Lugares épicos, experiencias únicas, personas maravillosas… Las anécdotas viajeras están cargadas de grandilocuentes adjetivos y positividad a raudales. La naturaleza humana tiende a olvidarse de lo malo y a rememorar (con algunos adornos de más) lo bueno.

Situaciones agradables que cuando entran en el baúl de los recuerdos pueden llegar a convertirse en orgásmicas y momentos que en su día fueron una verdadera angustia que han quedado en un “al final no fue para tanto” o “con aquello aprendimos mucho”. Así funciona el género humano. Hay una pequeña diferencia entre lo que elegimos contar y lo que realmente vivimos.

No es mentir. No es inventar. No es disfrazar. Es ponerle una parte de nosotros mismos a la historia que contamos. Es procesar y digerir. Es elegir el color del cristal con el que queremos mirar el mundo con un motivo noble: compartir lo bueno, lo bonito y muchas veces, también lo barato.

Pero… ¿acaso no existen momentos malos? ¿Destinos feos? ¿Gente desagradable? Aquí se unen dos lugares en los que la cámara busca sin éxito algo que inmortalizar. Lugares en los que suben a la superficie de tu corteza cerebral pensamientos que empiezan por un “a este destino hay que darle una oportunidad”, seguidos de cerca por un “no es la ciudad, son los ojos con los que la miras” para terminar con un “esto es feo y punto”.

Mysore y Bangalore son de esos sitios que te invitan a hacer todo lo posible para meterlos en el cajón del “no fue tan horrible” lo antes posible. Porque eso solo significará una cosa: que ya no estás en ellos. No les niegas algunos rinconcitos que ver como el palacio de Mysore y hasta grandes iniciativas como las cabinas de prepago de autorikshaw de Bangalore pensadas para evitar el clásico timo al turista. Pero si alguien con pocos días de vacaciones te pregunta por ellos, sin dudar les dirás que no vaya (a pesar de que no sueles ser tan tajante en temas de gustos y preferencias y teniendo en cuenta eso de que lo importante son las experiencias y no los destinos… ejém).

Mysore y Bangalore no son los únicos lugares “que has cruzado” que podrían formar parte de un hipotético “algo que olvidar”. Porque sí, en los viajes largos, hay días en los que pasa mucho y son memorables solo porque también hay otros en los que no pasa nada. Conoces personas de culturas diferentes a la tuya con las que conectas de una forma muy intensa y rápida pero también a otras con las que la magia simplemente, no aflora. Te cruzas con lugares que parecen sacados del Jardín del Edén y con otros de pesadilla. Hay que contar con ello. Para valorar lo bueno como merece, parece que hay que haber saboreado un poco de lo malo.

Porque en el viaje, como en la vida, no hay días increíbles sin días “de mierda” y con ambos hay que seguir caminando… o “si no queda otro remedio”, viajando en bus nocturno (y a paso ligero) hacia Goa  ; )

Destinos que evitar. Destinos que olvidar… ¿cuál es el tuyo?

mysore_bangalore_india_algo_que_recordar_02

Autor

14 Comentarios

  1. Yo personalmente creo que Mysore es una ciudad bonita segun como está construida, sin embargo lo pesado en todo el sur de la India son la gente en la calle con sus “taxi – taxi” y otras cosas que quieren venderte a la fuerza en cualquier momento y no toman un “no” por un “no”! (En en norte se comportan mejor!) Pasé un mes entero en Mysore a causa de una herida (de Goa) y más tarde incluso una apoplegía y por lo tanto buen tiempo en el hospital…. 🙁 – sin embargo hay sitios peores en el mundo – por ejemplo Kingston/Jamaica – posiblemente más peligroso y poco interesante y – perdonan todos los Espanoles – Bilbao en los anos ’70 con sus entonces horriblemente contaminadas rias – sé que Bilbao debería haber cambiado bastante pero no lo he visto – y por supuesto Calcutta, la ciudad más sucia del mundoo así me pareció en mi primer visita a la India.

    • Que curiosas son las percepciones que tenemos de una zona o de otra en función de las experiencias que vivimos en ellas. Nosotros la verdad es que sufrimos mucho menos el “tuk tuk lady, sir” en el sur que en la zona del triángulo monumental del norte. En la parte norte más montañosa del principio del Himalaya (Ladak, Leh y esa zona) también estuvimos muy tranquilos. Hemos llegado a momentos de auténtica desesperación por ese tema pero un día tocamos fondo en una discusión con un conductor y a partir de entonces fue como alcanzar la iluminación: asumir la realidad y aprender a vivir con ella. ¡Un abrazo grande y gracias por tu comentario!

  2. Yo la verdad que soy un afortunado, creo que aún no he encontrado ese sitio que guardar en el cajón de “no fue tan horrible”. Pero bueno , nunca he estado tanto tiempo viajando , con tanto cansancio acumulado, factor importante para quizás no aguantar ciertos lugares, ciertas situaciones. Seguid disfrutando también de esos lugares , una vez aquí también los echaréis de menos.
    Un abrazo

    • Total. El mal del viajero de largo recorrido sobre vuela de vez en cuando los viajes largos. Aprovecho para confesarte un pequeño problema que tenemos: somos incapaces de parar. Todos los viajeros lo hacen y nosotros lo intentamos. Nos lo proponemos seriamente pero no nos sale. Es como si nos sintiéramos culpables por parar un tiempo a descansar en un lugar con todo lo que hay que ver. De todo esto… hablaremos en el siguiente post… (teaser que no spoiler 😉

  3. ¡Bah! Buen intento pero sin presentar pruebas no os creo!
    El nombre (Mysore) es desafortunado y menos mal lo cambiaron, aunque para lo mejor… es cuestionable. Aquí la palabra suru significa pesar, tristeza, luto…

    • Un destino que evitar/olvidar: mi pueblo/pais en el invierno sin nieve. La Navidad negra de 2015 con dias ‘tropicaleñas’ (hacia más calor que en Madrid!) va a pasar a la historia por falta de nieve tanto como no estar de humor para festejar.

      • ¿En serio que hubo unas navidades finlandesas en las que no hubo nieve? Esto sin pruebas sí que no me lo creo…

    • No presentamos pruebas para que puedas venir a comprobarlo y a contradecirnos si tú le encuentras el Sore a Mysore 😉

  4. Ayyy, nosotros tenemos algunos de esos y uno en concreto es un “must” para muchos “la bahía de Ha Long”. No negaremos su espectacular paisaje, pero nos sentimos tantas veces timados en un sólo día. Nuestra experiencia allí fue terrible, por eso si alguien nos pregunta le animamos a que visite un paisaje parecido pero en Filipinas: El Nido

    • Qué pasada el Nido. Hay quien dice que se ha convertido en muy turístico pero nosotros también guardamos buenos recuerdos de nuestro paso por allí https://algoquerecordar.com/lugares-filipinas-el-nido/ En la Bahía de Ha Long, tuvimos buena suerte con el guía y con la gente que conocimos en el barco pero nos dio mucha pena lo sucio y poco cuidado que estaba el entorno. Al final la percepción de cada uno de los destinos depende de tantos factores que es algo muy personal. Nos ha pasado que un mismo destino nos parece completamente diferentes simplemente por viajar solos o en pareja y lo mismo con el dinero. Hay países que aguantan muy bien el presupuesto mochilero y otros en los que con poco dinero te puedes llevar una impresión horrible e invirtiendo un poco más pasarlo en grande. Por eso nos gusta ser cautos a la hora de recomendar a alguien un destino y hacerle muchas preguntas antes sobre lo que ha visto, lo que le gusta, lo que espera, su presupuesto, etc y aún con esa información siempre pueden suceder cosas que lo trunquen todo como os pasó a vosotros en la bahía de Ha Long. Gracias por el comentario y felices fiestas!

  5. Vayaaaa… Pues a mi Mysore me gustó, excepto el hotel con sus cucarachas, un clásico por otra parte Será que me encontré con un festival en la Chamundi Hill, o que pude ver el encendido de bombillas y la fast party que se organiza alrededor, o la compañía de mis amigos y las risas que nos echamos, pero me gustó. En fin, como bien afirmáis, no siempre es así y unas veces toca en unos sitios, y otras en otros
    Besazos!
    Alicia

    • Si hay festival, risas y encendido de bombillas hasta las cucarachas se hacen amigables. Lo cierto es que no sería la primera vez que pasamos dos veces por un mismo sitio y cambiamos nuestra percepción del lugar. No sé si algún día le daremos una segunda oportunidad. No se puede decir de este agua no beberé, ni este cura no es mi padre.

      Otro beso!

  6. Ja ja, sí, no todo iba a ser maravilloso… A mi también me ha pasado, sobre todo cuando esperaba encontrar una ciudad o paisaje precioso y… no. Era feo, o hacía mal día, o no estaba de humor para disfrutarlo. Y al contrario. La falta de expectativas siempre hace que algo te guste más. ¿Te puedes creer que no sabía nada de Venecia cuando la visité por primera vez? Estaba cerca (en Padova) y una tarde decidí pillar el tren y darme un paseo por Venecia. Fue un shock. No podía ni imaginar que existiera una ciudad así, tanta belleza, tanta decadencia,… y además cuando fui estaba prácticamente desierta (creo que nunca he vuelto a verla así).

    Por cierto, felices fiestas!!

    • Mi Venecia era preciosa pero estaba hasta la bandera de gente. Me imagino esa sensación de descubridor de barco hundido. No me extraña que la adores. Felices fiestas, año y de todo! Que el 2016 venga cargado de viajes (de cualquier tipo).

Dejar un comentario