Actualizado 25/06/18
Sí, sí… como lo lees, el mismísimo “triángulo cultural”. Casi nada. Y es que así se llama la zona que empezaste en Kandy (no con muy buen pie) y continúa en Dambulla, Sigiriya, Polonnaruwa, Mihintale y Anuradhapura.
Cuenta la leyenda que tiempo atrás, existía un ticket de 50€ que tenía poderes. Con él en mano, podías acceder a todos “los lugares culturales” más importantes que habitaban en… “el triángulo”. Es decir, a las Ciudades Antiguas de Sigiriya, Polonnaruwa y Anuradhapura. Un oscuro día, alguien se dió cuenta de que aquello no era rentable y decidió hacer desaparecer el mágico ticket de la faz de la tierra para dolor y pena del mochilero low cost. A partir de entonces, entrar a cada uno de esos sagrados lugares, empezó a costar la nada desdeñable cantidad de 25$ o más por lugar. Eso, en un país en el que comer cuesta un euro… duele. Duele mucho.
Y aquí estás tú, que aún te acuerdas de los 5.000 escalones de Adam´s Peak… y el dolor de piernas que no solo persiste, sino que te está dañando el orgullo.
Inciso 1: ¡con lo que tú has sido subiendo y bajando montañas por el mundo! No había un treking que se te resistiera. Una piedra traidora que no esquivaras. Una cuesta que no desafiaras. Rejuvenecías a cada paso. Llegabas antes que nadie. Eras el Michael Jordan de los ascensos a volcanes antes del amanecer. Y ahora… ahora pareces recién salido del anuncio de “las muñecas de Famosa se dirigen al portal”.
Inciso 2 al respecto del final del inciso 1: sé que muchos estarán pensando lindezas del tipo… “qué viejuno”, “ahí va una demostración de salto generacional”, “¿el blanco y negro y Rubén son coetáneos? Y a todos los que piensan así diré que “sí”, que es cierto y que, pudiendo eludir voluntariamente este escarnio y mofa pública no poniendo dicho anuncio… me ha podido la tontería y la metáfora visual.
Sigamos…
Mientras das lástima por las calles avanzando a treinta centímetros por segundo, analizas la situación y piensas en lo que te va a costar la broma del triángulo, la cultura y las piedras amontonadas. Si vas a todo, te vas a dejar una pasta y… no es solo por la cantidad en sí, es por el fastidio interno que te supone que, siendo el coste de la vida tan barato, las entradas para turistas sean tan caras (los “esrilankeses” pagan 10 veces menos). Sí, es cierto… es una manera de mantener dichos monumentos y demás y los locales deben poder visitar lugares que son Patrimonio de la Humanidad y que tienen al lado. Lo sabes. has pensado en ello. Pero fastidia. Casi tanto como… ¡auch! Las agujetas.
Empiezas a tirar de conocimientos colaterales para decidir y recuerdas que te habían dicho que si hay que elegir, es mejor ir a Polonnaruwa que a Anuradhapura porque está mejor conservado. Por otra parte, leíste en algún lado que es mejor ir a Anuradhapura que a Polonnaruwa por ser más grande y monumental. Recuerdas que oíste en un hostel que si ya has visto muchos templos y ruinas en otros lugares… Sigiriya es la mejor opción. Y también caes en que te aseguraron que Sigiriya no vale la pena porque solo es una roca grande.
Con toda esta información sobre tu conciencia… recuerdas un desacertado comentario de una chica que conociste en Ecuador y que dijo que cuando fue a Machu Picchu no entró porque “la entrada era muy cara” y que “ellos se lo pierden”. Y tú te preguntas cuánto te costaría volver aquí de nuevo para ver algo que te dejaste pendiente porque la entrada costaba 25$.
Es en ese preciso momento… cuando decides ir absolutamente a todo (Dambulla, Mihintale y escalones de Sigiriya incluídos) para sacar tus propias conclusiones que prometes nunca jamás de los jamases decir a nadie.
Y fuíste feliz y comiste perdiz.
Inciso 3: sí, esto último también está pasadillo… pero no he podido evitarlo.
8 Comentarios
Hola, me voy en unos días a Sri Lanka, el domingo en concreto, y me ha pillado el toro y estoy con el itinerario muy flojo. Quiero visitar el triángulo cultural, yo tb todo, estoy de acuerdo Cn los demás! Pero me podéis aconsejar y orientar un poco: cuantos días necesito? Quiero verlo bien pero no tengo mucho tiempo, así q sin perderlo. Tb quería preguntar como os movisteis por allí, porq estaba pensando en la idea de alquilar un coche (con conductor) al menos para esa zona, para no perder mucho tiempo en desplazamientos
Ya me diréis! Muchas gracias!!!!!!
Hola Cristina… A ver, no somos mucho de organizar viajes para la gente. No somos ese tipo de blog. A nosotros lo que nos va es transmitir sensaciones para que si al que nos lee le llegan “bien adentro” y le apetece, se anime a ir a un determinado destino a hacer su viaje, no el nuestro. Dicho esto y como vas justa de tiempo, lo ideal para Sri Lanka son dos semanas. Con eso se ve “todo lo importante”. Nosotros lo hemos hecho en transporte público y conduciendo nuestros propios tuk-tuks. Si no tienes muchos días y te puedes permitir un conductor… bueno, es una opción rápido y seguramente no pierdas tiempo pero… te perderás cosas. También depende de “tu capacidad de sufrimiento y ganas de mezclarte con la gente local”. En cualquier caso, en una semana te puedes hacer Kandy, Polonnaruwa, Dambulla, Ella y Galle sin problemas. Te recomendamos utilizar el tren. Sobre todo, por la experiencia. Funciona bien desde Colombo a Ella aunque es lento. Solo de Kandy a Ella son casi 7 horas. De Colombo a Galle son dos horas de nada. Las vistas y todo lo que ahí ocurre tanto en uno como en otro, son de lo mejor que puedes hacer. Es cierto que los buses son lentos e incómodos… pero bueno, depende de ti. A disfrutar!!!
Compartimos al 100% esta política: si ya hemos llegado hasta aquí… habría que ver todo lo que apetece ver;) Y muy bueno, Lucy: primero intentar hacer la experiencia lo más barata posible, pero si no se puede… ¡no dejemos de vivirla por el dinero! Si no se gasta aquí, seguramente se gastará en alguna tontería ;)))
Cuántas veces nos dejamos condicionar por los pensamientos y opiniones de los demás, con lo bonito que es dejarse llevar por los de uno mismo.
Aunque debo confesar que un buen consejo como el vuestro siempre debe ser escuchado y considerado…. Jejeje.
Y la verdad es que en nuestro propio país, hemos dejado algunos lugares pendientes, quizás sea porque los sentimos cerca (pero también es cierto que pueden desaparecer! Como el Yasuní).
Pero luego de leer este post, caigo en cuenta de que ya no podemos hacer eso, así que, gracias a ustedes, he decidido que Guyana Francesa entra en la lista de nuestro viaje por Sudamérica!! (no creo que mis padres vuelvan a recibirlos jaja, no mentira, ellos también los extrañan).
Ojalá podamos visitar este enigmático país. Saludos chicos!
Bueno… dicen que está bien eso de dejarse cosas para poder volver pero, yo cada vez siento que esas ganas de volver, nacen de las emociones que te transmitió un país (aún habiéndolo “visto todo”). Así que, por si acaso… puede ser mejor no ir dejándose tantas cosas por el camino. Tus padres saben que sois muy felices así que, seguro que “no nos odian tanto”. Mándales un beso!!! Un abrazo para los dos.
Pues claro, hombre! Que a Sri Lanka todavía no llega la línea 5… Y si hay algo chulo y me lo he perdido por 25 dólares?? (me voy a grabar esto a fuego porque cuando esté por allí me vendrá esa pregunta varias veces, ya verás…)
Yo personalmente llevo una espina clavada con no habernos sacado la licencia de buceo en Tailandia en su momento. Lo vamos a solucionar pronto pero no vuelve a pasarme otra de esas. Así es como lo veo ahora: primero tratar de buscar la puerta de atrás (el descuento, la laguna, la mano amiga, el regateo, el intercambio. Lo que haga falta). Si la encontramos genial y si no pues a palmar la pasta como todo hijo de vecino. No hablo de pagar actividades sin sentido pero sí de preguntarse (como dice H. Zapp) “si no vinimos para esto, ¿para qué vinimos?”