Lo mejor que se puede hacer al viajar a un país tan complicado como India y empezando por una de sus ciudades más estresantes como es Calcuta, es hacer couchsurfing. Esa forma de enterarte rápido de algún que otro truquillo sociocultural que siempre viene bien en el proceso de “comprensión”. Pero si encima, te acoge JoJo (Iouiou, como le gusta que le llamen)… “massala sobre ojuelas”.
Pero hablemos de “él”… De generosa y permanente sonrisa, JoJo viste informal pero arreglado y envidiablemente limpio (para lo que supone moverse por Calcuta). Su cara transmite confianza y paz. Te mira siempre a los ojos mientras habla. Rápido, muy rápido. Tiene tantas cosas que decirte… Tiene tantas ganas de agradarte… Le gusta tanto esto de estar con gente diferente… En muy poco tiempo, JoJo se ha convertido casi en el abanderado del Couchsurfing en Calcuta. Y es que este hombre, tiene la capacidad y la paciencia de acomodar al mismo tiempo a 6 surfers entre su casa y su oficina. Además, el proceso es totalmente escalonado y funciona cual reloj suizo “güeno”. El día que llegas se está yendo alguien, mientras estás sale y viene gente y cuando te vas, también llegan otros mochileros “a ocupar tu lugar”. Así leído, parece que JoJo no te va a dedicar nada de tiempo. Que “no eres especial”. Que eres uno más. Pero no. Más bien al contrario. Para cada surfer saca tiempo. A ti te lleva a un restaurante a los que solo va gente local, te ayuda a sacarte la tarjeta de datos para el móvil, te invita a comer a su casa y está al tanto de tus billetes de tren. Su capacidad infinita para sacar tiempo para tí y para los demás, es increíble. Y por si eso fuera poco, después de un largo día en el que unos han ido por un lado a ver la ciudad y otros por otro… cuando llega la noche, es el momento en el que JoJo, se convierte en “superjojo” y os mete a los 6 (apilados cual tetris) en su coche… enciende el equipo de música a todo volumen… y os sumerge de golpe en pleno Bollywood…
Bailariais, pero no os podéis mover de lo encajonados que vais. Lo que durante el día ha sido un cúmulo de atascos, calor, humedad y estrés, ahora es un refrescante paseo recorriendo la ciudad bajo la luz de las farolas. Una noche os lleva a un club al aire libre y entre todos os bebéis unos 12 litros de cerveza (hacía mes y medio que no la probabas)… Otra noche, os lleva a comer a los mejores y más baratos puestos callejeros que nunca viste, os lleva al otro lado del puente Vidyasagar Setu y acabáis tomando chai en el Riverside. “Qué suerte tenéis”, piensas. No solo de haberle conocido, sino de que te haya dado la oportunidad de conocer a otros surfers como Prati, Adam y sobre todo, Edward y Bee. Dos mochileros chinos de nueva creación (22 y 25 años respectivamente) que se apuntan a tus paseos eternos paseos diarios por la ciudad y con los que coincidirás en Varanasi y Agra de nuevo. Pero antes de que eso ocurra… ¡¡¡pon otro “hit” de esos tuyos JooooJoooo, dale cañaaaaa!!!
5 Comentarios
Qué buenos recuerdos de Calcuta me han traído los videos de Bollywood. Me alegro que tuvieras una tan buena introducción a la ciudad de la alegría. Yo la echo de menos, aunque por momentos me estresaba tanto que necesitaba tomarme un buen descanso.
Sin duda hace falta ese respiro. Es una ciudad demasiado intensa 🙂
I really have nothing to say. I am speechless at your words. Thank you so much! I wish you guys the best always. Anytime you’re in India (Kolkata), do let me know. I’d host you guys in a heartbeat!
Vaya, parece una peli, ¡qué suerte encontrar a este hombre! A disfrutar la noche de Calcuta!
Por un momento… lo fue 😉