Probablemente, los restaurantes chinos son los negocios de comida extranjera que más rápido se han extendido en España. La gran mayoría son prácticamente fotocopias los unos de los otros, tanto en la oferta gastronómica como en la decoración. De hecho, podríamos decir que entre sus características se encuentran, ese interminable y económico menú en función del número de comensales (que ha viajado por los buzones de todos los barrios del país), esa carta a base de rollitos de primavera, arroz 3 delicias, cerdo agridulce, pollo con almendras, ternera con bambú y setas y sopa de tiburón (en los más innovadores), y esos cuadros de paisajes de ensueño al estilo de Yanghsuo o de las Montañas de la Niebla.

Aunque lo que comercializan los restaurantes de cada país fuera de sus fronteras poco tiene que ver con lo que se come dentro, uno no se imagina hasta dónde pueden llegar esas enormes diferencias hasta aterrizar en un país tan gigante como China.

Esta especie de bollo de pan genera largas filas e incluso reventa.

Por ponerlo negro sobre el blanco, la extensión del continente europeo son 10,18 millones de km2 mientras que la de China son casi 9.600 millones de km2. Con esta inabarcable realidad, es posible que exista alguna provincia que aún no hayamos conocido en la que sus habitantes se alimenten a base de rollitos de primavera y arroz tres delicias, aunque de momento, no hemos encontrado ni rastro de ellos.

Creatividad en los dim sums.

Preguntarle a un chino que te recomiende un buen restaurante suele provocar una conversación similar a esta:

– ¿Qué tipo de comida quieres probar?

– Pues… la china.

– Claro, me refiero a qué tipo de comida china.

Y ante tu cara de “a qué te refieres si ya te he dicho que la china”, sonreirá para continuar relatando una lista sin fin de diferentes estilos de comida de los que tú nunca antes habías tenido noticia.

–  Del norte de China, comida mandarina, cantonesa, de la provincia Hunan, de la de Yunnan, de Hakka,  de Chiuchow…

A lo poco que tiene que ver la comida china que conocemos con la realidad de todas estas gastronomías, se suma otro detalle: la enorme variedad de ingredientes que puedes encontrar en un mercado y que se usan en cada una de ellas. En el hipotético caso de que una abuela china intente hacer la compra en uno de nuestros mercados, la pobre se volvería a casa con menos de la mitad de los ingredientes que lleva escritos en su lista de la compra. Echará de menos las ocras, el pak choi, las judías verdes delgaditas, la soja a precio de risa…  En China no hay calabacines, hay más de 5 tipos diferentes de calabacines. Y lo mismo sucede con las berenjenas, con el nabo, con las lechugas, con los huevos, con las setas, con las algas, con los tubérculos, con los diferentes tipos de noodles o con las salsas para condimentar los platos. La sensación que te deja el país, es que podrías pasar toda la vida comiendo cosas nuevas sin poder decir nunca que lo has probado todo.

En los mercados, hay puestos enteros que venden solo verduras verdes.

Una de las ciudades que ofrece la posibilidad de probar un poquito de todo es Shanghai. Además de algunos prestigiosos lugares de comida internacional, se pueden encontrar restaurantes insignia de las diferentes provincias de China que ofrecen la posibilidad de acercarte un pedacito de la gastronomía de cada región.

A continuación, algunos de los platos básicos que puedes encontrar si viajas a China (algunos seguro que te sonarán, y otros siguen a la espera de ser incluidos en los menús de los restaurantes chinos de fuera de allí):

  • Pato laqueado a la pekinesa o pato Pekín. Es el plato insignia de la capital del país aunque no solo se consume allí. Es un pato con un color muy característico adquirido por la forma en la que se cocina recubriéndolo con melaza. Se come mojando primero las tiras de carne en una salsa de judía y colocándolo en una especie de crepe que se enrolla con varias verduras.
Pato luciendo laqueado.
  • Sopas de noodles. En un país en el que la humedad alcanza porcentajes muy altos, es natural que la sopa sea uno de los platos estrella. Las hay de todos los tipos y con toda clase de I.F.N.I (Ingredientes Flotantes No Identificados). Existen hasta unos puestos callejeros en los que con una especie de bandeja-cesta puedes elegir todo lo que quieres echarle a tu sopa, para posteriormente ser cocido en un caldo y servido en un plato hondo con noodles. Los noodles son fideos de pasta de arroz o de trigo de todos los tamaños y formas imaginables.
  • Dim sums. Son una comida de origen cantonés (pensada para satisfacer el hambre entre horas), aunque puede consumirse también como plato principal combinando diferentes variedades. Cada plato contiene pocas unidades. Digamos que la forma de consumirlo es como si fueran una especie de “tapas” chinas rellenas de cualquier cosa y que se pueden cocinar fritas o al vapor. Algunas recuerdan a las empanadillas, aunque las hay de muchas formas. Una variedad de dim sum al vapor son los baos cuyo resultado es una masa más gruesa y grande que la de los dim sums y relleno de verduras, marisco, carne, pescado o todo lo anterior junto.
Dim sums rellenos de verdura.
  • Tofu. En China no son muy amantes de la leche. Se dice que la gran mayoría de la población se considera intolerante a la lactosa. En su defecto, utilizan la bebida de soja para producir queso y el resultado es el conocido tofu. Se trata de un ingrediente que está presente en muchos platos y que también puede encontrarse frito o macerado (stinky tofu) con un característico y apestoso olor. Eso sí, a ver quien se atreve a decir algo teniendo en cuenta como huele el queso cabrales.
  • Encurtidos y deshidratados. Existe todo un universo alrededor de estas dos formas de conservar y consumir los alimentos en China. Para ser sinceros, esas montañas de gambas y pescaditos deshidratados no entran mucho por el ojo, pero la verdad es que no es lo peor que hemos probado.
¿Dónde quedaron las aceitunitas?
  • El arroz. Por muy pequeña y modesta que sea una casa en Shanghai, hay un electrodoméstico que no puede faltar en su cocina: la arrocera (que permite tener arroz vaporizado siempre listo). No obstante, con el arroz en China sucede lo mismo que con el picante: no en todas las provincias se come arroz como acompañante de todas las comidas, igual que no en todas las comidas se añade el picante.
  • Woks. Más que un plato de comida, es una forma de cocinar. Igual que sucede con las sopas, la cocina al wok todo lo aguanta. Le eches lo que le eches, con el fuego bien fuerte y un par de chorros de salsa de soja y de ostras, todo queda rico al wok. El secreto está en conseguir concentrar mucha temperatura en la base de la sartén (que es muy pequeña) y en mover continuamente los alimentos. El resultado es que la textura de todo lo que añadas queda “al dente”. Pueden hacerse woks solo de verdura o mezclarlos con carne, con mariscos, con pescado, con pasta… o sí, con todo lo anterior junto.
  • Brochetas. Codornices, patas de pulpo, carne, huevos pequeños… En China, cualquier cosa susceptible de engancharse en un pincho puede aparecer insertada en una brocheta. Las brochetas picantes de carne son una de las comidas que caracterizan a la zona que hace frontera con Rusia y que pueden encontrarse en puestos callejeros por Shanghai. Como sucede con muchas regiones del Dragón, por allí hablan un idioma propio diferente al mandarín.
¿Pichones? ¿Codornices?

¡BOLA EXTRA! La cocina de Xinjiang. Nuestro último gran descubrimiento recomendado por una chica local. La cocina de esta región del norte cuenta con sabores que recuerdan a los platos iraníes o a la cocina de oriente medio. Berenjenas cocinadas con miel, cordero, yogur bebido, pan ácimo… Imperdible.

El wok que todo lo aguanta.

 

Lo cierto es que una de las principales preocupaciones de la sociedad china es la seguridad alimenticia, pero comiendo en lugares en los que haya mucha gente (y en consecuencia, mucha rotación) y siguiendo un poco el sentido común, es un país en el que se puede disfrutar mucho con la comida.

Esta es solo una pequeña muestra de la cantidad de platos que puedes encontrar en China aunque, sí, también es posible comer perro, rana o insectos. No en todos los restaurantes y tampoco como los platos más baratos, por lo que no te los van a colar sin que te enteres. Así que, si eres de los que alguna vez le ha tenido un poco de respeto a la comida china o la consideras básica, esperamos que con este resumen tengas más ganas de ir más allá del arroz tres delicias y los rollitos de primavera.


Este post forma parte de nuestro primer viaje en familia de 9 meses llamado chincheta trip. Si quieres leer otros artículos de la serie haz clic aquí.


 

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4 Comentarios

  1. Hay Lucy , acabo de leer el artículo y una Maldición ha salido de mis labios.
    Que hambre, que rico , mola Shangai.
    Saludos desde Gran Canaria Chicos!!!

    • Hola Juanma. Da gusto comer en China y encima los precios acompañan. Si comes en la calle ultra barato pero por poco más te pegas festines. Ahora nos vamos a NYC, por aquello de seguir dándole a la mandíbula. ¡Saludos de vuelta!

  2. Chicos, gracias por traernos buenos recuerdos. De los tres meses que pasamos en China lo que mejor recordamos son los chinos (super simpáticos y abiertos) y su comida. Estamos totalmente de acuerdo que la variedad a veces te abruma. Probamos de todo y nunca comimos nada que no nos gustara. Ni siquiera las “cosas raras” que ni hoy dia sabemos exactemente eran 😉

    Lo que a nosotros nos sorprendió mucho fue la variedad de un plato entre provincias. Ese era el “beef noodles”, una sopa rica de fideos y ternera que comimos muchas veces y siempre era diferente. Incluso dentro de una provincia, se preparaba de manera diferente en diferentes ciudades. Una cosa era comun: todos sentian gran orgullo por “su” beef noodles. Incluso en Malasia donde estamos ahora la beef noodles sigue siendo el plato estrella en los puestos de comida de malayos de descendencia china.

    Otra cosa es el tiempo. Con los ingredientes que tienen (siempre frescos) los chinos son capaces de preparar platos que parecen muy elaborados en cuestión de tres minutos.

    Y para terminar un pregunta. Habéis probado los baozie? Los dumplings rellenos de todo hechos a vapor. Baratos, ricos… Ñamñam…. Se nos llena la boca de saliba cuando pensamos en los baozie. Nuestro mejor desayuno, picoteo y, a veces, comida.

    Disfrutad de China!!!

    • ¡Hola pareja! Lo vuestro no tiene nombre… de Málaga a Malagón porque en Malasia también se come de lujo. Suscribo todo lo que decís con respecto a la preparación, variedad y sabor. Rubén es muy fan de los baozies. Es lo que hemos incluido dentro de la categoría dumplings como “baos”. Yo reconozco que están ricos pero que me cansa un poco tanta masa de pan. Eso sí, ideales para quitar el hambre. Ahora nos toca poner rumbo a Nueva York. Cambio de tercio alimenticio total.

      ¡Gracias por el comentario y seguid disfrutando!

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