Si en su momento hablamos de los chinifrismos y los japofrismos, los estadounidenses no iban a escaparse “de rositas” sin que les hiciéramos la radiografía pertinente. Definamos primero lo que es un yanquifrismo, porque, como ya te habrás dado cuenta, es una de esas palabras que no aparecen en el diccionario y que de vez en cuando nos gusta inventarnos para jugar al escondite con los buscadores. De “conocida reputación” por el universo viajero son ya palabros sacados de la manga como mochilandia, tontunas viajeras y otras perlas por el estilo.

La República Independiente de algo que recordar, define los yanquifrismos como esos hábitos que forman parte de la vida cotidiana de los ciudadanos de EE.UU, que ellos practican de la manera más natural del mundo y que a los que llegamos de fuera nos dejan con los ojos del tamaño del agujero de un túnel de la M30. Son esos usos y costumbres sobre los que en esos intentos de satisfacer la curiosidad de tu mirada inocente de foráneo recibes caras de… “peroooo… si esto es lo más normal del mundo. ¿No lo habías visto nunca?”

NOTA: Toda las imágenes del post están hechas con el móvil. No son de la calidad habitual pero ayudan a ilustrar lo que queremos contar.

Esta última vez, hemos estado en USA unos tres meses entre Puerto Rico, Miami, Chicago, San Francisco y un road trip por la costa oeste pasando por varios estados diferentes. Así que estos yanquifrismos, están basados en lo que vimos y experimentamos en esos lugares. Si ya existen grandes diferencias entre la forma de vida de la población en cada uno de ellos, imaginamos que en tooooooodo lo que nos queda por conocer de este país, mucho más.

Empecemos con el “objetivo” ranking de los yanquifrismos más aclamados por las masas viajeras. Para ir abriendo boca, los entrantes… Probablemente no es la primera vez que escuchas comentarios similares sobre USA. Te lo dijo tu vecina cuando se fue de luna de miel a Nueva York y las Vegas, tu prima la que estuvo por allí mochileando 3 meses y ese amigo que se fue de profesor de español a terminar el doctorado a la universidad de Kalamazoo. Pero como dice la sabiduría popular: “cuando el río suena, agua lleva”. Así que ya sabes que si estás planeando un viaje por la costa de EE.UU estos entrantes emocionales están asegurados:

– “On the rocks, please” o si lo prefieres “no sin mi hielo”. Si tienes la imagen del guapo actor de Hollywood que sale descalzo por los pasillos de ese pedazo de hotel de 5 estrellas para ir a la máquina de hielo, podrás imitar la escena en casi cualquier alojamiento sea de la categoría que sea. No importa que entres en el motel de carretera más antro de toda la costa oeste. Tendrá una máquina para hacer hielo. Hasta si montas la tienda de campaña en un camping. Lo más cercano a algo que haya crecido en la tierra será una bolsa de patatas fritas. Pero nunca faltarán, el café estilo americano, bolsas de carbón y/o atillos de madera para hacer una barbacoa (el otro elemento que nunca puede faltar) y un par de neveras con montañas de bolsas de hielo. Si en China hay dispensadores de agua caliente por todas las esquinas, aquí pasa lo mismo pero con el hielo.

Casita de madera
Sin cobertura pero con barbacoa

– XXXXL no es sólo una talla de ropa. Las bebidas son XXL, las hamburguesas, las motor homes, los parkings, los donuts, los coches… Somos como una especie de liliputienses en otra tierra. En la puerta de cada casa puedes ver aparcados hasta 5 vehículos, alguno con un barco enganchado detrás y otro con pinta de llevar ahí 30 años. La buhardilla en la que se reunían los Goonies no era una localización especial que tuvieron que construir para la producción de la película. Podría haber sido la casa de cualquier ciudadano de bien de las afueras de las ciudades y esto nos lleva al siguiente de los puntos más repetido por todos los viajeros dicharacheros del lugar.

– Esto es exactamente igual que en las películas. No mentían, ni exageraban, ni inventan nada. EE.UU es exactamente como aparece representado en las películas. El uniforme de los rangers de los parques es de los dibujos animados del oso Yogui, las chaquetas de cueros de los moteros que cruzan la ruta 66, los camiones gigantes como el de El Diablo sobre Ruedas, los moteles de carretera de Telma y Louise… Si vas de acampada se tuestan nubes blancas al fuego pinchadas en un palo. Hay personas que visten con sombrero de cowboy y botas de cuero y no están jugando a los disfraces. Después de esto, hemos empezado a creer firmemente que Independece Day y Expediente X nunca fueron películas de ficción.

Cowboys cenando
Sombrero de cowboy, botas de cowboy y ¿por qué no? Hebilla de cinturón también de cowboy

Continuemos la recopilación con una tanda de rasgos de la personalidad. En un país tan grande y con tantas realidades, dos meses de viaje no son en absoluto suficientes para hacer una valoración sobre las características comunes de la personalidad de los estadounidenses. Pero basándonos en nuestra experiencia, los definiríamos como entusiastas, bromistas y voluntariosos. Ya os hablamos sobre las reacciones que suscitába un bebé en Nueva York, dentro de la serie Koketeando con, aunque no esperábamos que esta simpatía sería un denominador común en el resto de los lugares. Cada vez que iniciábamos una conversación y pedíamos disculpas por nuestro acento, respondían con alguna broma relajando la tensión y haciéndonos sentir muy cómodos. “Si crees que tu inglés es malo, no te imaginas el mío”. “Deberías escucharme a mí hablando español”. Cuanto más nos alejábamos de las ciudades, más curiosidad despertábamos. “¿De dónde sois? ¿Cuanto tiempo lleváis viajando?” Son preguntas que se han repetido en todos los supermercados y bares de carretera.

Aparte de esto, nos han llamado la atención otros comportamientos como por ejemplo:
– El miedo a que los niños estén solos. Nunca perdemos de vista a Koke pero sí le permitimos moverse libremente hasta donde nos alcanza la vista. Eso ha provocado que en varias ocasiones, personas pensaran que estaba perdido y en seguida se pusieran a buscar activamente a sus padres. Por lo visto, en algunos lugares hay mucho miedo al tema de los secuestros y como ampliamos en el post sobre Chicago, ellos tienes un concepto diferente del nuestro sobre lo que significa la inseguridad en la infancia.

Mirador cristal Chicago
¿Qué hace ahí ese niño solo?

– La libertad de opinión llega otro nivel. Se muestra públicamente la opinión sobre ciertos temas que para nosotros forman parte de la esfera de lo privado. Es muy común ver personas con chapas que dicen a quien han votado, incluso decoración o banderas en los jardines, con camisetas que hablan de la iglesia a la que pertenecen o sobre cual es su orientación sexual. No existe ningún pudor por enseñar que se pertenece a un club de fumadores, que hoy es tu cumpleaños o que es la primera vez que visitas ese parque de atracciones.

– La cultura del patrocinio. En EE.UU se pueden patrocinar las carreteras, los bancos de los parques, los parques nacionales, los museos… La esponsorización y el mecenazgo son prácticas totalmente comunes para poner en marcha proyectos de cualquier tipo, incluso del ámbito público. Para los que venimos d una sociedad del bienestar en la que todo esto se financia con impuestos es muy llamativo encontrar por todos lados placas con los nombres de los que han puesto dinero.

Juego de arena
El museo de la creatividad infantil de San Francisco también es patrocinable

– La manera de entender las leyes de circulación. No es obligatorio que las motos circulen con casco. No al menos en los estados por los que hemos estado. Es realmente impactante eso de que te adelante una moto a 80km/h el conductor va sin casco. Según nos explicaron, en caso de accidente, el motorista es el que más pierde y debería usar el casco por su propia voluntad pero no hay ningún ley que se lo exija porque, total, es su cabeza.

Hemos dejado para el final los platos fuertes: nuestros yanquifrismos preferidos. Lo más friqui de lo friqui.

– Las secciones de medicamentos en los supermercados. Entre chocolatinas y revistas, se pueden encontrar pasillos y pasillos de medicamentos para servirte tú mismo. En algunos casos, hay un mostrador de farmacia en el que solicitar aquellos que son más específicos. Pero todo lo relacionado con vitaminas, botiquín, antiinflamatorios y otros medicamentos que no requieren receta están a la vista y al alcance de todos los públicos. Además de que te los puedes servir tú mismo como si de botes de gominas se tratara. Que por cierto, también se puede encontrar una selección de estos últimos entre los medicamentos.

– Las vallas de abogados o agentes inmobiliarios en las que aparece el rostro del abogado o agente en cuestión, junto con su nombre y apellidos. Incluso se imprimen las tarjetas de visita con la foto de la persona.  Este sistema que a nosotros nos resulta tan curioso tiene una razón de ser que no es otra que la de tratar de darle confianza al posible cliente con la idea de que un rostro humano siempre es más cálido que solo unas letras y si lo hacen, será porque funciona. ¿Os imagináis vuestra cara impresa tamaño valla? Rarooo. Muy raro.

– La publicidad religiosa está permitida. La Ley General de la Publicidad que se aplica en Europa prohíbe hacer apostolado en los medios de comunicación masivos desde hace muchos años.  Pero no sucede lo mismo en EE.UU, donde puedes encontrarte una valla o una cuña de radio invitándote a encontrar el camino uniéndote a esta u otra iglesia.

Después de estos platos fuertes, hemos dejado com postre los yanquifrismos favoritos entre los favoritos. Los que nos han dado más juego en las redes y durante el viaje. Terminamos con la creme de la creme.

– La comida para emergencias. La encontramos en los supermercados que están fuera de las grandes ciudades. Estos bidones contienen todo lo necesario para que una persona sobreviva durante 2 semanas, nutritivamente hablando. En cada cubo se explican las calorías que contiene y los diferentes menús que vas a degustar en caso de ¿emergencia? Deben venderse bastante porque había un pasillo entero de bidones. El abanico de posibles emergencias va desde catástrofes naturales hasta ataques zombies. Esto es estar preparado para lo peor y lo demás son tonterías. Ahora entendemos por qué los extraterrestres de las películas atacan siempre primero a los EE.UU.

Comida emergencias
25.600 calorías por el módico precio de 70$

– Las matrículas con claim. Así como preferiríamos seguir viviendo sin anuncios religiosos en la radio, soñamos con importar esta bonita costumbre de las matrículas “que hablan”. Aparte de mantenernos entretenidos haciendo colección, nos ha servido para aprender algunas cosas sobre cada uno de los estados. ¿No sería maravilloso que cada coche llevara con orgullo una frase que cuenta algo bonito sobre su provincia? Por aquí algunas de las que nos dejaron los usuarios por las redes: “Asturias. Donde vive el cachopo” , “Navarra, los espárragos más cojonudos” o “Madrid, de ninguno y de todos”.

matrículas USA

Y hasta aquí la lista de yanquifrismos. Si has viajado por EE.UU o vivido una temporada por allí seguro que a ti te llamaron la atención otras cosas. Cuéntanos en los comentarios cuales fueron y tu experiencia en este país que a nosotros, nos ha gustado mucho más de lo que esperábamos.


Si estás planeando un viaje por los Estados Unidos quizá te interese alguno de los siguientes post para ayudarte con la logística:

-¿Ir a Monument Valley?

– Parque Nacional de Yellowstone

-Viaje por la costa oeste de EE.UU

Si lo que quieres es un rato de lectura e inspiración sobre las emociones que puedes sentir viajando por USA, puede que te interesen estos otros:

-San Francisco: lo normal, es ser raro

-Lo siento Chicago, pero “safety is not the first”

-Miami vs Miami

-Elige tu propia aventura viajando a Nueva York

-Koketeando con los yanquis

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4 Comentarios

  1. Francisco Po Egea Responder

    Muy gracioso. Y es que los estadounidenses son muy curiosos y variados. Por el centro del país sobre todo.
    Me ha hecho recordar las veces que he viajado por los EE. UU. Hace muchos años porque dirigía la filial española de una compañía con sede central en Milwaukee y después y más reciente por viajes para hacer reportajes o de vacaciones con la familia.
    De la primera época recuerdo lo hospitalarios y amables que eran las gentes de mi compañía. Siempre venían a buscarme y a llevarme al aeropuerto y cada noche uno u otro me invitaba a cenar a su casa.
    De las vacaciones recuerdo una semana que pasamos en un rancho en Montana mi mujer, mi hija, gran amazona, y yo hace unos 8 años. Antes de llegar al rancho compramos unas botellas de vino para beber en las cenas como es nuestra habitud. Pues bien, la primera noche que pusimos una botella en nuestra mesa en el comedor comunal vinieron los dueños a decirnos que no estaba permitido beber alcohol durante las comidas. Eso, sí ellos se pasaban la cena fumando en la mesa sin parar. Y antes y después de cenar se podía beber todo el whisky que quisieras en la terraza que antecedía al comedor. No tenían como es habitual la bandera nacional sobre un mástil junto al portal de entrada, sino una bandera confederada, lo que ya indica lo “modernos” que eran. El reportaje sobre las vacaiones en el rancho en Montana se publicó en El Viajero hace un año aprox.

    • La verdad es que son simpáticos y sobre todo muy entusiastas. El otro día en una juntada con otros viajeros, alguien les definía como un país adolescente (con todo lo bueno y lo malo que eso tiene). Europa, un continente viejo y siguiendo con la idea, España, una maruja. Lo que me pude reír imaginándonos como la vieja del visillo 😉 Gracias por el comentario y por compartir la experiencia tan auténtica.

  2. jajaja muy buena recopilación. A mí hay muchas cosas que me chocan de estados unidos, el tema propina, por ejemplo… xD Lo de los medicamentos, me parece guay, jajaja y sin duda es otra gran verdad, llegar a los parques y encontrarte al “guardabosque” con esa ropa tan graciosa. Pero sin duda, lo que más me gusta es que el cliente siempre siempre tiene la razón…. La mejor experiencia, comprando un CD en Radio Shack… estaba en la sección de ofertas y lo pille por eso, al llegar a la caja… sorpresa… el CD salía por unos 16$ y estaba en la sección de 5$… cuando se lo comente al chico, me lo dio por 5$!!!! Y me regalo una pegatina que ponía “cliente satisfecho”… por supuesto que estaba satisfecha! como para no estarlo… en atención al cliente España está a años luz de EEUU…
    Nuevamente, gran entrada, me ha encantado 🙂

    • Es verdad lo que comentas. El trato al cliente es alucinante. Nosotros compramos una sillita para bebé de coche y nos pasó algo parecido. El precio en la web era diferente al que tenían allí y rápidamente nos aplicaron el más barato. No tuvieron ni que llamar al encargado o mandarnos a atención al cliente. En la misma caja, que no están los clientes para perder el tiempo. Por no hablar de los empleados dentro de los supermercados recorriéndose todos los pasillos para tener claro que encontrábamos la parte donde había un dispensador de servilletas gratis.

      Las propinas la verdad que es algo cultural que a nosotros nos cuesta muchísimo también. Hacemos el esfuerzo porque obviamente estamos en “su casa” pero qué dolor cada vez que toca soltarlas ;). Preferiríamos que los precios de cada sitio fueran más caros con tal de no tener que dejar la propina. Es casi, algo psicológico.

      Un abrazo y gracias por el comentario.

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