Del 25 al 28 de septiembre // 21º // Otoño por fuera, pero no por dentro.

La ruta de la vuelta al mundo fue cambiando en varias ocasiones sobre la marcha pero dichas improvisaciones, siempre respetaban una máxima: la de perseguir el verano. Así es como 2013 se convirtió en “el año en el que siempre fue verano”. Fue verano meteorológicamente hablando y fue verano en tu corazón. Los cambios por dentro y por fuera que el viaje iba provocando en ti, te hacían vivir en un eterno día soleado. Incluso si tocaba pasar la noche tapado con cartones a las faldas del Tongariro en Nueva Zelanda, para ti era siempre verano.

osaka_algo_que_recordar_12

El primer otoño llegó a la vuelta. Otoño por fuera que también se coló dentro y que fue igual a shock cultural inverso que tú bautizaste como shock de vida inverso. Fue un otoño de melancolía, con sabor a dudas, a despedida definitiva y a algunos otros problemas que no vienen al caso pero que dejaron en tu cabeza la memoria de un otoño triste. Gris. Algoqueolvidar. Como en todo en la vida, había dos posibilidades a escoger: seguir viajando hasta el infinito persiguiendo el verano o afrontar un nuevo otoño a ver cómo lo llevabas. Un año después, haces un mix. Aunque vuelve a ser otoño y no puedes evitar saborear por un instante todo aquello, esta vez te pilla en Japón. Concretamene… en Osaka.

osaka_algo_que_recordar_1

Osaka, significa “colina grande” y es la tercera ciudad más grande del país. Tiene todas las posibilidades que ofrecen las grandes urbes, pero no es tan frenética como la mayoría de ellas. Se hace mucha vida en la calle y mucha inquietud artística amateur.

osaka_algo_que_recordar_6

Durante el día visitas el castillo de Hideyoshi que como es otoño, se convierte (bajo esa luz blanquecina que tanto molesta a las cámaras y algún que otro visitante de mirada sensible) en el castillo nublado de Hideyoshi.

osaka_algo_que_recordar_18

En los alrededores del castillo se juntan asociaciones de amantes de los animales para lucir orgullosos sus mascotas. Desde fanáticos de las aves, hasta familias en las que cada uno de los miembros pasea una iguana acorde a su tamaño.

osaka_algo_que_recordar_20

Por fin encuentras una shrine activa (santuario) en la que se está produciendo una celebración. Más allá del ritual estándar que te venías encontrando hasta ahora basado en: purificación con agua, lanzamiento de moneda, movimiento de cuerda-cascabel, seguido de reverencia, doble palmada y reverencia final; no habías visto ninguna celebración oficial seria.

osaka_algo_que_recordar_9

Subes a la noria del Hep Five y también te vas de miradores. Algunos son gratuitos como el mirador en Orix Honmachi, otros de pago (a los que no vas) y otros, tus favoritos… las últimas plantas de los altos edificios de oficinas en los que te cuelas a hacer fotos sin oposición aparente. Mientras vas de planta en planta en plan “Misión Imposible” (casi puedes oír la música en plan banda sonora), no paras de preguntarte cómo es que el que está vigilando las cámaras de seguridad no aparece por allí para pedirte que te vayas.

osaka_algo_que_recordar_13

El fin de semana lo inviertes en recorrer la calle comercial cubierta más larga de Japón Tenjinbashisuji (con 2,5 km) y la calle peatonal de Dotonbori que está llena de gente, tiendas y restaurantes en los que además de ver en los escaparates las tradicionales réplicas de los platos que uno va a encontrar dentro, hay corpóreos gigantes colgantes y “señalantes” de la especialidad del lugar.

osaka_algo_que_recordar_3

Entre comida y cena, lo mismo que caen las hojas de los árboles cae un tren de sushi a 100 yenes la pieza y un tremendo capricho que poco tiene que ver con la temporada… Podía haber sido un kilo de setas (que por aquí están muy baratas), pero es un legendario capricho que tenías por ahí clavado: un filete de Kobe (que no lo está tanto).

osaka_algo_que_recordar_7

La leyenda urbana habla de vacas a las que se les dan masajes mientras escuchan música clásica pero aunque sepas que no es cierto, esa carne sabe a vaca masajeada igualmente. Te traen hasta un marco que certifica que ese filete pertenece a una honorable vaca de Kobe para que no te den liebre por kobe.

osaka_algo_que_recordar_10

Las noches son para iniciarte en el arte del sake. Resulta ser un descubrimiento que poco tiene que ver con aquello que una vez te dieron a probar en España y que sabía a agua oxígenada. Hay todo un mundo detrás del sake: dulce, seco, viejo, caliente, frío… Este “vino de arroz” tiene tantas posibilidades como el de uva. Incluso los hay de patata o producidos de diferente manera en función de la zona… ¡y tú que pensabas que sake no había más que uno!

osaka_algo_que_recordar_11

Entre sake y sake, entre paseo y paseo, entre filete de kobe y comida del 7eleven… tienes que reconocer que te está gustando mucho el otoño. En Japón. Será porque este año, al menos por dentro, sí que está brillando el sol.

Autor

11 Comentarios

  1. Creo que cuando un lugar te atrapa, no importa si es época de lluvias, frío o sol, de todas maneras lo logras disfrutar. Excelente post Lucy =) PD. Si ganan el concurso de LAN, por favor nos avisan lo antes posible!!

    • A mí lo que me mola es decir el nombre de la ciudad como lo dicen ellos y creerme ninja: O-SA-KÁ. Cada vez que lo digo me da la risilla tonta. Así de simples somos.

  2. Nos da igual donde nos llevéis, si es verano, otoño o primavera, porque siempre vamos donde nos queráis llevar!! Genial post y genial frase final, nos alegramos! Que siga brillando por mucho tiempo.

    • Gracias Ali! Seguido de una fila gigante de caritas sonrojaditas. No las pongo para no dejar constancia de lo moñas que soy. Más besos!

  3. Osaka! Tuvieron que pasar 7 viajes a Japón hasta que finalmente visité Osaka. ¡Y me encantó! Ya he estado dos veces, siempre en el barrio de Namba (hoteles baratos –los business hotel–, montones de sitios interesantes –y baratos– donde comer, a poca distancia de Shinsekai y la torre Tsutenkaku –Staten Island en Japón!–, Den den town o Dotonbori. Es “otro japón”, nada que ver con Tokio. Gente ruidosa, calles sucias, atestadas, puestos callejeros y comida, comida en cada esquina.

    Ya tengo ganas de volver… gracias por la entrada!

    • Algunos de los que viven allí nos contaron que aunque sea una ciudad grande la sienten como un barrio. Eso sí, con lo que te gusta Japón no me apuntaré el tanto de que el post haya aumentado tus ganas de volver. Creo que esas ya las tenías de serie antes de leerlo 🙂

  4. Aish…el kobe, me quedé con las ganas. Pero viendo esta presentación y con el certificado… aish, de la próxima no pasa! 😉 ¿Qué tal la experiencia vacuna? Muuuuuuuuu-uuy buena? 😛

    • El filete está brutal. Nosotros pedimos uno para los dos (en plan ratillas). Nos lo comimos todo lo lento que pudimos. Algo así como: “mastica despacio que aquí van 1.000 yenes” y así con cada bocado. Fuera de bromas, en mi opinión es una carne buenísima pero en Japón también hay otras carnes deliciosas que no son tan caras. Con haberlo probado una vez me doy por satisfecha.

Dejar un comentario