Imagina que, en lugar de haber nacido en el seno de la familia que te ha tocado… Sí, con esa despiadada madre que de pequeño te obligaba a comer espinacas para ser más fuerte de mayor. O con ese maléfico padre que te castigaba sin salir un fin de semana (o peor aún, sin paga), por haber suspendido matemáticas. ¿Qué tipo de persona oscura perpetra semejante tortura con la única excusa de que tuvieras un trabajo algún día? Con un hermano mayor del que heredabas ropa, libros, juguetes… y manga ancha con tus padres porque con él sí que fueron “duros”. ¿Cuánto hemos sufrido, verdad?
Ahora… imagina que naces en Myanmar, Birmania o Burma (llámalo como quieras). Imagina que naces en una familia que se ve obligada a escapar de su país por discrepar del régimen que se ha establecido en el poder y contra el que casi nadie se atreve a luchar. Por querer una vida mejor. Imagina que tienes que ir a Mae Sot, un pueblo fronterizo en el país vecino: Tailandia. Un país que no te reconoce y que tampoco te quiere mucho. Imagina que no tienes derechos, papeles… ni siquiera obligaciones. Sólo temor. Temor al qué pasará. No suena muy bien, ¿no?
Pues… si tienes capacidad para imaginar un poco más… Imagina que sólo tienes 9 años y que nunca conociste a tu madre. Imagina que meten a tu padre en la cárcel durante tres años y lo acaban matando dentro. Imagina que no sabes nada de tu hermana desde hace un par de años. ¿Aún puedes imaginarlo? ¿Y si a eso añadimos maltrato, alguna violación que otra y varias cicatrices para que no lo olvides?
Pues es en ese momento cuando aparece un grupo de españoles (Carmen, Marc, Javi, Mery, Sara y alguno que otro más que viene y va) y hacen algo por ti. Ese algo, es darte la educación, la comida y el cariño que no habías tenido. Te devuelven tu infancia “a costa de las vidas” bien remuneradas y confortables que tenían en su país. Una vida, que no echan de menos porque ésta les llena más. Y es entonces… cuando poco a poco, todo lo que antes para ti era silencio… oscuridad… temor… Se convierte en que “puede” que ahora sí tengas un futuro.
Y lo agradeces. Lo agradeces superándote. Aprendiendo. Jugando. “Pagando” con todas esas sonrisas que llevabas dentro y que nunca habías dejado salir a esos españoles que no sabes muy bien porqué están ahí y hacen lo que hacen por ti y otros 300 niños más. Y queréis demostrar lo mucho “que les debéis”… Así que jugáis, reís, gritáis y saltáis tanto… que cada día los matáis de cansancio. Pero sobre todo, de satisfacción porque ahora sí, sus vidas tienen sentido y la tuya… la tuya también.
Ese grupo de españoles se hacen llamar Colabora Birmania. Todo lo que les llega y consiguen lo invierten en arreglar la vida de esos niños… niños “como tú”. Ahora imagina que sí, que de verdad te ha tocado ser uno de esos 300 niños y que, además de esos españoles con los que juegas y tanto quieres ya, hay gente al otro lado del mundo que también quiere colaborar invitándote a que aprendas inglés, a comer… a una vida mejor.
No quiero decir nada más… que me pongo loco de contento y no es plan. Ahí va su número de cuenta…
La Caixa: 2100-0515-45-0200219564
Si ya se te ha agotado la imaginación, métete en su web, sígueles en twitter o facebook y entérate de tooooooooodo lo que hacen, cómo y cuándo. Estos sí que son superhéroes y no un par de aspirantes a perro-flautas que se van a dar la vuelta al mundo.
- web: colaborabirmania.org
- mail: info@colaborabirmania.org
- twitter: @cbirmania
- facebook: facebook.com/CBirmania
Chicos, nos habéis tocado la fibra… pero bien. Sois más que algo que recordar… sois algo que admirar, ayudar y apoyar. Volveremos.
fdo. Lucía&Rubén
4 Comentarios
Gracias Lucia y Ruben por vuestra visita y por esas fotos y vídeo tan bueno que nos habéis dejado. Siempre tendréis un huequito en Mae Sot cuando queráis volver!
Gracias por lo que nos habéis dado a nosotros. Ten cuidado con lo que dices que de repente se cumple. Besos!!!
Pues eso … habrá que pasar por ahí y colaborar, ver de primera mano que se puede hacer por ellos, aportar algo mas que un granito de arena.
Tal vez sea este tu mejor post, buenismo!
Un abrazo!
Marcos
Muchas gracias Marcos. Y ten cuidado… si vas por allí, de repente te quedas 🙂 Abrazo