Actualizado 2/03/2018

Claustrofobia en los túneles de Cu Chi y visita a la ceremonia caodaísta

Conociendo el templo de Cao Dai

La visita al templo de Cao Dai en la celebración de una ceremonia religiosa fue cuan menos curiosa. Para entrar al templo hay que quitarse los zapatos. Lo de andar descalza por la vida gusta bastante y teniendo en cuenta que los zapatos pisan el suelo de la calle constantemente tiene todo el sentido eso de “descálzate para entrar a mi casa”.

HCM_Cu Chi_Cao Dai_algoquerecordar2

El rito del rezo

Para el rezo los hombres y las mujeres se colocan en filas, unos a la derecha y otros a la izquierda. Los sacerdotes delante de ellos y todos mirando hacia la zona donde están los altares (no sé si llamarán así en esta religión). Hay instrumentos y coro en directo y los caodaístas se guían por unos golpes de campana mientras hacen inclinaciones de la cabeza hacia abajo. En todas las pagodas que visitamos preguntamos si podíamos grabar y hacer fotos y a nadie pareció importarle nunca. Nos sorprendió bastante. Pensamos que el rezo era un momento íntimo pero no tuvimos ningún problema a ese respecto.

Lo mismo les ocurre cuando quieren dormir. Parece que en España dormir es algo a practicar en la intimidad. A nadie se le ocurre dormirse en la oficina, en un restaurante o en mitad de la calle. Los vietnamitas opinan de otra manera y se duermen donde les pilla. Estoy muy de acuerdo con esta práctica. Dormir es sano y natural, lo hacemos todos, no molesta a nadie y es necesario. ¿Por qué hay que hacerlo en secreto? Se puede comer en público pero dormir no. No lo entiendo.

HCM_Cu Chi_Cao Dai_algoquerecordar3

Visitando los túneles de Cu Chi

Ese mismo día fuimos a visitar los túneles de Cu Chi. Dicen que fue uno de los principales motivos por el que Vietnam consiguió ganar la guerra, aparte de por las movilizaciones internacionales que se generaron en las principales capitales del mundo para que acabara, lo que a día de hoy, sigue siendo el conflicto bélico que más dinero le ha costado a EE.UU.

Dentro de los túneles, la resistencia (el Vietcom) permaneció oculta y organizada en tres niveles de profundidad, durante un total de 17 años. Incluso se hacían operaciones quirúrgicas bajo tierra. En total, cavaron aproximadamente 40 km de túneles. Salían al exterior dos horas al día para recibir la luz del sol y se alimentaban de las raíces y los tubérculos que encontraban bajo tierra.

Al llegar el momento de “vamos adentro”, más de la mitad de los que estábamos allí decidieron no intentarlo. Para empezar, aquellas personas que eran, digámoslo así, corpulentas, no cabían por el agujero de entrada. Entramos por una cavidad en la que el túnel se había mantenido tal y como era en su momento así que por dentro no estaba iluminada. 2 metros más adelante los 6 que decidimos entrar íbamos en cuclillas. La galería se había convertido en un tubo totalmente negro de medio metro de alto por medio de ancho. No era posible ni intuir donde estaba la espalda del de delante. Nunca antes he sentido claustrofobia; de hecho siempre me han gustado las cuevas, así que no estoy segura de lo que me pasó. El caso es que mi imaginación echó a volar; hubo personas 17 años ¡ahí metidas! Según avanzábamos se notaba la falta de oxígeno y con él el aumento de la velocidad de las pulsaciones. Después de 20 metros había una salida que cogimos sin pensarlo dos veces. Los otros 4 valientes salieron 40 metros más adelante.

En el autobús de vuelta no me pude dormir y ya he comentado antes que no es algo que me cueste mucho. ¿Qué le puede llevar al ser humano a meterse en un agujero como ese durante 17 años? Nada como una visita al museo de la guerra de Ho Chi Minh para obtener todas las respuestas.

HCM_Cu Chi_Cao Dai_algoquerecordar4

 


Si tienes interés por Vietnam, nosotros podemos hablarte de:

Este post forma parte del viaje que hicimos por Vietnam y Camboya durante un mes que bautizamos como “las últimas vacaciones”. Si quieres leer el resto de los artículos de esta serie haz click aquí.

 

Autor

Dejar un comentario