Que no cunda el pánico

Pocos momentos generan más pánico en los padres que el de saber que por delante esperan 2, 5 ó 15 horas sentados dentro de un avión con un bebé. No importa que sea el primer vuelo en familia o que acumules muchas millas. En los primeros 2 años de vida de Koke, nos hemos montado con él en 56 vuelos y cada vez que estamos esperando para hacer el siguiente embarque seguimos cruzando los dedos y pensando “por favor, que todo vaya bien”. Se junta la emoción por el viaje, el espacio limitado del que sabes que no podrás salir, la cantidad de personas a las que no quieres molestar, los horarios extraños… El caso es que a veces nos ponenos en lo peor y la realidad ha sido que al final, todo sale mejor de lo que nos habíamos imaginado. E incluso en el peor de los casos, el vuelo tiene una duración limitada y es cuestión de asumirlo y tomárselo con paciencia.

Hace tiempo escribimos esta guía para viajar con un bebé en avión en la que dábamos algunas recomendaciones específicas para que todo vaya bien que hemos aplicado durante muchos meses. Especialmente hasta antes de que Koke echara a andar. Ahora que ya tiene 2 años y corre que se las pela, nos ha tocado echarle un poquito más de creatividad a la cosa para conseguir que se quede en su silla, por lo menos mientras que la señal de cinturones esté encendida .

nubes desde el avion
Solo hay algo peor que el pánico a volar, el pánico a volar con un bebé

Cierto es que en los vuelos largos suele haber pantallas pero como él no tiene mucho hábito de usarlas (y por el momento, así queremos que siga siendo por varios motivos como los que menciona el psicólogo infantil Alberto Soler en este post) aguanta más bien poco viendo dibujos. Esto nos ha obligado a sacar del baúl de los recuerdos los juegos de nuestra infancia y a tratar de utilizar lo que tenemos alrededor para inventar otros. Los juegos que proponemos a continuación son muy sencillos, (los hemos usado desde que Koke tenía un año y medio). Son fáciles de adaptar en función del momento evolutivo de cada niño bebé y sus gustos personales.

seguro-viajes

La mayoría de los juegos que proponemos son extensibles a cualquier situación de espera en la que sea necesario mantener al bebé/niño sentado. El centro de salud, el dentista, un restaurante o aviones más pequeños en los que tampoco hay pantallas. Lo bueno de los pequeños es que lo tienen todo por descubrir por lo que casi cualquier cosa es susceptible de convertirse en una distracción. Lo malo es que su capacidad de atención es muy corta por lo que toca combinar varias propuestas y seguir inventando nuevas cada tanto.

Y ya sin más dilación, aquí llega nuestra propuesta de juegos para pasar el rato dentro del avión y que tiempo se pase volando.

juego manos bebe avion

Juegos de manos

  • Montañas de manos. Consiste en ir amontonando las manos y sacando la que queda atrapada más abajo para colocarla encima aumentando la velocidad poco a poco. Cada vez se hace más complicado mantener el orden y solemos terminar dándonos manotazos unos a otros.
  • Cruces de dedos. Más que un juego es una propuesta de pequeños retos. Se trata de intentar todas las combinaciones de cruces de dedos que la fisonomía de tus manos permita y que el niño trate de imitarlas. Un dedo encima de otro, tres dedos encima de uno, dos dedos haciendo la señal de victoria, el saludo del Alien… ¡Todo vale!
  • Palmas palmitas. Este es uno de los favoritos de Koke porque junta manos y canciones. Seguro que recuerdas algunos de esos juegos típicos en los que haciendo palmitas dos o más personas cantaban una canción. Si no los recuerdas no te preocupes: elige una canción y añádele una serie sencilla de movimientos con las manos combinados con alguna palma y echále teatro. Algunos clásicos que nosotros usamos a menudo son: en la calle 24, palmas palmitas, pale paletín, don federico y “o mi nu plé” pero hay muchos más. Si te cruzas con niños más mayores diles que te enseñen alguno. Seguro que están encantados de darte una master class.
  • El cocinero. Esta es una de las últimas incorporaciones que nos está dando mucho juego últimamente. Se trata de preparar un plato de comida haciendo los gestos correspondientes con las manos con ingredientes invisibles. Elegimos el plato que vamos a prepar y nos ponemos manos a la obra con todo el proceso: chascar y batir huevos, añadir una pizca de sal, un chorro de aceite, picar ingredientes, freír, meter en el horno… Lo alargamos todo lo que podemos y al final cortamos el resultado en trocitos y nos lo comemos. ¡Siempre nos queda de 10! Este lo usamos mucho también en los restaurantes para preparar lo que hemos pedido antes de que nos lo traigan los camareros.
  • El caminito blanco y rojo. Este viene de los viajes largos en coche de mi infancia. Esos en lo que lo único que había para entretenerse era una ventanilla y una cinta de cuentos o canciones infantiles a elegir cuando era tu turno en una familia de 5 (cada 4 horas aproximadamente). Empieza haciéndole cosquillitas al niño por su brazo mientras repites :”esto era un caminito muy blaaaaanco, muy blaaanco, muy blaanco”. A continuación toca escenificar una serie de personajes que van a cruzar ese caminito: “primero pasaron las hormiguitas”, mientras que con los dedos imitas el gesto que harían unas hormiguitas al pasar por el brazo. Se continúa con puños como elefantes, mosquitos que pellizcan, una apisonadora, un cortacésped, una araña… y todo lo que se te ocurra. Al final se termina con un “y este caminito blanco muy blanco se convirtió en roooojo muy rojooooo”. Después le pedimos a él que nos lo haga a nosotros. Los favoritos de Koke son (ejem, ejem) los que hacen más daño: véase elefantes, hipopótamos y mosquitos.

Juegos con bolígrafo

caras pintadas en manos
Papá, mamá y Koke
  • Autopintarse. Otro clásico de toda la vida. ¿A quien no le ha gustado dar la hora luciendo un bonito reloj o llevar un anillo de diamantes producido con la noble tinta de un bolígrafo BIC? Además de en las manos, usamos otras partes del cuerpo para pintar una versión infantil de nuestros tatuajes. Y ahí va tan orgulloso con las nubes, las olas, la tierra y el sol.
  • Caras en los puños. Seguro que recuerdas aquella campaña de publicidad basada en puños que cantaban con diferentes caras. Pues esto es lo mismo. Se pueden hacer personajes ilimitados. Los favoritos de esta época son: un papá, una mamá y un Koke pero esperamos poder aumentar el repertorio de personajes pronto. Una vez pintados se pueden hacer diálogos cortitos con ellos, cantar canciones y hasta pedirle al personal del avión un vaso de agua.

Juegos con otros objetos del avión

buscando fotos revista
  • Con la revista. Nosotros le llamamos ¿Dónde hay…? Porque es tan sencillo como buscar cosas dentro de la revista que hay en el bolsillo del asiento delantero de todos los aviones, Al principio empezamos buscando objetos muy grandes y evidentes. Luego cada vez más pequeños. Ahora hemos incluido también los colores. Lo bueno es que es muy fácil adaptar las búsquedas al momento evolutivo del niño con lo que se quiera reforzar en cada momento: categorías, números, formas…
  • Las servilletas de papel. Nuestro fiel aliado para construir una flota e inventar cuentos de capitanes de barcos, piratas, islas desiertas y tormentas marinas. Si dominas la papiroflexia seguro que se te ocurren muchas otras figuras que poder hacer. Nosotros nos quedamos en los gorros, los barquitos y las camisetas. 

El kit de supervivencia

entretener bebe avion
Nuestra nueva mejor amiga: la plastilina

A todo esto hemos sumado algunas cositas que traemos de casa. La máxima que seguimos es que quepan dentro de una bolsa de tela que cierra con cremallera tipo estuche bautizada como el “kit de supervivencia” que contiene:

  • Lápices de colores.
  • Libreta con hojas en blanco. La usamos mucho también en el viaje para afianzar cosas que hemos visto durante el día. Además del socorrido “dibujar la silueta de la mano del niño”, pintamos moais, frutas que hemos probado, paisajes que hemos visto…
  • Pegatinas. Además de entretener son un excelente ejercicio de desarrollo de la psicomotricidad fina.
  • Palos de madera de colores. Este tipo de materiales que no son nada dan mucho juego para dejar volar la imaginación. Se pueden convertir en animales, en personas, en superhéroes…  y son fáciles de encontrar en cualquier papelería.
  • Plastilina. Avisamos de que seguramente el niño se aburra antes de jugar con ella que los adultos. Cuando después de años de vida sin acercarnos a la plastilina nos hemos reencontrado con ella seguimos preguntándonos por qué abandonamos una actividad tan creativa y que relaja más que un mandala. Con la plastilina se puede hacer de todo sin necesidad de ser un Miguel Ángel. Juegos de bolos, caracoles, churros, porterías, barras de pan, aviones… y todo lo que se te ocurra.
palos colores pintados
La mayoría de los que van, nunca vuelven. Se quedan recorriendo el mundo

Las canciones: nuestro último recurso

Puede que creas que no te sabes ninguna pero si buscas y rebuscas en tu cerebro seguro que encuentras canciones. Si no te sabes una nana, no importa. Las canciones de tus series favoritas, de películas Disney o incluso la melodía de un anuncio… Canta lo que te salga y verás como consigues mantener la atención de tu hijo otro rato. Hay mucho escrito sobre los grandes beneficios que tiene cantarle a un bebé.

Aparte de los juegos, andamos mucho por los pasillos, vamos al baño, nos lavamos las manos, los dientes, cambiamos el pañal, hablamos con la tripulación, les pedimos un vaso de agua… y por el camino siempre encontramos a alguien que también se aburre con ganas de hablar y de preguntarle a Koke “cómo se llama, cuantos años tiene, de dónde es”… Todo esto también ayuda a pasar el tiempo.

Esperamos que te sirvan estas propuestas y si se te ocurren algunas más que nos las dejes en los comentarios para que todos podamos ponerlas en práctica. Lo bueno de los niños, es que cuando les prestamos atención, nos recuerdan rápidamente cómo era esto de jugar. Se trata de no imponer nuestra voluntad, dejarse llevar y asumir que en cada etapa los intereses cambian. Por eso puede que tengas muchas ganas de montar un zoológico de plastilina y que para tu hijo lo más divertido sea aplastar una a una todas tus creaciones. Pero en eso consiste el juego.

Nota: tenemos otra retahíla de juegos más enfocados a la relajación para enfrentarnos a los momentos más duros del jet lag que dejamos pendientes para otro post.

dibujar con bebe avion

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6 Comentarios

  1. Hola! Me apunto todas las recomendaciones, mil gracias! Este sabado volamos precisamente a Tokyo (directos desde Madrid) con nuestra bebé de 14 meses y estamos un poco acojonodos… Nosotros hemos viajado mucho, y con ella ya hemos hecho varios viajes con vuelos por Europa, pero el vuelo tan largo, el jet lag, la distancia… Aunque siempre nos hemos dicho que Japón era el destino ideal para viajar con niños (para nosotros va a ser la tercera visita), nos están entrando de golpe y porrazo todos los miedos y angustias que no hemos sentido en ninguno de nuestros viajes. Aaaay qué difícil!!! jajaja

    Por cierto he buscado en vuestro blog pero no encuentro el post sobre juegos enfocados a relajar al bebé en el vuelo ¿me pasas el link?

    Gracias!

    pd: deseando ver “¡Hola, Mundo!” cuanto antes 🙂

  2. Nos encanta este post!! Somos de la opinión de que a los peques hay que dedicarles tiempo y pasarlo con ellos interactuando, no yendo siempre a lo fácil y poniemdo series todo el día para que se entretenga!
    Milllones de enhorabuena por ello!!!!

    • Lo malo de las pantallas (también para los adultos), es que mantienen nuestro cerebro en un constante estímulo y nos quitan la oportunidad de desarrollar un montón de herramientas necesarias par la vida como son la paciencia o la creatividad. 🙂 Es comprensible que haya gente que no pueda más después de un día de trabajo y le enchufe a los niños las pantallas pero esa imagen de andar por un restaurante y ver a todos los pequeños sentados en sus sillas mirando hacia la pantalla… es desoladora. ¡Un abrazo grande!

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