Una de las cosas que más te atormentan antes de recorrer un nuevo destino, es conocer con antelación cual es la ropa más adecuada que llevar. Existen lugares en el mundo en los que los pantalones muy cortos, las camisetas de tirantes, los bikinis, los bañadores de slips o incluso los tangas y el “top less” no son un problema pero… ¿qué sucede en esos otros lugares en los que hay que ser un poco más precavidos con el tema del atuendo? ¿Cuáles son los códigos de vestimenta adecuados? ¿Qué ganamos y qué perdemos si decidimos respetarlos? ¿Qué motivos existen para que la gente en otras partes del mundo se vista de manera diferente a nosotros?

Gran dilema: decidir respetar los códigos de vestimenta y otras costumbres del país que vamos a visitar vs. no querer renunciar a “nuestra forma de ver el mundo”.

Este es un asunto con muchos matices sobre el que cada persona puede tener una opinión muy diferente. Nosotros, basándonos en nuestra experiencia, elegimos siempre respetar el protocolo de cada país en este sentido y para ello, tratamos siempre de informarnos antes. Uno de los principales motivos que nos mueve a tener curiosidad por seguir descubriendo rincones de este planeta, es que en cada país hay normas y formas de entender la vida diferentes. Eso es lo interesante… “mantener la esencia”. Bastante molesto es ya recorrer las principales calles de las ciudades europeas en las que nos encontramos exactamente las mismas tiendas de ropa que en Madrid. No tenemos ningún interés en sumar a nadie más a la causa “consumismo masivo de la moda occidental”.

El segundo motivo tiene que ver con mostrar respeto al ser visitantes o invitados en “casa” ajena. Sería muy raro entrar en el hogar de alguien sin un poco de prudencia, poniendo los pies encima de la mesa o no quitándonos los zapatos cuando nuestros anfitriones andan descalzos. Con la ropa sucede lo mismo. Algo tan sencillo como hacer un pequeño esfuerzo en este sentido, puede cambiar completamente tu percepción sobre un país y tu forma de relacionarte con las personas de allí. No creas que estás renunciando a tu esencia o que vas a pasar desapercibido por ello (por mucho que con tu propia ropa te adaptes a los códigos de vestimenta de la zona, tu cara, que es lo primero que ve todo el mundo, no te la puedes arrancar).

La prudencia puede abrirte muchas puertas de personas de todas las edades y de todas las religiones. Por nuestra experiencia, tratar de ser discretos en este sentido, nos ha ofrecido la oportunidad de compartir largas conversaciones, varios días de convivencia y hasta en algunas ocasiones incluso nos han llegado a dar las gracias como nos pasó en Indonesia con Helios: “Os doy las gracias por vuestra forma de vestir. Ya sé que en vuestro país lo hacéis de manera diferente. Hubiera sido una falta de respeto traeros a casa a conocer a mi mujer si fuerais vestidos de otra manera”.

En casi todos los países hay zonas más turísticas en las que las personas locales están muy acostumbradas a ver extranjeros vistiendo de cualquier manera (como es el caso de las playas de Goa en India o de la zona de Kuta en la isla de Bali). Puedes aprovechar para sacar tus mejores modelos allí sin que nadie se sorprenda por ello. Pero si te interesa conocer cómo se vive en otras zonas, nuestra recomendación es que optes para la discreción en cuanto al atuendo. Para “ser tú” tienes bikini beaches en casi todas las islas de Maldivas pero ¿quien quiere perderse el espectáculo que aparece cuando cae el sol en las playas públicas?

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Motivos religiosos, culturales, meteorológicos, estéticos…

Tendemos a pensar que en aquellos lugares del mundo en los que la gente no se viste como nosotros es porque hay algo o alguien que se lo prohíbe. En algunos casos las razones atienden a motivos religiosos como en algunos países musulmanes como Maldivas pero en muchos otros, los motivos no tienen nada que ver con la religión. En Japón, en China y en Vietnam donde gran parte de la población se considera no religiosa o seguidora de creencias que no tienen ninguna restricción en este sentido, las personas se tapan del sol por motivos estéticos (la piel blanca es sinónimo de belleza). En el caso de Vietnam, hemos llegado a ver a personas montando en moto con guantes de invierno, cubre brazos, sombreros, gafas de sol y hasta calcetines con una humedad del 80% y un calor asfixiante con tal de no exponer su piel al sol. En China y en Japón las sombrillas y/o paraguas son un clásico.

En países con poblaciones de mayoría hindú o budista, hemos visto a los hombres y a las mujeres bañarse con ropa. El color de su piel ya es oscuro por lo que nos hace pensar que las razones de hacerlo tienen más que ver con motivos culturales que estéticos porque estas religiones tampoco tienen restricciones en ese sentido.

En lugares desérticos en los que el sol quema directamente la piel, también hemos visto a la gente local encantada de cubrirse hasta la cara para protegerse de los rayos UVA. En las selvas lo hacen para protegerse de los mosquitos o las plantas. En ambos casos los motivos tienen que ver con las condiciones medioambientales. No siempre ir en tirantes y en pantalón corto es la mejor opción, aunque nadie te lo prohiba.

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Entonces… ¿cuales son esos códigos de vestimenta?

Todo depende de la zona del mundo a la que te dirijas pero incluso si tu viaje es al Caribe donde a nadie le importa que vistas provocativamente, seguramente no verás a muchas personas locales haciendo top less. Para esos países en los que la vestimenta es importante, aquí te dejamos algunos consejos a tener en cuenta tanto para hombre como para mujer. Recuerda que en zonas turísticas podrás vestir como quieras y que estos consejos son para poder conocer esas “otras zonas” sin molestar.

  • Evita las camisetas muy ajustadas, las de tirantes y las de tipo musculosas en el caso de los hombres. En su lugar puedes llevar camisetas de manga corta en las que no se vean los hombros o de manga larga de tejidos frescos. Recuerda las ventajas de la manga larga: protege del sol,  de los mosquitos y no tendrás problema para entrar en ningún lugar sagrado (aunque hay muchos países que con la manga corta es suficiente).
  • Evita los pantalones cortos tipo short o bermudas por encima de la rodilla. En su lugar utiliza pantalón o falda larga con telas sueltas que no se transparenten. De lo contrario te denegarán el acceso a zonas sagradas o te darán un atuendo apropiado que en algunos lugares tendrás que pagar aparte.
  • Lleva contigo un fular o pañuelo que puede servir para cubrirte los hombros, el escote en caso de que hayas tenido un desliz, para cubrirte la cabeza en caso de que sea necesario, para taparte del sol… e incluso para protegerte del frío en algún bus (que te pilla a contrapié) con el aire acondicionado a tope.
  • Si la gente del lugar anda con sandalias, pásate a la chancla. (Médicos de la unidad del viajero no leáis esto). Es cierto que el pie va mucho más protegido con zapato cerrado, pero quitarse la bota y el calcetín cada vez que hay que entrar a un negocio, una casa, un templo o caminar por las embarradas y calurosas calles de Calcuta con botas de montaña o zapatillas de deporte es un calvario. El zapato cerrado es muy útil en montañas, selvas y bosques pero en pueblos y ciudades no. Además, si una sandalia se mancha, basta con meter el pie debajo de un chorro de agua para dejarla como una patena.
  • Evita los vaqueros. Esto no tiene nada que ver con ningún código de vestimenta pero no hay prenda más inútil que un vaquero a 40 grados con altos niveles de humedad. Es casi tan inútil como llevarse unas botas de plástico para pisar charcos.
  • En las playas públicas observa la forma en la que va vestida la gente local. Puede que se bañen vestidos o que lo hagan en bañador pero que no estén usando slips ni bikinis. Lo mismo con respecto a otras prácticas como el top less o los tangas. Es como ir a un playa nudista vestido.
  • Lleva poca ropa en la mochila/maleta con algo de hueco libre. Una vez en destino puedes comprarte algo allí. El tipo de ropa que lleva la gente en un determinado lugar (como la forma de cocinar o la comida en sí), suele ser por algún motivo que hacen que adaptarse a la forma de vida del sitio sea mejor. En muchos lugares la ropa es muy barata… en otros, es diferente (así al volver no irás con la misma camiseta que lleva todo el mundo).
  • Si haces buena amistad con alguien vía couchsurfing o por cualquier otro motivo, ofrécele cambiar alguna prenda tuya por una suya. Es una forma muy bonita de recordar a alguien para siempre.

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Y ya. Tampoco es para dramatizar.

No hace falta comprarse un sari nada más poner un pie en la India. Todos tenemos ropa que cumple con estas premisas y que nos permite seguir siendo nosotros mismos porque es diferente a la vestimenta del otro lado del mundo. Recuerda que tu eres el que está por allí de paso.

Lo único importante es si las personas que viven allí están contentas con esos códigos de vestimenta. Pregúntaselo a ellos (y a ellas). Seguramente descubras que hay quien no está de acuerdo y quiera compartir contigo su descontento al respecto pero seguramente también te sorprendas escuchando que muchas otras personas no cambiarían su forma de vestir por nada del mundo. Dentro de este grupo, las habrá con mentalidad tradicional pero también con pensamientos muy similares a los tuyos en el resto de los aspectos de la vida.

Es entonces cuando se hace más evidente que en los pensamientos más profundos somos muy parecidos y que solo en lo superficial somos diferentes… maravillosamente diferentes. ¡Ah! y que “el hábito no hace al monje” (eso también).

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6 Comentarios

  1. Perfecto, absolutamente de acuerdo Jedais míos (sobre todo Lucy en la última foto, juas). Hace poco en el blog alguien me preguntó cómo vestir en Omán (una chica). Le recomendé lo mismo que había ya escrito en ese post (por cierto). Enseguida otra lectora le dijo que ella había ido también y que no hacía falta tanto, que ella incluso se había bañado en la playa, en bañador. Tuve que responder algo mucho más corto pero en esta línea, no me pude contener. No es una cuestión de afirmar quién eres, sino de mostrar respeto por dónde estás, y no me valen los argumentos tipo “están acostumbrados al turismo” y “con las extranjeras es diferente”. Pues no, no tiene porqué serlo ¿has hecho una encuesta en ese país? ¿y a las mujeres de ese país qué les parece tu actitud? ah, que vas salvando el mundo con tu feminismo dedicado a los gestos como estos… vale, pues no estoy de acuerdo, y me consta que los hay que se pueden ofender, quizá no tanto por cómo vistes sino por tu actitud hacia esas normas no escritas, y tu decisión de empezar la revolución del mundo imponiendo a sus ojos lo que no les parece correcto ver. Y también, sí, a veces nos empeñamos en creencias erróneas como la ecuación más calor = menos ropa.
    Pues nada, lo dicho, como dice la canción… un placer 😉
    Besos
    Alicia

    • Poco que añadir a tu comentario Ali. Debemos formar parte del núcleo duro del respeto a las costumbres del país ajeno. Me he enfrascado en conversaciones sobre este tema en varias ocasiones. La última vez fue con una amiga que me dijo que unas mujeres marroquís le dieron un aplauso por “tener los huevos” de ponerse en bikini en una playa familiar. Le pregunté si además del aplauso pudo interactuar más con ellas, si la invitaron a su casa, si se sentaron a su lado pero no. Con el aplauso se acabó todo.

      En cuestiones culturales pienso que cada país debe andar su camino, pero hacia la dirección que considere. Hay que ver cómo nos cuesta en esta parte del mundo entender que “todo lo nuestro no es lo mejor de lo mejor de lo mejor” Aysssssss. Gracias por tu comentario. Más besos.

    • No veas la risa que les dio a los que me la dieron para entrar a la mezquita cuando me la puse. Estaba muy claro que a ellos también les parecía que iba de superhéroe. Sueño con esa capa. Quiero esa capa. 🙂

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