutar de la mejor forma de sentir
Sin que Lucí y Rubén lo sepan, por supuesto
jajaja… Grande Andrés!
Emocionante hasta las lágrimas.
☺️
Ohhhhh pero qué preciosidad de post. Íntimo y a la vez parte de todos. Un Sri Lanka sin Lucy, pero llena de ella y todo lo hermoso que ha dejado a su paso. Pronto la visitarán, pero con Jorge!!! Un beso grande a los tres! 🙂
Gracias Vero! Justo hoy estaba pensando en eso… Cuándo vendremos de nuevo con el canijo. Besos!!!
Me encantáis!!! Preciosa carta Rubén… Yo ya estoy con ganas de leer la resposta!!! Abrazos
Muchas gracias. Si te soy sincero… Yo también!!! ☺️
Que bonito, Rubén.
Lo contenta que deben estar Lucy y el bebé (ya que seguramente ella le ha leído tu carta más de una vez, y aún con sonido distorsionado, él también se alegra de saber todo lo que la quieren a su madre, inclusive en sitios tan lejanos). Te imaginas cuando viajen los tres a Sri Lanka? Ya no sólo te preguntarán por Lucy 🙂 ¡Saludos a vos a Lucy y al bebé! Mientras que él llega, disfruta de esa maravillosa isla 🙂
Muchas gracias Miriam! Como decimos en “El síndrome del eterno viajero”: querremos enseñarle todos estos sitios y conocer otros nuevos juntos. Sitios, que Lucy y Jorge dejarán llenos de bonitos recuerdos. Ah… yo les haré fotos
Precioso post! Fíjate que a mi esa sensación de hacer de “guía” por un sitio que conozco no me disgusta 🙂
Mis mejores deseos para ambos y para vuestro futuro hijo!
Muchas gracias Germán! Y si te animas a ser guía, no dejes de contárnoslo