Inconformistas, inmaduros, incapaces de asumir responsabilidades, impacientes, ansiosos, “culos de mal asiento” con el síndrome de Peter Pan, el gen del viajero… Muchas son las cosas que se dicen por ahí sobre los que intentamos salirnos de lo que se supone que deberíamos hacer con nuestras vidas. Algunas de ellas buenas, que animan a seguir adelante y otras no tanto. Quizá haya llegado el momento de coger la mochila por las asas y no mirar hacia otro lado. De ser realistas y quitarle poesía a ese “síndrome del eterno viajero” que un día presentamos al mundo como una “enfermedad que te salva la vida” para reconocer que… tenemos un serio problema.

Nos queremos ir pero no sabemos ni a dónde y esta enorme duda ha generado un efecto dominó de preguntas sin respuesta. Estamos mucho peor que al principio de los tiempos. Antes de tomar “la decisión” por primera vez.

¿Qué era lo que hacía falta llevar en la mochila? ¿Cómo vamos a comunicarnos? ¿Qué comeremos? ¿Dónde dormiremos? ¿Y si se nos acaba el dinero? ¿Y si caemos enfermos?

Hay que recurrir a la ayuda profesional. No queda otra. En el colegio Minerva de Vicálvaro conviven niños de 15 nacionalidades bajo las mismas aulas. Una tremenda concentración de expertos en lo que a viajes, choques culturales y cambios de vida se refiere. Allí es donde tenemos que ir. Con más miedo que vergüenza nos ponemos en sus manos, nos tumbamos en su diván y empezamos nuestro tratamiento.

Fase 1: entrevistas personales. Consultores de diferentes áreas nos ofrecen su sabiduría.

Yanis, 6 años. Experto en animales, en idiomas y en cómo conseguir que el dinero nunca se acabe.

Ainhoa, 8 años. Experta en zonas de playa, orientación y medusas.

Alejandro, 10 años. Experto en evitar peligros y otros posibles problemas del viaje.

Fase 2: terapia de grupo. Ante el tremendo problema que presentamos como pacientes, todo el equipo profesional de la clase de quinto de primaria se reúne para discutir cómo pueden ayudarnos.

Después de esta sesión es imposible olvidar que esto de viajar, es mucho más fácil de lo que parece. Ya estamos preparados de nuevo para volver a las andadas.

Nota: post dedicado a Paloma, la profesora de música del colegio Minerva, por ser de esos pocos adultos que se molestan en escuchar a los niños y a Juan Gonzalo (13 años), por ser el mejor consultor viajero que hemos conocido.

Autor

14 Comentarios

  1. Escuchar estos audios es un sufrimiento, echo de menos a cada una de las vocecillas(entrevistados y entrevistadores). No olvidéis limpiar la casa cuando decidáis volver!! Besitos.

  2. Qué sabiduría tienen estos niños. Les falta experiencia pero saben muy bien lo que quieren.

    Me gusta mucho vuestro bloc. Prometo ir a Camboya y seguir vuestros paso y recomendaciones.
    Salut i força
    Marga Zuzama

    • Hola Marga! Cada vez que recibimos un comentario de alguien nuevo por aquí hacemos la danza de la lluvia ;0 jajaja. Bueno ya en serio. Lo que más nos gustó de sus comentarios fue que todo tiene una sencilla solución y eso sí que nos parece de sabios. Esperamos que mientras llega el día de tu viaje por Camboya te vengas con nosotros por aquí siempre que quieras. Un abrazo grande para ti!

    • Yo tengo mis dudas entre el momento “hombre lobo” de Yanis y el momento “cuidadito con las medusas” de Ainhoa. Pero sí, Ainhoa es muy muy crack!

  3. ¿En qué edad perdemos esto? Solo pregunto porque me parece a mí, que estos niños (sobre todo los dos más jóvenes me llegaron al corazón) son viajeros natos: estos que te abren las puertas de sus casas, son generosos no solo con lo que saben pero con lo que tienen también. Esto es algo que no tiene precio.

    Imaginación me sobra si 🙂 Ya puedo visualizar vosotros trabajando en un restaurante de comida rápida para seguir viajando, flotando sobre el agua con un flotador y en la selva con una pistola y cuchillo, entre otras. 😛

    • Jajaja! Imagina como nos costaba aguantarnos la risa después de cada respuesta y en mi caso las ganas de darles un millón de besos uno detrás de otro. Entre Cds de cientos de idiomas, mochilas de Dora la Exploradora, flotadores anti medudas y cuchillos para acabar con las víboras de la selva creo que no nos hace falta mucho más. Geniales estos niños!

    • Lo que te contagian son las ganas de viajar? O las ganas de volver a ser niña?

  4. No puedo describir lo que siento cuando léo una de vuestras entradas pero, en cambio, si puedo decir que siento que si en el mundo hubiera mas personas como vosotros, este sería mas humano y menos cruel. Muchas gracias por compartir vuestras extraordinarias experiencias y sobretodo por haberme contagiado el sindrome, sin él hubiera perdido el rumbo.

    • Hola tocaya! Gracias por tus palabras. De este post solo te puedo decir que esa tarde que pasamos viajando con la imaginación infinita de estos chicos nos lo pasamos muy muy bien. Nos contagiaron con su forma de resolver cualquiera de los problemas que les planteábamos. Todo era fácil, todo tenía solución. Seguiremos compartiendo nuestras experiencias mucho tiempo y más después de leer tu comentario. Un abrazo grande!

    • Los nenes son demasié. Yo estoy por irme directa a Rumanía para convertirme en “mujer-lobo” pero ya. Total, “no te mueres ni ná”

Dejar un comentario