liahna_malasia_couchsurfing_algo_que_recordar_02Liana tiene 30 años, vive con su hermana pequeña y sus dos gatos (pequeños también), en la zona universitaria de Kuala Lumpur. En su tiempo libre da clases de teatro y Shan, no es exactamente su apellido… es el nombre de su padre. Así es como lo hacen los musulmanes. Es decir, que yo sería Lucía Santiago (bueno, no suena tan mal) y ya que estoy, me gustaría aprovechar la ocasión para saludar a mi padre que me estará leyendo: “Hola papi, estoy bien”.

Aunque fue organizadora de eventos varios, su alto nivel de inglés le permite dedicarse a su verdadera pasión: la enseñanza. Es profesora de inglés de “casi adultos” (como ella llama a sus alumnos ya que están alrededor de los 20) en un colegio chino y desde luego, paciencia china no le falta para responder con tranquilidad al tercer grado al que la sometemos sobre la religión musulmana.

Liana es una viajera empedernida que no para de pensar en futuros destinos, amante de la comida picante hasta límites inimaginables para nuestros paladares y que tiene muy claro que su religión no le impide respetar otras opciones además de poder disfrutar de todos los aspectos de la vida.

Además de todo tipo de recomendaciones logísticas sobre Kuala Lumpur y de cómo llegar a Putrajaya, te lleva a las Batu Caves: las cuevas en las que una vez al año se celebra un festival hindú con la correspondiente y colorida peregrinación de miles de personas. El resto del tiempo, aparte de los fieles y algunos curiosos como nosotros, está lleno de inquietos monos que vienen y van “custodiando” el templo en el que varios de los amigos hindús de Liana se han casado. Y es que, aunque Malasya es un estado musulmán, en él conviven muchas etnias. La situación fue provocada por los británicos cuando tras su conquista, organizaron el país importando las diferentes nacionalidades según para lo que, a su juicio, serían más capaces: musulmanes en los puestos gubernamentales, chinos en los negocios e indios como mano de obra. El resultado es que en la actualidad, Malasya es igual a mezcla. Mezcla de sabores, de razas, de religiones… Una pequeña Asia dentro de Asia. Especialmente la gastronomía es una locura y Liana que lo sabe bien, hace una parada obligatoria en un restaurante malayo famoso entre los estudiantes por su calidad-precio de cuyo nombre es imposible acordarse y mucho menos pronunciar y… a “la hamburguesería”. La única y verdadera hamburguesa por la que medio Kuala Lumpur está dispuesto a hacer cola. Una de esas hamburguesas que te comes en 10 segundos y durante los siguientes 10 minutos te deja planteándote si comerte otra o… comerte otra. Sin cerrar los ojos, semanas después, aún puedes rememorar su sabor.

La hospitalidad de Liana la precede y en la zona ya la conocen como “Gadis with foreigners” , o lo que es lo mismo: la chica de los extranjeros. La noche de la despedida te lleva en su mini-coche a disfrutar junto a sus amigas del maravilloso skyline de KL desde la colina de Look Point. Un lugar al que no hay manera de llegar si no tienes coche y que tú, pobre mochilero ignorante, jamás sabrías que existe. Como se hace querer tanto… le arrancas un inesperado abrazo latino antes de irte. Se lo tenía merecido, la muy sonriente y entrañable. Así sabrá lo que le espera cuando vaya de visita a España… ¡¡¡Muahahahaha!!! (risa diabólica).

 

 

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8 Comentarios

    • “Arrejuntada” y recomendada estás. A Liana la puedes encontrar en nuestros amigüitos. Es un chelín, seguro que acoge a no ser que la pilles en mitad de una evaluación o alguna de esas épocas malas de profes.

    • Gran recomendacion, como todas las de @marcandoelpolo. Buenas rutas para alla tambien (estoy sin acentos como podeis ver) y mas abrazos latinos!!!!

  1. Santiago Miguel Responder

    Siempre me emocionan los post. Pero hoy, como no, mucho más. Y no solo por alusiones. Cuanta gente maravillosa estáis conociendo. Con esa carita que tiene Liana, yo le hubiera añadido al abrazo latino, dos pellizcos cariñosos en los mofletes

    • Hubo que aguantarse las ganas de los pellizcos para no matarla de un susto que bastante tiesos se quedan todos los asiaticos cuando extienden su mano para despedirse y ven que nos avalanzamos sobre ellos sin piedad. Les da una risilla nerviosa muy graciosa!

  2. Bonito reconocimiento para Liana y bien merecido.
    Una vez más con este post, nos das una lección de viajes y sobre todo nos haces esbozar una sonrisa con tus ocurrencias,

    • :O 😮 :O emocionada me dejais con vuestras palabras… Lo más bonito de viajar para mí es cuando te llevas un zas! en toda la boca con algo que antes pensabas y tras la experiencia vivida descubres que eras un fucking idiot.

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