En mitad de esta vuelta al mundo que te estás pegando, llegan como caídos del cielo unos pases de prensa para ir a ver el Gran Premio de Motociclismo que casualmente, se celebra contigo merodeando por Malasia. Así que como no quieres perder esta oportunidad que el destino te brinda, te plantas en Sepang (el Jerez de Malasia) para sumergirte en el mundo del aceite de última generación y los neumáticos “con bolitas” de goma.
A partir de aquí, puedes “vivir las motos” de forma bien diferente en función de si eres un individuo que forma parte de la subcategoría 1 o si por el contrario te encuentras más identificado con la 2.
- Categoría 1: motero de toda la vida. Naciste con un casco bajo el brazo y las motos son tu pasión. Empezaste a los 14 años con una scooter y a partir de ahí, varios “bichos” de los que recuerdas modelo, matrícula, cilindrada, colores, caídas y arañazos varios (que es lo que más duele), han pasado por tus manos. Eso sí, siempre fiel a una casa. Esa marca única y verdadera que desbanca a todas las demás. No te has perdido una carrera desde que Crivillé apareció en escena. De vez en cuando te reúnes con tus amigos “moteros” para tomar una cerveza a 100 km de la ciudad. Tienes una chaqueta con protecciones, botas especiales y una mi-moto (como mínimo) adornando alguna de tus estanterías. Tu abuelo fue motero, tu padre es motero y ahora lo eres tú. Guardas toda esa sabiduría y conocimiento en tu interior para “traspasarla” a tu pequeño Padawan: “Hijo, sólo hay dos tipos de moteros… Los que se han caído y los que están por caerse. Y ahora… levántante y monta”. Si perteneces a esta categoría, el plan de tres días en el circuito de Sepang entre tubos de escape se presenta como LE-GEN-DA-RIO, como diría Barny.
- Categoría 2: lo más cerca que has estado de las motos, es cuando vas “de paquete”. En eso no te gana nadie, pero ahí empieza y acaba tu relación con los vehículos de dos ruedas a motor. Lo que sientes por ellas no es odio, ni te dan miedo… Eres incluso capaz de llevar una scooter sin carga. Lo que sientes por ellas es algo casi peor: indiferencia. Vamos que no les deseas el mal pero tampoco sueñas con ellas. Aunque claro, tampoco quieres perder la oportunidad de ver lo que significa un “Gran Moto GP” (o algo así) desde dentro. Por aquello de poder hablar de ello con conocimiento de causa. Y sobre todo… ¿quien eres tú, individuo de categoría 2, para quitarle la ilusión a individuo de categoría 1?
Si eres de la categoría 1, tus ojos se fijarán en cosas como:
- Quién ha hecho la vuelta con el menor tiempo.
- Trazada de los pilotos en el paso por curva.
- El orden de salida en la parrilla. Fundamental y consecuencia directa de lo primero.
- El número de puntos que conseguirá cualquiera de los participantes según su posición sumando a esta todas las anteriores.
- El proceso de limpieza, montaje y ajuste de piezas antes de la carrera cual reloj suizo y la admiración sentida por la gran responsabilidad de los mecánicos.
Y otros detalles de este estilo… Si eres de la categoría 2, la cosa será un poco diferente y te llamarán la atención detalles como:
- El ensordecedor ruido que hacen esas máquinas infernales y lo mucho que corren y pensarás en las madres de esos chicos cada vez que los ves pasar rozando el suelo con la rodilla y el codo o adelantándose unos a otros a 1mm de distancia.
- Te dirigirás a donde guardan las motos para descubrir que se llama PADDOCK.
- Te parecerá que los pilotos son muy jóvenes y bajitos. Por lo visto así conducen todavía más locos y veloces. Una vez más…¡pobres madres!
- Te pasarás el día observando a los personajes pintorescos del circuito en vez de enterarte del número de vueltas que llevan. Personajes del tipo: club de fans, azafatas con vestuarios singulares…
… moteros profesionales (es importante no sólo serlo, sino también parecerlo para que se vea el apoyo a la causa)…
… pilotos desagradecidos con sus seguidores (no todos, pero a alguno habría que recordarle que esto se pasa rápido), niños a punto de perder totalmente la audición…
- Te interesará mucho el proceso de limpieza y secado de los “monos al sol”. ¿Será del mismo estilo que los zapatos de la bolera? Madre mía, como debe oler eso…
- Y lo que más gracia te hará de todo el día son los mensajitos en clave que les ponen a los pilotos para que se enteren de por dónde va la cosa: penalti, a sembrar…
Eso sí, tanto si eres categoría 1 como 2 y aunque no hayas puesto un pie en el asfalto del circuito, cuando acaba todo el tinglado decides brindar con una cerveza por los triunfos de los nuestros y porque un día en las carreras también es algo que recordar.
¡Gassssss!
5 Comentarios
Creo que soy categoría 2
Me quedo con el barbas
Jajaja! Te pega todo… siempre te gustaron los excéntricos 🙂
Ñoooosss Julio Lopez se muere de envidida…
jajaja! Julio López veo que forma parte de la categoría 1 entonces.