Tontunas Viajeras

“¿Tontunas viajeras?… ¿Qué quiere decir eso exactamente?”

Tontunas: dícese de las chorradas sin mala intención que pueden salir por la boca o teclas de alguien.

Viajeras: dícese de las personas (en este caso y por definición, féminas) que son de culo inquieto y curioso.

Tontunas viajeras: frases facilonas apoyadas en una foto evocadora con las que pretendemos inspirar, motivar, emocionar y mover al “sujeto objeto lector” que recibe el mensaje para que dé el paso y se decida a cumplir sus sueños sean los que sean. Aunque bueno, en un 91,4% nos referimos al vicio de viajar, claro.

Allá van, estas son, las 100 tontunas viajeras que han salido de nuestras cabecitas. Si te gustan y las quieres tener todas juntas, las hemos recopilado en este libro. 

Después de pasear entre antigüedades, sales del Mercado de San Telmo y te das cuenta de que algunas esquinas que te atrapan más que otras y piensas en “qué pasa cuando se escapa el gato”. (Buenos Aires – Argentina)

Cuando llevas ya unos cuantos días de viaje, no sabes ni en qué día estás. Eso sí, tienes claro que se trata de un día especial porque estás subiendo al Monte Fitz Roy. (Chaltén – Argentina)

Aunque cada uno es libre de tener sus propios sueños, todos deberíamos tener la obligación de perseguirlos. Y a ser posible, mejor antes que después. (En algún lugar en las afueras de Buenos Aires – Argentina)

Viajar por el mundo improvisando a diario puede parecer duro pero, puede que lo realmente duro sea quedarse en un mismo sitio repitiendo una y otra vez el mismo día. (Yangshuo – China)

A veces, cuando estás haciendo un viaje largo, te da por pensar en qué pasará después. Ya llegará ese momento. Mientras tanto… mira lo que tienes delante. (Maha Wizaya Pagoda en Yangon – Myanmar)

Hay situaciones en las que perder la noción del tiempo y el espacio, tiene recompensa. (Detalle tejado Gran Palacio de Bangkok – Tailandia)

Dicen que a un viaje largo se va una persona y vuelve otra… Y es verdad. (Calafate – Argentina)

Viajar en transporte local, por tierra, más despacio… mezclándote, hace que vivas cosas más interesantes que en un vuelo en el que lo más emocionante es adivinar si habrá pescado o pollo en la comida. (Estación de autobuses de Yangon – Myanmar)

Muchas de las cosas que das por supuestas y normales, pierden el sentido a 11.000 km de distancia. Algunas te resultan incómodas. Otras, increíblemente maravillosas. (Corón – Filipinas)

Ese momento en el que las reuniones que no llevan a ninguna parte y que repetidamente llenan tu agenda, desaparecen para que tú seas el único protagonista… (Puerto Princesa – Filipinas)

La cantidad de cosas que te llegan a pasar por dentro solo son comparables al número de cosas que ves y vives por fuera. (Sabang – Filipinas)

Palabra de dos ex-trabajadores de 50 horas semanales sin contrato y fines de semana con alcohol suficiente “para recuperar”. (Templo Blanco en Chiang Rai – Tailandia)

La mayor cura de humildad que te da el viaje, es darte cuenta de lo mucho que te regalan los desconocidos a diario solo a cambio de una sonrisa. (Bukittinggi – Indonesia)

Todo lo que das por hecho a día de hoy sobre ti y tus circunstancias… puede ser diferente. E incluso gustarte más, quién sabe.  (Kyaiktiyo – Myanmar)

No importa todo lo que te hayan enseñado, dicho o contado… La verdad “se esconde” cuando sales a buscarla y vives las cosas en primera persona. (Kyaiktiyo – Myanmar)

Probablemente te guste mucho tu país y pienses que es el mejor. Como la gente de otros países pensará lo mismo del suyo, puede que todo sea “una noble forma” de sentirse a gusto con lo que uno tiene. (Autobús camino a Potosí – Bolivia)

Ese momento en el que pasas página y por fin te das cuenta de que no fue tan grave aquel día en el que la impresora se estropeó y llegaste tarde a aquella reunión en la que se iba a acabar el mundo. (Salar de Uyuni – Bolivia)

Cuando tus días no solo son diferentes unos de otros sino que a decir verdad, no tienes ni idea de cómo van a ser exactamente. Una sensación que engancha y que “merece la pena repetir a diario”. (Sukhothai – Tailandia)

El mundo está ahí para ti. Esperándote. No te impongas excusas que te impidan salir a conocerlo. (Ica – Perú)

Es un combate duro, sí. Pero solo puede quedar uno. (Taman Negara – Malasia)

Qué difícil es prepararse mentalmente para ese atasco de las 8 de la mañana y qué fácil es levantarse a las 5 para que no perderse uno de esos amaneceres que recordar. (Mandalay – Myanmar)

Hay sabores y sensaciones que sencillamente, no son completos sin todos los matices que los rodean.

Los límites nos los ponemos cada uno. A veces en forma de excusas. Otras, de falsos miedos y temores. Al final… si quieres puedes. (Baños de Agua Santa – Ecuador)

Cumplir sueños no es cosas de superhéroes… es una necesidad. Muy humana, por cierto.

Cuando uno se sale un poco del típico viaje, de las rutas, las guías, el todo incluído y las reservas… suelen pasar cosas. Cosas que enganchan. ¿Te atreves? (Autobús de China a Laos)

Qué importante es encontrar a alguien con los mismos sueños que tú. Así, cuando uno desfallece un poco, el otro tira. Compartir metas… recorriendo el mismo camino. (Estación de autobuses de Puno – Perú)

Tomar la decisión de romper con todo lo que se supone que hay que hacer y conseguir en la vida, es difícil. Luego ves lo que te espera e incluso te preguntas por qué no lo hiciste antes. (Halong Bay – Vietnam)

La alegría de hacer lo que uno quiere. La improvisación, lo inesperado, la sorpresa, la novedad… Un cúmulo de sensaciones que te invade y eso, se nota hasta en la ropa.

¿Desear o hacer? Ante la duda, siempre es mejor intentarlo. Por lo menos no te quedarás con esa sensación tan incómoda de “tenía qué haber hecho esto o lo otro”. (Machu Picchu – Perú)

Aplazar, retrasar, dejar para otro momento todas esas cosas realmente importantes para ti, no parece ser muy buen plan, ¿no crees? (Golden Rock – Myanmar)

Cuando creías que tu mayor don es el de clasificar y responder mails, vas y descubres que te gusta más el trekking, ver orangutanes de cerca, volcanes en activo, el buceo… (Monte Salcantay – Perú)

Tendemos a pensar que necesitamos… “cosas”. Muchas cosas. Al final te das cuenta de que solo es lastre. Un lastre que viajando no necesitas y que antes te anclaba a un sitio. (Catarata Gocta – Perú)

Tú eres el protagonista de la película de tu vida. Lo bueno, es que puedes elegir qué papel quieres tener en ella. (Sukhothai – Tailandia)

Detectar metas y definir sueños es el primer paso. Buscar la manera para conseguirlo, el siguiente. Por último… solo queda disfrutarlo. (Isla de la Luna – Bolivia)

Y cuando estás en un lugar tan especial, y miras hacia atrás, y piensas en lo que has estado a punto de perderte… Agradeces haberte lanzado al vacío. (Baños de Agua Santa – Ecuador)

Cuando estás en contacto con tantas nuevas realidades, lugares y costumbres, valoras tu condición como se merece. Objetivamente. En lo bueno y en lo malo. (Hsipaw – Myanmar)

Si no salimos de nuestro “círculo de confort”, los prejuicios e ideas preconcebidas que tenemos se mantienen. No hay nada como salir para romperlos por completo.

“Tener pájaros en la cabeza” puede ser el camino más directo hacia ese estado idílico que, en el fondo, todos deseamos. (Luang Prabang – Laos)

La rutina, por muy magnifica y maravillosa que parezca, puede que nos llene menos por dentro que la novedad constante. Por humilde y mundana que sea.

Cuanto más estás dispuesto a dejar de ti en un lugar… más te llevas de él. (Sumatra – Indonesia)

Reconócelo, no tienes tiempo para nada. Ni siquiera para pisar charco por error… ¿Recuerdas cuando eso era divertido? (Bemboka – Australia)

Y llega el momento en el que de verdad eres consciente de qué es lo realmente importante en tu vida. (Bali – Indonesia)

Seguro que no debe de ser tan malo eso de salpicar la vida con alguna que otra experiencia única. (Tanjung Puting – Indonesia)

¿Querías un truco para estar en forma y llevar una dieta sin sacrificio? Aquí va: viaja. (Tongariro Alpine Crossing – Nueva Zelanda)

No autoimponerse límites es el primer paso para llegar hasta donde uno quiera. Parece obvio, pero aun así, a veces parece que no acabamos de creérnoslo.

Por alguna extraña razón, resulta que hay personas que viven cogiendo lo que necesitan del mar o del campo e, inexplicablemente, no necesitan tener importantes reuniones, luchar por un ascenso o trabajar mil horas a diario para ser felices. (Bukittinggi – Indonesia)

No atarte a un único sitio; ver lugares diferentes constantemente, probar comidas nuevas sin parar; conocer otras costumbres… Sin duda, una fantasía oculta que muchos mantienen en secreto. (De Puno a Cuzco – Perú)

Si no tienes tiempo para pensar en lo que realmente quieres… no tienes tiempo para ti.

Para los que sueñan con vivir dentro de una película: puede que no sea suficiente con ponerse unos auriculares, cerrar los ojos y darle al “play”. (Mandalay – Myanmar)

Cuando además de llevarte el trabajo a casa, no te deja ni dormir… puede que sea el momento de cambiar de sueños. ¿No crees? (Mandalay – Myanmar)

¿Y tú de cuál quieres ser? (Jaffna – Sri Lanka)

Hay experiencias que te llevas para toda la vida. Experiencias que no se olvidan. (Bagan – Myanmar)

Nadie dijo que perseguir sueños fuera fácil. Pero sí que vale la pena hacerlo. (Sabang – Filipinas)

Aunque con los libros se puede aprender mucho sobre otros lugares… ¿no será mejor hacerlo en persona? (Amritsar – India)

Cuando necesitas poco para vivir… necesitas poco para vivir.

Todos necesitamos tener a nuestros seres queridos cerca pero… ¿a que preferimos que sean felices? (En tren de Ella a Kandy – Sri Lanka)

Qué dura puede llegar a ser la rutina a veces… (Rasdhoo – Maldivas)

¿Qué recuerdos quieres tener de lo que hiciste con tu vida? (En jeep de Manali a Leh – India)

Viernes en Madrid después de una semana de trabajo vs. viernes en algún lugar de Tailandia después de una semana entre playas, selvas y templos. (Kao Sok – Tailandia)

Si conoces más puntos de vista que el tuyo sobre un tema, es posible que puedas hacer más para cambiar ciertas cosas. (Pushkar – India)

Dejarse llevar a veces, es tan sencillo como necesario. (Kumamoto – Japón)

Sé diferente. Sé especial. Sé único. (Sigiriya – Sri Lanka)

Nos dicen que el mundo es peligroso y sin embargo, lo es mucho más dejarse atrapar por los sueños de otros. (Ladakh – India)

Mejor que preocuparse por estar mal, es ocuparse de estar bien.

Y puede que luego, llegue el momento en el que prefieras comer en casa. Pero mira, al menos podrás decirlo con conocimiento de causa. (Kyoto – Japón)

Olvídate de los vecinos… ¿Te imaginas diciendo que “lo has visto todo” y sea verdad? (Hiroshima – Japón)

¿De verdad crees que el mundo es tan peligroso como nos hacen creer? (Thoddoo – Maldivas)

Estar hoy en un volcán y mañana en la playa; no usar despertador; probar todo tipo de comidas exóticas… No es tan complicado como piensas. (Goa – India)

Si pudieras elegir entre aprender valores o heredar cosas… ¿qué elegirías? (Tokyo – Japón)

Cuantos más sueños tienes, más fácil es alcanzar al menos uno de ellos. (Goa – India)

El tiempo pasa… ¿a qué esperas para llenarlo de experiencias? (Kochi – India)

Pasar de largo por los sitios con el tiempo justo de hacer una foto desde un bus turístico, sirve para llevarte una foto. Pararte a ver qué ocurre, sirve para llevarte un recuerdo en el corazón. (Negombo – Sri Lanka)

Cuando te mueve la curiosidad, pasan cosas. (Ladakh – India)

Todos decimos que queremos “desconectar” pero, ¿estamos preparados para hacerlo de verdad? (Ladakh – India)

Querer que cada día sea diferente y especial… te mantiene vivo. (Siem Reap – Camboya)

Consejos vendo… y para mí tengo. (Chamarel – Mauricio)

No hay mejor sensación que la de volver de un viaje con un montón de cosas… dentro. (Udaipur – India)

Lanzarse a hacer lo que uno realmente desea, es el único remedio para no arrepentirse nunca de al menos, no haberlo intentado. (Uyuni – Bolivia)

Al final, lo importante es quedarse con algo que recordar. Algo que merezca la pena ser contado algún día (Inle Lake – Myanmar)

Sencillamente, hay cosas que realmente no pueden esperar. (Ella – Sri Lanka)

Sentarse a observar de vez en cuando, sin límite de tiempo ni fin. Inventando historias y realidades. (Vrindavan – India)

Y el día en el que eso ocurre… te cambia la vida para siempre. (Cuzco – Perú)

No te creas todo lo que te dicen, ves o lees. Déjate llevar y conoce por ti mismo la realidad. (Beijing–China)

Hay momentos que, sencillamente, no deberías perderte. (Ushuaia – Argentina)

Es curioso pero, por mucho que luchemos contra ello, todos llevamos un viajero dentro. (Chaltén – Argentina)

¿Qué es tener éxito en la vida?… Sin duda: llegar a ser feliz. (¿En furgo mola más?)

A veces sólo hace falta un pequeño empujoncito para lanzarse a cumplir sueños. Si es cosa de dos… todo es más fácil (Sídney – Australia)

Viajando sin billete de vuelta, “todos los días son iguales”: sencillamente únicos (Pushkar – India)

Has oído hablar de su existencia. Sabes que están ahí. Sólo tienes que “armarte de valor” y decidirte a ir a por ellos… No lo olvidarás. (Siem Reap – Camboya)

¿Sabías que tienes pequeños superpoderes? “El viaje” te los va enseñando por el camino… (Vrindavan – India)

Ese momento en el que solo importas tú y lo que pasa a tu alrededor… (Thoddoo – Maldivas)

Esos rincones que te vas encontrando por ahí o los que son de toda la vida a los que no necesitas ni hacerle fotos (Vegueta – Las Palmas de Gran Canaria)

Saca tu pasaporte a pasear, llévale a conocer mundo, comparte momentos únicos con él y contadlo a la vuelta. Adiós pasaporte. Hola pasaporte.

Cuando en un viaje todo se junta, el resultado te queda para siempre. (Leh – India)

El que dijo eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor,  seguro que se había quedado sin planes para el futuro. Tren de Delhi a Johdpur (India)

Tanta novedad, tantos impactos… Todo te llama la atención desde que te levantas hasta que te acuestas. Luang Prabang (Laos).

Si tienes la sensación de que no tienes tiempo suficiente para conocer todos los lugares que te gustaría y que estás “condenado” a irte y a volver constantemente… tu casa estará donde estés tú, no al revés. Nueva York (EE.UU.)

Puestos a perder el tiempo, quizá sea mejor hacerlo delante de una puesta de sol. Kaoshiung (Taiwan)

Estar tan lejos de todo, que te parece que estás en otra época. Taman Negara (Malasia)

Tener un hijo no es un impedimento para viajar. Al contrario, es una motivación. Después de todo lo que hemos visto y hecho desde que cambiamos de vida… ¿por qué extraña razón íbamos a volver a meternos en una oficina 12 horas al día para ganar dinero con el que poder pagar a alguien que cuidase de nuestro hijo Koke en lugar de estar con él las 24 horas del día enseñándole el mundo? Desde el otro lado de la barriga (Madrid).

Esto, no ha hecho más que comenzar…

Nota: eso sí, las #tontunasviajeras, se acaban aquí.