Del 27 de febrero al 2 de marzo // Temperatura 15º // Algo de sol… pero con bastante rasca
En teoría y si fuésemos gramaticalmente correctos, en un viaje en el que vas a dar la vuelta al mundo, se supone que no puedes llegar al final del mismo pero mira, resulta que sí. El fin del mundo está en Ushuaia, “la ciudad más austral del planeta” que, todo hay que decirlo y haciendo honor a su eslogan… queda un poco a desmano.
Y tú, en medio de tu vuelta al mundo, vas y llegas al final. El viaje en bus desde Chaltén es interminable… los baches, también. El caso es que querías ir sí o sí. Querías poder decir cosas como “he estado en el fin del mundo”, “he cruzado el estrecho de Magallanes”, “he ido a Tierra del Fuego”… Pues nada, dicho y hecho.
Total, puestos a tener muchas cosas que recordar y a cumplir sueños atrasados y deseos pospuestos… ¿por qué no darse el capricho de hacer click en uno más? Al fin y al cabo… tienes tooooodo el tiempo del mundo. Un tiempo sin fin.
No sabías muy bien que esperabas encontrar pero hay que decirlo todo y… la Tierra del Fuego no tiene fuego y el fin del mundo, se parece bastante al resto del mundo… ya sabes… al otro… al de la vuelta que estás dando. Con sus casas, sus coches, sus aceras, sus tiendas, sus personicas que vienen y van…
Como no has venido hasta aquí para quedarte en el dorm del hostel y te has empeñado en levantar la bandera de la ilusión por haber “llegado al fin”…
… decides hacer de todo un poco: te das al trekking por Tierra del Fuego, navegas por el Canal Beagle rodeado de leones marinos, cormoranes, pingüinos y árboles bandera hasta el Faro de Les Éclaireus…
Te encierras en el antiguo presidio de Ushuaia, paseas por las calles de la ciudad… y sí, esto no está tan mal. Nada mal. Te embriaga la historia. Cientos de barcos hundidos intentaron franquear estas aguas sin éxito.
Ahora miras más allá. Más al sur aún. Miras hacia el otro lado del fin del mundo. Donde la tierra es blanca y el frío ley. Miras hacia la Antartida. Sueño prohibido… por prohibitivo. Estás tan cerca y a la vez… taaaaaaan lejos. Piensas que no será en esta ocasión, pero tienes la sensación de que antes o después irás allí.
Mientras tanto… sí, lo puedes decir alto y claro… venga, grítalo… “has cruzado el Estrecho de Magallanes y sí, has estado en el fin del mundo”… ¿Are you talking to me?
5 Comentarios
Hola! Que lindo todo lo que leí en este lugar.
Entre de casualidad y me atrapo.
Soy de Ushuaia. Ahora vivo en Buenos Aires hace unos años, vine a estudiar en la universidad, en unos meses me recibo y emprendo el viaje no se bien donde ni como aun.
Leer esto me recordo a mi vida en el sur y me erizo la piel.
Fue una mirada muy distinta y me gusto.
Me gustaría que todos puedan conocer la isla como los que vivmos ahi. Esos lugares escondidos a los cuales no llegan los visitantes y que la hacen tan especial
No se si comieron calafate. Pero la leyenda dice, que quien come calafate vuelve a la isla!
Gracias por compartir. Abrazos
Hola Camila! Qué curiosa tierra la tuya. Lejana… perdida… última parada hacia el otro mundo. Felicidades por tu futuro viaje. Eso de no saber ni cómo ni dónde es lo mejor de todo. Te irá bien. No estoy seguro de que comieramos calafate, nosotros comimos “en Calafate” y cordero patagónico un par de veces. Vale eso? Volveremos? Espero que sí. Un beso!
Hola chicos! No puedo creer que estuvieron durante esas fechas en la ciudad.
Descubrí su blog estando en Ushuaia hace tres meses y desde ese momento pensé en ¡que bueno sería conocerlos alguna vez!.
Que loco, y que pena,saber que estuvimos en el mismo lugar, al mismo tiempo y no los crucé.
Saludos y buenas vibras!
Vaya!!! Qué lástima. Nos habría encantado ver la ciudad “a través de tus ojos”. Allí fuimos a un dorm. Al menos, hicimos autostop y sí hablamos con gente de allí. A ver si para la próxima… sea en Ushuaia o en otra parte del mundo.
Una ciudad muy linda y con mucho por descubrir.
Y si la próxima es en Argentina, visiten Rosario! Ya tienen un “couch”.