Rasdhoo, 21 de agosto de 2016.
Es verdad eso que dices de que ahora aparecen “gorditas” por todas partes. Yo, de repente, con grupo nuevo y “guiando” por las “otras Madivas“, me estoy fijando en los niños. Concretamente en los niños maldivianos. Claro. Hasta ahora no lo había hecho nunca.
Ayer me senté en la playa para ver el atardecer y se me fueron los ojos detrás de tres de ellos que jugaban en la orilla. Parecía no importarles cómo el sol era engullido por el mar con las nubes como solemnes espectadoras. Total, todos los días pasa y nosotros tampoco nos quedamos embobados mirando un atasco en hora punta en Madrid. No es nada especial.
Estaban a remojo. Los tres. El juego consistía en soltar un trozo de corteza en el agua y chapotear con fuerza para, después de contar tres, buscarlo y cogerlo el primero. Y así, todo el rato. Ya está. No hacía falta más. Estaban encantados con un simple trozo de corteza de árbol. Sin pantalla delante de la retina. Sin sumar puntos. Sin preocupaciones por si se acababa la batería. Sin más.
Hoy he visto a una niña de unos tres años. Le estaba haciendo una foto imaginaria a su madre y a su abuela. Encuadrando con las manos. Y después de inmortalizar el momento, se guardó su cámara de colores invisible en el bolsillo y siguió a lo suyo cono si nada.
No deja de llamarme la atención, una vez más, lo educados y obedientes que son los niños asiáticos a pesar de estar supuestamente “menos civilizados”. Para tu tranquilidad, los niños asiáticos siguen sin llorar. Qué raro, ¿no? Si no tienen nada.
Algo que sigue pasando por aquí, es el partidillo de fútbol que tiene lugar en cada isla cuando empieza a irse el calor por donde ha venido. Hasta ese momento, un par de balones sin dueño esperan en el campo a ser pateados a cámara lenta. De la sombra aparecen grandes y mayores y se montan dos pachangas simultáneas. Supongo que el sueño inalcanzable de los más pequeños no es ser Messi, es jugar con los mayores. Se les van los ojos llenos de admiración. No parecen saber que ellos serán los mayores algún día y que jugarán con los mismos que están jugando ahora.
Hilando palabras y sensaciones, me viene a la cabeza aquella vez en la que, de mayor, quería ser maldiviano. ¿Recuerdas? Vuelven a aflorar pensamientos contradictorios. No parar de hacer para, algún día, poder no hacer nada.
Y así paso el rato entre grupo y grupo de viajeros. Filosofando en plan low cost sobre los niños, los derechos y las obligaciones. Cada vez siento con más fuerza que espero que ese Jorge que crece y te engorda de felicidad a base de patadas, sea un poco maldiviano. Tiene que poder entretenerse con lo que tenga. Saber jugar. Aprender a aburrirse y luchar contra ello a golpe de imaginación.
Y lo bueno… es que va a tener todo el mundo por delante para ello.
Sigue flotando Lucy.
La respuesta a esta carta, desde Madrid, la puedes leer aquí.
Lee la primera carta de esta serie escrita desde Sri Lanka y su respuesta desde Madrid.
14 Comentarios
Buenos días Chicos
Este viernes me voy a Maldivas.
Siempre que viajo , me acuerdo de los niños locales y suelo viajar con algún caramelo o chupa chups para dárselo y probar cosas distintas (balón de playa hinchable)
Como lo veis, vosotros que estuvisteis, sería una buena opción , o que otra cosa podría llevarles.
Slds. Berta
Que craks que sois escribiendo! Voy a tener que aprender como ser Maldiviano para poder irme ahí a vivir! Muy buen post Ruben! Hay una faltita ortográfica en la ultima frase del cuarto párrafo 😉 A todo esto, vi el cambio de la foto de portada y me surgió la pregunta: Ya vais ingeniando un logo nuevo? Tres cabecitas va a hacer de algoquerecordar mucho más tierno si cabe!
Saludos!
Gracias Daniel! Sí, ya estamos pensando en el nuevo logo. Es necesario, pero no queremos que nos pueda la prisa. Hazte maldiviano ya!
Pues no te creas que no lo pensé con algo más de fondo que una simple “coña” lo de hacerme maldiviano… Pensé algo así en plan: “”Y que requisitos tendrá el país para vivir ahí? Estaría way””
En fin un abrazo! ^^
Precioso post. Y si ahora piensas en niños, espera a que nazca Jorge… Recuerdo mi primer viaje tras el nacimiento de mi hijo (solo tenía unos meses). La salida fue triste, pero durante la estancia te concentras en el trabajo y, bueno, no es que te olvides pero lo llevas bien. Pero, al volver, fue ver a unos padres con su bebe en el aeropuerto y casi me pongo a llorar. Bueno, sin el casi. Un abrazo!
Si es que eres un tierno Germán! De alguna manera, con todo este tinglado nuevo de vida que nos estamos preparando, espero que no tengamos que separarnos mucho de él. Y sí… ya pienso más en niños. Qué cantidad de parques infantiles y tiendas de bebé hay por todas partes!!! Parece como si lo acabaran de poner todo de golpe
Que bueno leer algo así, para poder entrar de lleno como si se estuviese allí. Disfrutar de la nueva etapa en familia.
Un abrazo grande
Muchas gracias Andy!
Que bonito Rubén!!! Afortunados estos niños que viven así su infancia. Cuando era pequeña me pasaba las tardes de las vacaciones entre los ricos y las piedras de San Cristóbal. Nos íbamos a los charcos a jugar y tirar guijarros, hoy los pequeños de la familia están todo el día reclamando el iPhone para jugar,y los medianos, ni en la mesa dejan de usar el wasap. En fin, seguro que Jorge no va a tener ese problema.
Besos mil
Hay que volver a aprender a jugar ☺️
No me extraña que te entren todas estas reflexiones filosóficas, cada vez estamos más intoxicados en esta sociedad consumista en la que parece que si tu hijo no tiene el último smarthpnoe no será feliz. Yo me estoy planteando hacer una Pastoreta (https://www.youtube.com/watch?v=tB9XCsm6JOA– la explicación aquí http://www.elperiodico.com/es/noticias/tele/pastoreta-tele-5150039)
Replanteándonos la existencia. Pastilla roja o pastilla azul ☺️
Entonces os tenemos que felicitar, ¿verdad pareja? 😉 Zorionak! En efecto, la imaginación, la ilusión por la cosas simples y la inocencia son ingredientes fundamentales en el desarrollo y crecimiento de cualquier niño. Afortunadamente, nazca donde nazca y tenga la nacionalidad que tenga, la imaginación de este niño tendrá fuentes inagotables de inspiración con los lugares, cerca y lejos, que conozca en los viajes que hará de la mano de su aitatxo y de su amatxo ;). Y cuando el consumismo y la vida atroz en la que vivimos le intenten camelar y devorar, ahí estarán sus padres para poner un poco de orden y reclamar ese carácter y felicidad maldiviana. Sea como fuere, ya de entrada, será un niño afortunado ;). A disfrutar de esta nueva etapa, familia!
Esa es la idea! Lo cual, no deja de ser “una presión”. Idealmente y a priori, parece un gran plan. Un tipo de vida que te puede condicionar para el resto de tu vida y que, de alguna manera, haces contracorriente. Para muchos será una locura… pero bueno, en esta vida, hay que hacer lo que uno cree que debe hacer Gracias por el apoyo!