Del 25 al 28 de julio de 2013 // Temperatura: 20º // Lluvioso y un rayo de sol, oh-oh-oh.

Llegar hasta Lijiang cuesta un esfuerzo (sobre todo viniendo de Guilin), tanto como 1 tren, 2 autobuses y una camioneta. Compras un billete de bus de los no oficiales por aquello de ahorrar y te sumerges con las olimpiadas de los transportes que consisten en ir cambiando de vehículo en vehículo viendo como cada uno de los conductores pagaba al siguiente para decirle que te lleve al siguiente destino o te saca el ticket para otro vehículo más pequeño que te fuera acercando cada vez más a Lijiang. A esto hay que sumar tu cara de desconcierto, preguntas varias por gestos y un pensamiento final de “hay que fiarse que esto acabará en algún sitio”.

Fueron un total de 31 horas de viaje a base de “duchas de sobaco” en baños públicos, pero no querías perderte el que según el Gobierno es uno de los mejores treckings del país. Aunque a estas alturas ya te has dado cuenta de que así es como se califican todos los lugares susceptibles de visita en China: “el más de algo” seguido de la frase “si vienes poco tiempo es obligatorio pasar por aquí”. No está mal la idea para que todo el mundo vuelva a casa pensando que ha visto “lo más de todo”.

lijiang_salto_tigre_algo_que_recordar2Lijiang, además de ser el acceso a la Garganta del Tigre, tiene una parte antigua llena de casitas con patios y pequeños balcones que hacen que la ciudad tenga un encanto especial. Lo malo es el gran ejercicio de imaginación que hay que hacer para intentar quedarte sólo con eso evitando las cientos de tiendas de souvenirs okupas y prácticamente clónicas (tienen hasta el mismo CD de música ambiente, con la misma canción que te aprendes por desesperación) que se han hecho con todo el centro. Si a esto le sumas que hay días en los que está tan llena de turistas que casi no puedes andar y además llueve, empiezas a plantearte si la decisión de “ir a la Garganta del Tigre, aunque se salga un poco de presupuesto” fue acertada. En un momento dado incluso te planteas salir corriendo de allí.

lijiang_salto_tigre_algo_que_recordar3Uno de los motivos por los que decides quedarte fue observar un poco más a los naxi: la etnia local de la zona que desciende de tribus tibetanas. Los naxi tienen algunos rasgos distintivos físicamente (de piel bastante morena) y hasta hace muy poco unas normas sociales propias. Se organizaban en familias matrilineales en las que los hijos dependen exclusivamente de las mujeres, permitían las relaciones extramatrimoniales y las disputas eran redimidas por las ancianas. Se comunican en una lengua en la que los significados de las palabras se engrandecen al aplicarles el género femenino. Juicios de valor aparte, es cuanto menos curioso conocer su existencia.

lijiang_salto_tigre_algo_que_recordar4Volviendo a la Garganta, las lluvias habían provocado corrimientos de tierra y algunas zonas de la ruta se habían quedado sin acceso así que aprovechas el único día de sol que hay para subir, hacer un trocito del trecking (normalmente se hace en dos días pasando una noche arriba) y enterarte del porqué de ese nombre tan a lo Kun Fu Panda. Y es que cuenta la leyenda que un tigre saltó de un lado a otro de la garganta (unos 200m de nada, con una profundidad de casi 4000m hasta el río). ¿Vendrá de aquí lo del salto del tigre?.

lijiang_salto_tigre_algo_que_recordar5Lo bueno es que entre la lluvia y la pendiente del camino, coincides con muy poca gente y puedes disfrutar de las vistas a solas. En China, la soeldad, se termina echando de menos. 

 

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1 Comentario

  1. Muchas horas de viaje, pero lo que se ve es precioso,me encanta las casitas con balcones otra visión aparte de la de Vegeta

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