Del 13 al 16 de octubre// 25-29˚C// Nublado.

Deliciosa Ipoh.

Te ha costado reconocerlo pero al final la situación ha “caído por su no peso”: puedes bajarte los pantalones sin desabrochar, los dibujos de tus camisetas no se estiran como chicles y los botones de las camisas han dejado de vivir estresados al borde del reventón. No querías hacer caso a los comentarios de tu madre, aunque tu ropa ya te venía dando algunas pistas y el nuevo agujero que le has tenido que hacer el cinturón definitivamente lo confirma. Después de algo más de 4 meses en ruta te miras al espejo y no te queda más remedio que reconocerlo: estás por debajo de tu peso mínimo histórico. Viajar de mochilero debería ser una de las dietas más recomendadas por las revistas femeninas. Si quieres perder esos “kilillos” que te sobran, déjate de la dieta de la alcachofa, señala un destino exótico en el mapa y échate la mochila a la espalda. ¡Ya verás como en un mes te quedas hecho un figurín!

¿Será que esto de ver cosas nuevas cada día llena tanto que quita el hambre? ¿Será que, en contra de lo que habías oído, los currys y los hidratos de carbono engordan menos que una manzana golden? ¡¡¡Si no paras de probar todo lo que cae en tus manos y comes como una lima!!! ¿Cómo puede ser entonces? Probablemente cambiar la silla de la oficina por una media de 6 horas caminando al día tenga algo que ver. Puede que beber unos 3l de agua diarios (aunque a veces no necesites ni ir al baño), ayude. La mochila pesa algo más que el portátil y puede que también tenga que ver con que no cenas con una botella de vino, ni te bebes una cañita para celebrar que ha salido el sol, o que llueve, o que hoy ha sido una gran día o todo lo contrario. Además, ya no te acuerdas de qué era eso de tomarse un gin&tonic. Pero tú, comer, comes… y con esa idea te plantaste en Malasia y más concretamente en Ipoh. Porque en la costa oeste malaya hay muchas cosas que ver, pero por algo será que siempre que le preguntas a alguno de los locales todos coinciden en que el mayor atractivo de la zona es la comida. Son llamativos también sus templos dentro de las cuevas formadas en el paisaje kárstico que rodea a Ipoh pero como no son comestibles, no te han llamado tanto la atención.

Si en Malasia hay comida para todos los gustos y paladares, Ipoh es la máxima expresión de ello. Comida china, malaya, india, vietnamita, japonesa, mexicana, western… Y como aquí desayuno, almuerzo y cena no se diferencian en calidad y menos aún en cantidad, tienes tres oportunidades al día para descubrir nuevos sabores. Eso sí, hasta los Mc’s Donalds están obligados a ser Jalal, o lo que es lo mismo, alimentos que respetan las ordenanzas del Corán para ser consumidos. Entre otras, la forma de matar al animal que evita el sufrimiento y que según dicen es uno de los motivos de que la calidad de la carne sea tan buena. Aquí van algunos de esos platos y los lugares donde te puedes dar de bruces con ellos:

1. Roti. El comodín que va con todo. Esta torta que puede mojarse en salsas funciona como entrante, plato principal, acompañante, entre horas… Se presenta en dos vertientes: la dulce (roti Bomb, con azúcar y mantequilla, roti con fruta, con leche condensada, con Milo; una especie de batido de Cola-Cao) y la salada (con queso, con ajo, con cebolla, con huevo…). Inseparable compañero del teh-tarik o del ice lemon tea. Lo encuentras en los Kopitiam (cafetería) y en cualquiera de los puestos callejeros. Sobre todo, en los indios-musulmanes e indios.

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2. Nasi ayam. Arroz con pollo de toda la vida, que si no andas espabilado para avisar que lo quieres “no spicy”, picará como el demonio. Es muy socorrido, porque lo puedes encontrar en todas partes, incluidos bares de carretera y rincones escondidos en los que nadie habla inglés. Difíciles de encontrar en Malasia, pero que existir, existen. Si notas que te empiezan a salir plumas, puedes probarlo también con cordero o con pescado y suele venir con una sopa. Nunca con cerdo que no es jalal. 

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3.Set de tandoori chicken. Este plato indio de pollo especiado con salsa de menta y acompañado de una torta de pan (naan), suele ser uno de los platos más populares de los restaurantes callejeros indios.

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4. Steam-boat. Una especie de fondue a base de sopa, noodles, huevo, verduras y carne, pescado o marisco a elegir para ir cociendo sobre la marcha. Dependiendo de la zona, el plato cambia de nombre pero siempre tiene mucho éxito en mesas con varios comensales.

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5. Dim sum. De todas las formas, colores y sabores. Típicos en los restaurantes chinos o en los food-courts (que vienen a ser la versión asiática del mercado de San Miguel o la Boquería).

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6. Noodles. Fritos o en sopa, con aceite, con salsa de ostras, anchos, delgados, amarillos, transparentes… con carne, con pescado, con marisco, con verdura o con cosas que no sabes lo que son. Un clásico de los restaurantes chinos o vietnamitas con su propia versión del Pho-bo.

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7. ABC y jugo de palma. Dos postres que te encuentras por todas partes. A los malayos les encantan y a ti, no tanto. Son esos platos que podrían causar una diabetes sólo con el primer bocado. ABC es una montaña de hielo recubierta con siropes y gelatinas de todos los colores y leche condensada por si no tenías suficiente dulce. El jugo de palma es una especie de bebida a base de néctar y azúcar marrón con gelatinas negras que puedes tomar caliente o fría… si te atreves.

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8. Snacks indios vegetarianos. Cada sitio tiene su receta. Son una masa frita de legumbres, maíz, harina… Muy típicos de puestos callejeros. También los tenemos que no son vegetarianos… ¡¡¡Me los quitan de las manos oiga!!!

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La lista es interminable y se quedan muchos platos fuera… incluso a sabiendas de que tu presupuesto no te permite llegar a grandes restaurantes, pero por lo menos en Ipoh no te ha hecho ninguna falta. Te has puesto (como dice @Claudia_Mary), como un centollo!

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5 Comentarios

  1. Que lindo se come en Malasia! Lo estamos experimentando en panza propia. De los Roti, el Tissue es nuestro preferido, con mucha leche condensada chorreando por los costados y bien quemadito. Y un buen Teh-tarik, pero de los buenos, esos que lo tiran desde el techo más o menos y caen bien espeso, dejando medio vaso de liquido y medio de espuma, entra en el ranking de bebidas…

    Buen camino chicos…

    PILA

    • Esa mezcla de sabores se disfruta mucho y más después de marcarse un vipassana ¿eh? 🙂 El teh-tarik y los rotis manjares de dioses. Sencillo, barato y delicioso. ¿Qué más se puede pedir? Disfrutadlo mucho y mandadle recuerdos de nuestra parte. Buenos vientos amigos…

  2. ¡JAJAJA!
    ¡Te has puesto como un centollo pero ahí estáis, como dos queridos figurines!
    ¡Qué gran verdad! el viaje mochilero es la mejor dieta aunque te pongas “como el kiko” o como una centolla gallega 🙂
    Vais a volver tan macizorros que alcanzaréis los primeros puestos del ranking de bloggers xD
    Un besote chicos, ¡me habéis puesto los dientes largos!

    • Claudia!!! Un poco de tu propia medicina que nos tienes siempre babeando por twitter. 🙂
      Se nos han quedado un montón de comidas fuera pero el post se iba a hacer infumable… Tenemos que entrenar duro para ese ranking todavía.
      Otro par de besos para allá!!!

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