“Fsssssst… dlinnnnnng… tsssssssssf”… las puertas correderas de la farmacia de turno anuncian la llegada de un nuevo cliente. Es un día cualquiera, eso no importa. El establecimiento es amplio. Azul clarito casi gris. Una de esas farmacias a las que además de “despachar” medicamentos, les ha crecido una óptica, innumerables productos de parafarmacia, preservativos de todos los colores, tamaños y sabores del mercado y varios córners con productos específicos para bebés. En definitiva, “el paraíso de la salud”, hecho realidad. Detrás de los mostradores hay unas 4 personas atendiendo a la vez a toda una hilera de gente (con lista y todo) que parece venir a por la compra del mes. Abuelos que echan la mañana, adolescentes “en plena edad del grano”, aspirantes a madres… Y por fin llega tu turno:
- Buenos días. Quería la copa menstrual.
- Buenos días… ¿Una qué?
- Sí… la copa… esa de silicona.
- Un momento que le voy a preguntar a mi compañera.
(Sonido de pasitos de tacón y murmullos in-crescendo…)
- ¿Sabes lo que es la copa menstrual?
- ¿La qué?
Además de que hace rato que todo el mundo te mira algo extrañado, se une una tercera persona a la conversación y segundos después también una cuarta…
- Ah, sí. Eso lo he oído yo. Espera que voy a mirar en el almacén que me suena que tenemos alguna de una vez que vinieron a darnos información.
(Más sonido de pasitos que van y que vienen y más y más murmullos que se reproducen exponencialmente)
- Aquí la tienes. Dame un momento que tengo que consultar el precio.
- Son 19,50 euros. ¿Te la llevas entonces?
- Sí, claro. Gracias.
Las 4 personas que por un momento habían dejado de atender al resto de la humanidad para encargarse de tu extraño caso, regresan a sus quehaceres con cara de “desde luego, hay gente para todo”. “Fsssssst… dlinnnnnng… tsssssssssf”. Y tú, vuelves a cruzar felizmente el umbral de las puertas automáticas con tu copita bajo el brazo. Estabas al borde de la “des-esperanza”. Esta era ya la cuarta farmacia de “la capital” que visitabas hoy y la cuarta vez que veías caras de “¿ein?”.
Pero… ¿cómo puede ser que esto ocurra en pleno Madrid si casi todas las mujeres viajeras que has conocido hablan de la copa con toda normalidad? ¿Cómo es que todavía se sigue comercializando principalmente por los canales alternativos? ¿Será que es algo demasiado nuevo y todavía no se usa fuera del círculo del viaje o el deporte? ¿Será que las españolas estamos menos dispuestas a probar las novedades? ¿Qué será, será?
ANTES DE QUE SIGAS LEYENDO: ten en cuenta algo que probablemente hace rato que has intuido. Sí, este post va de “esos días del mes”, de cuando vienen los de Daganzo, de la visita de Andrés o como quieras llamarlo. En definitiva, va de menstruación y/o regla. Sabemos que en algunas culturas no se permite el acceso de las mujeres que tienen la regla a lugares sagrados por considerarse que esos días son impuras. Y aunque desde nuestra perspectiva pueda parecer una barbaridad, resulta que se asemeja bastante a la consideración de que la regla (aquí también) es un tema tabú, lleno de estigmatizaciones, del que a veces evitamos hablar en presencia de hombres y al que erróneamente, hemos terminado denominando: “estar malas”. Así que si este es un tema sobre el que prefieres no leer o que te resulta desagradable, lo mejor es que pares aquí. Ya… ¡detente! Si por el contrario, tienes dudas… haz memoria y recuerda si alguna de las veces que en tu tierna infancia te caíste jugando en el parque y te hiciste sangre alguien te dijo: “madre mía, que asco”. ¿Qué hubieras pensado tú entonces? Si la sangre de una herida y la de una regla pertenecen al mismo cuerpo, me pregunto yo de mí pa ti: “¿por qué una sí es un asco y la otra no?”.
Que nadie se sienta excluido del grupo ya que este artículo también es interesante para ellos. Hagamos un pacto entonces para evitar sustos innecesarios. Vamos a ir avanzando por bloques de información general a detalles más específicos y técnicos con advertencias previas cada vez que subamos un nuevo peldaño. Así, cada uno puede abandonar (sin sentirse ofendido) en el momento que considere que el texto le sobrepasa y ya ha saciado su curiosidad lo suficiente.
BLOQUE 1: LA CULTURILLA GENERAL.
Eso que todo el mundo dice que es tan necesario para manejarse en la vida moderna independientemente del género del que es dueño/a. Apto para todos los públicos aunque solo sea para poder opinar tomando un café y que se engancha fuertemente a eso de que “el saber no ocupa lugar”.
¿Qué es la copa menstrual?
La copa menstrual es un recipiente (como una especie de campana) de silicona que se inserta en la vagina (“uyyyy, lo que he dicho”) durante la menstruación y en cuyo interior se recoge el flujo menstrual. A diferencia de los tampones, la copa no absorbe sangre, sólo la contiene hasta que se extrae y se desecha el líquido.
¿Es un invento moderno?
Tan moderno como que no es ni de este siglo. En 1932 la actriz estadounidense Leona Chalmers presentó por primera vez la patente de la copa menstrual un año después de que se diseñara el primer tampón del mundo y de que este empezara a comercializarse. Se cree, sin embargo, que antes de que se registrara esta patente, ya había productos similares a la copa menstrual. La IIª Guerra Mundial y otros intereses, hicieron que no llegara a alcanzar la misma popularidad que el tampón. Por eso, no ha sido hasta los años 90 cuando se ha vuelto a lanzar al mercado. Así que como ves, de invento moderno tiene más bien poco.
BLOQUE 2: LOS BENEFICIOS.
Los seres humanos somos “animales de costumbres”. Necesitamos razones de peso para modificar algo que llevamos años haciendo de una manera y nos agarramos a la sabiduría popular para aferrarnos a lo que no queremos cambiar porque ya se sabe que “mejor malo conocido…”. Hay beneficios para ellas, para ellos y para el planeta en general así que, aunque este bloque es un poco más específico, sigue siendo apto para todos los públicos.
- Beneficios económicos. Una mujer puede necesitar durante toda su vida fértil entre 4 y 5 copas dependiendo de la marca y de la mujer. Teniendo en cuenta que cuestan entre los 16 y los 25 euros y que a día de hoy su precio sigue bajando, el ahorro que supone frente a tampones y compresas, es importante. Se calcula que una mujer puede llegar a tener en su vida un gasto de 1.100 euros entre compresas y tampones que con la copa menstrual, podría reducirse a unos 90 euros. Objetivamente, es un ahorro para tenerlo en cuenta.
- Beneficios ecológicos. Se reduce considerablemente el daño al planeta en varias líneas ya que, para blanquear tampones y compresas, se usan cloros y otros químicos perjudiciales para el medio ambiente (por no hablar de la cantidad de energía y tiempo que se invierte una vez que se han usado y hay que destruirlos). Cuanto más viajamos, más nos damos cuenta de la importancia de asumir que nuestro verdadero hogar es el planeta. ¿Quien podría vivir en una casa descuidada?
- Beneficios saludables. No se ha registrado hasta la fecha ningún caso de problema sanitario con la copa menstrual. Al no llevar ningún tipo de sustancia química, no existe el riesgo de sufrir el shock tóxico asociado al uso de tampones (SST).
- Ocupa poco y te da independencia. Uno de los problemas en viaje es que, dependiendo de lo remoto que sea el destino, no siempre es fácil encontrar tampones de la marca y el tamaño que una quiere. Por desesperación, a veces compras lo que sea y luego llegan las sorpresas. Como por ejemplo, compresas con olor a lavanda o menta que escuecen, tampones defectuosos y otro tipo de lindezas. Si el viaje no dura más de un mes te las puedes llevar desde casa, pero lo cierto es que si viajas con mochila y eres minimalista, las compresas y los tampones ocupan un precioso espacio. Con la copa, estos dos problemas no existen.
- Ayuda a mejorar la relación con tu cuerpo y específicamente con tu regla. Esto que suena muy a anuncio de “me gusta ser mujer… a qué huelen las nubes”, es una verdad como un templo. La copa ayuda a conocer mucho mejor cuales son las características de tu regla, lo que sirve para detectar si en algún momento hay algún problema. Además, se produce una considerable reducción en materia de olores (“uy, lo que he dicho otra vez”), lo que probablemente colabore en hacer desaparecer esos pensamientos que todos tenemos de que “la regla es un asco”. El mal olor lo generan compresas y tampones al producirse la mezcla de sus químicos con tu sangre. Con la copa eso se acaba. Fuera químicos. Fuera mal olor.
BLOQUE 3: DETALLES TÉCNICOS.
A partir de aquí llegan el cómo, el dónde, el cuánto, detalles a tener en cuenta y otros asuntos más específicos. Sigue siendo una información apta para todos los públicos pero es posible que si eres un hombre no ligado al mundo sanitario, con esto ya hayas tenido más que suficiente. Podemos despedirnos aquí, vernos de nuevo en el bloque 5 (frenos y barreras mentales) o seguir adelante y convertirte en un mega experto en la materia. Ten en cuenta que podrás presumir en público de conocer “las necesidades del otro sexo”. Depende de ti.
¿Todas las copas son iguales?
No. Hay diferentes tamaños en el mercado en función de la vida sexual de la mujer, si ha dado o no a luz y su edad. Es importante elegir una que se adecúe a la situación vital de cada una. Además, basta con hacer una búsqueda en google para ver que en el mercado hay muchas marcas diferentes que se han subido al carro de su comercialización (yo solo he probado una, así que ni voy a nombrarla, ni voy a hablar ni bien ni mal de las demás porque no las conozco).
¿Cómo se usa? ¿Es difícil de poner?
Requiere un poco de práctica. Cada copa viene con unas instrucciones que explican en detalle la forma de hacerlo (vídeo que lo explica). Es posible que las primeras veces te sientas insegura o algo incómoda pero no desesperes. Recuerda cuales fueron tus sensaciones la primera vez que te pusiste un tampón. Algunas personas prefieren empezar a usar la copa en casa o en lugares en los que saben que hay baños que les dan confianza para después poder usarla más a menudo (en territorio hostil) cuando se sienten seguras.
Un detalle importante a tener en cuenta a la hora de ponerla la primera vez, es tener claro que no es un tampón y que no tiene un hilo para sacarla, por lo que no hay que introducirla tan adentro. Está diseñada con esa forma para no hacer daño aunque no se coloque tan al interior. De hecho, mientras se le coge el punto, es mejor dejarla un poco fuera que todo lo contrario.
¿Cuánto tiempo puede estar en el interior del cuerpo? ¿Cómo se extrae?
Algunos fabricantes hablan de que puede tenerse dentro un máximo de 10 horas mientras que otros prefieren que sea la propia mujer la que marque su límite en función de la cantidad de sangrado que tenga.
Para extraerla hay que introducir la mano y tratar de romper con los dedos el vacío que se produce dentro. Después se vacía en el váter o si estás en el campo, en la misma naturaleza. Se lava con agua y jabón si se tiene cerca o si no, se limpia con un papel o una toallita (recuerda que es solo sangre y que procede de tu cuerpo). Una vez que se haya vaciado y limpiado la copa, puede volver a introducirse de nuevo.
¿Cómo se guarda?
Se recomienda para mayor seguridad hervirla entre regla y regla. A veces en viaje no siempre existe la opción de poder hervirla. En ese caso, lávala todo lo bien que puedas con bastante jabón (si es un jabón neutro mejor) y sécala antes de guardarla. No te preocupes, la vagina no es un quirófano y tiene sus propios mecanismos de defensa. Cuando tengas oportunidad, la hierves y listo.
¿Qué pasa si se me queda dentro?
Si tienes la sensación de que no la puedes sacar alguna vez, no te asustes. Respira hondo. Dobla las piernas, colócate de “cuclillas” (esta posición reduce la longitud del conducto) y respira hondo muy fuerte mientras tratas de sacarla para ayudarte a impulsarla con tus músculos. La vagina no está conectada con el aparato digestivo ni con ningún otro así que puedes estar tranquila pensando que todo lo que por ahí entra, puede igualmente volver a salir.
¿Dónde puedo conseguirla?
A través de internet, en herbolarios, en establecimientos naturales, eco-tiendas y en algunas farmacias.
BLOQUE 5. FRENOS Y BARRERAS MENTALES.
Este último bloque vuelve a ser apto para todos los públicos. Después de todas las bondades que tiene la copa (haciéndola especialmente útil cuando estamos de viaje), cuesta un poco entender cuales son los motivos de que no volviera a comercializarse hasta los 90 y de que surjan nuevas preguntas al respecto:
Si no es nueva ¿por qué nunca antes había oído hablar de ella? Y sobre todo… ¿Por qué la primera vez que escuchas que existe, da un poco de “cosita”?
Parece lógico dilucidar por qué no se ha dado a conocer tanto la copa como los tampones. Obviamente al mercado no le interesa, ya que si se extiende masivamente el uso de la copa menstrual, muchas marcas se verían afectadas en términos económicos.
Cuando los tampones aparecieron por primera vez en España, hubo a quien aquello le parecía un alegato contra la pureza que la sociedad exigía a las mujeres. Se decía que podías quedarte embarazada, que podía disolverse dentro de ti, que perderías la virginidad… Comentarios que hoy en día nos harían reír a carcajadas y que demuestran que no todos tenemos la misma tolerancia a probar cosas nuevas.
Si has llegado hasta aquí y te interesa mi opinión personal, para mí, la copa ha sido un tremendo descubrimiento. La primera vez que oí hablar de ella me resultó raro. La primera vez que la usé, me la puse mal y la experiencia fue un desastre. Decidí repetir porque mujeres de mi entorno en las que confío, hablaban maravillas de ella. Ahora lo único que lamento es no haberla empezado a usar antes.
Puede ser que la copa sea para ti… o puede que no. Igual que hay mujeres que no se sienten cómodas con un tampón o parejas que eligen unos u otros métodos anticonceptivos en función de sus preferencias pero eso, solo puedes saberlo si antes te has animado a probarla.
Nota: si eres un chico, y has sobrellevado con interés este post, te mereces un premio. Por eso, te voy a contar brevemente las dos grandes ventajas que la copa también tiene para ti. 1- Imagina que estás de viaje por India y se acaban los tampones o compresas… ahora, imagínate el resto de la historia. 2. Si no estás de viaje, has de saber que ya no harás más el ridículo cada vez que vas al supermercado y ya en la cola para pagar, recibes un whatsapp que dice: “cómprame tampones”.
23 Comentarios
Hola
Desde hace varios meses necesito saber si es posible usar la copa cuando se tiene la t de cobre he leido que no x q puede mover la T alguien sabe? O la usa asi.
Hola Martc. Que buena pregunta. Te contesté por Facebook pero lo hago también por aquí por si hay más mujeres con la misma duda. Por lo que he investigado la T de cobre es un anticonceptivo que se coloca en el interior del útero. Por eso, en principio, no debería tener ningún problema de incompatibilidad con la copa menstrual puesto que esta se introduce al principio de la vagina. Es decir, un dispositivo no estaría en contacto con el otro a priori. Además para mantener relaciones sexuales hay que extraer la copa menstrual y en ese caso interferiría aún menos con la T. No obstante, lo mejor es que lo consultes con un profesional de la ginecología y ya de paso cuéntanos qué te dicen para que salgamos todos de dudas. Un abrazo!
Hola! Les cuento que yo tengo una T de cobre (DIU) y uso la copa, ya voy por mi segundo DIU y el primero lo usé junto con la copa por un año (luego fue momento de cambiarlo porque ya terminó su vida útil). Hasta ahora no tuve problemas. Cuando me la saco siempre tengo cuidado de apretar bien la copa para que entre aire y se rompa el sello.
Hola Jesi. Muchas gracias por ayudarnos a aclarar este tema con tu comentario. Un abrazo!
Hola a tod@s, queria compartir mi experiencia en este post, por si a alguien le sirve de ayuda.
Acabo de volver de un viaje de trabajo de casi un ano en un velero. Tenia que llevar un barco de Estados Unidos a Nueva Zelanda y llevando como pertenencia personal solamente una mochila. La copa es de lo mejor que podia traer conmigo. En algunos países los tampones y compresas son difíciles de encontrar, muy caros y ademas son bastante contaminantes para el medio marino. La copa me ha sido de gran ayuda. He tenido 0 problemas con ella. Y en un ano no he gastado un duro en tampones, compresas…y le habre ahorrado al medio marino un kilo de ruina plástica.
La verdad es que los océanos están demasiado contaminados y quitarles esa lacra seria de gran ayuda, así que si estas a favor de la copa, estaría bien darle la mayor difusión posible.
Muchas gracias Lucy por escribirlo.
SAludos
Hola Idoia. Tu experiencia sirve y mucho. Ni se me había pasado por la cabeza esa situación. En un barco es especialmente útil. No hay nada más horrible que ir buceando por el mar y cruzarte con algún regalito procedente de los vecinos. ¡Pobrecitos los océanos! Si supiéramos que mucho más de la mitad del oxígeno que respiramos procede de la fotosíntesis que hacen sus plantas nos lo pensaríamos dos veces antes de descuidarlos tanto. Contrarrestemos con información y difusión. Otro saludo!
Muy interesante Lucy ya no tengo edad de probarla pero seguro que lo hubiera intentado. Me parece un invento pensado por una mujer ¿no crees?. Cuantas molestias me hubiera ahorrado, me parece muy práctico.
Me gustan este tipo de entradas porque son SUPER útiles para las mujeres que viajamos, así que que no se escandalicen tanto!!
Yo me he comprado la copa y la verdad es que la primera intentona no ha ido demasiado bien, tengo que darle otra oportunidad porque nos vamos de viaje largo y me gustaría poder usarla y no tener que andar buscando tampones y demás en lugares que como dices al final puede que no haya o si los hay no sean los “mejores”. He leído tantas cosas buenas de la copa que tengo que darle otra oportunidad… ains lo que cuesta cambiar las costumbres en estas cosas.
Un abrazo!
Hola Silvia! Mi primer intento además de ser un desastre acabó al estilo de”la matanza de Texas”. Los detalles fueron entre escabrosos y cómicos. Así que no te desanimes porque cómo dices cuesta cambiar años y años de hacerlo de otra manera. Eso sí, si lo consigues como dicen otras chicas en los comentarios, es un camino de solo ida. Ánimo! Otro abrazo.
Jajaja. Me ha encantado cómo lo has explicado! La copa es genial! Pero para aquellas que quieran probar hay que entender que hay tantas marcas como preferencias (NO todas son iguales) Llevo más de dos años usándola y pienso igual que tú: por qué no la descubrí antes! Ni hablar de la libertad de nadar tranquila sabiendo que al salir no tengo que ir corriendo a un baño, hasta es cómoda para andar en bicicleta!
Cambia completamente la manera de ver la menstruación y entenderla.
Abrazo
Gaby
Hola Gaby! Yo solo he probado una marca (la que había en la farmacia) y conozco otra (que le regalé a mi hermana) así que desconozco las grandes diferencias entre unas y otras marcas “en propias carnes”. Muchas gracias por tu comentario y por tu aporte que puede ayudar a que alguna mujer a la que no le funciona le dé oportunidad a otro modelo. ¡Un abrazo y buenos vientos para impulsar esos bambúes!
Ya había escuchado sobre ella pero no leido con tanto detalle sus ventajas. Es una lástima que el interés económico de las empresas evite su expansión para mantener ingresos con sus tampones y compresas…
Y en cuanto a la 2da ventaja para nosotros! Me hicisteis recordar un viaje a Rumania, en una farmacia comprando tampones para en aquel entonces mi pareja… Menudo show, sin apenas entendernos porque no sabían inglés, las mujeres mirando… Como un tomate estaba yo (para aquel entonces tenía 22 años, ahora esa misma situación me habria dado igual)
Conclusión un post GENIAL.
Hola Daniel. Como ya le he comentado a un par de chicos que han dejado sus comentarios nos encanta leer que este post lo habéis leído también vosotros. 😉
Las grandes empresas tienen muchas influencias pero lo cierto es que por mucho que hagan, la última palabra la seguimos teniendo los consumidores y cada día tenemos más canales alternativos para informarnos. Estoy casi segura que si la copa se convierte en algo masivo las grandes marcas se engancharán también al carro y las sacarán de colores, con música o digitales si hace falta.
Me puedo imaginar la situación en la farmacia (jajajaja). Te cuento que yo viví una similar mientras hacía el vipassana en India. Como no se puede hablar, en una nota pedí si me podrían comprar tampones. No sabría muy bien cómo explicarte lo que me trajeron. Como eché de menos haberme dejado la copa en la caja a la que no teníamos acceso durante el curso… Madre mía.
La copa es lo más…. Como bien dices hay q tener paciencia al ppio pero es geeeenial!!!!
Yo ya la uso hace 4 años y cuando por algún motivo vuelvo al tampón lo hago porque no me queda otra pero ya no me gusta ni un poco…viaje de ida!
Me parece alucinante que esté en el mercado desde hace tanto y que en algunos ámbitos la sigamos viendo como “super novedad de vanguardia”. Menos mi abuela, que cuando se lo conté me dijo: “ojalá hubiera existido eso en mis tiempos” y se quedó tan ancha.
Tu abuela es una genia!!!! por el contrario algunas de mis amigas me miran con asco y yo lo siento por ellas… ellas se lo pierden 😉
Las “novedades” siempre cuestan al principio y a unos más que otros. Estoy segura que esta será la típica cosa que cuando seamos viejitas comentaremos. “¿Te acuerdas cuando llegó la copa menstrual?” Jajaja. 😉
Hola Lucy! Me ha encantado el post! Es maravilloso cuando habláis de experiencias viajeras pero a los que nos estamos planteando un viaje largo nos surgen muchas dudas, entre ellas estos temas, compresas, tampones, anticonceptivos, medicamentos, y una lista eterna… así que por mi parte también me encantan estos posts más “prácticos”, jeje…
Hola Silvia! Tienes mucha razón. Nos hemos estado resistiendo a publicar mucha información durante un tiempo. Hay algunos post dentro de la sección de UTILIDADES pero todavía nos queda trabajo en esa línea. Aunque queremos seguir manteniendo el foco de inspirar, cada día nos llegan más y más preguntas sobre estos temas prácticos así que creemos que ya ha llegado el momento de alimentar UTILIDADES. Trataremos de continuar con nuestro estilo aunque sean post más informativos pero tomamos nota y nos ponemos a ello. 😉
Lo he leído de principio a fin. 2 veces. Me he reído, asombrado, flipado y también emocionado recordando cuando mi hija me dijo el mismo día de su 14 cumpleaños, estando ella y yo solos, “tengo la regla”. Y no supe bien que hacer (yo, ella perfectamente).
Si hubiera conocido este artilugio y tus consejos, otro gallo hubiera cantado.
Eres un pozo de sabiduría.
Cuanta ternura madre mía. Las hijas podemos ponérselo más difícil a los padres que 20 comités de dirección esperando la campaña de Navidad (y en concurso). Me alegra ver que eres de esos padres que tienen la sensibilidad de leerse un post como este. Aunque eso, seguro que tu hija lo sabe perfectamente también. 🙂
Ja ja, muy interesante y eso que soy un hombre!! 😀
Igual por eso no han habido muchas exploradoras antes de 1932… ^_^
Este no es el primer post que se ha escrito sobre la copa menstrual y desde luego no será el último. Por eso cuando empezamos a darle vueltas al enfoque nos pusimos el reto de buscar alguna manera en la que el contenido pudiera ser interesante también para los hombres. Vosotros también tenéis parejas, hermanas, hijas, amigas… Así que nos ha gustado mucho leer tu comentario. Me dejas pensando con lo de las exploradoras, voy a investigar… 😉