Actualizado 16 enero 2022
Tenemos mucho en común con Cuba y sin embargo, cuando por fin nos decidimos a ir, surgen muchas preguntas: ¿cómo moverse por Cuba? ¿Cómo alojarse en casas particulares? ¿Cómo conectarse a internet? ¿Qué cosas puedo ver o hacer? Vamos a intentar dar luz con algunas respuestas para poder disfrutar al máximo del viaje.
Si estás pensando hacer un viaje a Cuba por libre… ¡Enhorabuena! Vaya por delante que es un país perfecto para visitar en solitario, en pareja o en familia. Además de la seguridad, hay que contar con el idioma y la historia común, pero sobre todo, con su gente y esa forma de entender la vida. Muy mal se tiene que dar para que no surjan múltiples conversaciones a diario con las que poder intentar entender un poco cómo funcionan las cosas allí. Hace no mucho, escribimos un artículo titulado “La Habana se escribe con b” en el que contábamos lo mucho que nos había removido el país por dentro.
Prejuicios previos
Seguro que antes de ir has oído mil historias sobre lo mucho que te van a timar a poco que vean tu pinta de extranjero. Que vas a estar en un bar y se te van a sentar al lado y sin saber cómo, vas a tener que invitar a cervezas a todo el mundo o que vas a pagar el triple de lo que valen las cosas. Nada de eso.
La realidad es que el precio de “las cosas” para turistas es el mismo e incluso algo menos que el que se paga en España. Pero claro, para los cubanos, son costes inasumibles. Solo faltaría que además de lo poco que tienen y que en 10 años no puedan ganar dinero suficiente para pensar en irse unas vacaciones a Europa, tuvieran que pagar 2 euros por un café.
La doble moneda
Partamos de la base de que Cuba, como país que sufre un bloqueo, tiene muchas limitaciones y escasez. Los cubanos ganan un sueldo de entre 20€ y 30€ de media mensuales (con suerte) y hay una doble moneda que crea una gran fractura, ya que hay un montón de cosas y lugares inaccesibles para ellos delante de sus narices. Ellos manejan el CUP (moneda nacional o peso cubano) y se creó el CUC (peso convertible) “para los extranjeros”.
25 CUP = 1 CUC
1 CUC = 1$ o 0,90€
Si bien se viene especulando con la unificación de ambas monedas, es algo que aún no ha ocurrido. Dicho esto, los cubanos tienen una cartilla de racionamiento con la que poder acceder a una serie de productos (pocos) que cubren las necesidades básicas: huevos (si hay), queso, pan, etc. Además, hay todo tipo de negocios (con pocas cosas, eso sí) que funcionan con moneda nacional. Tiendas, puestos de bocadillos o bares cubanos humildes en los que pueden tomar un café y unas galletas por menos de 15 céntimos de euro al cambio.
NOTA: A partir del 1 de enero de 2021, el CUC deja de ser moenda de curso legal quedando solo el CUP (peso cubano) siendo 24 pesos por dolar como cambio.
Cierto es que se te van a acercar y te van a contar “sus penas” en muchos sitios y momentos. Ponte en su lugar. Imagina que vives en un país del que nunca vas a poder salir y no paras de ver gente que viene y se gasta en una cena para dos tu sueldo de un año como si nada. No, no se trata de regalar dinero. Para nosotros, ni en Cuba ni en ningún lado. Ese efímero lavado de conciencia, crea gente dependiente que solo se dedica a pedir. Pero sí es verdad que si ves alguna actuación en un bar en el que te estas tomando algo, lo suyo es dar algo a los artistas. Además de disfrutar de buena música, estás ayudando a muchas familias. Si estás en un restaurante, haz lo mismo con los camareros. Si te vas a quedar en una casa particular, no regatees el precio si ves que todo es justo.
Igualmente, no es plan de ir dando euros a todo el que te asalta por la calle con una guitarra casi obligándote a escucharle con el fin de sacarte algo. Si ya has tenido bastantes actuaciones callejeras “por hoy”, explícaselo antes de que empiece a tocar.
El transporte en La Habana
Para llegar del aeropuerto a La Habana: lo mejor es ir en taxi. El precio suele estar entre los 20 y los 25 dólares (depende de la zona).
Bicitaxi: aunque siempre piden más, una tarifa correcta puede ser 30 la de cubrir una distancia de 30 minutos por 3 dólares.
Taxi: es un medio utilizado casi exclusivamente por turistas debido a su precio. La tarifa siempre es una incógnita. Si tienes en el arte del regateo un don, pede ser una opción cuando te familiarices con las distancias y los precios del país.
Coco-taxi: se pueden pactar precios por recorridos y tiempo. Una opción de ejemplo es la de tres horas de recorrido por unos 30 o 40 dólares.
Autobús local: para moverse dentro de La Habana y cubrir distancias largas, este medio de transporte no está nada mal ya que solo cuesta 1 CUP.
Coches clásicos: subirse en uno de estos coches es, probablemente, una de las cosas que todos los que van a Cuba queremos hacer. El caso es que el precio dentro de La Habana por el tiempo que estás en el coche, es algo elevado (puede rondar los 30-40 dólares la hora), pero claro… es una experiencia. Igualmente, es algo que puedes hacer por menos (aunque no estén tan bien cuidados), fuera de La Habana.
El transporte fuera de La Habana
Para salir de La Habana en dirección a alguno de los lugares de interés: se puede ir en autobús (Viazul, Cubanacan o Transmetro). Cada compañía tiene sus precios y horarios, aunque un traslado de unas cinco o seis horas de distancia (La Habana – Trinidad, por ejemplo) está entre los 22 y los 25 dólares. En el caso de salir de La Habana, la opción de Viazul es un poco incómoda ya que hay que ir a reservar los billetes a la estación que está bastante alejada del centro. Además, esta compañía, en nuestra opinión, tiene mejor fama de la que merece. Sus autobuses no están tan bien como dicen por ahí. Recomendamos salir de La Habana con Cubanacan ya que se puede comprar los billetes en el Hotel Plaza (eso sí, hay que reservarlos tres días antes de la salida). A partir de ahí y en cada destino, lo mejor es ver horarios y preguntar al llegar a la terminal si se puede reservar ya los billetes de salida.
Una opción cómoda e interesante, es utilizar los almendrones para ir a visitar los lugares de interés cercanos. Además de costar menos que en La Habana, tiene un punto algo más auténtico. Por ejemplo, ir de Viñales a la Cueva del Indio, que te esperen y volver, cuesta unos 15 dólares (sin regateo). En Viñales, ir a la Playa de Ancón y que vuelvan a por ti a la hora que les digas, cuesta unos 16 dólares. Si te estresa la duda de si vuelven a por ti o no, di que pagas al final o la mitad después de cada recorrido.
Igualmente, si sois cuatro (y si no, ellos se encargan de buscar al resto), puede que la mejor manera de moverse de pueblo en pueblo sea usando estos coches particulares en modo colectivo (almendrones). Normalmente, los trayectos suelen salir entre 100 y 140 dólares a dividir entre las cuatro o cinco personas que pueden ir en el coche. Si estás en Viñales y quieres ir a Trinidad, puedes ir preguntando aleatoriamente a los conductores qué día y por cuánto harían el recorrido. De esta forma, no tienes que estar pendiente de horarios, reservas de tickets, retrasos y demás.
El avión: los precios son caros y no hay mucha oferta en horarios. Todo depende, como siempre, del presupuesto de cada uno y del tiempo.
Casas particulares
Ya escribimos un extenso artículo al respecto pero por resumir, alojarse en casas particulares se trata de una de las experiencias más plenas que se puede hacer en Cuba. Además de hacer algo diferente a lo que supone quedarse en un hotel, estás en contacto con la gente local que te va a contar un montón de cosas sobre el país. Pero sobre todo, les estás ayudando directamente. Probablemente, esta sea una de las mejores formas de contribuir a que mucha gente salga adelante. El precio normal de una habitación por noche está entre los 10 y los 25 dólares por habitación y el desayuno suele costar entre 3 y 6 dólares por persona. Probablemente te estés preguntando “Muy bien, ¿pero cómo me quedo en una casa particular?”. Muchas de ellas están en airb&b y las puedes llevar ya reservadas pero la verdad es que la oferta en ciudades pequeñas como Viñales o Trinidad es grande. Puedes hacer lo que hicimos nosotros: al llegar, uno se queda con las mochilas o maletas en una cafetería y el otro va a echar un ojo por la zona. Igualmente es muy normal que si vas en autobús, los propios dueños estén esperando en la parada ofertando sus casas. Aunque entendemos que te pueda generar cierta incertidumbre eso de ir sin nada reservado, como ventaja tiene que no tienes ninguna atadura por culpa de las reservas. Si estás bien en un sitio, te quedas más. Si no, te vas.
Por otro lado, es muy fácil distinguir una casa particular ya que todas tienen un distintivo en la puerta. Solo hay que llamar, preguntar cuánto cuesta la noche y el desayuno (y qué incluye), ver la habitación y listo.
El dinero: ¿saco del cajero o cambio?
Vamos a contar lo que hacemos nosotros habitualmente, que puede no ser lo mejor para ti. Como solemos ir bastante tiempo a cada lugar, no suele gustarnos mucho eso de llevar todo el dinero encima para ir cambiando después. Sencillamente, preferimos no correr ese riesgo y evitar tener que ir buscando bancos o casas de cambio. Al final y por nuestra experiencia, el gasto por el cambio que tienes a veces, es casi la comisión que te cobran por sacar con una tarjeta normal. Dicho esto, nosotros hacemos lo siguiente:
– Usamos la tarjeta Bnext para sacar dinero de los cajeros: con esta tarjeta, puedes sacar de cualquier cajero hasta tres veces al mes sin cargo ya que la comisión que te cobran, te la devuelven en Bnext. Es una tarjeta monedero. Es decir, tú metes la cantidad que quieres para el viaje y listo. No está conectada a ninguna cuenta de la que se pueda sacar más dinero. Lo cual, es bueno en caso de robo o extravío. Nosotros intentamos ceñirnos a esas tres veces para sacar el máximo posible cada vez y con ese dinero ir cubriendo gastos pequeños: transporte, algún café, etc. Más detalles sobre el uso de esta tarjeta, sus ventajas y cuales son las mejores formas de sacar dinero en el extranjero en este post. Por otro lado y aunque se ha convertido en imprescindible para nosotros, esta tarjeta no siempre es admitida como tarjeta de débito para pagar en algunos establecimientos. Si te animas a hacerte una Bnext y usas este enlace de nuestro programa de afiliados te regalan 10 euros. Dicho esto, en Cuba pagar con tarjeta, salvo en grandes cadenas hoteleras no es muy habitual. Teniendo en cuenta que las conexiones a internet son limitadas, el uso de datáfonos no está muy extendido.
– Tarjeta de débito: siempre que podemos, intentamos pagar compras o comidas con tarjeta de débito. De esta manera, evitamos comisiones. Por ejemplo, con la N26, no hay ningún tipo de gasto adicional.
– Tarjeta de crédito con puntos: con ellas pagamos los alojamientos de los primeros días o los billetes de avión. Estas cosas las solemos pagar por internet con las tarjetas habituales. Normalmente, con alguna que nos de puntos tipo American Express.
TIP: sea como fuere, por seguridad, te puedes acercar a un banco (dan 1200 pesos por 10 dólares). Si cambiar en la calle (dan en torno a 1650 pesos por 10 dólares) ten cuidado por si te cuelan algún billete CUC o falso. En algunos restaurantes puedes pagar en dólares y con cambio en torno a 1500 o 1600 pesos. En algunas tienas, puedes pagar en euros o dólares y, normalmente, te devolverán en pesos (si estás en los últimos días, pregunta si te devuelven en euros).
La seguridad
Y en estas, que oyes sin querer una conversación entre un argentino y un cubano:
– Y Raúl, ¿qué?
– Está por retirarse.
– ¿Y quién viene?
– El que elijan.
– ¿Y no quieren un cambio?
– No, así estamos bien. Hay comida, seguridad…
– Yo cambiaba todo lo que tenemos en Argentina por eso: la seguridad. Allí para salir a la calle no hay que perder ojo y mirar a todos lados.
Los cubanos cuentan con orgullo que viven en un país muy seguro. Y es verdad. No tienes en ningún momento y a ninguna hora, una mínima sensación de peligro. Es curioso, ya que la necesidad en Cuba parece mayor a la de otros lugares. Sin embargo, al tener las necesidades básicas relativamente cubiertas, puede que esa sensación de necesidad se lleve un poco mejor. Además, no es menos cierto que los turistas están muy protegidos por el estado y si a alguien se le ocurre hacer algo y le pillan, que se vaya preparando. Dicho esto, la desigualdad y la fractura que provoca la doble moneda en cuanto a tener tan cerca todo aquello que nunca podrás tener, va generando cierta… antipatía. Normal, por otra parte. En otros países (incluido España) y por mucho menos, tienes muchas más papeletas de que te den un susto. No es el caso. Defendemos a capa y espada que según nuestra experiencia y en cuanto al tema de seguridad, Cuba está casi a la altura de países como Japón, Suiza o Islandia. Para ejemplo, nos dejamos el móvil en un restaurante y vinieron detrás a devolvérnoslo.
Internet y llamadas locales
Una de las mejores y peores cosas de Cuba, es precisamente esto: lo difícil que es conectarse a internet. Por un lado, es maravilloso volver a un mundo en el que no hay gente con la cabeza mirando al móvil todo el rato, sino hablando entre ellos. Se hace incluso extraño. Por otra parte, si quieres mantenerte en contacto con familiares o amigos para ir contándoles o que vas viendo… fácil fácil, no es. El mundo de la conexión a internet en Cuba es un caso aparte, incluso si te alojas en el hotel más lujoso. Para conectarte, necesitas sí o sí una tarjeta por tiempo de la compañía estatal Etecsa. Estas tarjetas se pueden comprar en alguna de las pocas oficinas de la compañía que hay en cada lugar, en hoteles, en algún estanco o en “sucursales alternativas”. Si se compra en una sucursal oficial, lo más probable es que tengas que chuparte una buena cola. Allí, el precio es de 1 CUP por una tarjeta de una hora y 5 CUP por una de 5 horas.
Lo ideal es comprar todas las que puedas (aunque normalmente limitan a tres el número de tarjetas por persona y las de 5 horas escasean). Si no te apetece esperar y prefieres comprarlas en algún lugar alternativo, el precio será el doble. Si te decides por esta opción, mira bien la fecha de caducidad. Una vez tengas la tarjeta, tienes que buscar vía wifi, la red de la compañía. Esto solo podrás hacerlo en alguna plaza importante (fáciles de distinguir porque será el único sitio en el que veas gente con el móvil en la mano), en la entrada de algunos hoteles o en redes privadas que tienen algunos locales. Igualmente, la tarjeta es imprescindible. Cuando se alinean todos estos planetas, introduces el login y el password y listo. Normalmente la velocidad tampoco es una locura, pero bueno, no has decidido ir a Cuba a ver películas de Netflix, ¿verdad? Es importante desconectar la sesión para no perder el resto del tiempo (ojo porque a veces, con el ordenador no se puede hacer).
En cuanto a las llamadas locales que se pueden hacer desde las cabinas telefónicas, también hay que adquirir una tarjeta de Etecsa. Al igual que para conectarse a internet, hay un código para introducir siguiendo las instrucciones que vienen en la propia tarjeta.
Enchufes
En la mayoría de lugares y establecimientos, el tipo de enchufe común es el americano de dos patas planas o tipo A y el voltaje es de 110 voltios. Eso sí, en muchos hoteles tienen también el tipo C europeo de dos patas redondas a 220 voltios. Así que por si acaso, lo mejor es llevar algún adaptador.
Seguro médico
Como siempre, aconsejamos llevar un seguro médico de viaje. Nosotros lo hacemos desde 2013, y aunque nunca lo hemos usado, da una tranquilidad increíble tener un teléfono al que recurrir en caso de necesidad. Además de que en muchos lugares, cualquier pequeño incidente te puede costar más que todo el viaje, poder acceder a un tratamiento de calidad a kilómetros de distancia de casa, puede llegar a ser fundamental.
La gente
El cubano es cercano, educado y con mucho sentido del humor. Como en todos sitios, hay una pequeña barrera que separa al local del turista que aquí se rompe con rapidez y facilidad. Van a ser ellos los que se acerquen y los que te empiecen a hablar. De ti depende también qué grado de contacto quieras y que interés tengas por conocer cómo son y cómo viven los cubanos. Esto va a resultar muy fácil en casi cualquier lado. Si solo quieres tumbarte en una playa y tomar un mojito, puede que tu mejor opción sea meterte en algún hotel de Varadero. Cada persona tiene un objetivo diferente en sus viajes. Tan respetable es no querer pensar y solo tomar el sol, como meterse hasta el fondo en las costumbres de un país y que todo lo que vives y ves te haga replantearte muchas cosas. Si tu opción es la segunda, Cuba es “el país”. Todo lo que vas a vivir te va a hacer pensar constantemente hasta el punto de no ser capaz de llegar a una conclusión. Como siempre, hacer un juicio rápido (sobre todo partiendo de las circunstancias conocidas), suele ser un acto tan injusto como erróneo. Pero sí es verdad que si se es capaz de mirar sin el filtro de las convicciones propias, los cubanos te van a ensañar muchas cosas. Además de que te vas a reír un buen rato y vas a aprender a ver las cosas con bastante perspectiva.
Viajar con niños
Sin duda, Cuba es un país ideal para viajar con niños. No ya por la seguridad, sino por lo dicho anteriormente. Además, los niños en Cuba son parte de la vida diaria. Tus hijos nunca van a molestar. Más bien al contrario. Te van a abrir muchas puertas y te van a acercar aún más a la gente. Ellos y ellas, grandes y pequeños, se interesarán por vuestras circunstancias y se romperá más fácilmente esa sensación de que eres un billete con piernas. Dejaos llevar e id a lugares donde hay otros niños. Que se mezclen. Que jueguen. Poco a poco notaréis cómo entráis en otra Cuba mucho más cercana aún.
Como dato, baste decir que cada vez que había una actuación musical en directo, teníamos que parar porque a Koke le encantan. No contento con eso, se metía entre los músicos a itnentar tocar lo que fuera. Y estos, lejos de apartarlo, le dejaban formar parte de todo. Todas las veces. En todos los sitios.
En resumen…
No es el país más bonito que hemos visto. Ni en el que mejor se come. Ni el que tiene las mejores playas o montañas más imponentes. Eso sí, pocos países nos han hecho pensar tanto como Cuba. Y para bien. En pocos lugares nos hemos sentido tan en casa y hemos disfrutado tanto de la calle y las costumbres. A decir verdad, está muy arriba en nuestro Top 10 de lugares a recomendar, visitar o repetir.
Mapa
Aquí va un mapa con algunos de los lugares a visitar. Nosotrosw estuvimos en Cuba un mes y decidimos centrarnos en la parte noroeste de la isla. Hace tiempo que venimos prefiriendo viajar más lento y enterarnos un poco más de todo, que correr y perdernos algunas cosas. Si le sumamos que ahora viajamos “de a tres”, lo de ir con calma se hace incluso necesario.
A continuación una breve selección muy personal y subjetiva de “dónde hacer qué y qué ver dónde”. Eso sí, tenemos que aclarar que son las cosas que más nos han llamado la atención de lo mucho o poco que hemos hecho nosotros. Los lugares imprescindibles, imprescindibles son. En cuanto a los sitios que recomendamos para dormir o comer, son a partir de nuestra experiencia. Hay muchos más y seguramente, mejores. Como todo, se trata de un trabajo de ensayo-error que recomendamos a todo el mundo que haga por su cuenta guiándose por su instinto. Equivocarse es un pequeño riesgo. Acertar, toda una satisfacción. Pero bueno, si vas con poco tiempo, nunca está de más tener una pequeña senda por la que moverse.
¿Qué hacer en…?
La Habana
– Pasear por las calles de La Habana Vieja
– Visitar las “Cuatro Plazas” de La Habana Vieja
– Plaza de la República
– Visitar El Barrio Chino
– Ir a ver las actuaciones de la noche en el Hotel Inglaterra
– Ver el atardecer en el Malecón desde el Castillo de Salvador de la Punta
– Ver el Capitolio y el Museo de la Revolución
– Visitar la fábrica de tabaco torcido Miguel Fernández Roig
– Ir a la Plaza de la Revolución a ver el Monumento a José Martí y la imagen del Cié
– Recorrer la Calle 23 de El Vedado y comer un helado en el Coppelia
– Ir al Callejón de Hamel a ver música en vivo (domingos de 12:00 a 15:00)
– Pasar el túnel en autobús local y visitar el Castillo de los Tres Reyes del Morro
– Ir a ver la Ceremonia del Cañonazo de las 21:00 en La Fortaleza de San Carlos de la Cabaña
Trinidad
– Andar por sus calles una y otra vez
– Madrugar y darse una vuelta antes que nadie
– Sentarse en la plaza a ver cómo todos intentan conectarse a internet
– Tomar algo en los alrededores de la Plaza Mayor
– Acercarse al Parque Natural El Cubano
– Ir a la playa de Ancón
Viñales
– Ir al mirador del Valle
– Pasar alguna tarde viendo las actuaciones del Centro Cultural Polo Montañez
– Ir a alguna de las granjas cercanas y ver cómo hacen puros
– Entrar en varios de los múltiples bares con actuaciones en directo por la noche
– Si es sábado, disfrutar del mercadillo en la calle Salvador Cisneros
– Visitar el Muro de la Prehistoria
– Recorrer en barca la Cueva del Indio
Santa Clara
– Visitar el Mausoleo del Ché
– Ir al parque de la Toma del Tren Blindado
– Acercarse hasta la curiosa Estatua del Ché
– Subir a la Loma del Capiro
– Ir de noche al Parque Leoncio Vidal a ver todo lo que allí ocurre
– Ver alguna de las actuaciones que hay en el bar La Marquesina
Cayo Coco
Si has decidido ir allí, mucho no querrás hacer. Según el hotel en el que caigas, te dejarás llevar por las actividades del mismo y su día a día. Piscina, playa, buffet libre, actuación por la noche… Y si eres de las personas que se animan a hacer algo más, te puedes montar en el autobús circular que recorre el cayo de punta a punta para ir hasta Playa Pilar.
¿Dónde comer en…?
La Habana
– Chanchullero: nos gustó tanto que repetimos varias veces.
– Doña Eutimia: está al lado de la Catedral y rodeado de restaurantes para turistas, pero está muy bien y a buen precio.
– Cinco Esquinas: para desayunar bien y mucho por 4,5 dólares. Buffet libre y rico.
– Callejón de los Peluqueros: una calle con varios lugares para cenar o comer bastante bien.
– Paladar La Guarida: un poco más caro que el resto, pero se come muy bien. Además, allí se todo “Como agua para chocolate”.
Consejo: en nuestra opinión, no vale la pena ir a La Bodeguita del Medio o el Floridita. Caro, servicio discutible y malo. Tomamos mejores mojitos y daiquiris en casi cualquier otro lugar.
Trinidad
En Trinidad hay varios sitios en los que comer bien. Nos gustó el restaurante Sol Ananda (cerca de la Plaza Mayor) por lo bonito y especial que es y, en un registro más modesto, Nos encantó el Paladar La Coruña en la calle Jesús María. Un lugar llevado más que amablemente por una familia que nos hizo sentir “parte de”.
Viñales
– El Bily: con toques occidentales en decoración, es un buen lugar para comer pasta o cualquier cosa de su parrilla. Además, hay una oficina de Etecsa justo enfrente. Buen lugar para sentarse, conectarse y mandar noticias tomándose una Bucanero o un café.
– Calle Salvador Cisneros: esta es la arteria principal del pueblo. Hay todo tipo de restaurantes y bares con todo tipo de precios e incluso menú. Es habitual ver cómo por las noches montan las parrillas fuera.
– La Berenjena: un vegetariano bastante aceptable que, para variar, no viene mal.
Santa Clara
Contrariamente a lo aconsejable en La Habana Vieja, en la Bodeguita del Medio de Santa Clara se come bien y hacen los mojitos muchísimo mejor.
¿Dónde dormir en…?
La Habana
Recomendamos sí o sí buscar un alojamiento en La Habana Vieja. Vale la pena. Nosotros dormimos en varias casas particulares ya que en total, estuvimos unos diez días en La Habana. Y aunque un poco por encima del precio de las demás, nos gustaría recomendar la casa de Lily y Alberto en la Guest House Imperio de la Calle Aguiar, 51 (willglez59@gmail.com). La habitación es bien bonita y la casa está en una zona perfecta para moverse por La Habana Vieja. Al lado del mejor lugar para ver las puestas de sol del Malecón y con un montón de sitios cerca para comer o cenar.
Trinidad
Llegar al Hostal El Músico fue una de esas casualidades que se convirtió en una de las mejores experiencias en Cuba. Aunque la casa es humilde, no le falta de nada y es espaciosa. Cierto es que no está en el centro, pero se trata de un paseo de solo cinco minutos. Lo mejor, fue el trato con sus dueños Dámaso y Nadia. Un amor de personas que además, hacían unos desayunos y cenas maravillosos. Como vecinos, teníamos varias familias locales que además, también tenían niños. Hasta tal punto fue nuestra conexión con “el barrio”, que Koke ya se iba a jugar solo a la casa de Sergio. Nos quedábamos muchas tardes sentados en el escalón de la puerta a ver la gente pasar y a esperar a que viniera Vicky, la nieta de Dámaso y Nadia.
Viñales
Hay cientos de casas particulares en Viñales. Lo mejor es darse una vuelta y buscar algo que esté céntrico pero, para evitar exceso de ruido, no pegado a la calle Salvador Cisneros.
Cayo Coco
Aunque no somos muy de quedarnos en hoteles de “todo incluido”, tuvimos la oportunidad de quedarnos en el Pullman Cayo Coco y la verdad es que nos pareció un buen sitio para desconectar de todo. Buenas piscinas, buena playa y muchas zonas en las que no hay nadie.
6 Comentarios
Si volveís, no os podeis perder alojaros en ARTeHotel Calle 2. Te aseguro que la experiencia merece la pena.
Tomamos nota 😉
Información muy útil específicamente la última parte
Gracias Alberto 🙂
Wuaooo, este post sobre Cuba me ha sacado las lágrimas, me encantó Gracias
Y saludos de una Cubana-Belga
¡Hola Yaima! Te dejamos por aquí uno un poco más emotivo a ver si conseguimos sacártelas otra vez 🙂 https://algoquerecordar.com/america/cuba/la-habana-se-escribe-con-b/