Aunque ya sabías que ir a Machu Picchu era de uno de esos “imperdibles” de la ruta, no contabas con que “Cuzco no es sólo Machu Picchu”. En un viaje como este en el que normalmente te quedas dos o tres días en cada sitio, esta ciudad te secuestra durante quince días. Hay tanto que ver… Tantas calles por las que pasear… Tanta carga histórica que digerir… que a decir verdad, te quedarías un poco más.
Como no tienes prisa, tenías pensado ir de menos a más. Pero aquí, no hay nada “de menos”. Una vez recorrido el barrio de San Blas, reposado en la Plaza de Armas y comido en el mercado de San Pedro… empieza tu inmersión cultural para ver “qué es esto de los Incas” porque a decir verdad y puestos a ser sinceros, no lo tenías muy claro. Para ti, se trataba de una cultura extinguida… selvática… de hace… “muchos años” y que… si habían construído Machu Picchu, tenía que ser ciertamente interesante. Algunas marcas te habían “intentado vender” en alguna ocasión, el sabor de lo auténtico… la selva… lo aborigen… Y eso, es lo más cerca que habías estado de la cultura Inca o alguna similar.
Tienes que reconocer a estas alturas del viaje que estabas tan sumido en “tu mundo”, que desconocías el resto de él. Y aunque en ocasiones ese mundo tuyo se te venía encima… era pequeño. Muy pequeño. Llevas once meses reaprendiendo de nuevo. De geografía, de historia, de orografía… pero sobre todo, de costumbres y relaciones sociales. Cuando estabas sumido en tu día a día, no te importaba lo demás. Tenías tus prejuicios… “como todo el mundo de tu mundo”. En definitiva, hacías las cosas como había que hacerlas: “bien”.
Una y otra vez, las circunstancias del viaje y la gente que te has encontrado, te han ido poniendo en tu sitio. Aunque aún queda para hacer una reflexión final en cuanto a tu antes-durante-después, crees que tienes un poco más de perspectiva sobre “el resto del mundo” (a pesar de que has visto poco, pero bastante variado). Te ves un poco más tolerante, un punto más humilde y algo más comprensivo. El caso es que, llegas a Cuzco con tu autoproclamada “alma zen de mochilero” y… te vuelves a llevar una nueva sorpresa: “parece que por estos lares, no te quieren mucho”. Aunque tú naciste hace ya… ejém… cuarenta años, te recuerdan constantemente “lo que hiciste hace quinientos”. En tu “semicultura”, sabías que “los españoles” habían venido por aquí y habían arrasado con casi todo (como la mayoría de culturas y civilizaciones dominantes a lo largo de la historia, vamos). Pero no sabías que te ibas “a sentir culpable” cada charla que dan los guías sobre “lo que hiciste” ni que, con el paso de los días, cada vez que te preguntasen “¿De dónde eres?” ibas a responder con la boca más y más pequeña y bajando la cabeza “soy español”.
¿Cómo? ¿Que tengo que sentirme mal por decir “yoooo soy, españooool, españooool, españooool”? Pero… pero… a ver… ¡si somos muy majos! ¿Qué hay de la fiesta y la siesta? Nada. ¿Y el flamenco? No, no funciona. ¿La tomatina? Da igual. ¿Dalí, Picasso, Lorca…? Todos españoles… todos malos. Bueno, entonces habrá que sacar tu arma secreta… ¿y el fútbol?… Por ahí ya hay luz al final del túnel. Durante todo el viaje (otra lección), ya te habías dado cuenta de que a tu querida España, la conocen por el fútbol y poco más. Lo cual, no deja de ser doblemente triste. “No les gustas”, pero se ponen la camiseta de un equipo donde en la espalda pone Fabregas. Cosas incomprensibles que te encuentras por ahí. Llegado este momento, vas al Museo Histórico Regional y después… empiezan a caerte collejas a dos manos en el Museo del Inca Garcilaso y alguna patada alta por parte de los guías de Qorikancha que saben hablar en español, en inglés… y “en rencor”. Lo que más oyes es: “los españoles mataron a todo el que no quería convertirse… destrozaron todo esto y construyeron una iglesia encima”.
Otro día, después de visitar Pisac, Tambomachay, Qénqo y Saqsayhuamán, vas paseando por la calle y un espontáneo, al oírte hablar con tu acento basado en “la jota” te dice a palabra fría: “¿Ustedes son españoles? Lamentablemente no me gustan los españoles…” En ese momento… sumas esa lindeza a lo ocurrido el día anterior y te acuerdas de nuevo del recibimiento en Puno, lo metes todo en una olla… lo mezclas bien y… te das cuenta de que “se te empieza a pelar el cable”.
Llegados a este punto, pueden pasar dos cosas: que empieces a ver “malas intenciones y cuchillos por todas partes” y que todo, absolutamente todo lo que en cualquier otro país también te ha pasado y era… “curioso”, aquí te moleste tanto que no lo puedas soportar o, que hagas el ejercicio de respirar hondo un par de veces para no caer en la trampa fácil y darle la razón a los dos o tres… digamos… poco educados individuos que hay en todas partes. Sí, “en tu querida España” también. El caso es que venías con toda la ilusión del mundo a Perú. Por alguna razón era un país que además de por la comida, te atraía mucho así que… no quieres que se estropee la magia tan fácilmente. Vas a tener que hacer un esfuerzo. Al fin y al cabo, tú eres el que viene de fuera y sólo llevas una semana aquí. Decides “atacar de nuevo” y consigues interactuar con un peruano que vivió en Alemania pero que se volvió algo cansado del clima y de tanta frialdad. Después de tocar varios temas inocuos y alguna cerveza que otra… te dice en confianza: “bueno… los españoles son un poco racistas”. Este “gancho de derechas” te ha pillado con la guardia baja y piensas que, si el río suena, agua lleva. No quieres creerlo pero ya lo habías oído otras veces y si el rumor está tan extendido… por algo será. Tú estás pidiendo que te traten bien aquí… y está claro que en tu país, no se trata de igual manera a los de fuera. Y lo peor es que de eso, no hace 500 años.
Paseando por las salinas de Maras y por el increíble laboratorio agrícola de Moray en el que los Incas hace algo más de quinientos años plantaban todo tipo de productos y experimentaban cómo la temperatura influía en ellos construyendo terrazas circulares concéntricas a diferentes alturas… te acuerdas de algún que otro amigo o conocido que, en algún momento pasado (que no siempre fue mejor) te había dicho “a mi no me gusta Londres” o “no puedo con los vietnamitas”. Y tú decías “pero qué dices… si Londres es una pasada y Vietnam además de impresionante, se come muy bien”. Y es que, para bien o para mal, que un país deje un buen recuerdo en tu memoria, depende única y exclusivamente de las experiencias que vives en él. Experiencias que, normalmente… tiene que ver con las personas. Por eso, y aunque en Paraguay “no hubiera nada que ver”, te fuiste de allí tan lleno por dentro. Tan feliz. Con tantas ganas de volver. La realidad es que, incluso estando delante del lugar más increíble y maravilloso del mundo, todo se puede venir abajo si tienes la mala suerte de que te rodee un mal ambiente puntual o relaciones dicho lugar a una mala experiencia accidental.
Así que… mientras deambulas por Ollantaytambo y Chinchero, piensas que sí, que también habrá ocurrido que muuuuucha gente haya salido espantada de “tu querida España” porque ha dado con algún que otro… esperpento humano. Todo habrá dado igual… el jamón, el vino, la Alhambra, la Sagrada Familia, el Museo del Prado… Nada de “lo bien que se come en España, lo bonita que es y lo majos que somos” importará, si a esa persona que venía con toda su ilusión, sus escasos días de vacaciones y sus ahorros de un año para conocer tu país… no la hemos tratado bien entre todos. El recuerdo será malo si no le hemos ni mirado a la cara cuando nos ha preguntado una dirección, si nos hemos colado en la taquilla del teatro o no le hemos ayudado durante un minuto con la máquina del metro. O esa otra persona que, por el simple hecho de ser francés, rechazas entablar una pequeña conversación mientras tomas un café porque “al parecer”, sí o sí, te tienen que caer mal los franceses.
Con todas estas sensaciones encontradas y una gran dosis de “aquí no soy bien recibido” mezclada con “voy a tener que hacerme querer y seguro que sólo he tenido mala suerte”, te vas a hacer el Salcantay. Un trekking de cinco días que, subiendo de 2000 a 5000 metros, te llevará finalmente hasta Machu Picchu después 95 dolorosos e imborrables kilómetros. Allí conocerás a Nilton, probablemente el mejor guía que te ha tocado en los once meses que llevas de viaje (Jackie Chang mediante) y que mira tú por dónde… es peruano. Nilton te lo cuenta todo sobre el Salcantay, marca un ritmo para disfrutar… no para sufrir. Se para las veces que haga falta para hablarte de cada fruto, brote o animal que pueda resultarte interesante. Intercambia preguntas y respuestas sobre tu país… tu vida… y tus inquietudes. Un crack. Entre tanto y tanto, duermes en tienda de campaña bajo un manto de incontables y visibles estrellas. Asciendes casi sin aliento las faldas de cada una de las montañas que conforman la ruta y bajas laderas al son del riachuelo que te acompaña incansable. El paisaje te abruma. Te olvidas de todo, menos de lo que te rodea. Y cuando ya crees que no hay nada más que ver… llegas a Machu Picchu. Lo que puedas decir de las horas que pasas ahí sentado mirando, está de más… o de menos, según se mire y como ya mucha gente lo ha hecho antes, no es momento de volverlo a repetir. Y entonces… cuando todo es color de rosa… Nilton también saca su “menos mal que aquí no llegaron los españoles porque si no, esto no existiría”… ¿Tú también Brutus?
Te vuelves a Cuzco… en el tren… pensativo… e intentas llegar a alguna que otra conclusión… que probablemente no sirva para nada. Es cierto que “los españoles de entonces” la liaron muy parda. Saquearon, mataron y destrozaron maravillas (que ya quisiéramos que siguieran en pie hoy) con el único objetivo (excusa) de que “la religión con sangre entrase” (y el oro saliese). Es cierto que “tú no hiciste nada de todo aquello”. Es cierto que los guías están contando una realidad histórica como cuando estuviste en Vietnam y en los museos se hablaba de los americanos, en Hong Kong de los japoneses o en la República Checa de los alemanes. ¿A que no dolía tanto? No te importaba que al lado tuvieras un turista descendiente de tan malvados usurpadores… ni cómo se sentía… o que estaría pensando… Pero ahora, “como se meten con los españoles sí, ¿no?”
Sumido en un sinsentido de realidades y pensamientos encontrados, quedas con Willy. Un chico de 18 años que quería conocerte porque vio el “El síndrome del eterno viajero” (que, por cierto… aprovecho para decir que en estos momentos tiene 420.000 reproducciones en youtube y que estás en todo tu derecho de compartirlo para que la enfermedad se extienda aún más). A decir verdad, quedas con no muchas ganas de llevarte otra desilusión… otro puñetazo… otro desplante… Y te llevas otra cura de humildad más. Sentado frente a ti… ese chico que te buscó “a pesar de que eres español”, te dice que no puede más con los incas y que está cansado de que su país viva anclado en el pasado. Que quiere hacer todo lo posible por cambiar la situación. Que no le vale con que la gente presuma sólo de la comida, que no haya identidad y que sean tan recelosos de los españoles a día de hoy. Definitivamente, has tenido mala suerte con algunas personas con las que te has cruzado y no puedes negarles el saludo a aquellas que viven de “seguir dramatizando” y contando lo tristemente ocurrido en el pasado.
Una vez leí una frase “en mi otro mundo” que decía: “no pises a la gente cuando subes porque te la puedes encontrar cuando bajas”. En mi mundo de ahora, yo la cambiaría por algo así como “no pises a la gente cuando viene a tu país porque puede que algún día, tengas que ir al suyo” y añadiría un “y porque no está bueno” (como dicen por acá).
54 Comentarios
Hola, este post me ha fascinado y sin duda Perú sorprende a cada uno de sus visitantes, independientemente de la estación del año, es mucho más que Machu Picchu y estas cuatro visitas son ineludibles.
Maravillosa descripción de esta increíble ciudad, donde vivieron los incas. Excelente blog.
🙂
¡Felicitaciones! Tengo que decirte que me encantó tu post, todas tus recomendaciones son de gran utilidad.
Muchas Gracias por los consejos y te mando un fuerte abrazo!
Gracias! Nos alegramos de que te haya gustado. ¡Otro abrazo!
Hola Ruben,
Soy Peruana de Cusco, asi mismo soy Guia, creo que es un tanto exagerado toda la mención sobre “Españoles” nosotros mencionamos el tema debido a nuestra historia como tal debe mencionarse si o si, no podemos hablar o dar a nosotros nuestra historia sin mencionar hechos relevantes, así mismo quizá el énfasis que le damos al explicarlo sea el problema, pero somos una ciudad que recibe miles de turistas y siempre tratamos con cortesía a cualquiera de ellos por ser una ciudad que prácticamente vive de Turismo.
Hola viajeros. He leído vuestro viaje y sí, los españoles cometimos muchas salvajadas hace 500 años, pero no creo que todo fuese negativo, también hubo gente buena. Es mi manera de verlo después de haber leído muchas opiniones de un lado y otro. Creo que lo mejor que he leído es de un historiador ingles(no recuerdo nombre pero era famoso, ya que creo que murió hace unos pocos años).
Ahora mismo, llevo treinta y nueve años casado con una mexicana con la cual hemos tenido dos hijos y ahora también, dos nietas.
Gracias por todo lo expuesto de vuestro viaje.
Un saludo y enhorabuena por vuestro próximo bebe.
Pd. Cuando me case (en Mexico), pedí permiso a la iglesia porque no pude hacer el curso prematrimonial, y cuando me preguntó el sacerdote si tenía algún parentesco con mi futura. Me quedé mirando y le dije: ” pues no sé, porque como mi segundo apellido es “Cortés”, no sé si soy descendiente de Hernán Cortes
Hola Rafael! Claro que se cometieron barbaridades y claro que quedaron cosas buenas. En cualquier caso, 500 años después no somos ni culpables ni valedores de aquello. Hay que pasar página y, una vez más, intentar luchar contra las fronteras. Al menos, las invisibles que nos creamos nosotros mismos. ¿No crees? La anécdota de tu apellido es buenísima! 🙂
Asi como estados unidos se disculpo por la esclavitud por su deuda historica
España debería mostrar un poco de arrepentimiento por que enserio fue una MATANZA y son cosas difíciles de pasar por alto ,asi hallan pasado años y mas cuando la gente vive tan apegada a la tierra ven y sienten la tristeza en los sitios.
no son solo sitios para una foto como mucho turista cree y pasa de largo !
David, yo no soy quien para ir quitando y dando razones. Para juzgar. Para acusar. Se han hecho mil cosas mal a lo largo de la historia… y no solo fue/es España. Claro que se hicieron muchas cosas terribles hace 500 años… pero no seré yo el que paseando por Perú (gastándome el dinero, la curiosidad y las ganas por conocer el país y sus costumbres) vaya pidiendo perdón por las esquinas. Espero que lo entiendas.
Hola chicos. Me encanta su blog, fotos, historias, que nos muestren el mundo con tanto talento.
Con relación a la mala experiencia.Quiero atreverme a darles mi opinión, porque al ser latinoamericana también, al igual que estos peruanos que mencionan (pero soy medio colombiana y medio uruguaya), creo que entonces otra perspectiva puede resultarles valiosa.
El asunto con los españoles de hace 500 años es un asunto que está “mandado a recoger”. Algunas culturas tienen la mente cerrada y no evolucionan, se aferran al pasado con rencor sin solución. Esto para mi, los hace muy poco atractivos, nunca he ido al Peru y ni me siento motivada por esto (aun si la comida y el paisaje son imperdibles..)
Un pais lo hace es su gente y su actitud y apertura. Para mi y para muchos otros latinos, esta historia de hace 500 años ya pasó y hoy somos como somos, con otra cantidad de cosas buenas derivadas de esa historia.
Es absurdo y de ignorantes seguir señalando culpables. Culpables fantasmas porque ellos ya ni existen. Esa actitud es victimaria, no es una actitud de emprendedores y luchadores.
Totalmente de acuerdo. Se han hecho (y se siguen haciendo) muchas barbaridades a lo largo de la historia. Contra países lejanos, cercanos e incluso dentro de las propias fronteras. Evidentemente, no hay que olvidar las cosas, sobre todo, para que no se vuelvan a repetir pero… la gente… todas las personas que ni siquiera estuvieron allí y encima les pilla muy muy lejos, deben luchar desde sí mismo por crear un mundo mejor. Desde un “buenos días” y un “por favor”. Solo así, desde pequeños detalles se cambian grandes cosas. Perú fue un país que nos encantó en todos los sentidos y es una pena que, tan buen recuerdo, se vea un poco gris en la distancia por dos o tres personas aisladas.
Tines razón, y no hay que darle peso a la voz resentida, así siga dando alaridos…
Los animo a continuar con su positivismo siempre.
Hola, Lucía y Ruben. Hace poquito vengo leyendo su blog y hoy me topé con este post. Soy peruano. Soy soñador de viajes (todavía). Y ahora soy seguidor de ustedes. Je. Solo quería decirles gracias por este mensaje que, realmente, me parece constructivo y desalentador de rencores impostados que no sirven y que contaminan. (Solo me da un poco de pena esta experiencia). A partir de la lectura de este post, tengo muchas más ganas de conocerlos en persona algún día. Espero ese día para darles un gran abrazo. Mucha suerte.
Hola Edu. La verdad es que durante el mes que estuvimos en Perú, esto solo nos pasó en Cusco dos o tres veces y otra en Lima. En el resto de lugares, la gente fue maravillosa y el país, evidentemente, es increíble por su variedad y comida. En todos sitios hay personas que “no entienden” y se creen todo lo que les dicen. Lo importante es saber quedarte con lo bueno y ya está. Seguro que algún día nos cruzamos por ahí. Un abrazo!
Hola Rubén!
Lastima que hayas pasado llegando recién a Perú, pero como dicen más arriba: todo es por la educación. Y no solo por la de las escuelas sino la que se da en familia. Todavía existen resentimientos pero poco a poco espero que acabemos por eso. Felizmente no dijiste que eras chileno; también hay todo un tema con ellos por una guerra de hace ya varios años. En fin, tal como dices, debemos tratar bien a otros porque luego nosotros podríamos estar en su lugar.
Recuerdo cuando viaje a España, a Madrid y Barcelona para ser más específica, y me decían que tenga cuidado porque hay gente racista por allá. Pero al final me fue bien… también que saliendo de España y viajando por Italia y Francia todos pensaban que yo era española… será por la piel.
En finn… espero que sigas con tus estupendos viajes y narraciones.
En un año, solo una experiencia así no es nada. Además, entendemos que “es parte del show” que hay en Cuzco. Incas vs. españoles. Eso vende más. Y claro… hay gente que no distingue. En el resto de Perú nos trataron de maravilla y, en cualquier caso… el post era justo para que todos nos miremos dentro y pensemos si cuando estamos en nuestros países nos portamos bien con los de fuera. Nosotros los primeros. En España se han hecho muchas cosas mal a este respecto. Un beso enorme!
Es cierto¡ es inevitable que a uno le pase algo así de desagradable cuando se encuentra en el camino a personas que no sé si son exactamente ignorantes,intolerantes, o maleducadas.¿Que culpa tenemos los españoles de hoy lo que hicieron nuestros antepasados? No entienden que si un visitante sea español o de cualquier otro lugar, va a su pais es porque quiere ver, sentir,oler,degustar,conocer,etc, todo lo que el pais y sus gentes le puede ofrecer ya sea material,espiritual,cultural,emocional,etc.Por desgracia esto existe en todas partes. Incluso en españa tenemos ignorantes y maleducados. Como bien se dice, que bueno seria que todo el mundo pudiera viajar y ver más allá del cascarón en el que vegeta durante toda su vida. Saludos y buenos viajes.
Efectivamente pasa en todas partes. Puede que en España incluso más… pero que “no nos demos cuenta”. Se dan cuenta los que vienen de fuera. Por eso es tan importante viajar. Para valorar lo que tienes, lo que no tienes, lo que eres y lo importantes que son los demás. Un abrazo Juan!
Hola Ruben
Cordiales saludos desde Santiago de Chile.
No hace pocos días que leí tu blog, gracias a una amiga que me publico el síndrome del eterno viajero.
Soy Peruano, Nací en la provincia de Huanuco, pero me crié en Lima entre diferente tipos de clases sociales.
Desde muy pequeño me gusto viajar, y así fue que conocí gran parte de mi país.
El año pasado viaje a Cusco con finalidad de conocer una de las maravillas del mundo, y termine por quedarme 1 año.
Exactamente como dices Cusco no es solo Macchu Picchu y en realidad es un lugar que te atrapa con tantas cosas maravillosas que puedes ver en el camino.
Como dices en cuanto al antes-durante-despues, Cusco te vuelve un poco más tolerante, un punto más humilde y algo más comprensivo.
Y no se trata que odian a los españoles y muchos menos de que hay racismo.
En el Perú la educación es mediocre y mas aun si es en las provincias, las personas que tienen dinero ellos tienen buena educación mas no lo que son campesinos.
Los guías o personas que te tocaron en el camino tal vez no saben expresar los acontecimientos que sucedieron en la historia prehispánica aunque cuentan mucho sobre las historias y que los españoles… etc.
Como digo ellos simplemente lo cuenta porque es prácticamente su trabajo “guía” aparte que no es mentira sino la verdad.
Pero la población en general te ve mal por ser español?
No, pasaron mas de 500 años y la generación de ahora no tiene ese resentimiento, pienso que en Peru así sea de otros país “X” te van a tratar de la misma manera, siempre amable, queriendo ayudar en todo y muy buenas personas.
Donde estoy ahora si puedo decirte que es el país donde mas racismo existe, por tener el color de piel diferente, por ser de otro país? como: Perú, Bolivia, Colombia, etc. Pienso que el racismo es en general a Sudamerica, y me pregunto donde están ellos?
Bueno…
Regresando al tema, siento mucho que siempre te hayan tenido que recordar el pasado, es la primera vez que escucho habiendo vivido en Cusco 1 año, tuve amigos españoles de ciertos lugares y nunca me mencionaron tal cosa.
Pienso que mas hablaste con guías lo cual siempre van a contar lo mismo, pero se que no lo haces por racismo sino por la ignorancia.
Me siento avergonzado por lo sucedido.
Buen viaje, muchos éxitos en el camino!
Paz!
Hola Sadi, gracias por tu mensaje. Entiendo que, de alguna manera, te haya dolido el post. Pero de verdad que no debería ser así. Lo escribí por un cúmulo de sensaciones vividas y, si lees el resto de post relacionados con Perú, la cosa cambia. Como dije en su momento… en todos sitios hay… “gente poco acertada en el trato” (en España también y te lo digo yo que soy español). El caso es que, veníamos de muchos países en los que el trato había sido, sencillamente maravilloso. En Perú, concrétamente en Cusco, no fue así y así lo conté. Como también he dicho en otras ocasiones, las sensaciones que te llevas de un país (más que con lo que ves) tienen que ver con la gente que te encuentras y las experiencias que vives. En el caso de Cusco… sí, los guías son excesivamente duros en sus apreciaciones. Entiendo que viven de ello y que su discurso es más grandilocuente… eso no evita hacerte sentir mal. En ningún otro sitio me había pasado que, a la pregunta “¿de dónde son ustedes?”, me llegara a sentir mal por decir “soy español” porque en varias ocasiones les seguía un “ah… ya… español”. Y esa sensación no sólo ocurrió con los guías. Hay casos concretos que no vienen al caso. Según subíamos hacia el norte de Perú, la cosa fue cambiando. Como digo, generalizar es injusto… pero nuestra experiencia fue esa. Por ejemplo, nosotros hemos estado casi cuatro semanas en Ecuador y hemos tenido un muy buen trato y ninguna mala experiencia. A una familia viajera amiga nuestra, les acaban de robar en un autobús una mochila con el ordenador, la cámara, los pasaportes… Sí, es cierto, eso te puede pasar en cualquier lugar y siempre hay que tener cuidado con las cosas pero… les ha pasado en Ecuador y va a ser muy difícil que no les quede un pequeño mal sabor de boca por ello. A nosotros, sólo nos ha ocurrido en un año de viaje sentirnos algo incómodos por ser españoles y ha sido en Perú. Eso no quiere decir que a otros españoles que vayan les ocurra. Seguramente no. Y alucinarán con un país tan bonito y sus comidas. Que no te siente mal Sadi, pero yo mismo soy el primero en reconocer que en España nos hemos ganado cierta y merecida fama de racistas en los últimos años (no hace 500) por culpa de unos cuantos (crisis mediante). Es así y no diré que no ha ocurrido. Lo que nosotros intentamos hacer, es luchar contra ello y cambiar esa imagen haciendo lo mucho o poco que podamos. Un abrazo enorme!
Felicitaciones nuevamente!!! los sigo aunque esporádicamente les escribo. Viajar tiene muchas connotaciones, tantas como querramos, y al hacerlo descubrimos nuestra personalidad y vemos que finalmente como personas somos muy semejantes, sentimos, pasamos por situaciones que nos hacen crecer, tenemos temores, que finalmente aquí y en China (como decimos en México), somos iguales, las mujeres pasamos por situaciones similares y no nos escapamos de nuestra tarea histórica de criar a los hijos y ser piedra angular de nuestra familia.
Un fuerte abrazo y muchísimas gracias por compartir sus hermosas experiencias, por movernos a sincerarnos con ustedes, por establecer un marco de confianza por esa idea genial que han tenido como eternos viajeros!!!! Gracias.
Cierto Bertha, cierto… somos más iguales de lo que pensábamos. Con más o menos comodidades, pero sintiendo de la misma forma. Gracias a ti!
Rubén, de todos los artículos tuyos que he leído, hasta ahora, este es el que más me ha gustado; y es quizás porque me siento identificada con él, por punta y punta. Por un lado como latina, no dejo de reconocer el gran daño que nos hicieron (los españoles de la época, no ustedes) hace 500 años atrás. Sin embargo, en el caso de mi país Colombia, el hecho de que aún hoy algunas empresas españolas nos mantengan “colonizados”, realmente no es culpa de ustedes, sino de nuestros gobernantes corruptos y el pueblo mismo que los elige. De mi parte es imposible no echarle madrasos (mentalmente) a los españoles y europeos en general, que vienen en busca de nuestras niñas negras prostitutas de las ciudades turísticas (como Cartagena por ejemplo), y no precisamente para hacer algún documental; pero en eso también somos culpables los colombianos. De otra parte, como colombiana también me toca cargar con la mala fama de las drogas y el narcotráfico, los grupos armados, el atraso, y otras tantas cosas más. Es muy triste que nos reconozcan por cosas así, y me toque decirle a la gente en el exterior, que tenemos un nobel de literatura cuyas obras han sido traducidas en casi todos los idiomas; que tenemos dos mares, y somos el país con la mayor biodiversidad del mundo (después de Brasil). Creo que no deben sentirse tristes por cada mal comentario que hagan de los españoles, sino animados. Animados a cambiar la cara de España por cómo se comporten ustedes, porque ustedes son un pedacito de ese país en cada viaje. Yo he conocido españoles queridísimos que son totalmente opuestos a los que se dice de los demás; y también he logrado cambiar la imagen de mi país, por como soy cuando viajo, y lo mejor es que he dejado a más de uno inquieto, por venir aquí. Espero que ustedes también quieran conocer este lugar. Abrazos!! PDT. Si vienen, deberían conocer el mejor vividero del mundo (Barranquilla) me avisan y nos tomamos algo. 😉
Hola Karen… muchas gracias por tu mensaje. Sin duda, no estamos acostumbrados (nadie, en ningún lugar) a mirarnos a nosotros mismos. Es mucho más fácil “ecahr la culpa” a los demás de lo que sea. No nos sentimos tristes por los comentarios negativos recibidos hacia los españoles. Sí que es verdad que nos pilló desprevenidos y nos hizo pensar. En las cosas que se hacen mal… en todas partes. En las ideas prefabricadas que nos meten en la cabeza. En los prejuicios que “debemos tener”. Eso sí que es triste. Nosotros no queremos ser “un ejemplo”. Queremos “ser”. Y que todos los demás sean… no parezcan (y no padezcan). El 99,9% de la gente con la que nos hemos cruzado ha sido maravillosa con nosotros. Lo hemos dicho 199 veces en los 200 post que llevamos ya… y una hemos dicho que “no nos hemos sentido cómodos”. No somos viajeros superpoderososo a los que todo les sale bien y lo decimos (nos perdimos en la jungla… nos mordió un perro…) Son cosas que pasan. Queremos que la gente se anime a viajar. Les decinmos que “sí, que se puede”. Que es facil. Y les contamos todo lo bueno que nos pasa y que, de vez en cuando… hay alguna piedra en el camino. Lógico y normal. Es más… probablemente… y visto lo visto, la experiencia para un viajero en España, no sea tan buena como la que hemos tenido nosotros en la mayoría de países en los que hemos estado. Dicho esto, tenemos muchas ganas de ir a Colombia. Es uno de los paises-sueño de Lucía y su meta (curiosamente), es Barranquilla. No dudes que nos encantará tomar algo contigo cuando estemos por allí. Un beso… y gracias.
Karen!!!! Barranquilla nos espera para seguir tratando de eliminar esos prejuicios con los que tenemos que vivir 🙂 me muero de ganas!!!
Hola chicos, mi nombre es Alhelí, soy mexicana y los sigo desde que una amiga me compartió el Síndrome del Eterno Viajero, debo decir que soy super fan de su forma de contarnos sus sensaciones y sus experiencias.Su post en especial me ha llamado la atención, pues cuando era mucho más joven, sentía mucho rencor hacía los españoles por lo que le habían hecho a las culturas de mi nación, pero bueno uno crece, lee y comienza a comprender que nada tienen que ver los españoles de hace 500 años con los de ahora, bueno entonces te desapegas un poquito de la historia oficial, y comienzas adentrarte con la real y también te das cuenta, por lo menos en el caso de México, que la culpa de la destrucción de grandes obras y del relego que han sufrido nuestros indígenas se debe no a los españoles que colonizaron, si no a los mismos mexicanos que no se reconcilian con su pasado indígena, con su herencia mestiza y demás.
Creo por otro lado que el racismo si se deriva de la ignorancia, lo mismo que la falta de respeto. Y bueno como decimos por acá “cada quién habla como le va en la feria” pero para hablar de repente hay que ir. Un saludo enorme y la mejor de las vibras en lo que reste de su viaje.
Hola Alhe… si a ti te ha gustado nuestro post, a nosotros nos ha encantado tu mensaje. Nos alegra que tú también tuvieras tu cambio interior… que se notará por fuera. Gracias por leernos y por viajar con nosotros a ratitos.
Gracias a esta familia numerosa que no entiende de distancias ya sabemos que este síndrome es muy contagioso. Espero que sea hereditario también.
Bueno la suerte que tenemos los Canarios en Latino America es que no nos reconocen como españoles al hablar.
Suerte o no!
Un abrazo chicos!!
Aysss… es que como me crié en Barcelona, nunca tuve el acento canario que tiene el resto de mi familia, ya lo sabes. El caso es que no deberíamos de “tener que escondernos” ni todo lo contrario. No me gustó la sensación de, a la octava vez, no querer decir de dónde era, la verdad. Que conste que esa sensación, sólo pasó en Cuzco. Otro abrazo de vuelta.
Hola, soy Colombiana, y conozco en primera persona lo que es ser estigmatizado por tu nacionalidad, los españoles también conquistaron Colombia de la misma forma ya hace años, y hoy en día aun muchos compatriotas que han ido no han sido muy bien recibidos. Viajar es un antídoto para la intolerancia social, es por eso la importancia de su labor compartir y concientizar, tal vez si americanos y españoles viajáramos mas hace años que estos prejuicios se habrían olvidado.
Toda la razón del mundo. Nada más que añadir.
¡Qué buen post y qué buenas fotos!
Por supuesto, el rencor hacía los españoles se aprenden en las clases de história. Seguramente, el guía tenía razón al decir “menos mal que aquí no llegaron los españoles porque si no, esto no existiría” – porque será verdad.
La história de Perú y de Sudamérica en general influenció el desarrollo posterior y por eso culpan hasta hoy los colonizadores. Ahora bien, mantener un odio desde hace 500 años no tiene sentido. Es una pena que lo trasladen a los españoles de hoy.
Como es una pena que los españoles – muchas veces – sigan considerandose superiores a los sudamericanos y sean despectivos, mal educados e incluso racistas.
Tu conclusión es grande: “no pises a la gente cuando viene a tu país porque puede que algún día, tengas que ir al suyo”.
Los prejuicios, son fruto de la ignorancia.
Sin duda, como digo en el post, gente… “poco educada y sin cerebro” (por decir algo), hay en todas partes. Aquí y allá. Quería transmitir el desconocimiento que tenemos de que hay sitios en los que no somos tan bien recibidos y claro “eso no gusta”. Pues mira… si eso no gusta… ¿por qué no empezamos por intentar tratar un poco mejor a la gente que viene a nuestro país? Lo dicho… hay que viajar más.
Guauuu vaya forma de escribir..de a poco con las historias esto se hace un libro! Y de seguro de ser así un best seller..me encanto que dentro de todo lo contado allás nombrado a Paraguay!! Que grande son!!!! Que sigan adelante!!!! Yo de momento muy bien en Madrid!! Osea aquí tienen sopa y chipa si se les antoja!…
Cuando vayamos para allá… queremos esa sopa y esa chipa!!! No vale esconderse!!!
Vaya, parece que las cosas no han cambiado… Allá por los ’90 en el aeropuerto al llegar a Perú solo registraban (y con mucho detenimiento) a los turistas españoles…
Creo que es el país de latinoamérica donde más culpable se siente un español. Bueno, en Mexico también me repetían constantemente la infamia española. De hecho, poco menos que me (nos) acusaban de la situación actual, como si la oligarquía, la corrupción, los narcos, etc., no tuvieran nada que ver.
En fin, lo entiendo, pero creo que hay actitudes más constructivas a estas alturas… sin pretender defender la actuación de los españoles hace 500 años, claro, que fue una barbarie (igual que romanos, vikingos, chinos, etc., etc)
La verdad es que en ningún otro sitio me había pasado. Eso de sentirme culpable de algo que no sólo no he hecho, sino que fue hace mucho tiempo y que además, también me parece fatal… no es plato de buen gusto. Pero bueno, siempre hay que mirar un poco hacia uno mismo y ver qué hace mal también (a día de hoy). Cambiar “esa percepción del pasado”… puede empezar en el presente.
jajajajajajajaja
LO CONSEGUÍ, CONSEGUÍ PUBLICAR !!!!!!
Hoy es un día grande !!!!!
Por fin te tenemos entre nosotros!!!
Hoy es un día muy grande para este blog y para el mundo mundial!!! Contentos de tenerte dando caña por aquí 🙂
A ver, dos cosas:
– Entiendo a estos peruanos que odian al español, me explico, yo tengo un odio feroz a todo lo italiano, los romanos nos invadieron y me siento asqueado por ello.
Del mismo modo odio a los fenicios, nos arrasaron por el levante español.
Odio a los noruegos porque los vikingos desde el 844 A.D sitiaron Sevilla, Gijón ,La Coruña, Cádiz ,Córdoba y al final les echamos de Pamplona !! Lógico que en estas ciudades cuando ven a un tipo alto, rubio y con los ojos azules le tiren piedras, lógico…
Les entiendo a estos peruanos, claro que les entiendo!
El tiempo no borra el pasado!!!
De hecho en mi casa somos muy Neanderthal (Homo neanderthalensis), y eso de que el Homo Sapiens, hace unos 230,000 años, nos quitara del panorama mundial, eso!…eso nos saca de quicio.
En fin, Pilarín, que vaya tela con los peruanos que no evolucionan…
– La otra cosa que tengo ganas de deciros, hace tiempo… ENHORABUENA por vuestra aventura!!!!!!!
Nos veremos en Madrid pa tomarnos unas frescas!!!
ABRAZOS no racistas
Pues lo mismo pasará en Catalunya. El govierno español quiere españolizar a los catalanes sin entender que tenemos otra cultura, otra lengua y las quieren hacer desaparacer. Siguen con la misma filosofia que hace muchos años. Por suerte de forma pacífica los catalanes no lo vamos a permitir. Siento hablar de temas políticos en tu post pero al leer los sentimientos que tienen los peruanos son los que nos estan haciendo tener a los catalanes. Y yo no tengo nada en contra de España siempre y cuando me dejen ser catalanaUn saludo y decirte que me gusta mucho tu blog
¿El gobierno español quiere españolizar a los catalanes?
Ya!…chaval ya, ya os vale con tanta demagógia barata, no sabéis ni lo que decís.
Cataluña tiene la misma historia que puede tener Badajoz, Alpedrete, Segovia o Córdoba, ni más ni menos, y TODO es España.
Identidad propia, menuda paja mental tenéis chavales, qué comida de tarro tan nazi os han hecho.
Identidad propia….sí chaval, sí
Por cierto, ¿ a ti, quién no te deja ser catalán ?
Tengo familia en Cataluña, nacida allí, y se sienten catalanes como mis primos de Sevilla son sevillanos.
Mis primos de Sevilla no necesitan ser SÓLO sevillanos para sentirse sevillanos, se sienten españoles y sevillanos, una cosa no quita la otra.
Me guataría, de todos modos que nos dijeras QUIËN no te deja ser catalán, porque toda mi familia catalana JAMÁS ha tenido ningún problema con eso.
Por cierto, tú que edad tienes?
Yo soy canario. Mi padre era catalán y yo me crié en Barcelona. Le tengo un cariño especial a esa ciudad. Siempre quiero volver… vivir allí de nuevo. Por eso… cuando oigo hablar de esto, sencillamente… desconecto. Curiosamente, hoy, en Vilcabamba, nos ha vuelto a pasar. Nos hemos cruzado con una chica catalana que llevaba de viaje dos años y de lo primero que nos ha hablado (en lugar de su viaje y sus experiencias) es de la independencia catalana como si no hubiera nada más importante. Lo respeto, pero ni quiero entrar a discutirlo ni a comentarlo. Otro saludo de vuelta y también te digo me gusta que te guste nuestro blog. Espero que sigas por aquí 🙂
Pues yo entiendo a esta chica. Estamos viviendo en un momento histórico ya que si logramos tener la independencia habrá otro país a visitar (Catalunya) con otra lengua, otras tradiciones y otra forma de vida a la española y la gente viajera es lo que quiere ver, otra cultura y tradiciones diferentes a la suya. Por cierto Jon soy una mujer de 39 años ya que lo preguntas.
Unos soñamos con un mundo con cuantas menos fronteras mejor y otros todo lo contrario. Curioso…
paso de ensuciar este blog gastando el tiempo hablando contra una pared nacionalista.
Como dijo Unamuno, el Nacionalismo se cura viajando.
Viva Cataluña, Andalucia, Galicia y las demás regiones españolas!!!
Abrazos Ruben y Lucy, siento este mal asunto.
Nada de mal rollo. Estaba claro que el post iba a generar debate, pensábamos que de otro tipo pero debate al fin y al cabo 😉
El estigma del “español colonizador”….:( que pena que en ocasiones se mezclen cuestiones históricas de antaño con la visita de un turista. Yo soy de Argentina, y ese es un tópico presente también, un tema que se acentúa en regiones con profundas raíces y presencia indígena. Ahora bien, ¿que tendría que sentir yo como argentino por como han tratado a las culturas originarias los últimos 200 años de gobiernos argentinos?, e imagino los de tantos gnos. de sudamérica…poco menos que verguenza…es un tema complejo y que necesita salirse de los tópicos… aún hoy lamento decir, poco ha cambiado en términos de reparación con las culturas originarias, espero puedan disfrutar como merecen y que sea todo una anécdota…
Sin duda es un tema complicado. No viajar… es no entender… es no comprender… es no ver más allá. Encerrarte en tu mundo y creerte todo lo que te dicen sin formarte tu propia opinión conociendo otras costumbres y otras gentes que no son tan diferentes a ti (en lo realmente importante), también. En cualquier caso… la realidad “supera a la anécota” (positivamente). Un abrazo.
Decirte que cada día escribes mejor! no es la primera vez que os escribo, la primera fue para ofreceros hospedaje si pasabais por Santiago de Chile. Has conseguido que no me sienta “un perro verde”, vamos, no sentirme rara con el tema de “los españoles colonos” y del sentimiento de culpabilidad! Aquí de vez en cuando nos cruzamos con más de uno que nos echa en cara lo que españoles hace 500 años hicieron, y no les quito la razón. El problema es que el español de España, ni se siente culpable por lo que pasó, ni es consciente de ese odio que hay a este lado del charco hacia nosotros. Pero lo que si es verdad, que esta cura de humildad es una de esas cosas que no tenías prevista aprender cuando decides salir de casa y experimentar cosas nuevas. A veces me pregunto si era mejor seguir siendo como antes, inconsciente e inocente. Aunque no puedo fingir lo aprendido, se me sigue llenando la boca al decir “yo soy español, español, españollll