marcel_filipinas_couchsurfing_algo_que_recordar_02La primera vez que vimos a Marcel nos esperaba en la Taberna Almería de la Latina, con su mochila, su melena al ventilador y su eterna sonrisa. Él ya era un experto en esto del couchsurfing recorriendo Europa y practicando lo que es su motivación para viajar: los idiomas. Por aquel entonces, nosotros nunca habíamos practicado el “surfing” oficialmente.

9 meses más tarde, entre Marcel y nosotros no hizo falta ninguna plataforma de conexión. A Madrid llegó un viajero que se convirtió en amigo, con el que ahora íbamos a pasar las navidades y a presentarnos a su familia en Manila. Eso sí, esta vez le esperábamos nosotros a él delante del McDonald’s de uno de los enormes centros comerciales de la capital filipina, pero con la misma cara de perdidos, hasta que le vimos aparecer. En una mano el volante y en la otra su inseparable compañera de fatigas, la cámara compacta unida al steak mágico con el que conseguir las mejores auto-fotos que jamás hemos visto. Hay cosas que no cambian aunque uno esté en casa.

Marcel nos había preparado toda una agenda de actividades para aprovechar al máximo nuestra estancia en la ciudad. Primero nos llevó a conocer “los básicos”: el centro, sus principales parques y mercados, Intramuros, el “Pueblo Español” y la estatua del político y escritor filipino José Rizal, su héroe nacional. También tenía pensado un día de contacto con la naturaleza y ni siquiera permitió que la Nochebuena interfiriera en sus planes. Así que el 25 de diciembre empezó con nuestra primera misa del Gallo, para la que nos levantamos a las 03:00h y la novena a la que acudía Marcel a estas horas, para completar el ciclo en la época navideña. A la misa le siguió un desayuno tradicional de bibingka y puto bumbong (sí has leído bien), para continuar con un baño en su rincón favorito, las piscinas naturales de Bato Springs, una pelea de Gallos (en la que ni preguntando conseguimos ninguno entender el sistema de apuestas) y un treking por el volcán Taal (el más pequeño del mundo). En total un día “completito completito” en el que el terminator de Marcel estuvo conduciendo durante más de 8 horas, con madrugón incluido, para que nosotros no nos perdiéramos detalle.

Después de todo esto, a la cena de Nochebuena llegamos cansados pero con hambre para probarlo todo (una vez escuchada la bendición de la mesa, claro). Hace unos meses nosotros le explicábamos a Marcel lo que era el jamón serrano y el pulpo a la gallega, y ahora su familia nos convidaba a una tradicional cena navideña filipina a base de pasta, jamón cocido, chorizo dulce a la parrilla, ensalada de frutas y banana “cue”. Querían saberlo todo sobre nuestro viaje y compartir con nosotros historias de los suyos. Así que aunque echábamos de menos a nuestras familias y amigos… la conversación fluyó de tal manera que consiguieron que durante unas horas nos olvidáramos de lo lejos que estábamos de nuestras casas.

Gracias al recibimiento tan cálido que nos dieron en casa de Marcel, nuestra Navidad también estuvo llena de cariño… y calor. Gracias una vez más Marcel. Juntos en Madrid y juntos en Manila. ¿Dónde nos veremos la próxima vez?

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4 Comentarios

  1. Hola Lucy!!! Me ha encantado el post, buen enfoque, a veces la gente lo explica como una oportunidad de tener alojamiento gratuito, lo cual es cierto, pero hay mucho más envuelto en couchsurfing, tiene un gran potencial de hacer nuevos amigos, de otras culturas y hay un compartir cultural brutal!!! Yo me siento feliz de estar en esta comunidad de viajeros. Evidentemente con algunos me identifico más que con otros, he tenido buenas y malas experiencias, pero en general me encanta !!!
    Así que como en agosto estaré una noche en Manila, y ya tenemos Hostel en Makati, le he preguntado a Marcel ahora en mensaje privado por couchsurfing si dispone de lago de tiempo para compartir con nosotras que me avise!!! ; )) Espero que disponga de un ratito para poder pasear por la ciudad con un local! Graciasssssss

    • Hola Laura. Celebro que haya más personas que entiendan el potencial de esta red y que destaquemos entre todos su valor de intercambio cultural por encima del ahorro económico que supone. Porque sí, hay un ahorro en dinero pero no en tiempo. No al menos si decides invertirlo en que se produzca ese intercambio del que hablas. Espero que pilléis a Marcel por Manila y que podáis conocerle. Es todo un personaje. ¡Disfrutad del viaje!

  2. Que suerte amigos que son como familia,me alegro de que la Navidad fuera tan calida.
    Un beso grande.

    • Coco si conocieras a Marcel te encantaría… es taaaaaaaannnnnn abrazable. Ya lo pensábamos cuando estuvo en casa con nosotros en Madrid y después de su cariñoso recibimiento terminó de confirmarnoslo. Lo de dar besos y abrazos por estos lares no es muy común, así que se tuvo que aguantar con la sesión doble que le dimos nosotros en la despedida. Eso le pasa por ser tan cielo!

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