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Quien me conoce sabe que los gatos, no son “demonio de mi devoción”. Después de disfrutar de un mes en China sin ellos… después de ver que en Laos, estos pequeños felinos de vida bohemia y atormentada se acercan a mi sin ningún tipo de impunidad para que les acaricie contra mi voluntad y mis ganas (ignorando a otros viajeros que aparentemente si son afines a ellos)… llegamos a Bangkok y aparecen…

¡¡¡Los gatos tailandeses!!!

Estos silenciosos seres, tienen, además de todas las peculiaridades de un gato standard (se mueven hacia ti en silencio como si no les vieras venir, te estudian en la distancia, siempre parecen estar planeando algo turbio, etc.), tienen algo que no había visto antes: mirada humana sucia. Si un gato español disfruta aguantándote la mirada sólo por sacarte de quicio, si entre sus favoritas y malévolas aficiones se encuentra el fastidiar el sillón con sus uñas mientras te mira desafiante, si lo que más le gusta es que le acaricies única y exclusivamente cuando a él le viene bien y nunca cuando tú quieres… Un gato tailandés te mira como planeando tu asesinato de la forma más horrenda jamás contada.

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Parece mirarte imaginando la mayor de las torturas para, al final… perdonarte la vida… no sin desprecio. Como que, bueno… tampoco le viene bien mancharse de sangre en ese momento. ¿Y yo me pregunto? ¿Por qué narices se me acercan los puñeteros gatos sean cual sean sus intenciones? Gatos del mundo que me quedáis por ver… tengo un mensaje para vosotros:

“Sin yo llamaros ni haceros aprecio o desprecio aparente, venís hacia mi. A veces para que os acaricie… otras para asesinarme. Quiero que sepáis que no me gustáis… nada. Que no os voy a acariciar bajo ningún concepto ni a hacer demostración de cariño equivalente. Yo no sé si os gusto o no y realmente me da igual así que, llegados a este punto en el que hablamos tan claro de humano a gato… sigamos cada especie por su camino. Yo prometo no hablar mal de vosotros… si no os acercáis a mi nunca más. No me interesáis. No quiero jugar con vosotros, ni acariciaros, ni nada parecido. Seguid vuestro indefinido e inconcluso camino, que yo seguiré el mío”.

7 Comentarios

  1. Jajaja pero si los gatos son hermosos!
    Necesitas tener uno para comprenderlos, son la mejor mascota que he tenido (y he tenido de todo, patos, perros, aves, etc).

    Saludos y excelente pagina, te deseo la mejor de las suertes con tus travesías!!

    • He vivido con uno un año y no, no nos entendimos muy bien. Nos estudiamos a tres metros de distancia… con aire de por medio. Gracias por el apoyo y… esperamos verte por aquí más veces 🙂

  2. No me gustaaaannn nada los gatos..lo siento, estoy contigo Lucia.
    Bueno me alegros que no estén en China por el tema de las inundaciones.
    Besos

    • Es que somos más de “o sí o no”, nada de: “puede ser que sí… pero ya si eso luego… o mañana… o puede que no… a que te miro fijamente!!!!”

  3. Aunque tengo dos y a mi tampoco me gustan los gatos que no son mios 🙂 y no se al otro lado del mundo, pero aqui odian que les soples, no se acerca ni uno 😉
    jejeje
    Ya sabeis, cada uno tiene sus virtudes, yo de viajes, no os puedo dar consejos, pero de bichos… alguno.
    Suerte chicos, esperamos vuestros post impacientes.

    • Algo de eso hay… cuando no son tuyos, no molan. Ojo! Que yo he tenido perros… cuatro! Y les acariciaba y todo, que conste. Pero los gatos… es que no sé… como que no.

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