En todas las parejas hay uno (o una) que es más puntual, uno (o una) al que le gusta más la improvisación, uno (o una) que es más desconfiado, uno (o una) al que le gusta más madrugar… y así, con todo. No es que los polos opuestos se atraigan, es que al hacer una comparación entre dos personas, es lógico que uno siempre sea más “algo” que el otro. Así que si eres una persona ordenada a ojos de la mayoría, pero te juntas con un maniático (o maniática) del orden, automáticamente te transformarás en la/él desastre.

He aquí una radiografía rápida de los perfiles que se manifiestan en cualquier par de dos (también aplicable a pareja de amigos o pareja profesional):

– Despertarse al amanecer vs acostarse tarde.
– Bono diario de palabras contadas vs barra libre de conversación.
– Más de observar vs más de relacionarse.
– Máxima capacidad de concentración vs máxima capacidad de dispersión.
– Orientación suprema vs desorientación total.
– Desconfiar de casi todo vs confianza ciega en todo y todos.

Para el que lleve un tiempo por aquí, nos haya visto en eventos viajeros varios o escuchado dando la chapa en alguna charla de esas que de vez en cuando nos marcamos, se habrá dado cuenta fácilmente de quién es Rubén y quién es Lucy en cada par de atributos. Para el objetivo final de estas líneas eso da lo mismo, pero el caso es que hace 7 años (cuando decidimos irnos a dar la vuelta al mundo) se nos planteó la gran duda: ¿seguro de viaje sí vs seguro de viaje no? Por supuesto, a uno le parecía impensable cruzar fronteras sin seguro médico por lo que pudiera pasar, mientras que la otra opinaba que tampoco había que agobiarse con el tema porque “total… si nos pasa algo ya lo solucionaremos en el momento”.

En aquella ocasión, la sensatez ganó la batalla y decidimos contratar un seguro de viaje. Aunque hay algunas tarjetas de crédito (si has comprado los billetes con ella), seguros del hogar y seguros de viaje básicos que cubren ciertos gastos y problemas médicos que puedas tener en un viaje inferior a 3 meses, para un viaje de un año hay que contratar una póliza especial que no todas las compañías tienen. Y si te gusta practicar deportes de aventura como el buceo o los treckings de altura, entonces ni te lo pienses. A día de hoy solo hemos tenido que usar el seguro una vez (mordedura de perro peruano mediante) y hay que reconocer que la experiencia no fue muy buena con la compañía que lo teníamos contratado. Desde entonces, hemos aprendido ciertas cosas a tener en cuenta para contratar un seguro de viaje largo:

– Que el teléfono de atención te responda en tu mismo idioma. A no ser que realmente te sientas muy seguro hablando en otro idioma en un momento de nervios, agradecerás poder explicar con todo detalle lo que te ha pasado a alguien que pueda entender al 100% lo que te ha pasado.
– Que tenga un teléfono gratuito de contacto para llamar desde cualquier parte del mundo. Puede que te pille en un cambio de país y aún no tengas moneda local o que simplemente no lleves nada encima. Cuanto más fácil sea la posibilidad de establecer el contacto, mejor.
– Que se encarguen de los gastos independientemente de que el centro sea o no de su red. Algunas aseguradoras trabajan con centros concretos que habitualmente están en las grandes ciudades. Pero cuando estamos de viaje no siempre hay un hospital grande cerca. Tener la libertad de poder acudir al centro que mejor te pille, o que te recomiende la gente de allí que son lo que saben cuales funcionan mejor es una ayuda.
– Revisa bien las cláusulas para saber lo que el seguro cubre y lo que no. Esto más que por las sorpresas negativas, lo decimos porque también hay cierta letra pequeña que a priori se desconoce. A veces para bien (cubren pérdidas de equipaje o retrasos en vuelos) a veces para mal (no te cubren si te pasa algo por encima de los 5.000 metros de altura).

En aquel año de viaje nos cruzamos con varios viajeros que sí habían tenido que tirar del seguro en más de una ocasión para accidentes un poco más graves. Hay que tener en cuenta que en algunos lugares del mundo la sanidad es muy barata, pero también existen otros en los que cualquier pequeño incidente te puede salir más caro que todo el viaje entero. Es cierto que cuando salimos de nuestra rutina diaria estamos más expuestos a probar cosas nuevas, practicar actividades deportivas, andar por la naturaleza… Todo eso aumenta la posibilidad de torceduras de tobillo u otros pequeños accidentes que aunque no son problemas graves, requieren tratamiento médico.

mejor-seguro-viajes

Aquí van unos ejemplos (son casos reales*) de lo que suponen los costes médicos si nos pasara algo en alguno de los destinos que han formado parte de nuestros viajes:

A nadie le apetece pagar por algo que no va a usar pero, teniendo claro que lo ideal es no tener que llegar a usar nunca un seguro médico, te puedes llegar a arrepentir mucho por no haberlo contratado. Ahora que viajamos con un bebé, muchas más personas nos escriben para preguntarnos por este tema y por eso nos hemos decidido a escribir sobre ello.

Si quieres tener un poco más de tranquilidad por lo que pueda ocurrir, te recomendamos al 100% tener un seguro médico en caso de hacer un viaje (largo o no). Mira a ver si ya tienes un seguro válido que te cubre. Recuerda que la tarjeta sanitaria europea fuera de España cubre los gastos que cubre la sanidad pública del país al que te diriges y no son muchos los que tienen una sanidad 100% gratuita.

descuento-seguro

Busca entre las múltiples ofertas y seguros que hay en el mercado. Investiga sobre cómo es cada seguro teniendo en cuenta tu destino, pregunta precios y lee la letra pequeña en función del viaje que vas a hacer. Que no quede nada por hacer por tu parte para que el recuerdo de un viaje sea lo mejor posible.

Autor

10 Comentarios

  1. Chicos, perdón. Yo vivo en Buenos Aires. No se de donde sacaron los casos reales o en qué sanatorio privado se han atendido, pero los hospitales acá son GRATUITOS. La atención de urgencia es sin cargo y el servicio de ambulancias del estado también. En caso que la atención sea en sanatorios privados SI tiene costos

    • Bueno, la verdad es que no solo hemos viajado a Argentina. En estos últimos 9 meses también hemos estado en Tokio, Shanghai, París, Nueva York, Colombia y Sudáfrica. Te podemos garantizar que no es un buen plan romperse un brazo en EE.UU. El seguro viajando, y para evitar sorpresas hay que llevarlo siempre (en nuestra opinión).

    • ¡Hola Nati! Gracias a tu comentario hemos investigado un poco más sobre este tema para poder ofrecer una información real. Efectivamente, como apuntas, la asistencia sanitaria para un extranjero es gratuita en Argentina. Lo que no está totalmente claro es que la cobertura sea total, en el caso de que se haya producido un accidente en viaje. También hay que tener en cuenta la calidad de la asistencia dependiendo de lo recóndito de la zona, si es necesaria una evacuación, etc. Para estos casos un poco más duros, la web del propio Ministerio de Argentina recomienda a los extranjeros viajar asegurados. ¡Un abrazo y gracias otra vez por el apunte!

    • Estuvimos en Argentina hace unos 15 años y tuvimos un accidente aparatoso cabalgando por la Patagonia y, efectivamente, todo fue gratuito.

  2. La interrogante que todo viajero tiene antes de salir. Aunque en nuestro primer viaje largo lo contratamos únicamente por 8 meses (cuando nos tardamos 15 meses en regresar), ahora SIEMPRE recomendamos salir con un seguro de viaje. Te puede salvar hasta de lo que no te imaginas, y como dices Lucy, hay que leer con detalle hasta la letra más chiquita para constatar qué nomás te cubre.

    Si no lo contratas, el ahorro te puede resultar caro. Justamente nosotros también estamos por publicar un post sobre los seguros de viajes.

    (PD; Nos vemos pronto!) =)

    • Nos ha dado mucha pena conocer esas historias de algunos viajeros que han tenido que hacer colectas o pedir dinero a sus familias para poder pagar el gasto de una hospitalización en según que países. La verdad es que ese es el motivo principal que me llevó a dar mi brazo a torcer. No tener que suponerle un gasto a nadie en el futuro.

      ¿Ya practicando los pasos de salsa para cuando nos juntemos? 😉 😉 😉

  3. Me temo que yo soy de los agonías 😀

    De hecho, cuanto más mayor me hago, con más frecuencia contrato un seguro. De momento, todavía me limito a contratar seguro cuando viajo fuera de Europa o voy a estar más de 15 días fuera, pero no descarto acabar contratándolo siempre, nunca se sabe… No voy a dar nombres, pero suelo contratar el seguro con una de las compañías “de siempre”. Cuando estás mal, necesitas que te lo pongan fácil, no tener que pelearte por teléfono en inglés y gastar una pequeña fortuna en llamadas…

    En fin, que no tengamos que usarlo nunca !! 😀

    • Nosotros la primera mala experiencia la tuvimos con una compañía grande y de las tradicionales. Fueron los que nos enseñaron que lo de adelantar los gastos para que luego te los devuelvan “una y no más”. Los años nos hacen más precavidos o será que al haber visto/oído más cosas nos volvemos un poco más sensibles. Pues eso, seguro sí pero para no tener que usarlo. ¡Abrazo!

      • Ouch, revisaré la letra pequeña, aunque juraría que el mío es de los que no hay que adelantar pasta (para eso ya tengo el seguro “normal”, el de Muface).

        Un abrazo familia !!

Dejar un comentario