Suena el teléfono y… sorpresa:

  • ¿Están en Praga?
  • Sí.
  • Nosotros también.
  • ¡Que casualidad!
  • Más bien que causalidad. Hay que verse ¿no? ¿Cena esta noche?
  • ¡Claro! Vamos a donde estéis.
  • Listo, ahora te mando la ubicación.

Así de fácil, porque como ellos dicen (y demuestran) la vida es la mayoría de las veces “fácil” aunque a veces, seamos nosotros los que nos empeñamos en complicarla.

Los Zapp o Zappitos, son esa familia viajera que apenas necesita presentación. Esa pareja que un día hace 16 años salieron de Buenos Aires para llegar hasta Alaska en un coche de 1928 (el Graham, alias Macondo Cambalache) y una vez allí, pensaron que el final de un viaje solo era el principio de otro. Desde entonces, están recorriendo el mundo y han tenido cuatro hijos por el camino: Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby. Sin duda, son la punta del iceberg de la inspiración viajera. Auténticos perseguidores de sueños y preocupados por contagiar a otros soñadores a que atrapen los suyos. Son un soplo de aire fresco. La prueba viviente de que “lo que un hombre quiere, un hombre puede”.

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Has leído, escuchado y visto mucho sobre ellos. Tenéis amigos en común e incluso ya hablábais por mensajes de whatsapp o facebook. Aun así, a la emoción por conocerlos se une cierto miedo. Ha llegado el momento de la verdad. ¿Qué sucederá ahora si después de tanto tiempo de soñar con este día todo se desvanece porque te encuentras con dos personas (admirables por lo que han hecho) pero que te parecen un par de locos? ¿Y si ahora que conoces a esos niños que llevan toda su vida de viaje no son como imaginabas?

Cande y Herman son el par de locos más cuerdos con los que te has cruzado. Tienen la cabeza mejor amueblada y con más sentido común que la mayoría de las personas que has conocido y que tienen “esa vida” que se supone que todos debemos llevar. Sus hijos no solo tienen cara de ser felices, sino que cuando llega la hora de irse a dormir, eres tú al que le da más rabia que los niños se tengan que ir a la cama. Son obedientes cinturón negro y a ti te dan ganas de decirle a sus padres: “déjalos un poco más”.

¿Cuánto tiene que contar y recordar alguien que lleva 16 años recorriendo el mundo? Lo que diferenciaa a los Zapp de otras personas, es que ellos han definido sus prioridades vitales y han construido una vida acorde con ellas en lugar de lo contrario. Herman y Cande viven como piensan, en lugar de pensar cómo viven. 

Y resulta que es un miércoles cualquiera de julio en Praga. Un miércoles en el que llueve… bastante. Has quedado a las 19:00 en el hostel en el que se hospeda esa familia con la que hace tanto te quieres cruzar y tú, a las 18:58, estás en la puerta saludando al Graham que pacientemente aparcado, espera su próximo destino. Una vez dentro del hostel, te preguntas si el resto de viajeros que por allí andan, saben con quién comparten techo, baño y nevera. Aparecen Herman y Cande y como si os conociérais de toda la vida os fundís en un abrazo y casi parecen alegrarse más de verte que tú a ellos. Ya está. Se te han quitado los nervios de golpe. A eso se le llama “humildad”.

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Te presentan a la tropa, te invitan a un bebida, os ponéis a cenar… y a hablar sin parar. Tres horas. Una conversación con Herman y Cande está llena de frases para enmarcar. Han debido de contestar 1 millón de veces las mismas preguntas y aún así, siguen respondiendo con una amplia sonrisa y como si fuera la primera vez. Han debido de escuchar anécdotas viajeras de todo tipo y sin embargo, escuchan las tuyas con atención y con mucho cariño mientras le dedican todo tipo de piropos (y mordiscos) a las tortillas españolas que has hecho por aquello de mantener la tradición.

Cae la primera tortilla…

Se puede llegar con la idea de no querer freírlos a preguntas. Uno no quiere ofender, no quiere sacar algún tema complicado, no quiere… Pero todo lo planeado se te olvida 5 minutos después de cruzar las primeras palabras con ellos. Todo fluye, todo funciona, todo es fácil. Es la sensación de llevar horas bebiendo vino, pero sin vino. La conversación se construye sola y las preguntas que no querías hacer no tardan en florecer dentro de ti y de ser formuladas en alto casi en contra de tu voluntad.

Aquí van algunas de las cosas que se pueden contar después de cenar con los Zapp:

Un coche de 1928 rodando por las 3 Américas, por Asia, por Oceanía y últimamente por África. Sin 4 motion, ni aire acondicionado, ni navegador…

En Europa tenemos algunos de los vehículos mejor equipados del mercado. Auténticas casas rodantes con todas las comodidades del mundo. Preparados para recorrer grandes distancias, aislados contra el frío, con calefacciones programables. Con aires acondicionados que permiten personalizar la temperatura ideal de cada pasajero, que llevan neveras y cocina incorporadas. Vehículos tremendamente mejor preparados que muchos hoteles en los que alguna vez has dormido… Pero menos del 20% de esas perfectas máquinas saldrán alguna vez de Europa. “¿Cual es el número de veces que vas a andar por una carretera realmente intransitable? Si el coche se queda pillado pues le metes una piedra debajo de la rueda y ¡ahí tienes la aventura del día!”…. “Mirá al Graham, si lo ponemos en un museo se nos muere. Hay que mantenerlo rodando.”

Cae la segunda tortilla…

Viajar con 4 niños… parece algo complicado. 

“Es justamente porque tenés un hijo, tenés que viajar”. Cómo les vas a enseñar sino lo que es el mundo, cómo van a comprender la geografía, cómo van a practicar idiomas, cómo les vas a explicar que existen otras formas de vida, cómo van a aprender sobre la naturaleza, sobre qué es un volcán o en qué se diferencia un río del océano. Cómo van a conocer otras especies de animales, que existen lugares en los que no hay 4 estaciones, que hay otros niños que viven con muy poco…

Aunque claro, puede que con un bebé haya menos gente dispuesta a acogerte en sus casas al viajar.

“Todo lo contrario, los niños te abren muchas puertas en el viaje”. Los niños conectan rápidamente con las personas. Enseguida la gente se acerca y todo el mundo se ofrece a ayudar. Familias que tienen hijos pero también otras personas que están deseando tener sus hogares llenos de risas y juegos. “Con niños se tardan mucho menos en pasar las fronteras (bromean) y viajar con un bebé es lo mejor. Tienes todo el tiempo del mundo para dedicarle. No te pierdes ni un segundo de su vida”.

Cae la tercera tortilla y varias tabletas de chocolate…

Y entonces…el colegio: la pregunta del millón.

Siguiendo el sistema de homeschooling de Argentina, “los niños se mantienen al día de sus lecciones” (esta es probablemente la pregunta que más les han hecho). Tanto es así que escribieron una entrada en su blog para explicar en profundidad cómo se organizan con ello.

Además, cada cierto tiempo se hacen chequeos médicos completos. Los niños están totalmente al día de todas las vacunas. Es cuestión de ir siguiendo el calendario, ir a un centro de salud, pagar la vacuna y que se la pongan. Esa es toda la complicación.

Herman y Cande te regalaron muchos consejos, anécdotas, trucos, historias… Se habló de amigos comunes. De otros soñadores, de libros, de cine… Consiguieron que ese miedo a las grandes expectativas se desvaneciera rápidamente y algo más grande que todo eso: te recordaron, por si alguna vez la sombra de la duda se cierne sobre tus pensamientos, que no hay barrera mayor de superar que la que se pone uno mismo.

  • Bueno, entonces… ¿cuando salen de viaje?
  • En cuanto Jorge tenga unos meses. No sé si lograremos hacer algo tan épico como lo que habéis hecho vosotros.
  • Nunca subestimen su capacidad. No saben todo lo que un día pueden llegar a lograr.

Son las diez y pico de la noche y, aunque no quieres, te tienes que ir. Si fuera por ti, te quedarías a dormir con ellos. Para desayunar. Para dar una vuelta por ahí. Para seguir hablando. Pero tú te tienes que ir a Budapest y ellos… seguir su camino.

Gracias Cande y Herman, por dedicar vuestra vida a demostrar que se puede. Claro que se puede. Gracias por ser dos locos que de locos no tienen nada. Por inspirarnos a todos a perseguir nuestros sueños y sobre todo, por irrumpir en nuestras vidas justo en este preciso momento y no antes ni después.

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25 Comentarios

  1. Yo los conocí el 29 de enero del 2017 en Sitges. Un día triste para mí, cómo muchos otros en esa época, un día en el que yo ni siquiera queria salir de casa, andaba distraida, según me dijo Herman.
    Cuando lo vi me dio un salto el corazón, havia visto su història en TV y me fascinaron y así me presente.
    Cómo has explicado, su abrazo fue… cómo si nos conocieramos de toda la vida, esa sinceridad,amor,humildad…los hace unas personas increïbles.
    Nunca olvidaré su pregunta:
    -De que color ves la vida?
    (Yo la veia entre gris y negra pero no pude contestar)
    Mi marido respondio:
    -Depende del día.
    El dijo:
    La
    -La vida es de color amariya,
    Amar y ya! Amar y ya!!!
    Todo debes hacerlo con el
    No te quedes en casa, sal y lucha por conseguir tu sueño!!!
    Sus palabras cambiaron mi forma de fer y sentir la vida.

    Gracias por compartir este precioso post.

    • Herman tiene un montón de grandes aprendizajes salidas de la experiencia de viajar que te hacen replantearte todo… No hay más que ver lo felices que son. Es la gran prueba de que todo el que no persigue sus sueños, se está equivocando. Lo bueno es darse cuenta (antes o después) y hacer algo al respecto para no arrepentirse demasiado tarde. Y sí, sus abrazos de llenan de energía. Mil gracias a ti 🙂

    • Nos alegra leer que tu encuentro con ellos tuvo un resultado tan positivo. La verdad es que se nota que llevan muchos años de viaje con tiempo para pensar. Son únicos para dar mensajes adecuados a las personas adecuadas. ¡Luchemos por una vida de color “amariya”! Muchas gracias por tu comentario Joana.

  2. Como se los dije en Facebook, si ese día la cámara no se dañó por tener enfrente tanta inspiración viajera, fue suerte! Tuvimos el placer de conocerlos a ustedes y a otros grandes viajeros que admiramos, ojalá algún día nos encontremos con la familia Zapp, por el momento nos conformamos por haber conocido (casualmente) a Alonso Ordoñez, la persona de quien varias veces habla Herman. Cuando vuelvan a recorrer Latinoamérica, nos avisan enseguida! Abrazos a los tres! =)

    • Deliciosas casualidades de estar en movimiento. Cuando volvamos a latinoamérica, cuando vosotros crucéis el charco, cuando todos nos vayamos a Asia o a África o… En cualquier lugar del mundo ¿no? 🙂 ¡Más abrazos gigantes!

  3. El primer libro viajes q leí fue el de los zapp y que aun conservo obviamenteeee. Luego ya no pude parar de leer libros de viajes/ viajeros/relatos.
    Y uds con Tontunas viajeras decoran el living de mi casa…y cada tanto voy cambiando las postales para ir cambiando de frases!
    Que lindos q son ellos y uds!!!! Es leerlos y darse cuenta q hay q dejarse de hacer problemas por boludeces y disfrutar mas de las cosas masss simples y sencillas del día a día.
    Y cuenten conmigo para hacerle la Olaaaa a los zappitos en Madrid!

  4. Herman y Cande Responder

    Che… que nos han puesto rojo todo…… gracias por tan lindas palabras pero no es para tanto….. la verdad que nosotros y solo nosotros somos los agradecidos al camino por cruzarnos con ustedes!!!
    Desde que vimos El Sindrome del Eterno viajero que los sentimos como hermanos gemelos que sienten lo mismo!
    Ojala nos veamos y asi comer mas tortillas!… y todo lo que trae aparejao.

    • Habrá tortillas, habrá chocolate y todo lo aparejao que tenga que haber, claro que sí. Mil abrazos de colores. Toda la admiración intacta y subiendo 🙂

    • Yo todavía estoy en shock. Ganitas de seguir pasando tiempo y aprendiendo con/de vosotros. La próxima vez prometemos nuevo menú. Beso gigantes para todos. Muaaaaaa

  5. Lo que daría yo por encontrarme con viajeros como vosotros ( y no son pocos los que sigo… como para no tener posibilidades eh ) para poder pasar ratitos así de humildes y tan llenos de vida. Tal y como publiqué en un post sobre Vínculos Viajeros, tarde o temprano llegan a su fin y cada uno se va hacia sus destinos! Dejando por un lado el “mono” de cruzarse con más personas y por otro demostrando en las despedidas un afecto que desconocías tener hacia quienes reciben tu abrazo!

    Saludos Familia!

    • Antes de irnos a dar la vuelta al mundo empezamos a recibir viajeros en casa. Recuerdo esas primeras despedidas con gran tristeza. Lo pasaba fatal pensando que a esa gente ya no la iba a ver más en mi vida. Con varios de ellos nos hemos vuelto a encontrar en distintos puntos del planeta. Aprendí a decir adiós sin pena, a dejar ir… y a esperar con paciencia encontrarnos de nuevo en el camino.

      Gracias por tu comentario Daniel. Más saludos y más abrazos.

  6. Qué momentazo! no? jejejeeje
    Me alegro mucho poder leer estas cosas que otros ojos ven y otro alma siente, aunque un poco se transmite a la mia.
    Gracias

    Abrazo!

    • Supuestamente no somos muy de “momento fan” y mira. Ahí estábamos con nuestros nervios pelando patatas un par de horas antes de la quedada.

      Momentazo, momentazo.

      Un abrazo gigante alma viajera.

  7. Ay Lucy, mi Lucy… que manera de escribir. Como si el tema en sí ya no fuera bastante lacrimógeno. El momento megaultrafan total y cuanta dulzura!!!! Caramba, algún día espero escribir la mitad de bien!
    Por cierto, tengo una andaluza en Asunción que se esmera mucho con sus tortillas, pero la tuya esta en el number one forever y esta foto me lo recordó!

    • ¿De qué vas Mónica Bareiro? Tu ya escribes bien desde antes de que te conociera. Lo que pasa que no puedes separarte de esa modestia que os caracteriza a los paraguayos.

      En cuanto a las tortillas… te diré que todo el mundo piensa que las mejores son las de su madre o las de su abuela. Lo cual me lleva a la hipótesis de que esa afirmación tiene que más bien que ver con “a lo que acostumbras tu paladar”. Por eso las voy haciendo a todo el mundo que no las conoce. Así os quedáis con esa manera y pensáis que las mías son las mejores (muahahaaaa).

  8. Enhorabuena por la entrevista. Había oído hablar de ellos, pero no llegué a investigar. Tras esta entrevista, me han entrado más ganas de saber todas las hazañas viajeras de esta familia. Gracias por recordarme que existe una familia viajera tan inspiradora, tan inspiradores como lo sois tú y Rubén. Gran entrevista! Y veo que os servirá como un chute de energía para cuando llegue el pequeño Jorge… Os veo haciendo algo parecido… Y que ganas de leeros con Jorge…jajaja Vais a ser referente para muchas parejillas. ¡Que ilusión!
    Yo mientras seguiré “pensando como vivir” e ” intentando atrapar mis sueños”… Ojalá llegue ese “gran día de la botella de vino”. Un abrazo enorme pareja.

    • Para nosotros son “la punta del iceberg”. Es como muy épico y encima… lo transmiten de una manera tan natural. “De mayores” queremos ser Zapps. Que se vaya preparando Jorge! Besos y a seguir pensando como vivir, Irene 😉

    • Justo hoy leí por ahí: “tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir” Así nos sentimos nosotros.

      Otro abrazo.

  9. ¡Jajaja! Yo pensaba lo mismo antes de conocerlos a ustedes: los grosos del video inspirador!

    Ojalá conozca personalmente a los Zapp algún día y me alegro de conocerlos virtualmente un poquito a través de tus palabras Lucy.

    Genial! Un besote!

    • … y una vez que nos conociste ya “bueeeeh… son normalitos” 😉 jajaja.

      Como ellos y vosotros sois unos culillos de mal asiento os terminaréis cruzando en algún lugar. Yo espero que pasen por España y les podamos hacer la ola entre todos como se merecen.

      ¡Otro beso!

    • Son increíbles, sí. Y en las distancias cortas, lo entiendes todo. Una cena muy muy inspiradora que disipa todo tipo de dudas ante la nueva etapa de… (redobe)… Viajando en familia!!! 😉

  10. Nos encantan los Zapp y los Zappitos, con nosotros estuvieron su primera semana en Turquía y con nosotros cruzaron al continente europeo, toda una experiencia que no se nos olvidará jamás. Gracias Herman, Cande, Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby por darnos el mejor inicio del año; esperamos verles pronto. Besos desde Estambul

    • Pues sí que empezasteis bien el año. Si en una cena hemos tenido todas esas frases y enseñanzas que enmarcar me imagino lo que puede ser una semana de viaje con ellos. Os mandamos otro abrazo para Estambul y ¡que siga el viaje!

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