Cuando no ha hecho más que comenzar el #chinchetaTrip y después de haber olvidado la mayoría de las frases que te han ido soltando estos últimos meses como “ahora que vais a tener un hijo dejaréis de viajar, ¿no?” o “con niños no se puede”, aún sigues escuchando de fondo una última perla que se coló en el top 10 poco antes de salir: “total, si no se va a acordar”.

En alguna parte sobrevolando Rusia.

Durante unos instantes de enajenación viajera transitoria, llegaste a creer que dicha profecía podría llegar a hacerse realidad pero, después de pensar en ello con gran intensidad y sobre todo, transcurridos los primeros cuatro días de viaje por Tokyo, te has dado cuenta de que aquella “predicción ancestral” se ha quedado al nivel de “frase hecha” que ignorar al más puro estilo japonés. Es decir, sin confrontación y con una leve sonrisa.

Persiguiendo los cherry blossoms en el Parque Konagei.

Y es que, si un bebé no se va a acordar de nada en el futuro, ¿por qué les damos besos? ¿Por qué les sacamos a dar un paseo por el barrio cada día? ¿Por qué les enseñamos los patos del Retiro? ¿Por que les regalamos mil juguetes? ¿Por qué les llevamos cada domingo a ver a los abuelos? Total, si no se va a acordar.

Con ganas de subir a la Tokyo Tower.

Y en esas estás cuando ves cómo aquel pequeño desconocido al que le hablabas desde el otro lado de la barriga, no para de observar con gran interés todo lo que le rodea. Ya desde el “temido largo vuelo” (que se hace corto), todo le llama la atención (sobre todo las pantallas). Una vez en suelo nipón, falta tiempo para poder mirar a un lado y a otro lo que la novedad constante ofrece: árboles que en lugar de ser verdes son rosas, sonrientes gentes diferentes que en lugar de ojos tienen rayas, muñecos de todo tipo y por todas partes, grandes torres de colores…

Adentrándonos en el Yoyogi Park.

Y tú, que al tiempo que le limpias la baba a él, limpias la tuya, piensas que es verdad. Es tan probable que no se acuerde de que un día vio un gran arco Torii o que nunca recuerde que una señora se acercó a él y le estuvo sonriendo y hablando durante un buen rato en un parque, como también es obvio que no se va a enterar de la historia o las costumbres del país que está visitando. Eres consciente de que todo eso es así pero, también estás seguro de que “algo queda”.

Lucha de superhéroes y supervillanos en Roppongi Hills antes de comer.

A decir verdad, ni tú te acuerdas bien de todos los sitios en los que has estado y mucho menos de lo que pasó exactamente en cada uno de ellos. A veces se trata de un cúmulo de recuerdos difusos que provocan ciertas sensaciones. Sensaciones que hacen que “el sabor” de tu vida acabe siendo de una u otra forma. Si siempre has intentado hacer las cosas que te hacían feliz en cada momento, tus recuerdos, aunque un poco perdidos en detalles, serán buenos.

Echando un ojo a la exposición “Reflections” de Midori Sato en el Mori Art Museum.

Puestos a pensar, por un lado crees que si el viaje es positivo para los adultos, también tiene que serlo para un bebé. Aunque sea a otra escala. Mínima. Pequeña. Como de unos 63 centímetros. Por otro, supones que si los adultos son felices haciendo lo que realmente quieren y no lo contrario, el niño también lo será.

Esperando al atardecer en el observatorio de la Tokyo Tower.

Por eso, a día de hoy, prefieres que esté conociendo un mundo que probablemente olvide en lugar de estar en una guardería que tampoco va a recordar. Porque algún día verá las fotos y puede que quiera volver ya que “la verdad es que no me acuerdo”. Porque no va a estar mejor en ningún sitio que estando contigo. Porque le ves feliz. Porque aunque no se acuerde de que viajó por el mundo contigo, tú sí recordarás que lo hiciste con él. Y sobre todo, porque “lo que le quedará” después de un viaje así, es que pasaste mucho pero mucho tiempo con él.

Paseando por el Ueno Park un viernes cualquiera.

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46 Comentarios

    • Dice el proverbio que el que tiene un deseo encuentra un camino y el que no lo tiene encuentra excusas. Qué más dará que tengan el recuerdo racional de haber vivido una cosa o no. La vivieron y la disfrutaron en su momento, ¿acaso ese no es un motivo suficiente? Y además… si no se acuerdan mejor porque eso significa que tendrán que volver 😉 ¡Un abrazo grande!

  1. Chicos en su día me daba error cuando intenté dejaros este comentario y ya os lo pasé por Facebook, pero como últimamente vuestro blog es mi web de cabecera, aprovecho que ando de nuevo por aquí para copiaroslo y dejarlo de nuevo ;):

    Que post más bonito y real.
    Os conocía desde hace tiempo pero desde que anunciasteis el chinchetatrip me he convertido en seguidora permante
    Nosotros vamos a ser papis en nada y nuestro plan inicial será seguir viajando como hasta ahora, aunque somos conscientes que cambiará nuestra forma de viajar ( habrá que adaptarse)
    Sois una inspiración para los que estamos esperando, estamos algo cansados de “aguantar” las tipicas frasecitas de “ahora se acabo viajar ¿no?” “Ya vereis cuando nazca…”
    Incluso en ocasiones nos preguntamos ¿Tendrán razón?

    Así que ojalá podamos seguir vuestros pasos

    Un saludo familia y a seguir compartiendo vuestro sueño.

  2. Patricia del grupo de lactancia Responder

    Jo Lucy, cómo me gustaría hacer lo que hacéis vosotros, pero nosotros no somos tan valientes, y no lo digo solo por lo de viajar con el niño. Sueño a diario con conocer el mundo, pero hasta que ese momento llegue (si llega…) me conformaré con hacerlo junto a vosotros a través de aqr. Al menos trataré de ir conociendo España, que también es una de mis asignaturas pendientes. Esoerando ya leer vuestro próximo post, os mando un besazo.

    • Por cierto, me he puesto ese nombre para que sepas quién soy, pero lo voy a cambiar porque no me gusta mucho jeje

    • ¡Hola Patri! Muchas gracias por escribirnos un comentario. Sabiendo lo que valoramos el tiempo las madres nos hace el doble de ilusión 🙂
      La verdad es que nunca es tarde para hacer realidad un sueño. Estamos en contacto con muchas familias viajeras y es curioso como cada una de ellas ha tomado la decisión para hacer un cambio de vida de este tipo en diferentes momentos vitales. Algunos recién estrenados como padres, otros con los hijos en primaria, otros con adolescentes… Los hay que esperan a tener los hijos mayores y lo hacen cuando se jubilan… En fin, para esto del viaje, no hay solo una edad, un momento vital o una situación económica única. Es más bien cuestión de no perder de vista el sueño de cada uno para no tirar la toalla conseguir que se haga realidad en algún momento. Mientras ese día llega…nosotros estaremos encantados de que viajes con nosotros todo lo que quieras.

      ¡Un abrazo grande!

  3. Estaba viendo una entrevista a Arno Stern (pedagogo e investigador) y hacia el minuto 2:00 aprox. comenta que un niño pequeño vive muchas experiencias y encuentros, incluso antes de nacer también tiene sensaciones y sentimientos, y que todo eso no se pierde, sino que se conserva dentro de la memoria orgánica… (https://www.youtube.com/watch?v=aKx-0R0evIM)

    ¡Justo en ese momento me acordé de vuestro post y pienso que Koke tiene una suerte enorme! Me encantó conoceros en las últimas Jornadas de los grandes viajes en Madrid y me hizo mucha ilusión la dedicatoria que me escribisteis en vuestro libro de las tontunas viajeras! Muchas gracias 🙂 ¡Un fuerte abrazo! 🙂

    • Muchísimas gracias por dejarnos el link a esa entrevista. No conocíamos a Arno Stern y hemos alucinado con su trabajo. Por lo que cuenta en el vídeo, además de pedagogo también fue viajero 😉 Ahora pienso investigar más sobre él y sobre la memoria orgánica.

      Las Jornadas de los Grandes Viajes son geniales. Cada edición ayudan a más y más personas a decidirse a cumplir sus grandes viajes pendientes y encima nos dan la oportunidad de ponernos cara con un montón de gente. Esperamos que las tontunas viajeras te hayan sacado alguna sonrisilla que otra.

      ¡Otro fuerte abrazo!

  4. Y como tu bien dices, si no se acuerda, no importa, lo importante es que estais los tres juntos dia y noche, disfrutando de vuestras propias emociones, olores, sensaciones, etc……….. Compartiéndolo todo. Eso es lo que yo echo ahora de menos, que no lo pude hacer con mis dos hijos. Me encanta como siempre lo que escribes y como lo dices bssssssssss.

    • Nosotros sí que nos acordaremos. Vaya que sí. 24 horas al día con el canijo por el mundo. Es un lujo enorme. Y si no se acuerda, algo le quedará de todo esto.

  5. ¡Qué bobada! Esa es la excusa de quien no se atreve o a quien le da pereza. Si no se acuerda ya se lo recordáis vosotros. Viajar se asimila, de una manera u otra, ya tengas 25 años o 6 meses, estoy segura. A mí me picó el bicho viajero ya de mayor, ojalá mis padres me hubieran paseado por el mundo. ¡Qué suerte tiene Koke!

    • ¡Gracias Caro! Alguien nos dijo una vez que nos esperáramos un poco para volver a viajar. A esa misma persona le preguntamos “¿cómo cuanto tiempo?” y nos respondió “como hasta que tenga 4 ó 5 años”. Te puedes imaginar nuestras caras de “me pego un tiro”. :/ ¿4 ó 5 años? No me extraña que haya bajado tanto la natalidad… 😉

  6. Lo cierto es que siempre queda algo. Con mis padres he viajado desde los 2 meses y, obviamente, de todo no me acuerdo. Lo que recuerdo son sensaciones, canciones e instantes. Son ellos los que recuerdan los viajes, mis primeros pasos, las frases espontáneas de una niña de 2 años, etc Ahora, de mayores y a nuestra manera, repetimos esos recuerdo.

    • Las emociones y las sensaciones que pueda sentir en cada momento ya nos parecen más que sufientes para que esta experiencia merezca la pena, aunque no se transformen en recuerdos. También es cierto, que de alguna manera esperamos que se queden grabados en su carácter todos los beneficios que el viaje ya tiene de por sí: que poco a poco sepa que existen otros idiomas, que hay costumbres diferentes a las nuestras pero igual de válidas, que la felicidad no tiene nada que ver con las cosas materiales… Ya veo que tus padres opinaban como nosotros y tus palabras confirman nuestros pensamientos 🙂 Un abrazo grande.

  7. Pienso lo mismo, no hay nada como viajar y todos las circunstancias de la vida que puede llegar a oponerse a ese deseo, no son más que excusas, que tarde o temprano desaparecen o te das cuenta que simplemente no existen.

    • Es verdad que cada uno tiene sus circunstancias y prioridades en la vida pero también es cierto que cuando aparecen niños en escena son la excusa ideal para autojustificarnos todo lo que no queremos hacer o que nos da un poco de pereza. Hay que intentar luchar contra eso y se honestos con nosotros mismos en ese sentido. Gracias por tu comentario Byron.

  8. Cuando sea adolescente le va a decir a sus amigos: Mis papás me llevaron a darle la vuelta al mundo cuando era un bebé (todos quedarán con la boca abierta jaja). Me encanta la foto que hacen con el coche de koke. Nosotros estamos ansiosos por encontrarnos con ustedes en Bogotá! =) –aunque suene a cliché, la verdad es que aún no lo podemos creer!–

  9. Lo habéis bordado chicos, no solo sois súper papis si no que también contáis historias preciosas

    • Sobre lo de las historias, ¿cuantas caritas sonrojadas tendríamos que poner aquí para responderte? 🙂

      Sobre lo de los padres, imagino que como todos los del mundo, que queremos lo mejor para nuestros pollitos.

      Gracias por tu comentario Amanda.

  10. Ha ocurrido, hemos compartido juntos nuestro tiempo y nuestra vida de la manera que más felices nos hace. Han crecido -hemos crecido- experimentando, viajando, descubriendo, rememorando y planeando nuevos proyectos viajeros. Lo importante es dedicarnos tiempo y compartir nuestra vida. Viajar nos permite experimentar juntos situaciones únicas. Y somos lo que vivimos, recuerdos, sueños…
    Un artículo precioso.
    Feliz vida!

    • Exacto. El destino en realidad es lo de menos. Lo importante es compartir el camino. En nuestro caso (y por lo que leo en el tuyo también), el viaje es solo una forma más de tener tiempo de calidad y de invertirlo en algo que nos gusta a los tres. De encontrar espacios en los que nos sintamos cómodos todos (niños y adultos) y no solo parques de bolas o museos. De tener la posibildad de crecer y aprender (también los mayores).

      Gracias por tu comentario. ¡Feliz camino!

  11. Completamente de acuerdo, hay que ser más abierto y tener en cuenta que esa personita llegará un día en el que valorará todo el tiempo que hemos pasado con ellos. Gran post, felicidades.

    • En ninguna fase de la vida tenemos tanta capacidad de absorción de todo lo que nos rodea como cuando somos bebés. Si eso es cierto, algo debe de quedar… ¡Muchas gracias por tu comentario Quim!

  12. Yo solo creo que no hay mejor guardería que papa, mama y el mundo!! Recuerdos, sensaciones, experimentaciones, pasar tiempo con los tuyos… Ya te digo yo que me dedico al mundo educativo que ni en la mejor escuela del planeta! Sin duda todo lo que está viviendo Koke y vosotros junto a él, es algo que recordar, más o menos literalmente hablando! Un abrazo familia!!

    • Gracias Natalia. Nos gusta leer eso, precisamente de una profesional del ámbito educativo. Nosotros no estamos en contra de las guarderías pero tan pequeñitos, ¿con quien van a estar mejor? Poder compartir todo el tiempo, en nuestro caso, es disfrutar a tres bandas. ¡Otro abrazo de vuelta!

  13. Qué emoción poder viajar con los tres a la vez ^^ Me hace sentir que no solo vosotros aprendéis a viajar en familia: es entrar a este blog y verificar una vez más que todo es posible!
    Me encantan las fotos “a vista de Koke”: cuando sea mayor y “no se acuerde” tendrá un montón de recuerdos que vio desde su perspectiva de bebé. Me encanta! Estoy de acuerdo: vosotros sí os acordaréis y, yo también creo que algo queda.

    • Claro que algo tiene que quedar. Seguro. Ahora estamos en proceso de cambio y aprendizaje, sí. Es como empezar de nuevo a viajar ☺️

      En cuanto a Koke… también le sacamos del carro de vez en cuando. Que conste.

  14. Como decís, vosotros lo recodaréis siempre, y eso ya es mucho. De momento creo que no hace falta más, lo demás llegará, que esto no ha hecho más que empezar…y digo yo, dónde os dicen tantas tonterías?

  15. Nos ha encantado. Después de un largo viaje, lo que más se echa de menos es de disponer de tiempo. Tiempo de calidad. 24 horas.

    Convencidos de que no se acordara de ciertas cosas (como en cualquier ser humano) en el interior de uno, la semilla queda. Cuando se haga mayor la semilla ira creciendo y querrá descubrir que nace en su interior. Importante son los valores que le transmitáis y esto siempre queda.

    Sean muy felices y caso omiso a comentarios. Nadie esta exento de ello cuando “se sale del tiesto”.

    Alberto y Sonia

    • Muchas gracias Oscar. Es muy importante para nosotros ya que somos padres “primerizos y de reciente creación”.

  16. La mayoría de nosotros tenemos recuerdos en video de los veranos en la playa, en VHS y con mal audio. Aunque él no se acuerde, tenéis material para que lo haga en unos años (y mucho mejor que la tv!) ¡A disfrutar!

    • Ahí vamos, documentándolo todo para darle el coñazo en el futuro. “Mira Koke, aquí es cuando…” “Ya me habéis puesto ese video mil veeeeces”

  17. Que importante lo del tiempo juntos no? En estas vidas contemporáneas donde el tiempo escasea tanto para darlo al otro y compartir y se llena de actividades y sobre todo, de trabajo, trabajo y trabajo… que lindo que puedan darse el tiempo para estar con Koke.. un lujazo!!!! Quedarán esos momentos juntos y decenas (cientos / miles) de fotos en lugares donde ninguno luego se va a acordar, pero qué más da!

    • Creo que por eso voy siempre con la cámara a cuestas… para acordarme. Lo que no desaparecen, son las sensaciones de haber “sido feliz” haciendo lo que queríamos. 24 horas al día con nuestro Koke. Efectivamente, un lujo. Un lujo que puede que no nos podamos permitir pero bueno, “¿qué más da?”.

  18. Desde que empecé a leer justó pensé la frase que cierra el final… Él no lo recordará… Pero vosotros sí. Y eso ya parece más que suficiente . A disfrutar de vuestro Chincheta Trip. Besotes

    • ¡Gracias Patri! En eso estamos y no ha hecho más que comenzar (bieeeeen). Claro que lo recordaremos. Y además, bien documentado audiovisualmente Un beso grande.

  19. Según iba leyendo el post tenía claro el comentario que iba a escribir…

    “Ya te digo yo que Koke no se acordará del viaje. Pero viajar no solo son conocimientos. Sobre todo son SENSACIONES. Y, por experiencia, a los peques les encanta sentir viajando junto a sus padres, en familia”

    Según he seguido leyendo he visto que coincidimos… 😀

    • Eso es. Las sensaciones se quedan dentro. Puede que no se puedan verbalizar a modo de recuerdos exactos, pero seguro que te se te quedan dentro para siempre y, de alguna manera, pueden ser parte de tu yo adulto.

  20. Eso de que no se acordará me lo llevan diciendo desde que nació mi peque cada vez que vamos de viaje con ella… Y es verdad que no se acuerda. Ahora que tiene 4 años, recuerda únicamente las dos últimas escapadas que hemos hecho este año. Pero ¿sabeis qué recuerda bien? Recuerda perfectamente que cuando está de viaje, pasa las 24 horas con mamá y papá y que es por eso que le encanta ir de viaje. Y para mí, eso vale millones!

    • Sin duda es lo más importante. Pero seguro que algo más queda. No serán los templos, ni las cascadas, ni los tuk-tuks. Pero por ejemplo, seguro que le ha quedado no tener tanto miedo a “lo diferente”, la sensación de moverse, de ver cosas nuevas constantemente… Hay cosas que se te quedan dentro para siempre y ahora son esponjas. ¿No?

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