Al este de Manhattan

Os levantáis sin prisas pero con la tranquilidad de que, antes o después, saldréis para ir a ver lo que buenamente podáis. Una vez acontece el desayuno, os vais en modo porteo a Manhattan. Os bajáis en la 23 para ir directos al Flat Iron. Ese precioso e icónico edificio que es considerado, con sus 20 plantas, como el primer rascacielos del país.

Desde allí, cruzáis Union Square con dirección al East Village donde os dedicáis a perderos por sus calles entrando en todos los jardines comunitarios que podéis. Bares, tiendas, balcones… todo tiene un sabor especial en ese barrio. A estas alturas del día todos, tenéis un hambre y un calor enorme y, por casualidad o causalidad, aparecéis delante del Katz´s Delicatessen donde entráis sin dudarlo.

Os coméis un sandwich de pastrami como hizo Meg Ryan en la película “Cuando Harry encontró a Sally”, pero sin happy end y el pequeño, un par de trozos de mango. Como aún es pronto y estáis muy cerca de Chinatown, Nolita y el SoHo, allá que vais para repasarlo con fundamento e intentar ver algo más que la última vez. Pasear mirando sin comprar, esa es la idea. Pero no os sale bien. Alguna cosilla cae y bueno… Nueva York es un poco eso también. Para el día siguiente os apetece…

 

1- … ir a Williamsburg.

 

2- … ir a Queens.