Del 9 al 14 de mayo // Temperatura: 25º-29º // Panza de burro con ratitos de sol.
Después de casi 11 meses de comida callejera mezclada con algún caprichillo culinario gracias a tus amados mecenas, a tus couchs y algún generoso espontáneo que te has cruzado por el camino, ya eres casi un experto en lo que a street flavour se refiere. Eres capaz de detectar un mercado central con los ojos cerrados u oler un aceitillo de fritanga, una parrilla o un horno de empanadas a varias manzanas de distancia.
La comida callejera tiene sus ventajas. Es barata, te la sirven rápido, compartes espacio con los lugareños y en contra de lo que muchos puedan pensar, suele ser muy fresca en puestos con mucha rotación. De momento, toca madera, no te ha causado ningún problema de salud así que mala mala no es. Pero claro… es cierto que tiene sus limitaciones. Llega hasta donde llega. En algunos países como China, da mucho de sí y en otros al tercer día se te empiezan a acabar las opciones.
Así que en Lima has decidido darte una tregua. No quieres volver a topar con la misma piedra con la que tropezaste en Tailandia. En algunos países toca hacer un esfuerzo e invertir en sus museos porque son espectaculares, en otros es mejor disfrutar de sus paisajes, en los demás el atractivo principal son las personas y en Perú, hace tiempo que vienes pensando en que no vas a dejar ni las migas.
Los diversos climas del país hacen que cuente con una excelente materia prima para la mezcla de todo tipo de productos y es que la gastronomía peruana es conocida internacionalmente por contar con sabores de 4 continentes en un solo país. Esta vez vienes con la lección aprendida y no se te va a escapar ni medio ceviche.
Más de 2.500 variedades de papas, 35 tipos de maíces, yucas, camotes, incontables frutas (mamey, porporo, lima, carambola, maracuyá, chirimoya, lúcuma, plátano, aguacate, mango…), carnes, pescados y mariscos te están esperando en los frigoríficos de una ciudad en la que conviven varios de los mejores restaurantes del mundo. Que no se diga que no vas a ver Lima… por supuesto que sí… lo que dé tiempo entre comida y comida.
Ya en Cuzco, gracias a los consejos de Fer y Diana empezaste con los primeros platos típicos. Te animaste con el cuy (una especie de cobaya cuyo sabor recuerda al conejo y con una carne muy saludable según dicen), con el chiri-ucho (un plato combinado con cuy, queso, maíz, chorizo… una bomba de relojería, vaya), con el lomo saltado casero, la papa a la huancaína y los rocotos o pimientos rellenos. Pero todavía te queda mucho por probar, has venido al lugar adecuado y cuentas con las recomendaciones de tus anfitriones limeños.
Aquí va una selección de delicias que echarás de menos el resto de tu vida.
- Las canchitas (maíz frito) y los chifles (finas rodajas de plátano frito). Suelen ponerlas como entrante o para acompañar a la bebida.
- Los tequeños. Masitas rellenas de queso, jamón o marisco acompañadas de una salsa de guacamole.
- El ceviche (con v o con b). Macerado de pescado, pulpo, mariscos, chochos (tarwi) o incluso pollo.
- El tiradito. El resultado de la fusión del ceviche y el shassimi japonés.
- La causa. Una especie de tortilla a base de papa amarilla, ají verde y choclo (maíz).
- El chicharrón. Fritura de lo que sea.
- La cecina. Carne desidratada.
- El pollo a la brasa y al escabeche, la carne mechada, el cabrito, el pato, la alpaca o la llama.
- El ají de gallina.
- Los anticuchos. Pinchitos de corazón de vaca. Para los amantes de la casquería también hay sangrecita, mollejas, camote, pancita…
- Las sopas, sudados, chupes y locros. Dicen que existen unos 250 tipos registradas.
- El tamal. Una masita de diferentes ingredientes, entre ellos el maíz, que se cocina dentro de una hoja.
- Las papas rellenas. Papatas sancochadas (cocidas), rellenas de carne o huevo y fritas.
- Los sanguches. Hermanos mellizos de los sandwiches
Y para beber…
- Jugos de todos los sabores habidos y por haber.
- Chicha morada. La bebida nacional. Zumo de maíz morado sin alcohol.
- Chicha con alcohol. Existe de muchos sabores, melocotón, manzana, membrillo…
- Piscos. La otra bebida nacional con un pasado común con el vino puesto que también proceden de la vid. Tienen mucho peligro…
- Inca cola: de color amarillo fluorescente y de sabor parecido a la fresa.
- Raspadillas y cremoladas. De diferentes sadores y parecidas a los granizados pero de frutas naturales.
Te has puesto ciego a comer y probablemente no has probado ni el 10% de la oferta del país. Así que mientras paseas por el malecón observando los parapentes y los surferos y deambulas por las calles de Barranco cruzando el puente de los Suspiros hay algo que te preocupa. Continuas pensativo por la Plaza de Armas y el centro histórico con sus edificios coloniales, vas al barrio chino, respiras en los parques de Lima y visitas alguno que otro de sus museos y no paras de darle vueltas a una idea que lleva varios días rondándote por la cabeza… y es que…“lo saben en Madagascar, las águilas, las estrellas y hasta los mejillones de Tenerife. Después de todo esto… la vuelta a las calles va a ser muy pero que muy dura”.
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Nota mental: algunos lugares a los que no ir si estás a dieta.
Con reserva y presupuesto:
Sin reserva pero con presupuesto:
- La Picantería (imperdibles las chichas de la barra)
- El Mercado (fusión con cocina japonesa)
- El Tanta
- Chez Wong (no tiene carta… sorpresa)
Presupuestos ajustados
– El buena muerte. Cuadra 4 del Jr. Paruro. Espectacular la relación calidad precio.
– La lucha sanguchería criolla.
Algunos lugares a los que no ir si no quieres volver a casa “a gatas” con fama de tener “los mejores piscos”.
- El Hotel Bolívar en Jr. de la Unión 958, zona centro.
- Ayahuasca Bar. Prolongación San Martín 130, Barranco.
20 Comentarios
Estuvieron en Perú! En Lima! Soy de Lima y nueva en su blog. Me encanta como describen sus vivencias por las ciudades y sueño con viajar tanto como ustedes… bueno algún lo tengo que hacer 🙂
Me encanta que les haya gustado la “sazón” peruana.
Yo digo: acá hay comida en cada esquina (o menos).
Saludos!
-Seguiré explorando su blog 🙂
Hola Katty. ¿Cómo es posible que nos haya saltado la notificación de tu mensaje hoy y no el día que lo escribiste? Misterios de la vida… pero que sepas que ese ha sido el motivo de nuestra no respuesta. Pues sí! En Lima nos relamimos y no dejamos ni las migas y leer hoy tu comentario no ha hecho más que recordarnos esa cantidad de sabores increíbles de la que para nosotros es una de las mejores gastronomías del mundo. Ahora estamos en el otro lado del planeta pero esperamos que sigas acompañándonos en este viaje interminable. Un abrazo!
Uff si hay algo que decir de Lima es QUE BIEN SE COME.
Lucy, soy una de las tantas casas que tendrás seguro en Buenos Aires. Pero ojo, no por mucho tiempo más, que pronto me estaré yendo 🙂
Conocieron a Miguel, mi novio, en el camino a Machu Pichu, viajando él con su hermana María. Y tanto le había hablado yo de uds. que no le creía hasta que me mostró la foto!
Gracias por invitarme a viajar con ustedes en cada uno de sus posts, y por ser ya parte de mi viaje tambien.
Hola Sol. Lo de la casa nos encanta pero más aún el viaje.:) Fue increíble estar hablando con Miguel y María todos en remojo en una terma en medio de no se sabe donde y de repente…”pero un momento… si eres… sí, sí… es que mi novia…jajajaja!” Te decimos lo mismo que le comentamos a Miguel, aunque vayáis para Asia y si no nos vemos por allí antes, contad con un techo, un jamón y un vino en España o lo que se tercie. Toda la buena suerte del mundo en el viaje, aunque ya sé que no os hace falta. Buenos vientos, buenos caminos, buenos mares y buenos todo! Estaremos siguiéndoos! Un abrazo gigante y gracias por tu mensaje.
Tierra de ceviche, tierra de buena gente.
Seguro que cuanto más viajáis y conocéis, más claro tienen lo inútil y estúpido que son las banderas y los himnos, en el planeta hay muy buenas personas, regulares y pa matarlos.
Tú lo has dicho Jose. Aunque antes de empezar con este viaje tampoco éramos muy de banderas ni de himnos pero los kilómetros han terminado de confirmarlo.
Ñoooos que buena pinta tiene todo.
Besos
Coco y Julio
Todo delicioso hasta para mi que soy de probar poco, pero Luci echo de menos los dulces ¡como se nota que eres poco golosa!
Cierto y haberlos los hay… pero como dices yo los pruebo más bien poco. A lo más dulce que llego son a las raspaditas. Había muchas tortas o tartas, gelatinas, alfajorcitos, cocadas, picarones, humitas, una especie de turrones… Confieso que innovo poco en los dulces porque el 99,9% de las veces tengo la misma sensación: “Peeeeeroooo que dulssssssonnnnn”
jajaja genética pura
Espectacular repaso gastronómico!!! Ya me están entrando ganas de comer (y son las 10:22 AM por aquí.. 🙂
Ah, me lo comería todo menos eso del “plato frito” que no sé yo si estará muy duro… ^_^
Calla calla que me he puesto ha corregirlo y cuando lo he vuelto a mirar había puesto “plátano to frito” Se me están resistiendo los platanitos…jajajaja!
cuando yo fui, hace cerca de 10 años, no sabía nada de lo espectacular de su gastronomía. sólo supe, una vez allí, que no paraba de comer, que todo me gustaba y que me traje algún quilo de más (y eso que iba de cooperante, y tampoco estábamos como para cometer excesos…). me encanta que me hayáis vuelto a acercar allá
Me imagino lo que debe de ser encontrarse con ese sorpresón. Las expectativas a veces arruinan algunas cosas (no en este caso), pero llegar allí pensando que vas a echar de menos la tortilla de patatas y que ni te acuerdes de qué era eso…Qué bueno estaba todo, madre mía!
Esta mañana mi café recién preparado con leche parece no tiene tanto sabor…
Mira, eso sí que se echa de menos en algunos sitios de Perú, Y eso que producen un café espectacular, pero no son tan fanáticos del café como nosotros y a veces cuesta encontrarlo.
Lucy!… Rubén! Los vengo siguiendo hace tiempo y vaya que con cada post me reconectan a mi yo viajera. Ahora no lo estoy haciendo pero me llevan de viaje por lugares a los que ya fui, y también me han llevado por otros a los que aún no he ido. Me encanta. Soy ecuatoriana y resido en Holanda hace un par de meses. Viajar, mochilear, senderear, me trajo hasta donde estoy ahora. Porque conoci a otro loco igual que yo y pues acá estamos. Larga historia. Tal vez un día nos veamos si voy a españa o si vienen a Holanda y podremos charlar mucho. Salgo del anonimato porque he visto que están en mi país y me gustaría saber en qué parte. Tal vez y pueda ponerles en contacto con algún amigo para que les muestre la ciudad si me dicen. Tal vez algo se puede arreglar. Conozco personas que estarían felices de conocerles y pasar tiempo con uds. Pienso que alguno que otro hace couch surfing, así es que, cuéntenme!!!
Saludos y abrazos.
Fabiola, qué bien que salgas del anonimato con tan buenas noticias. Holanda… qué bonito… uno de mis países preferidos de Europa. Trabajé un tiempo por allí y la experiencia marcó un antes y un después en mi vida. 🙂
Ahora mismo estamos en Cuenca (venimos de Vilcabamba y Loja) saliendo hacia Guayaquil dónde el sábado damos una charlita viajera en el Trade School http://www.tradeschool.coop/guayaquil/ Te dejo el link por si conoces a algún afectado más por el “síndrome” que le apetezca pasarse. Nuestra idea es seguir hacia Montañita, Baños, Quito y Esmeralda. Encantados de conocer y compartir tiempo con cualquiera de tus amigos. Seguro que nosotros tarde o temprano nos encontramos… en Holanda, Ecuador, España o donde sea! Un abrazo y muchas gracias por escribirnos!
Tuve la suerte de ir a Lima hace 18 años y no sabía nada, pero nada, de su inmensa gastronomía. Cuando regresé a España me había convertido -lo sigo siendo- en un talibán de sus bondades culinarias. Poca gente me creía. Afortunadamente ya no es así.
He ido salivando mas y mas según leia la descripción que hacías de los platos. Gracias por este momentazo. ¡Viva Perú!
Tu has recorrido mucho mundo ¿eh? Por suerte en Madrid tienen sede varios de esos restaurantes tan ricos para seguir haciendo adeptos a la causa. Viva Perú, carajo!