Del 4 al 6 de agosto de 2013 // Temperatura: 29º // Agradable con algún chaparrón desagradable.

Como no podía ser de otra manera, la capital de un país-pueblo es también un pueblo. Después de la magia de Luang Prabang el listón era difícil de superar. No dirás que los paseos por Vientiane no fueran agradables (andando o en bici), ni que no disfrutaras del Arco del Triunfo (Patuxai), de las bakeries francesas (sí, te das un homenaje de trozo de tarta por cumple), de la pagoda de Pha That Luang y de las ruinas del Buddha Park.

Vientiane_algo_que_recordar2En Viantiane, una vez asumido que Luang Prabang “no hay más que uno”, se puede disfrutar también de una preciosa puesta de sol con más de 400 personas haciendo ejercicio simultáneamente junto al Mekong, un improvisado mercado nocturno y chavales practicando skateboarding.

Vientiane_algo_que_recordar3El caso es que después de una ciudad en la que mires donde mires hay una foto preciosa, Vientiane, te sabe a poco. Así que decides hacer eso que tanto te gusta de alquilar una moto para perderte por ahí y volver con el depósito de gasolina vacío + el dolor de culo respectivo por la calidad de la amortiguación del vehículo y las carreteras. Lo de los caminos embarrados por el monzón es tema aparte; lo de la amortiguación, sinceramente, no es culpa a los “laosianos” porque ellos no te obligan a coger la moto más barata, entre las baratas después de regatear. Eso sólo es culpa tuya.

Así que con la moto de 60.000 kips (6€), decides aventurarte a las afueras y ya que estás, a la visita al Buddha Park (a 24km). El día elegido fue el mismo que habías quedado a las 15h en el hostel para coger el tren nocturno a Bangkok. Tampoco uno se plantea que le puede pasar todo lo que te pasó…

Sales de la ciudad, coges los caminos de tierra… y qué bonito es todo, qué auténtico, qué feliz eres… Así pasa más de una hora cuando te empiezas a plantear que evidentemente no vas por el buen camino porque, aunque la carretera no sea la mejor 24km, no dan para tanto. Paras en una tiendecita y a duras penas consegues entender que por allí no es. Así que emprendes la ruta de vuelta a la civilización. Por el camino, ¡qué mala suerte! Pinchas. Pinchazo 1. ¡Vaya! Paras en otra tiendecita y le explicas al señor lo que ha pasado intentando que te deje usar su teléfono para avisar a la tienda de alquiler. El señor, con su buena intención, te envía a un taller que está a menos de 100m. Empujas la moto, arreglan el pinchazo mientras cotilleas todo el taller y otra vez en marcha. Total, el arreglo han sido 5.000 kips (0,5€) y por lo menos estabas cerca de un mecánico “de los de toda la vida”. A partir de ahora empiezas a fijarte de dónde hay talleres. Hombre, tampoco vas a tener tanta mala suerte de pinchar otra vez ¿no?, ¿o sí?

Vientiane_algo_que_recordar4Vuelves a la ciudad y esta vez, sí que sí, coges la carretera buena. Al principio de asfalto y luego de arena con agujeros. 10 baches más tarde la moto va rara otra vez. Pinchazo 2. Misma operación: empuja moto, busca taller y arregla pinchazo. Esta vez con cambio de cámara de aire (25.000 kips =2,5€). Bueno, ¡qué le vamos a hacer!

Vientiane_algo_que_recordar5Otra vez en la carretera, con un calor abrasador y con el odio al Buda Park, que no tiene la culpa de nada, aumentando. ¿Y si lo dejamos para otro días? Ya que has llegado hasta aquí… Cierto es que llegas, pero que no lo disfrutas mucho por lo ocurrido y porque la hora se empieza a echar encima para coger el tren a Tailandia. Así que el tiempo medio de la visita debió rondar los 15 minutos.

Así que vuelves a la carretera del infierno una vez más. Y sí…lo habéis adivinado. Como no hay dos sin tres vuelves a pinchar. Pinchazo 3, para ser más exactos. Que además viene rematado con un enganche de mochila a la moto y un segundo tatuaje-quemadura en la pierna para acompañar al del año pasado de made in Vietnam. Arrastras la moto hasta otro taller (echando humo por las orejas) donde el mecánico hizo el mismo proceso que ya has vivido dos veces, esta vez por 7.000 kips (0,70€). 14.50h, con la sensación de que este no iba a ser el último y a “tomar por saco”. Evidentemente vas tarde, pero sabes que el tren no sale hasta las 17h. Así que ya te apañarás para buscar la forma de teletransportarte a la estación cuando hayas solucionado los problemas inminentes.

Vientiane_algo_que_recordar6Pero el destino deparaba algunas sorpresitas más. La primera: el cuarto pinchazo a las 15.10h. La paciencia de todo ser humano tiene un límite, así que decides cambiar la solución a ver si así consegues otro resultado. División de fuerzas que para algo somos dos. Uno en tuk-tuk al hostel a solucionar cómo llegar a la estación y otro con rueda pinchada incluida a devolver la moto.

Los tuk-tuks están por todas partes continuamente menos cuando piensas en ellos con todas tus fuerzas. Por fin, a lo lejos aparece uno. El que podemos bautizar como el tuk-tuk del conductor más viejo de todo el Sudeste Asiático y con menos prisa. Así que Rubén y yo llegamos prácticamente a la vez. Uno en tuk-tuk y otro en moto pinchada, pero a la vez. Incluso pude presenciar cómo al meterse con la moto por una mediana para acortar la policía le llamó la atención. Menos mal que con la excusa de la rueda pinchada le dejaron irse sin multa.

Vientiane1Cuando llegas al hostel evidentemente el conductor se ha ido y te mandan a la central de recogidas (15.50h). Allí todos los empleados se pusieron a llamar a diestro y siniestro para arreglar el problema y mientras te miran con cara de…”por eso decimos que estéis con tiempo…¡que luego la liáis!” Pasan los minutos y deciden que la solución es llevarnos en moto. Allá vamos: 2 motos, 2 conductores, 2 guiris, una quemadura de tubo de escape y 4 mochilas sorteando todos los atascos del lugar para coger el tren de las 17h.

Por fin alcanzáis a la furgoneta que hacía la ruta de recogida y se hace el cambio de vehículo. Ya en la estación a las 16.45h, sellas la visa, matas el hambre, compartes una Beer Lao y respiras hondo una vez sentado en el tren. Mientras en tu cabeza resuena aquella frase de que a veces “lo barato sale caro”.

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4 Comentarios

  1. Lo siento por ustedes y la verdad es que hay que estar en la situación pero…me entró un descojono mientras leía esta aventura que sirve para el guión de una peli cómica. Un beso enorme y que me encanta seguirles.

    • A nosotros también nos da el “descojono” como tú dices cada vez que nos acordamos. Sobretodo de cómo iba aumentando la cantidad de humo que nos salía por las orejas, jajaja!

  2. Chicos, que ganas de estar ya por esa ciudad, aunque pensándolo bien, seguramente que cuando veáis este comentario o ya estuvimos o estaremos justito llegando.
    Lo de la moto cosas que pasan, que nos vas a contar, eso mismo nos ocurrió en Vietnam 5 años atrás en una aldea perdida, menos mal que siempre se puede despertar a un vietnamita de su siesta para que por 1 dolar te solucione la papeleta, jejeje
    Un fuerte abrazo, os seguimos de cerca.

    • Si es que como dice mi madre “al que cuece y amasa, de todo le pasa” y está claro que es lo que le da esa “salsilla” al viaje. Abrazo grande para vosotros también!!!!

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