El couching es “el arte” de alojar en casa a un extraño. De prestarle por unos días ese sofá en el que, después de repetir el mismo día de oficina de siempre, te sientas a perder el tiempo frente al televisor. Es enseñar tu ciudad. Es llevarte a alguien que no sabe nada de español de marcha con tus amigos. Es cocinar para alguien que puede que no le guste el jamón, jamás haya comido pulpo o le de asco la oreja. Es… tratar a alguien como te gustaría que te trataran a ti si fueses a casa de un “futuro amigo” al que aún no conoces de nada.