El hombre se gira, se quita a máscara y te sonríe al verte allí plantado. Te cuenta que se tarda unas dos horas de media en pintar un coche y que más o menos, pinta 5 al día. Sorprendido, le dices que te encanta el color amarillo de los taxis y le cuentas que acabas de llegar a la ciudad. Te da un par de consejos sobre el barrio y antes de irte, le preguntas si le puedes hacer una foto. Te dice que sí y te desea una buena estancia en la ciudad. Te vas con una sensación muy agradable y pensando que le tienes que dar una segunda oportunidad a la ciudad y a ti. Así que…
2- Quizá la ciudad te esté mandando señales. ¿Qué tal si te relajas y te dejas llevar un poco?