… para aclarar algunas dudas.
Y esto empieza así: Qué dura es la vida del bloguero viajero… Quién me lo iba a decir. Lo que empezó siendo una especie de diario online para… quién sabe, releerlo algún día acariciando un gato (ay no… que los gatos no me gustan) en el salón de casa, se está convirtiendo en una responsabilidad. Te imagino un día más… recién llegado a la oficina, café en mano… con ganas de, antes de aguantar a clientes y proveedores, viajar un rato con nosotros… Te sientas delante del ordenador “a ver que me cuentan estos hoy” y… “oooooooooootra vez un lugar que no conozco de nada”, “oooooootra vez un post sobre gente maravillosa que te acoge en su casa y que serán tus amigos para toda la vida”. Te entiendo, si yo me canso de escribir sobre “lo mismo”, me puedo imaginar lo que tiene que ser leerlo. Lo dicho. Una responsabilidad. Así que, entre tanto post de lugares y personas… a veces hay que hacer algo diferente. Hablar de otras cosillas, vamos. Un poco de sexo, algo de cuánto cuesta esto… hablar de musulmanes… de españoles… Hoy, nos vamos a sentar tú y yo aquí culo con culo. Venga, tengo algo que contarte.
317 días después de que empezara todo esto… De tomar la decisión y embarcar un 1 de julio en aquel vuelo que habíamos reservado hacía tantos años atrás Lucía y yo sin aún conocernos. De sentarnos y cerrar los ojos en aquel asiento con escalofríos incorporados. De mirar por la ventanilla y ver cómo íbamos sin vuelta a Beijing sin saber lo qué venía detrás. Después de estos casi 11 meses, cuando ya llevamos 3/4 de viaje y sin querer estropear nuestro experimento “antes-durante-después”… me gustaría hablarte de sensaciones. Sí. Una vez más. De sensaciones ligeras. Amenas. Pasajeras. Así como para pasar el rato (que para eso estamos aquí)… nada denso, sino más bien tranquilo. Espera… que me voy a poner un algo cómodo y seguimos.
El caso es que te noto preocupado últimamente. Pensativo. Cada vez nos preguntas más a menudo cómo estamos de ánimo… cuándo vamos a volver… si estamos bien… Ya que insistes, te voy a contar cómo se ve “todo esto” desde aquí.
Desde aquí…
Desde aquí, nuestra vida urbana se ve lejana. Vana. Algo mundana.
No existen los “estoydelunes”, ni los “gracias por ser viernes”, ni siquiera los juernes.
Desde aquí todo se ve distinto. ¿Será por no tener a mano un buen vino? (Repite conmigo: tinto)
Se echan de menos muchas personas, algún animal y pocas cosas.
Recuerdo nuestro sofá, “su” manta y aquella taza.
Desde aquí, pienso en los amigos… en la familia…
En todo el que quiere que estemos allí pero sabe que estamos mejor así.
Gracias, gracias y más gracias.
Desde aquí veo que me fui con rabia… Con “los sueños claros”.
Con ganas de hacer el mundo pequeño. Para el recuerdo. Eterno.
Sí… es evidente: somos diferentes.
Nuevas costumbres, nuevas comidas, nuevas gentes… dan lugar a nuevas mentes.
Dos meses. Siete. Diez…
Cinco. Cuatro. Tres…
Cada vez menos para volver.
No quiero hacerlo, pero lo haré.
Lo haré porque eso de irse sin más… así… silbando…
Te llena de razones al volver de vez en cuando.
Desde aquí.
Donde la distancia “hace el cariño”.
Y entonces ahora es cuando dices… “joder, para no quererte poner intenso, no veas la que me has soltado”. Y tienes razón. Pensaba hacer una cosa y al final he hecho otra. Es lo que se hace por aquí… Improvisar. Lo que te da la gana, vamos.
Lo que quería decirte… desde aquí (ahora que estamos a solas tú con tu café y yo con “mi chicha”), es que no te preocupes, que estamos bien. Que esto, no es peligroso (tal y como se empeñan en meternos en la cabeza). Que dormimos mejor dejando descansar nuestros sueños de colchón en colchón, que tapándonos con la tupida rutina de nuestra cama de dos por dos. Que las horas de autobús no molestan… enseñan. Que no echo de menos mi armario repleto de ropa gris… me quedo con la poca de color que cabe en la mochila. Que tenemos más ganas que nunca de seguir este viaje y que ojalá, no se acabara nunca. Que conseguir hacer lo que uno quiere, no tiene precio… ni horario, ni fecha en el calendario. No sé si me explico…
¿Sí?
Ays… qué bien nos entendemos. Me gusta mucho hablar contigo así… “como de mi pa ti”.
31 Comentarios
No se si llorar y huir de aquí o quedarme, seguir leyendo y aplaudir.
Quédate por fi….:)
Rubén Lucía, Lucía y Rubén…les echo mucho de menos, pero honestamente no les siento nada lejos, porque me siento partícipe de este viaje, como muchos otros. Tengo ganas de verles, pero a la vez estoy muy orgulloso de lo que están haciendo. Ahora entiendo a mi madre cuando me dice “egoistamente me gustaría que estuvieras en Las Palmas, pero sé que eres feliz haciendo tu vida en Madrid”. Pues eso, adelante chicos!!!!!
Gracias Fer! Sí, algo de eso hay supongo. Si te digo la verdad… nosotros también somos muy egoístas y queremos que todos estéis ahí para cuando volvamos 🙂 Luego os podéis ir si queréis. Un abrazo!!!
Estoy contigo, nada es peligroso como nos quieren hacer creer.
¡¡A disfrutar!! Ya nos veremos en algún punto del camino 🙂
Ole. Y ya.
Ha hablado un viajero!!! 🙂
De acuerdo con Jose Agra, para mi esta experiencia es como mia. Me encanta encontrar ese momento para poder estar con ustedes, ¡¡¡me parece tan tan tan no se que!!!
Besos mil
Son muy afortunados.
Tan tan tan no sé qué… eso debe de ser mucho, eh Coco?! Gracias por estar ahí siempre. Tan incondicional. Nos das mucha fuerza para escribir y escribir. Un beso enorme!!!
Hola chicos!
Llevo siguiéndoos un tiempo y me encantáis.
Espero algún día vivir la experiencia de dar la vuelta al mundo como vosotros.
Seguid así!!!
Gracias Ana… Por cierto, no lo dejes pasar. En cuanto creas que puedes, vete 🙂
Y yo esperando que llegue fin de año para tener lo suficiente para emprender un viaje sin vuelta, ¡Las ansias me están por matar!
No te arrepentirás. Te lo prometemos.
Que gran texto!!! Enhorabuena chic@s!!!
Toca el alma del viajero! jejej Se entiende, se quiere y se hecha de menos ( para mi, de momento!) Esos preciosos momentos/sensaciones tan bien descritos en el texto y agradablemente acompañado por fotos!!!!
Mucha positividad y color por el camino siempre!!!! 🙂
Muchas gracias Rayssa. Sí, ante todo… positividad y color. Claro que sí!!!
Como una buena canción este blog ya tiene vida propia. Si, tenéis la culpa :). Estoy segura que está convirtiéndose en camino para muchos y ayudando a encontrar sentido, dirección y alas para volar por los demás = menos tiempo para tanto comentario. O sí hay tanto que decir y comentar pero castellano no es su idioma… 😉 Habéis impactado a mucha gente y nunca vais a conocer a todos pero si, tenéis la responsabilidad. La responsabilidad de continuar viajando, sintiendo, escribiendo, improvisando… Hasta la proxima!
Y qué ilusión nos hace siempre leer un comentario de una veterana de algoquerecordar. Qué sonrisa cada vez que “te vemos aparecer” con ese afinado y acertado punto nórdico. Seguimos? Venga… vamos allá Mia!!!
Increíble chicos, el poema es lejos de lo mejor que leí entre los viajeros. Lo voy a enmarcar y hacer un cuadrito!
Saludos,
Pela
Ay Pela, no me digas eso que se me bloquean las extremidades de las neuronas!!! Gracias!!!! Un abrazo.
Epsss. De volver, na de na.
¿O es que vais a dejarnos sin viajar virtualmente así como así? Podeis pasar cerquita de “esto”, arrimandoos a tablas, por aquello de oler los chiqueros… pero nada más…
Yo propongo que se cree una fundación que financie y prolongue ilimitadamente este maravilloso viaje.
Es lo que tiene ser bueno viajando… que genera adicción. Gracias
Jose… se nos acaba el presupuesto. Como no llegue un multimillonario que en vez de dejar su herencia al perro nos de un poco a nosotros… me parece a mi que… 🙂 Ah, y gracias a ti por estar siempre ahí. Perdón… aquí. A nuestro lado.
Una vez más me habéis hecho reflexionar mucho. La primera fue con El Síndrome, pero esto empieza a ser serio
Para eso estamos!!! Dentro de poco te leeremos por ahí… con ida… padre… y sin vuelta! Un saludo grande a Antonio y un beso para ti, Sara.
Me encantais, ganas de veros!
Estaría muy muy bien coincidir en Ecuador!!!
Jejeje que grandes!! Unas buenas risas frente a mi taza de cafe en esta gris oficina! Que os digo, pa lante chicos! Eso si! Ya me tomo yo el tinto que no podéis ustedes!!
Guarda un poco, que sabes que nos prometiste bien de vino a la vuelta!!! 🙂
Increíble chicos! Vaya nostalgia que me llegó con esas fotografías… En verdad espero poder conocerlos cuando lleguen a México, les invitaría con gusto un buen plato mexicano o unas copas. Saludos!!
Hola Miguel… nos encantaría compartir ese plato contigo y algunas risas pero, lamentablemente hemos tenido que cambiar de ruta. Por falta de tiempo y dinero… nos vamos a saltar México para hacerlo mejor y con más calma en otra ocasión. Será entonces cuando caigan esas copas una tras otra.
Y yo aquí hecha mierda atrapada en una oficina. Quiero huir!
Minerva… corre… no mires atrás… ya verás que bien te sienta!