Vayamos por partes ante tan apocalíptico título que no, no es para llamar la atención. De lo contrario, sería algo así como “Diez sueños que cumplir antes de morir”. ¿Se te acaban los sueños o los tienes metidos en un cajón? Reflexionemos…

Si miro bastante hacia atrás (no diré cuánto), recuerdo que hace mucho tiempo, siempre tuve el sueño de dar una vuelta al mundo. La idea era hacerlo en un año y mira, aunque técnicamente ya lo hemos hecho, después de seis años seguimos en ello.

He de reconocer que otro de esos “grandes sueños” por cumplir, era el de recorrer la Costa Oeste de Estados Unidos. ¿Y por qué? Pues no lo sé muy bien. Porque sale en muchas películas. Porque me encantan los paisajes con cactus y bares de carretera raros. Por las Harley Davidson. Porque sí. Llámalo “postureo”. Llámalo “topiviaje”. Llámalo X.

Es caso es que después de conseguir hacerlo también, me he dado cuenta de que se me van acabando los sueños por cumplir (afortunadamente).

The Bund (Shanghai)

No estamos hablando de metas ni objetivos puntuales que aparecen espontáneamente. No se trata de tener una mejor casa, un mejor coche o un mejor trabajo. Hablo de sueños. De esos que tenías cuando “no eras mayor”. De esos que te acompañan toda la vida. De esos que no mutan con el paso del tiempo. De esos que traes de serie: ser futbolista, actriz, piloto, astronauta… Esos inocentes sueños de toda la vida que consigues o no.

– Objetivo: un fin a corto, medio o largo plazo que se cambia por otro (lo hayas cumplido o no).

– Sueño: una esperanza de hacer algo en la vida que de hacerse realidad, te llena plenamente y para siempre.

Fuente: wikiruben

Nota: si no lo has visto, quizás este sea un gran momento para ver nuestro cortometraje “El síndrome del eterno viajero I”

Sidney (Australia)

Sueños por cumplir vs. Sueños cumplidos… ¡fight!

Es verdad que hay muchos de esos sueños que por una circunstancia u otra vas metiendo en diferentes cajones. A uno lo llamas “algún día”, a otro “cuando tenga tiempo”, a otro “no es el momento”… De alguno de esos cajones ya has perdido la llave. Sigue latente el recuerdo de lo que había dentro pero, es algo que ya no se hará realidad por un tema de edad, condición física, ataduras varias o situación personal. El tiempo pasa y aquel sueño de ser bailarín, se transformó en barriga cervecera y cierta calvicie (no es necesario tener pelo para bailar pero, refleja bien el paso del tiempo y lo que quiero decir). Aquel inocente sueño que se fue convirtiendo en agridulce poso de sueño no cumplido, se va haciendo más y más punzante con el paso del tiempo hasta que duele. Y mucho.

Kaoshiung (Taiwan)

Breve inciso para el recuerdo: deja que te hable de mi padre aunque solo sean unas líneas (y deberían de ser más). Se llamaba Jorge y a menudo me acuerdo de él. Humilde, generoso y dueño de una fina y cuidada ironía que sacaba a pasear cuando menos se la esperaba. Por un lado era increíblemente honrado, demasiado trabajador y extremadamente puntual. Por otro, equívocamente soñador. De esto último, yo siento que me he llevado algo. Él no. Recuerdo que siempre soñó con vivir 6 meses en un país diferente para que aprendiéramos el idioma o con viajar a Nueva York. A pesar de que por su trabajo iba y venía, no pudo hacer ni una cosa, ni otra. Eso sí… trabajó mucho y muy bien. De sus sueños de siempre… no quedó tanto (por no decir nada). Supongo que por encima de aquellos sueños, tenía un objetivo “más importante”: una familia. Poco antes de irse me dijo “Que tengas una buena vida”, y en eso estoy. Gracias por el empujón y por enseñarme el camino papá. Eso sí, me he dado cuenta de que me habría encantado haber ido a Nueva York contigo y ser parte de tu sueño, no de tu objetivo.

Antelope Canyon

¿Qué ocurre cuando esos sueños de infancia sí que se van cumpliendo?

El caso es que después de aquella ansiada “vuelta al mundo” y el road trip por la Costa Oeste que tanto deseaba, tú pensarás: “bueno, pues si ya estás cumpliendo tooooodos tus sueños, ¿a qué viene esto? ¿De qué te quejas?”. De nada. Para conseguirlo ha hecho falta tomar una serie de decisiones contracorriente con las que no contaba y que, en mi opinión, han valido la pena  (ahora es fácil decirlo). Qué pasará o no a partir de ahora, da igual. Repito, ya ha valido la pena (ojo, estoy hablando de “mis sueños” y entiendo que pueden ser “pesadillas” para otros).

Por una parte es maravilloso poder decir que “he cumplido mis sueños” pero por otro… siento que se me acaban. O al menos, eso parece. Y claro, yo me pregunto: “¿y ahora qué?”.

Nota: si no lo has visto, quizás este sea un gran momento para ver nuestro cortometraje “El síndrome del eterno viajero II”

Salinas Grandes (Argentina)

No se trata de buscar nuevos destinos. No se trata de ser los más aventureros o locos. No se trata de llegar más lejos, más alto, más raro. No. Tampoco es cuestión de buscar nuevos sueños proyectados en plan “me gustaría que Koke sea viajero también”. Que Koke sea lo que quiera, que para eso tiene su vida y querrá vivirla a su manera.

Y entonces me respondo: “Bueno, uno no conoce Alemania si solo ha estado en Berlín (por muchas veces que haya ido)”.

No voy a negar que empezamos a hablar de ciertos proyectos que, por otra parte, son más que ilusionantes, aunque no estuvieran en el TOP 10 de sueños de ayer, hoy y siempre. Después de haber cumplido buena parte de aquellos sueños, aparecen estos objetivos que me ilusionan mucho (no lo puedo negar) pero que no me harán sentir mal si no podemos llevar a cabo. Ya buscaremos otros.

Glacier Point de Yosemite (EE.UU.)

Y dicho esto…

Aquellos sueños que vieron la luz cuando nos unimos Lucy y yo, se han transformado en un camino eterno que querremos recordar algún día. Por cada sueño cumplido, aparecen 5 o 6 ilusiones más por cumplir. Por cada meta, un nuevo objetivo.

Como consuelo: los sueños no se acaban (ni se transforman)… Siguen. La vuelta al mundo es infinita. El camino, también.

Como nuevo sueño de adulto: ojalá algún día, Koke se dé cuenta de que estuvo con nosotros formando parte de nuestro mayor sueño en la vida.

 


Si te ha gustado este artículo, puede que te interese leer…

– Desde el otro lado de la barriga.

– Enfréntate a tus propios temores porque tuyos son.

– Raíces y alas.

– Plantando un hijo en El Yunque.

– Mamá, de mayor quiero ser maldiviano.

 

14 Comentarios

  1. Mi padre se llamaba Carlos y también a menudo me acuerdo de él. Con un humor fino y una generosidad proverbial, siempre ayudaba a todo el mundo. “También era increíblemente honrado, demasiado trabajador y extremadamente puntual”, exactamente igual que tu padre Jorge. Soy feliz porque pude compartir con él dos de sus sueños : viajar a India y Guatemala. Fueron dos viajes muy especiales que los guardo en mi memoria y en mi corazón. Y pensando en ellos siento que fui parte de sus sueños …

    • Qué gran suerte haber podido compartir esos momentos. Yo, a toro pasado y con lo que sé ahora, habría hecho lo posible por hacer algún viaje a sus sueños.

  2. Grande Rubén! Son dos ejemplos, realmente, Lucy y vos.
    Yo me di cuenta a temprana edad, cuando empecé a viajar, que estaba cumpliendo el sueño de muchos, y ahí me replanteé Qué vida estaba llevando. “22 años y ya estas viajando?” me decían algunos. Para mi no era raro y otros me decían que ojalá hubieran empezado de más jóvenes… Pero mi sueño todavía no lo cumplí, y creo que no estoy muy lejos!
    Saludos!

    • Pues ya tienes un buen comienzo (si es que es viajar a algún lado). Aunque… si ya estás viajando y aún no lo has cumplido, puede que tu sueño sea tener una casa y formar una familia Buen sueño por otra parte también.

      Ahora en serio, gracias por tus palabras y esperamos que cumplas tu sueño algún día… sin prisas, pero sin pausa, para que lo puedas saborear mil veces más cada vez que lo recuerdes.

      ¡Gran abrazo!

  3. Hola Rubén! No puedo sentirme más identificada en lo que dices. Yo cumplí mi sueño de dar la vuelta al mundo y el de recorrer la ruta 66 en un descapotable. Y como tú, pienso que se me acaban los pocos sueños que me quedan por vivir… He vivido en una época en la que me atormentaba el no tener ningún aliciente o gran proyecto en el que llevar a cabo. Tuve que frenar, dejarlo todo y buscar dentro de mí porque todo me recordaba a mi gran sueño y sólo quería revivir lo vivido, como si estuviera anclada en ese pasado maravilloso. Al final he descubierto que en el camino surgen nuevos sueños y que aún me queda vida para seguir soñando.
    PD: siempre que leo un título de este tema en vuestro blog digo: “ya lo han vuelto a hacer”. Siento que hay una conexión muy grande y me siento muy identificada en las cosas que decís. Para mi suerte vais un paso por delante y si me nublo ya se a donde ir. Un abrazo

    • Surgen nuevos horizontes, claro que sí. Pero… ¿y lo bonito que es poder decir “cumplí mis sueños”? No es nada triste. Descoloca. Pero es para sentirse más que bien. A por nuevos sueños (menos inocentes, igual de importantes). Abrazo grande y gracias!

  4. Felicidades !! Que bonito poder echar la vista atrás y pensar que las cosas han ido como uno soñaba… Qué os vaya todo igual de bien (o mejor) muchos más años !!

    • Entre tú y yo… “aún me queda” ir a uno de los polos. Gracias por los buenos deseos, más de lo mismo.

  5. Hola Rubén!
    Creo que está en una fase tranquila.
    Estoy segura que en cualquier momento van a aparecer otra vez esos sueños, o “ese sueño” que te va a desvelar y te va a hacer querer levantarte por la mañana.

    Son unos de mis referentes, tiene que ser así! Yo también tengo mis años y siento que empecé tarde a tratar de lograr todo lo que quería para mi vida. En eso estoy. Poco a poco voy recorriendo mundo y poco a poco estoy intentando vivir de ello.

    A pesar de que los años me juegan en contra todavía no me vencieron. Tengo sueños por cumplir a diario!!

    Ojalá vuelvan tus sueños pronto!
    Abrazo

    • Los sueños están ahí… pero ya cumplidos. Al menos los que tenía desde hace mucho tiempo. Y eso, creo que es bueno. Hablo de aquellos sueños “de juventud” que uno espera hacer en algún momento de la vida. Ahora toca profundizar en ellos. Si parecía triste el artículo, nada más lejos. Es para estar contento ☺️

Dejar un comentario