Las escapadas cortas te gustan. Ayudan a calmar la sed de conocer otros mundos mientras llega el momento de volver a buscar por ahí (no se sabe muy bien qué). Sin embargo, es en los viajes largos donde te sientes más cómodo. Donde en varias ocasiones has tomado decisiones de esas que “lo cambian todo”, donde aflora la creatividad, donde el paso de los días reduce los miedos y dicho sea de paso, los michelines. Los viajes largos te gustan por lo que te dan por fuera y por lo que mueven por dentro… Pero con el paso de los días pesan. Por eso de vez en cuando, hace falta parar y respirar. Tomar fuerzas, cargar pilas y sentir que vives en un lugar.
Querer parar es una sensación diferente a querer volver. Durante una vuelta al mundo te planteas hacerlo en varias ocasiones pero nunca termina de salirte. Es como si no te lo permitieras. Cuanto más ves, más caes en la cuenta de lo poco que has visto. El caso es que al final, por un motivo u otro, siempre aparece alguna buena excusa para no parar.
Con Chennai en plenas inundaciones (en la costa este de India), es el propio destino el que te obliga a hacer lo que llevas deseando algunos días: frenar. Te hace falta leer, escribir, comer rico, descansar, ordenar y digerir un poco todo lo visto hasta ahora. El lugar elegido para dicha parada técnica son las míticas playas de Goa, de las que has oído bondades y horrores a partes iguales. Sin duda, un buen aliciente para ir a extraer tus propias conclusiones.
Las conocidas como las playas de los hippies, por la colonia de que se instaló allí en los años 60 atraídos por la legalidad de las drogas blandas y la espiritualidad del país entre otras cosas, serán tu hogar durante la friolera de dos semanas (la máxima tregua conseguida en dura negociación contigo mismo).
Baga beach en la zona de Calangute corrobora los negativos rumores. Mucha fiesta loca, mil tiendas de souvenirs, alojamientos muy malos o muy caros y turismo local poco acostumbrado a ver bikinis. Menuda gran idea la de venir a parar justo aquí. Con este percal, el intento de inmovilismo dura dos días. Intentas salir zumbando de la zona pero las inundaciones te recuerdan que esta vez la huida no está permitida. Así que no queda otra que seguir explorando la zona para lo que te haces con una moto que te permite descubrir las bondades de Goa.
Haciendo base en Anjuna sales a conocer Vagator, small Vagator, Arambol o la desierta Bogmalo. Playas de arena infinitas a compartir entre vacas, perros y personas.
Chiringuitos de locales que han visto de todo. Olas que se dejan surfear con tu cuerpo como tabla. Hamacas con sombrilla en las que pasar el día a cambio de consumir una botella de agua y hasta mercado de las pulgas un vez a la semana.
Y por fin sucede: consigues darte una tregua. Consigues parar. No ha sido tan duro. Te lo merecías. Quizá incluso más días… La verdad es que te quedan ganas de volver a proponerte más a menudo esto de darse un descanso pero, te va la marcha. Toca seguir.
Para saber más sobre la historia de los hippies de Goa ver este documental interactivo: Goa Hippie Tribe
4 Comentarios
Muy chulo el post! Aquí andamos en Arambol… tranquilos en la playa más hippy de Goa y con el freno echado un mes… lo que va a costar echarse a andar de nuevo!! Lo que nos motiva es que nos queda todo Kerala por recorrer y que después vienen las tan envidiadas maldivas!! Un abrazo chicos!
La más hippie y la más llena de mochileros también. Menuda pastelería que hay en la calle que baja a la playa. Qué barbaridad! Me quedé con las ganas de comprarme un hula-hop en una de las tiendas y ponerme a practicar en la playa. Nos gustó esa zona la verdad. Kerala es precioso y la guinda que le vais a poner al viaje para terminar no puede ser mejor. Otro abrazo y a seguir disfrutando!
Primera vez que veo vacas frente a la playa jaja. Siempre es bueno parar, el cuerpo y la mente te lo pide; justo ahora nosotros estaremos en una habitación comodísima (a veces es necesario darse un gusto, mejor si es después de tanto camping jaja) trabajando, editando, leyendo, escribiendo y relajando la espalda.
Eso que tiene tanta lógica y sobre lo que teóricamente hablamos muchas veces, nos cuesta hacerlo realidad. Nos cuesta mucho parar que como dices es muy necesario. Que disfrutéis de esa merecida habitación. Os veo cada día más expertos! Un abrazo grande.